[LlaGem]CAPÍTULO 13 – Citas que destellan

En verdad pensé que después de contarles a David y Daniel lo de Antonio, el rumor se correría por toda la familia y empezarían a preguntar. Sin embargo, la semana fluyó y no hubo ni siquiera la mínima sospecha al respecto; estaba a salvo. 

Así, esperé con ganas a que llegara el martes, después de una semana infernal de llamadas de Cassandra que no me deja ni a sol ni a sombra. Lo peor de todo es que amenaza con venir el próximo mes a la primera prueba y si soy sincera no tengo ganas de verla. No sé si mi abuela tenía que lidiar con este tipo de situaciones. 

⏤ Espero ya esté tu “otro” taller, Mena ⏤ terminó la llamada en un tono de sarcasmo que recordé el resto de los días. Incluso mientras bordaba parte de su vestido del “civil”, no paré de imitar su acento hasta perder el mío. Mis sobrinos se rieron mucho cuando la imitaba. 

Sin embargo, los mensajes, constantes, de Antonio me mantenían de buen humor, además de las fotos que me enviaba. 

ANTONIO

ESTOY EN NUEVA YORK, PENSADO EN TI. TE LLEVARÉ UN REGALO. 

LILA
UNA POSTAL 

Le escribí, algo que no fuera tan grande y pretencioso; no sé si la vaya a traer, la verdad no me importaría, solo quiero verle a él. Así que, como todos los martes, preparo una pequeña maleta donde llevo un cambio de ropa y mi maquillaje y discretamente la subo a la camioneta que me llevará al taller. 

⏤ ¿Otra vez pijamada en el taller? ⏤ escucho la voz de mi padre, que como todas las noches sale a ver esa moto que aún no puede manejar hasta que no acceda a hacerse esa operación de ojos de la que tanto se niega. 

Sonrío.⏤ Sí, esa novia me trae trasnochada ⏤ le comento, y él me sonríe de regreso. 

⏤ Muy bien, solo te pido una cosa, ¿quieres? 

⏤ Lo que sea, Pa. 

⏤ Cuídate… por favor ⏤ pronuncia, para luego pedirme que vaya a abrazarle y yo lo hago con gusto. 

Mi padre me da un beso sobre la cabeza y sin más, deja que me suba al auto para que el chofer me lleve al taller. Sé que sabe algo, pero, no me dirá nada, porque confía en mí. 

Él y yo tenemos una relación muy diferente a la que tiene Alegra. Ellos son tan parecidos que simplemente no pueden estar de acuerdo en nada. Incluso mi hermana le rebate todo y él le pone más mano firme que a mí. Nuestra relación va por otro lado, como tengo el carácter de mi madre, entonces la mayoría del tiempo estamos en paz, aunque hay veces que no coincido mucho con lo que él piensa. Mi padre, como doctor, es frío y directo, como Sila, y yo, bueno… Soy una enamorada de la vida y ahora creo que de mi príncipe Marroquí. 

Entonces la camioneta arranca y me lleva directo al taller, voy viendo la hora porque Antonio me prometió que pasaría por mi justo a las ocho de la noche para otra cena. Esta vez, mi cambio de ropa es un poco más sencillo porque no sé dónde vamos, y si soy sincera no quiero saber, me dejaré sorprender. 

⏤ ¿Mañana vengo por usted al rato? ⏤ me pregunta Carlos. 

⏤ Sí, yo te aviso ⏤ le aseguro, para después bajarme apresuradamente del auto y caminar hacia mi taller porque la hora de verlo se acerca. 

Tan solo enciendo las luces, corro al baño para darme una ducha rápida. La ventaja de que mi taller haya sido antes piso de mi madre y de Sila, es que me dejaron algunas cosas que puedo utilizar como si fuese uno, como la cocina o el baño con ducha. 

Salgo a los quince minutos, me pongo el vestido de tirantes color rosado, completamente liso y de falda un poco amplia, que me hice hace mucho, y después de secarme el cabello me hago una trenza dándole un toque romántico a mi conjunto. Justo cuando me pongo los pequeños diamantes en las orejas, el móvil suena y puedo ver su nombre; llena de alegría lo tomo y respondo. 

