DAVID 

Jamás había venido a Las Vegas y mucho menos en un plan de fiesta. Un avión privado, ocho horas de viaje y diez personas dispuestas a lo que se para divertirse fue lo que me encontré cuando salimos de Ibiza. Para mi fortuna, estuvo leve, el padre de Tristán quitó el alcohol del avión, por lo que la plática ha sido una de las mayores fuentes de entretenimiento. 

¿Lo malo?, el único casado aquí, soy yo, por lo que me convertí en el gurú de los consejos matrimoniales y todo lo que conlleva, también me tocó negar uno que otro mito al respecto, sobre todo en el aspecto sexual, uno en el que piensan tengo un amplio campo, cuando no es así. 

Debo admitir, que ser el centro de atención no es lo mío, sobre todo cuando se tiene que hablar de temas personales. Sin embargo, fue tanto la insistencia, que parecía el padre de los pollitos diciéndoles cosas tan generales que para ellos son incógnitas resueltas. 

⏤ ¿Entonces?, ¿el sexo no se acaba? ⏤ me pregunta Tristán, mientras entramos a la habitación que nos tocará en el hermoso hotel que hemos reservado. 

⏤ Ya te dije que no, simplemente tienes que encontrar la forma ⏤ insisto, tratando de que esta plática ya termine. 

El botones abre las ventanas y podemos ver las maravillosas Vegas en frente de nosotros. Al parecer, todo está planeado para día a día, hora a hora para divertirnos. Para mi suerte, yo me quedaré poco tiempo, ya que tengo que ir a Nueva York para el tratamiento de fertilidad. 

Tristán me abraza y me muestra el paisaje con un ademán. ⏤ Me da gusto que estés aquí, en realidad no quisiera compartir esto con alguien que no fueses tú. 

⏤ ¡Ey!, solo es una despedida de soltero, tampoco es una boda ⏤ le bromeo, y él se ríe. 

Luego, como si se acordara de algo, cambia su rostro, uno lleno de tristeza ⏤ Mis padres quieren que me case con Bego en un año ⏤ murmura. 

⏤ ¡Guau! ⏤ expreso, porque después de tanto tiempo, esto va en serio. 

⏤ Por años te lo dicen y de pronto ella empieza a buscar vestido. Amigo, estoy muerto en vida, siento que cada día que pasa es más pesado que el anterior. 

⏤ No digas eso ⏤ le respondo, mientras volteo a verlo. 

⏤ Al menos uno de los dos conoció el amor, ¿eh?, maldito afortunado ⏤ me dice, para darme un abrazo ⏤ eres un maldito afortunado. 

Y sí, lo soy, un maldito afortunado y no sé cómo decirle a él que también lo es. 

⏤ ¿Sabes?, por algo no me he quitado la vida ⏤ confiesa. 

⏤ No digas eso, Tristán ⏤ le pido. 

⏤ Te lo confieso a ti porque sé que no me juzgarás, pero, por algo, no lo he hecho… aún estoy en espera de algo mejor, algo que me haga decir, es esto. 

⏤ Y estoy seguro de que llega. 

Quisiera decirle que tal vez casarse con Bego no sea tan malo, pero la verdad es la peor de las ideas que puede haber en la vida. Así que suspiro y lo abrazo. 

⏤ Si alguna vez piensas en hacer una tontería, te lo pido, llámame. 

⏤ Lo haré, lo haré ⏤ me promete, para luego abrazarme.⏤ Ahora, basta de palabras que es Las Vegas y necesito divertirme antes de entrar a la prisión ⏤ bromea, para luego alejarse de mí. 

***

23: 00 horas. 

Con ropa” de fiesta” como me dijo Fátima, que solo consistía en un pantalón negro y una camisa blanca desabotonada que me quedaba justo a la medida, bajamos al lobby para comenzar a divertirnos esta noche, al menos yo porque los demás se quedaran un poco más. 

El plan está hecho, una bebida en el bar, después iremos a las mesas de apuestas, donde posiblemente tenga que controlar a Tristán, y posteriormente recorrido de clubs hasta el amanecer. No sé si aguante todo lo que ellos desean, pero, debo intentarlo, al fin y al cabo uno no viene a Las Vegas a dormir, ¿cierto? 

⏤ ¡Ey, Canarias!, sí que seguiste mis instrucciones ⏤ bromea Tristán, mientras trae en la mano la primera bebida de la noche. 

