David
Hoy es el día.
Sé que tal vez para otros, esto no da mucha emoción, pero para mí sí. Hoy, es el día en que pediré a Fátima matrimonio y le daré la pedida de sus sueños, porque ella se lo merece.
Incluso, últimamente la he visto algo apagada, por así decirlo. Como que de pronto los dos nos enfrascamos en la rutina que ha hecho que los días se hagan lentos y repetitivos, más de lo que ya son y sé que esto le dará una sacudida a todo.
Fátima, piensa que he comprado el yate solo por diversión; que no es una mentira. Sin embargo, el principal propósito es el descanso, pero quiero inaugurarlo con un evento especial.
Todo está listo. El transporte, la comida, los fuegos artificiales y el anillo, uno muy diferente al que ahora Fátima lleva en su dedo. Seguirá siendo una esmeralda, pero esta vez, fue diseñado por mí.
La esmeralda está rodeada por un halo de diamantes. Estos diamantes son de una pureza y corte excepcionales, creando un destello inigualable que enmarca perfectamente la piedra principal. Cada diamante fue seleccionado por su calidad, y juntos crean una corona de luz alrededor de la esmeralda, realzando su belleza.
El aro del anillo está hecho de platino, un metal precioso que realza la belleza de las gemas. Los diamantes engastados en el aro, siguen su camino hacia los lados del anillo, añadiendo un toque de lujo a la joya. El diseño del anillo es elegante y atemporal, con detalles intrincados que aportan un toque de sofisticación.
Tarde más de seis meses en diseñarlo y el precio a pagar fue alto, pero al ser para Fátima, no me importó. Ya que ella se merece eso y más y, si me dejara, le compraría hasta las joyas de los reyes.
En fin, hoy, al parecer, el día se ha puesto a mi favor para que este evento se lleve a cabo sin ninguna interrupción. El sol está resplandeciente y sin nubes, la brisa marina lleva un delicioso e inconfundible aroma a océano. Es el tipo de día que parece sacado de una postal y que, si hubiese alguien que tomara una fotografía, sería perfecta.
Además, después de la cena de ayer que tuvimos en casa de los Santander, Fátima regresó muy animada a la casa, por lo que sé, que hoy se levantó de buen humor y que le dará ese toque de alegría que necesito para que esto sea especial.
Por mi parte, yo me he despertado nervioso. He escogido minuciosamente mi vestuario para este día y me he arreglado cuidando los detalles. Confieso que he practicado lo que le diré, algo de lo más romántico y me he asegurado con el personal que todo esté listo; no puede fallar nada.
⏤¿Querida? ⏤pregunto, al salir de la habitación y bajar las escaleras para ir hacia el comedor, donde mi hijo y ella me esperan.
Al entrar, veo a mi hijo revolviendo la avena, mientras Fátima toma unas anotaciones en una libreta.
⏤Buenos días ⏤digo.
⏤Buenos días, amor ⏤contesta Fátima, sin despegar la mirada de la libreta.
⏤Buenos días, papá ⏤responde David, para luego continuar comiendo la avena.
Me siento en mi lugar, y me sirvo un poco de café. Esme ya me tiene preparados los periódicos del día, para que yo los lea mientras doy sorbos pequeños. Sin embargo, hoy los ignoro y simplemente me concentro en comer.
⏤Recuerden tomar un desayuno ligero, porque hoy saldremos en el yate y no quiero accidentes.
⏤Cierto, el yate… ⏤habla Fátima⏤, entonces tendré que ir a dejar a David a su clase antes y pedirle a Mandy que lo recoja.
⏤¿A su clase?, pero… ¿Cómo?, ¿no irá? ⏤pregunto, porque en verdad quería que el niño fuese.
⏤Sí, recuerda que está en el equipo de equitación y también tiene partido de futbol la próxima semana y debe ir a entrenamiento. Pero no te preocupes, lo dejamos en sus clases y que vaya.
⏤Y, ¿no puede faltar? ⏤Insisito.
Tanto ella como David voltean a verme. Incluso mi hijo levanta una ceja expresando su sorpresa.