⏤ ¿Diga? 

⏤ ¿A caso me respondió la mujer más hermosa del mundo? ⏤ habla con esa voz tan bonita que tiene. 

⏤ Puede ser ⏤ digo, sonrojada. 

⏤ Ya estoy acá abajo, pero no me dejan subir… 

⏤ No te preocupes, yo bajo ⏤ le aseguro, y sin más tomo mi bolsa a combinación y me dirijo a la puerta ⏤, estaré ahí en nada. 

Así, apago la luz y salgo de ahí apurada hacia el elevador. Siento cómo todo el cuerpo me tiembla de la emoción y como las manos me sudan. Nunca me había puesto así, ni cuando era adolescente y estaba enamorada de Gastón, mi primer novio.  

Tan solo se abren las puertas del elevador, lo veo esperándome impaciente en el recibidor, caminando de un lado al otro con ambas manos atrás, en la espalda. Entonces levanta el rostro y ese destello verde se fija en mí. Antonio me sonríe, se muerde ligeramente los labios y, lentamente, se acerca a mí. 

⏤ ¡Guau! ⏤ murmura, cuando toma mi mano. 

⏤ ¿Te gusta? 

⏤ Me encanta… 

⏤ Lo hice yo… ⏤ Confieso orgullosa. 

⏤ Pues… ¡Qué talento! ⏤ expresa, para después mostrarme un ramo de flores. ⏤ No huelen tan bonito como tú, pero… 

Tomo las flores y las huelo.⏤ Si sigues así, tendré un jardín pronto ⏤ le murmuro. 

⏤ Si quieres un jardín, te lo regalo ⏤ comenta, para después darme un beso sobre la frente.⏤ Te ves hermosa, mi bella Lila. No aguantaba las ganas de verte. 

⏤ Igual ⏤ digo en voz baja, y siento cómo el color rojo sube por mis mejillas. 

⏤ ¿Nos vamos?, nuestra reservación es a las ocho treinta ⏤ me dice, y yo asiento. 

Antonio toma mi mano, y de pronto siento un choque eléctrico subiendo por mi brazo y directo a mi corazón, haciendo que este palpite más fuerte que nunca. Mis manos sudorosas regresan y ruego a Dios que no se note ahora que venimos juntos. 

⏤ ¿Qué tienes preparado para mí hoy? ⏤ le pregunto. 

⏤ Algo especial… Espero que te guste ⏤ me contesta, mientras abre la puerta de la camioneta. 

⏤ Sorpréndeme ⏤ le digo para luego subirme e irme con él, como cada martes desde hace semanas atrás. 

***

⏤ Con cuidado ⏤ me pide Antonio, mientras toma mi mano y me ayuda a bajar de la camioneta. 

Sé en qué parte de la ciudad estamos, pero, no entiendo el porqué, tal vez haya algo aquí que no he notado cuando vengo a jugar con mis sobrinos al parque. Cuando ya estoy abajo, Antonio saca un pañuelo y lo estira frente a mí. 

⏤ ¿Confías en mí? ⏤ pregunta, y no sé por qué me vino a la mente el comentario de mi hermano sobre que Antonio es un justiciero. Sin embargo, toco el pañuelo y al frotarlo siento la seda y la calidad, así que asiento. Ningún secuestrador o justiciero se tomaría la molesta de usar un pañuelo de seda tan fina para vendar los ojos. 

Siento cómo cubre mi vista, y, después, me ayuda a caminar hacia dondequiera que tenemos que ir. 

⏤ Se me hace raro que no preguntes donde vamos ⏤ comenta. 

⏤ ¿Me harás desconfiar?, te comento que tengo habilidades especiales que me pueden salvar de esto, ¿eh? ⏤ le amenazo y él se ríe. 

Así, seguimos caminando y después de un tramo, siento el aire acondicionado y escucho el eco de mis tacones en algún lugar. A lo lejos, el ruido del agua comienza a que mis sentidos se despierten aún más. 

⏤ ¿Fuentes? ⏤ pregunto.

