Le expliqué de todas las maneras posibles que solo era para prevenir. Pero, ella simplemente me veía con esa mirada de tristeza, que no soporto y que no quiero que aparezca en su semblante, pero, ¿cómo le explicas a una mujer en sus veinte que puede quedar sola?, cuando ella pensó que su matrimonio apenas había comenzado, justo cuando su padre acaba de morir, no podía creer que su marido andaba también por ese camino.
[Hospital en Ibiza]
⎯ No te preocupes, amor, será una operación fácil, ya verás ⎯ comento.
⎯ David, el tumor está cerca de tu oído… Eso está cerca de la cabeza y puede…
⎯ Lo sé, pero no hay nada que temer, ya dijeron que lo sacarán y todo saldrá bien ⎯ le consuelo.⎯ Fátima, amor, no quiero que esto le haga daño al bebé.
⎯ El bebé está bien ⎯ me asegura ⎯, David también, quiero que tú estés bien. El doctor dijo que puede que pierdas un poco la audición, ¿qué haremos con eso?
⎯ Pues… ya veremos… Ahora tendrás que murmurarme con tu linda voz ⎯ contesto, haciéndola sonreír.
Ella me abraza, y me da un beso sobre los labios.⎯ Te querré como sea, ¿me entiendes?
⎯ Lo sé.
⎯ Porque te he amado así, desde el inicio. Lo único que te pido, David, es que no me dejes sola, ¿sí?, creo que tenemos mucho tiempo por delante.
Así, con trabajos estiro la mano y del buró tomo el reloj que ella me regaló hace tiempo atrás y se lo entrego. ⎯ Aquí está mi tiempo contigo, ¿quieres cuidarlo mientras estoy en cirugía? ⎯ le pregunto, y ella lo toma y lo besa.
⎯ No, déjalo ahí. Quiero que me des este reloj cuando sientas que el tiempo se terminó, ¿comprendes?
⎯ Aun así, cuídalo, porque es muy valioso e importante para mí.
Fátima, asiente y me da un beso en la mano.⎯ Te espero aquí, ¿eh?, seré la primera persona que veas cuando regrese.
⎯ Cuento con eso ⎯ respondo, al notar que los enfermeros ya vienen por mí. ⎯ Dile a David que lo quiero ⎯ toco su vientre ⎯, dile al bebé que lo quiero.
⎯ Ambos lo saben ⎯ me responde, para luego solar mi mano y dejarme ir.
Siento como los enfermeros jalan mi cama, como me llevaban al quirófano donde todo está listo para intervenirme. Por primera vez tengo miedo, mucho miedo porque todo esto está fuera de mi control, estoy en las manos de otros, mi destino, mi vida y mi seguridad, están en las manos de otros y hoy, solo tengo que confiar.
***
[1 mes después]
La operación resultó, fue todo un éxito, sin embargo, ahora sufro las repercusiones del tratamiento que me han dado. He bajado de peso terriblemente, por fortuna no he perdido el cabello, y a veces me siento tan cansado que no me puedo levantar de la cama. Aun así, lucho por llevar una vida normal, por no dejarme llevar por los padecimientos y estar del mejor humor posible.
Para mi buena suerte, Burgos ha sido una muy buena mano derecha, ha actuado como el aliado que necesito en este momento y puedo llevármela tranquila en la casa, dejándome consentir por Fátima y viendo a mi hijo crecer día con día, al igual que el bebé que lleva en su vientre. A veces, no puedo creer el sinfín de oportunidades que la vida me da.
Sin embargo, sé que aún no está la guerra ganada y que esta solo es una batalla que superaré y me hará más fuerte y a apreciar más todo lo que está a mi alrededor. Sobre todo, apreciar aún más a Fátima, que todo este tiempo se ha portado como la mujer que es, fuerte, decidida, amorosa y la mejor, simplemente la mejor.
⎯ ¿No has escuchado el rumor?⎯ me pregunta, mientras entra a la sala con una manta para ponerla sobre mis piernas. Me he pasado parte de la tarde sentado en el sofá, viendo a la chimenea y leyendo unos papeles del trabajo.
⎯ ¿Qué rumor?
⎯ Tu amigo, Tristán Ruiz de Con, se fue a México.
⎯ ¿Qué? ⎯ pregunto, bastante asombrado.
⎯ Así es. Al parecer tiene asuntos pendientes allá y su madre le envío a terminarlos, ¿tendrá que ver con lo que pasó con la mexicana? ⎯ inquiere, mientras me cubre con cariño.
⎯ Estoy seguro de que sí ⎯ digo entre sonrisas, solo de imaginarme a Tristán yendo a México a ver de nuevo a la chica a la que le prometió amor eterno en esa capilla de Las Vegas. Luego río, lo hago con ganas, haciendo que Fátima me vea extrañada.
⎯ ¿Qué pasa? ⎯ pregunta. Yo sigo riendo, hasta que ya no puedo más y luego, por alguna razón, rompo en llanto, supongo que todo el tratamiento me está haciendo mal. ⎯¿Qué pasa? ⎯ pregunta Fátima asustada.
Niego con la cabeza, porque no sé, o si sé, pero no quiero decirlo.⎯ Nada, nada…
⎯ Venga, dime ⎯ me alienta, mientras acaricia mi rostro.
Me limpio las lágrimas.⎯ No sé por qué tengo el presentimiento que no veré a Tristán por muchos años. Me hubiese gustado decirle lo que pasó, despedirme de él.
⎯ ¡Ay, mi amor! ⎯ murmura Fátima para luego abrazarme. Yo la invito a sentarse sobre mis piernas y ella se acomoda, para luego besar mis labios ⎯, no digas eso.
⎯ Solo lo sé y me alegra porque, sé que será la oportunidad que él está esperado. Me hubiese gustado despedirme, es todo.
Fátima limpia mis lágrimas y luego sonríe.⎯ A veces los caminos se separan para volverse a unir más adelante, con más madurez, más experiencia y más anécdotas que contar.
⎯ ¿Eso crees? ⎯ pregunto.
Ella me sonríe, mientras me ve a los ojos ⎯ claro que sí, David. Verás que todo esto que está mal se arreglará pronto. No podemos pensar que viviremos en la desgracia y la mala suerte toda la vida. Solo es una mala racha.
⎯ Lo es ⎯ murmuro, mientras ella recarga su cabeza sobre mi pecho. Supongo que solo debe esperar a ver cuándo termina, porque no quisiera pasar el resto de mi vida luchando contra la adversidad.
Jajaja Tristán yendo a recibir escobazos jajajaja
Ánimo mis Canarias Lafuente