⏤¿Faltar? ⏤pregunta⏤, ¿tú me estás pidiendo que falte a una de mis lecciones?
A veces, cuando David se expresa, no parece un niño de seis años, sino con otro nivel de madurez, por lo que no sé si estoy hablando con él o con un niño con personalidad de adulto.
⏤Lo que escuchas.
⏤Pero, jamás me dejas faltar. Siempre me has dicho que la responsabilidad y el compromiso, son los elementos que deben regir tu vida, y que si empiezas algo hay que terminarlo hasta el final, no importando las consecuencias.
Fátima voltea a verme y sonríe.
⏤Eso… ⏤Agrega.
⏤¿Yo he dicho eso? ⏤inquiero, y de pronto, al escuchar a mi hijo de seis años recitar esa frase, me hace pensar que a veces soy un poco severo.
⏤Sí, todos los días.
⏤También te he dicho que te cortes el cabello y parece que eso no te lo aprendes de memoria ⏤hablo, al ver cómo los rizos de nuevo están cubriendo su rostro.
⏤Mi cabello es mi identidad, papá ⏤responde, con una firmeza que no sé si enojarme o reírme.
⏤¿Tu identidad?, ¿o tus ganas de llevarme la contraria?
⏤David no irá, pero, tú y yo si y la pasaremos bien ⏤Interrumpe Fátima, antes de que el niño y yo nos enfrasquemos en una conversación que no tendrá un buen final⏤. Después podremos ir con David en el yate.
⏤Sí, tienes razón.
⏤Además, aprovecharé que estamos solos para comentarte algunas cosas.
⏤Está bien. Entonces, ha quedado el plan. Salimos en una hora ⏤contesto.
Fátima asiente y luego voltea a ver a David y le pide algo en voz baja. Mi hijo deja la cuchara sobre el plato para, después, sacar una liga de su pantalón y peinarse el cabello suelto y rizado en un moño que le descubre el rostro. Después le regala una sonrisa a su madre.
⏤Gracias, mi vida ⏤le responde y posteriormente todos seguimos comiendo en silencio.
***
A pesar de que el plan ya no se hará como lo había pensado, después de dejar a David en el club y de pedirle a Mandy que lo recoja para llevarlo al fútbol y después a la casa, Fátima y yo nos vamos hacia el club de yates. Donde el mío espera a ser navegado por las tranquilas aguas de Ibiza y formar parte del recuerdo inolvidable que quiero crear en la mente de mi esposa.
Tan solo bajamos el auto, podemos ver el hermoso yate color blanco, imponente y brillante. Fátima sonríe de inmediato.
⏤Pero, ¿qué es esto? ⏤inquiere, mientras observa cada uno de los detalles.
⏤Es mi regalo de vida… ⏤Pronuncio.
⏤¿Regalo de vida?
Así, abrazo a Fátima por detrás y la envuelvo con mis brazos.
⏤Sí. Fíjate en el nombre.
Entonces, mi esposa, camina hacia el costado del yate y lee en voz alta el nombre:
⏤¿La única? ⏤pronuncia, entre sonrisas⏤. Le pusiste mi nombre.
⏤Así es… Fátima, la única.
Ella se sonroja. Me alegra que a pesar de que ya llevamos tiempo juntos, ella se sigue sonrojando como si fuese el primer día.
⏤Jamás habían nombrado un barco con mi nombre.
⏤Pues ya lo tienes ⏤contesto.
Fátima se voltea para mirarme a los ojos. Hoy se ve tan guapa, con ese cabello rizado cuyos rizos siempre están bien definidos, un vestido de color rojo que realza el tono de su piel y unas arracadas de oro que le hacen brillar. Lejos está la niña tímida que se casó conmigo, ahora Fátima es toda una mujer: inteligente, gentil, hermosa y segura. Una de la que estoy perdidamente enamorado.
⏤Te amo, pero, ¿no crees que un yate es demasiado? ⏤me pregunta.
⏤Soy un Canarias… necesito un yate ⏤respondo, y ella sonríe⏤. Venga, nunca compramos nada así. Siempre hemos cuidado el dinero y sé que venimos de una época de recesión, pero, te prometo que no volverá a suceder. Tendremos dinero para generaciones completas. Estoy segura de que David todavía lo heredará a sus nietos.