⏤ Sé que eres curiosa, pero, no te diré nada ⏤ me asegura. 

⏤ Al menos dime si ya llegamos. 

⏤ Ya casi. 

Entonces, él se detiene haciendo que yo lo haga también. Siento el cuerpo de Antonio detrás de mí, y como su boca se acerca a mi oído, haciendo que mi piel se erice. ⏤ Bonita Lila ⏤ me dice ⏤, trataré de que cada cita contigo sea memorable, te lo prometo. 

Antonio quita el pañuelo de mis ojos y, al abrirlos, me veo frente a una hermosa  pecera, tan grande y majestuosa que quita el aliento. Frente a mí pasan cientos de peces de colores, nadando libremente y mostrando su mejor perfil. De nuevo estoy en otra de sus tantas citas que destellan.

⏤ ¡Guau! ⏤ expreso, y al ver hacia arriba noto que toda la habitación ha sido iluminada para nosotros. 

⏤ ¿Te gusta? 

⏤ Yo… ⏤ pronuncio, al percatarme que también el techo es parte del estanque y que los peces pasan por arriba de nosotros. Volteo a ver a Antonio, y tomo su rostro, emocionada ⏤, es hermoso. 

⏤ Es para nosotros. Renté el acuario por esta noche y bueno, vamos a cenar ⏤ comenta, para luego mostrarme una mesa completamente servida. 

Me muerdo los labios.⏤ Es bello, pero, sabes que… 

⏤ Sé que es mucho… pero no te mereces menos, sino más ⏤ bajo la mirada y él en seguida me toma de la barbilla y me hace que le vea a los ojos. ⏤ Te dije que te conquistaría y esta es mi forma. 

⏤ Y me encanta, pero, no quiero que me deslumbres ⏤ acaricio su rostro ⏤ quiero conocerte, que me conozcas, y para eso no necesito un hotel lujoso o una cena en un acuario, me basta con una caminata en el parque o no sé… 

Antonio sonríe, pasa su mano, con esos dedos largos y bellos sobre mi rostro, y vuelve a besarme. 

⏤ El próximo martes lo haremos a tu manera, ¿vale?, pero hoy, bonita Lila, te ofrezco esto, para deleitar tus sentidos, ¿no me lo rechaces, sí? ⏤ me ruega. 

Beso, sus labios, rápido.⏤ No, claro que no… Solo prométeme que la próxima vez me toca a mí. 

⏤ Te lo juro. 

Así, Antonio me toma de la cintura y me acerca a él. De pronto, una suave música empieza a sonar y veo que un cuarteto de cuerdas ha aparecido durante nuestra conversación. Me sorprendo, Antonio parece un mago, sacando trucos bajo la manga. 

⏤ ¿Es en serio? ⏤ pregunto entre risas. 

⏤ ¿Bailamos? ⏤ me pide, y yo asiento. 

Ambos comenzamos a movernos al ritmo de una hermosa melodía y juro que en este momento estoy brillando como si fuese una estrella más en el firmamento. Los ojos verdes de Antonio no dejan de mirarme y siento que estoy cayendo en un tipo hechizo, y no, no me importa. 

Recargo mi cabeza sobre su pecho, mientras ambos nos mecemos al mismo tiempo. La varonil colonia de Antonio invade mis sentidos, y el ritmo de su corazón late al unísono conmigo. Me siento en las nubes, en otro mundo, esta que está aquí, no soy yo, y por alguna razón me encanta. 

⏤ Antonio ⏤ pronuncio su nombre. 

⏤ Dime, bella Lila. 

⏤ ¿Es necesario que salgas de mi vida como Cenicienta? ⏤ pregunto. 

Él se separa de mí un poco y me ve a los ojos. ⏤ ¿Qué quieres decir? 

⏤ Lo que quiero decir es, si hoy, ¿puedes quedarte un poco más de las doce? ⏤ pregunto, y él sonríe. 

⏤ Si eso deseas… ⏤ contesta. 

Y yo asiento con la cabeza. ⏤ Sí, eso, deseo, quiero que te quedes conmigo esta noche ⏤ le pido, y ese destello verde me da la respuesta correcta.