Sonrío.⏤ Díselo a mi mujer, que según ella esto es ad hoc para lo que haremos. 

⏤ Y sí que lo es ⏤ me comenta, y bebe un poco. 

Todos los demás comienzan a caminar hacia el bar y nuestros les seguimos ⏤ ¿Qué planes tienes para esta noche? ⏤ inquiero. 

Tristán voltea y me sonríe ⏤ Pues, ¿qué más?, olvidarme de Bego, disfrutar y pues… ser feliz, al menos necesito ser feliz. 

⏤ Y, ¿tu felicidad requiere alcohol? ⏤ le pregunto. 

⏤ Mi felicidad es el alcohol… ⏤ responde, y me entristece lo que dice. 

Así, entramos a uno de los tantos bares y la fiesta comienza. Se supone que iremos después a las mesas de apuestas, pero el ambiente está tan agradable que yo creo que no será así. 

Iñaki, el festejado, grita que él invita las primeras cinco rondas y yo creo que con eso tengo, para los demás es el comienzo. 

⏤ ¡Champaña! ⏤ grita Tristán, y todos exclaman “Sí”, emocionados. 

Después, sin que me dé cuenta, traen dos botellas, y la acción da inicio. Las copas llenas de alcohol corren, todos bailan al ritmo de música pegajosa que para mi mala suerte no conozco para nada, y las palabras comienzan a arrastrarse. 

Por un momento, pierdo a Tristán y me preocupo por un instante, luego, lo veo de pie en una esquina, admirando fijamente algo o a alguien, así que me acerco para saber qué sucede. 

⏤ ¿Tristán? ⏤ pregunto, y veo cómo sus ojos brillan, pero no es precisamente por el alcohol. 

⏤ ¿Alguna vez has visto a una mujer más hermosa que ella? ⏤ me pregunta. 

Él señala con la copa a una chica sentada en el bar, con la cabeza baja y al, parecer, tampoco está muy en el ambiente de la fiesta. Tristán sonríe como idiota, y veo en sus ojos una mirada diferente. 

⏤ ¿Me lo preguntas a mí?, yo estoy casado. 

⏤ Lo sé… aun así, ve la… es hermosa, es… el amor de mi vida ⏤ comenta. 

Me río bajito, pero hay algo en sus palabras que sé que me dice que todo es en serio. 

⏤ ¿Tristán?, no bromeas, ¿cierto? ⏤ pregunto. 

Él sigue sin separar la mirada de la chica, y en eso veo lo que jamás pensé que vería, la misma mirada que yo tuve cuando vi a Alegra la primera vez en aquella fiesta, justo cuando me enamoré de ella. 

⏤ Pues, ¿por qué no vas a hablar con ella? ⏤ le aliento. 

Tristán se ríe ⏤ Y, ¿qué le voy a decir? 

⏤ Dile la verdad, lo que sientes… ⏤ continúo y no sé si es el alcohol lo que me está alentando, pero siento que debo decirle eso. 

⏤ No, no… sería una tontería. 

Así, dejo mi copa sobre una de las mesas, lo tomo de los brazos y le veo a los ojos.⏤ ¿Has sentido una corazonada? ⏤ le pregunto y él niega con la cabeza.⏤ Yo sí, en dos ocasiones, una cuando conocía a Alegra, y hoy, que estoy aquí. Un día me dijiste que si veía la oportunidad te lo dijera, y te digo, esta es tu oportunidad. ¿Qué te cuesta? 

⏤ ¿Qué tal si me rechaza? 

⏤ Nadie rechaza a Tristán Ruiz de Con, y lo sabes… Venga ve… Lo que pasa en Las Vegas… 

Tristán asiente con la cabeza.⏤ Tienes razón, por una noche quiero ser feliz. 

⏤ ¡Hazlo!, estoy seguro de que tendrás mejor suerte que yo. 

⏤ Lo haré, pero primero… ⏤ comenta y se aleja de mí. 

Veo que él sale del bar y no entiendo qué está pasando. Después de un momento regresa y lo veo con una caja de naipes en la mano y como suspira profundo antes de acercarse a ella. Cuando se ven a los ojos, ella le sonríe y de inmediato se siente esa corazonada que me recuerda lo que yo sentí cuando vi a Alegra por primera vez y si siento eso, no puede ser nada malo.

One Response

  1. En otra vida, David, podrás amar tanto como se lo merecía a Alegra. Ojalá puedas reconciliarte con su recuerdo.

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