Fátima suspira.
⏤Vale, me convenciste con eso de que David tendrá nietos.
Fátima toma mi mano y yo le ayudo a subir las escaleras. Al llegar, la cubierta principal nos da la bienvenida. Ambos notas la madera de teca pulida que aún tiene olor a nuevo. Vemos el área de salón al aire libre con cómodos sofás y sillas, perfectos para que disfrutemos de las vistas al mar. También hay un comedor al aire libre, que nos permitirá cenar bajo las estrellas, mientras el yate se mece suavemente con las olas.
⏤¿Te gusta? ⏤le pregunto y ella asiente con la cabeza.
⏤Es tan… Tú.
⏤Si eso significa que es elegante y sofisticado, lo acepto ⏤contesto y ella se ríe⏤. Venga, vamos que estamos a punto de zarpar.
La tomo de la mano y ambos caminamos hasta los sofás que se encuentran cerca de la orilla. Ella se sienta, para luego estirar las piernas y recostarse para sentir la brisa del mar. Yo me recuesto a su lado, y sin temor, la envuelvo con mi cuerpo y le doy un beso que le quita el aliento. Mis manos comienzan a acariciar su pierna y a subir discretamente su vestido para descubrir parte del su traje de baño.
⏤Amor, ¿no esperarás a que zarpemos? ⏤pregunta tímida.
⏤No. Hace mucho que no te tengo para mí solo y no quiero perder el tiempo. Además, el personal tiene la orden de no bajar hasta dentro de unas horas.
Ella se ríe. Fátima toma mi rostro y me da un beso ligero.
⏤Te amo David, pero no sé si aún estoy preparada para hacer el amor al aire libre apenas saliendo del puerto. ¿Te parece si nos esperamos a estar en altamar?
⏤Vale… pero, ¿me dejas besarte hasta que lleguemos a altamar?
Ella asiente. Y mis labios se unen a los suyos para seguir besándonos.
***
Puedo sentirme dentro de Fátima, mientras sus pechos están completamente visibles ante mis ojos. Su vestido se encuentra tirado sobre la cubierta, y su traje de baño se encuentra abajo, estratégicamente puesto para cubrirse en caso de que alguien nos vea.
Yo me encuentro sin camisa, casi desnudo, aunque mi traje de bajo también está a la mano. Ella está sobre ahorcajadas sobre mí, atada a mis labios, mientras sus caderas se mueven junto con las olas del mar dándonos placer.
Fátima huele a coco, el aroma de su protector solar. Su perfecto cabello se mueve con el viento y nuestros gemidos se confunden con el ruido del mar.
Tan solo el barco se alejó de la orilla, ella fue la primera en comenzar a desnudarme para comenzar a hacerme el amor. Desde que el cáncer se fue, Fátima tiene unas ganas de mí, inmensas y yo de ella; como si ella tuviese sed y yo fuera el agua que necesita.
Mis ojos no se pueden apartar de su mirada, mis labios no se pueden apartar de los suyos y mis manos no pueden dejar de tocar su hermosa piel morena. La extrañaba, la extrañaba tanto, y ahora que estoy bien y vivo, me encargaré de amarla como se merece.
⏤David… ⏤ pronuncia mi nombre, mientras se deja llevar y luego tiembla para lanzar un gemido que me hace venir a mí también.
Me aferro a sus hombros, y siento cómo su cuerpo se deja caer sobre el mío para terminar ambos recostados sobre el sofá.
⏤Me alegra de que no haya venido David ⏤comento, mientras sigo acariciando su brazo.
⏤Necesitaba un tiempo contigo, así que cambié la clase de equitación de David para este día y lo del fútbol, era mentira.
⏤¿Cómo? ⏤pregunto entre risas.
⏤Sí. El niño es bueno, así que me siguió la corriente. Después de equitación se irá al cine con Mandy y después a la casa.
Me río. Pensé que nadie podría engarme y mi propia mujer hace de las suyas para tener un tiempo a solas conmigo.
