Alegra 

⎯¡Vaya!, por fin llegas ⎯ me dice mi madre, al entrar al local donde está con mi hermana.

Lo primero que hago es correr a sus brazos y darle un abrazo. Hace tiempo que no veía a mi madre y juro que es la alegría más grande que tengo. Ella, es mi mejor amiga, a la persona que más quiero y en la que confío y ella se sigue viendo igual que cuando era pequeña; tengo la sospecha que ella y mi padre se toman un elixir de la enterna juventud que no quieren compartir con la familia. 

⎯Esta vez te pasaste Alegra ⎯ me habla seria ⎯ ¿Los Ángeles?, ¿en qué estabas pensando? 

⎯En nada mamá… 

⎯Se nota ⎯ contesta ⎯ ahora por eso tendrás un castigo bien merecido. 

⎯¿Castigarme?, pero mamá, tengo veinticinco años. 

⎯Pues no actúes de quince, mi amor… ⎯ me contesta ⎯ ahora de tu vestido se restarán 900 dólares. 

⎯¡QUÉ! ⎯ expreso. 

⎯Así es… ¿crees que te ibas a salir con la tuya Alegra? no, no puedes, por más que intentes justificar tus actos no tienen sentido. Te vas a otra ciudad, sin avisarle a tu hermana y luego regresas como si nada hubiese pasado y quieres que gaste dinero en tu vestido. 

⎯¡Ash!, pero si somos ricos ⎯ digo la frase más odiada por ellos dos. 

⎯Ellos son ricos, tú eres pobre ⎯ contesta mi hermana, que acaba de salir con un precioso vestido de color rojo que se le ve increíble. 

Volteo a ver a mi padre que se sienta en la pequeña sala que hay en el local y cruza los brazos sobre el pecho ⎯no me mires a mí ⎯ me comenta ⎯ ya te di mi punto de vista, el de tu madre es diferente. 

⎯Pero papá…

⎯Pero papá nada… ⎯ habla mi mamá, haciendo que la vuelva a ver ⎯ o a caso, ¿tienes 900 dólares que salgan directamente de tu bolsillo?

⎯Algún día… ⎯ respondo tratando de no caer. 

⎯Pues mientras llegue ese día, se descuentan del vestido… ahora ve y busca uno que se ajuste a tu precio. 

⎯Pues llévame a Macy’s, tal vez encuentre ahí un vestido a precio… ⎯ comento. 

Me voy a sentar en la sala, la verdad, es que olvidaba que mi madre era la de los castigos severos, y no hablo de golpes ni nada, pero sí sabe dar en donde más duele. En mi caso, mi talón de Aquiles es la moda, y esto que está haciendo, me pones verdaderamente de malas. 

⎯Mija, escucha ⎯ me habla, mientras mi padre habla con mi hermana que no sabe cual vestido llevarse ⎯ no quiero hacer esto, pero debe haber una manera de que pienses antes de actuar. Un día, harás algo sin pensarlo y te acabarás arrepintiendo. 

⎯Madre, pero, soy así, libre, intrépida, independiente ⎯ me trato de justificar. 

⎯Y amo eso, pero una cosa es ser libre, intrépida e independiente y otra hacer cosas solo por no poder decir “no”, hay muchas maneras de disfrutar la vida, pero hacer tonterías, no es una. Asustaste a tu hermana y a nosotros por igual. Tu padre así como lo ves estaba increíblemente preocupado por ti, y ahora el mundo no está como para ni siquiera avisar dónde vas… ¿me entiendes? ⎯ me dice mientras me ve a los ojos ⎯¿David? ⎯ le pregunta y él voltea a vernos. 

⎯El problema no es el dinero Alegra, sabes que no lo es… ⎯ comenta mi padre ⎯ es que debes aprender a controlar tus impulsos. 

⎯Es mi naturaleza… ⎯ agrego. 

⎯Lo sé, pero hasta en la naturaleza hay reglas ⎯ me explica ⎯ así que, mientras sigas viviendo bajo nuestro mismo techo y gastando nuestro dinero… vas bajo nuestras reglas. 

⎯Eso no le dijiste a David ⎯ me quejo. 

⎯David tiene un trabajo estable desde hace cinco años, gana su dinero y tiene un portafolio de inversión… pero sigue viviendo en nuestro techo, así que nos avisa dónde va y cuando regresa. Sila aún nos dice donde va y cuando regresa y está casada y es madre… no tiene nada de malo ⎯ me dice mi madre ⎯ cuando yo me casé con tu padre le seguía avisando a tus abuelos donde estaba… jamás me dijeron que no. 

⎯Vine por un vestido, y terminé regañada… 

⎯Y de nuevo todo se trata sobre ti, Alegra ⎯ escucho la voz de mi hermana y la veo con el vestido en la mano ⎯ me llevo este, el que te gustó mamá ⎯ comenta. 

Me quedo en silencio sintiéndome terrible. Si hay algo que me duele más que decepcionar a mis padres, es hacer que mi hermana se moleste cuando hago nuestro día, mi día, y aunque ella me lo advirtió cientos de veces, preferí poner mi diversión encima de lo que ya habíamos acordado. 

⎯Lila ⎯ murmura mi mamá. 

⎯Iré a comprar algo a Starbucks, me alcanzan cuando terminen de regañarla ⎯ dice, y sale del local para desaparecer. 

Mi padre suspira ⎯ Iré yo… 

⎯No, irá Alegra ⎯ dice mi madre firme ⎯ y le pedirás disculpas a tu hermana. 

Suspiro ⎯ mi intención no era preocuparlos, solo me estaba divirtiendo. 

⎯Queremos que te diviertas pero, hay límites Alegra Canarias, y hoy tus actos no estuvieron bien, debes admitirlo. La libertad conlleva responsabilidad, y si no tienes lo segundo, no pidas que no cuestionemos lo primero. Ahora ve, pídele a tu hermana perdón y regresen para comprar tu vestido. 

⎯Moría por ese Chanel. 

⎯No morirás por no tener un Chanel… así como no moriste cuando no te compré el iPod nuevo de pequeña, ni ese reloj inteligente… ⎯ comenta mi padre. 

⎯Está en mi sangre tener buen gusto ⎯ bromeo, tratando de bajar la tensión. 

⎯Tus abuelos vivieron un tiempo sin nada, antes de tenerlo todo… tu tienes la suerte de tenerlo todo Alegra, pero no abuses de eso… ahora ve ⎯ habla mi madre. 

⎯Lo hago porque la amo⎯ le comento. 

⎯Eso me gusta⎯ comenta mi papá⎯ regresa para que podamos ir a Macy’s por tu vestido. 

Un poco apenada pero a la vez molesta, tomo mi bolso y salgo del local, y voy hacia el Starbucks más cercano donde sé que mi hermana está sentada esperando. Lila siempre me espera, siempre, desde que estamos pequeñas. Ella es mi verdadera alma gemela, me protege, me quiere y me entiende más que nadie más. 

Entro al lugar y al verme encoge los hombros ⎯ ¿Ya?

⎯Lo siento Lila, de verdad lo siento ⎯ le pido, como solía hacerlo desde que éramos pequeñas ⎯ no quería arruinar este día. Sé que me lo dijiste muchas veces y me lo repetiste pero… 

⎯Eres una necia y egoísta. 

⎯Soy una necia y egoísta… ⎯ repito, haciéndola suspirar ⎯ juro que no quería que esto terminara así. 

⎯Te amo Alegra, en realidad te amo… pero a veces solo piensas en ti misma y no entiendo por qué, cuando a todos nos enseñaron a pensar en los demás… 

⎯No es eso… ⎯ confieso ⎯ lo que pasa es que, siento que se me acaba el tiempo… 

⎯¿El tiempo para qué? ⎯ pregunta. 

⎯Que siento que la vida un día me ganará y no podré hacer todo lo que deseo… por eso vivo de prisa.

⎯Vives tan de prisa que nadie te alcanza ⎯ comenta y luego se pone de pie ⎯ ni siquiera yo lo hago. Vivirás tan de prisa que un día se te pasará algo importante y no podrás regresar a ver de qué se trataba.

⎯Mi intención no era herirte, nunca lo es… ⎯ le digo para luego abrazarla y darle un beso sobre la mejilla ⎯¿me perdonas? 

Mi hermana asiente ⎯¿no siempre lo hago? 

Me alejo de ella y la veo a los ojos. Mi hermana, mi otro yo, mi reflejo que tiene la misma fachada pero diferente personalidad, mi pepe grillo y a la única persona que jamás, jamás, jamás pienso dejar ir ⎯ Te quiero Lila, prometo que mañana no lo arruinaré. 

⎯No lo arruinas, jamás lo arruinas… solo lo haces más… complicado ⎯me confiesa ⎯ ahora ven, vi un vestido parecido al que querías en un local diferente. Puedo arreglarlo para que se ve como uno original, y lo sabes… 

⎯Lo sé ⎯ contesto para luego tomar un sorbo de su bebida. 

⎯¿En serio lo sabes?⎯ inquiere,⎯ en serio no lo volverás a hacer⎯ me dice mi hermana. 

⎯No puedo prometer nada, pero si te puedo prometer que seré más precavida y que les diré dónde voy y a que hora regreso. 

⎯¿Y no volarás de un estado a otro sin permiso?

⎯Solo por trabajo⎯ comento y ella se ríe. 

⎯¡Ay hermana!, un día llegará el día que llegará algo que te haga detenerte… y no sabrás ni que hacer. 

⎯¡Jamás!, ¡Alegra Canarias no se detiene por nadie!, va un paso adelante…soy la señorita Independencia⎯ comento para después darme la vuelta y salir de ahí. 

Porque así funcionan las cosas en mi vida… siempre un paso adelante, siempre independiente, fiel a quién soy… y nada me detendrá, nada… o eso creía yo.

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