⏤Genuinamente quería que David viera el yate, con eso de que quiere ser pirata.
⏤Quería… ⏤corrige Fátima⏤. Ya no. Ahora quiere ser domador de caballos.
⏤¿Domador?
⏤Sí. Tu hijo está lleno de sueños.
⏤Ya veo… ⏤comento.
⏤¿Tú tenías sueños de pequeño? ⏤me pregunta.
⏤Bueno… algunos.
⏤Dime uno.
Suspiro.
⏤No me gusta hablar mucho de los sueños, Fátima.
⏤¿Por qué no?
⏤Porque me duele, y no quiero que este día me duelan las cosas.
⏤¿Te duelen? ⏤pregunta preocupada, para erigirse, subirse los titanes del traje de baño y cubrir sus pechos.
⏤Sí, porque sabía desde esa corta edad que no los cumpliría, así que soñé poco y trabajé mucho. Si me preguntas qué es un sueño, podría decirte que es este yate, mi empresa, el piso en Madrid, las casas… el avión.
Ella acaricia mi mejilla y me da un beso sobre los labios.
⏤Mi sueño era ser bailarina de ballet o cantante de ópera.
⏤¿De verdad? ⏤inquiero.
⏤Sí. Lo soñaba tanto. Pero no tenía los pies para ser bailarina y tampoco la voz para la ópera. Sin embargo, yo me sentía así. Yo también sabía que no se cumplirían, pero, me gustaba usar tutu.
Me río bajito, al imaginar a una hermosa Fátima, niña, vestida de tutu.
⏤Venga, debe haber un sueño que hubieses deseado… Dime, te prometo que no le diré a nadie.
Me quedo en silencio. Trato de pensar en algún sueño que hubiese tenido y sonrío al recordar.
⏤Soñaba con ser Astronauta.
⏤¿De verdad? ⏤pregunta ella, entre sonrisas.
⏤Primero, desee ser piloto y poder subir al cielo y tomar las nubes. Después, como siempre, quise ir más allá, y pensé que ser astronauta me llevaría a tocar las estrellas. Recuerdo que le pedí a mi padre un telescopio para poder verlas, pero, jamás me lo compró. Él me dijo: recuerda David, no es lo que quieras ser de grande es, lo que debes ser de grande. Y serás mi heredero.
Fátima pasa saliva, pero, aun así, no despega su vista de la mía y no me dice nada.
⏤No me gusta mucho hablar de mi infancia, no me trae buenos recuerdos.
Fátima se recarga sobre mi pecho y yo la envuelvo entre mis brazos. Al parecer, lo que le dije la ha apagado un poco, y no me conviene si estoy a punto de pedirle que sea mi esposa.
⏤Bueno, pero de más grande tuve sueños que me los guardé para mí mismo. ⏤Agrego.
⏤¿Cómo cuáles?
⏤Bueno. Tener una empresa exitosa…
⏤Ese es un hecho, no un sueño ⏤contesta.
⏤Sí; sin embargo, empezó así. También, soñaba con tener una familia, y ahora la tengo.
⏤Y también me dirás que soñaste con tener un yate y recorrer el mar en él ⏤me bromea, para después reír.
Niego con la cabeza.
⏤No, soñé con tener a la mujer de mi vida entre mis brazos y besar sus labios mientras sentimos la brisa del mar. En un yate.
Fátima se ríe. Su risa me encanta. Es tan sincera y juguetona, y no importa de qué humor estemos, siempre me hace reír, ya que me contagia por completo.
⏤¿Sigues teniendo sueños de adulto? ⏤me pregunta.
⏤Sí… incluso, tengo uno que quiero hacer realidad hoy.
⏤¿De verdad?
⏤Sí.
⏤Y, ese… ¿Cuál es?
Veo hacia el horizonte y me percato que el sol ya está por ponerse y que hemos llegado al punto exacto donde va a suceder todo.
⏤Tengo que ir por algo adentro, ¿qué te perece si te vistes y te cuento?
⏤Perfecto ⏤ me responde.
Veo cómo Fátima se levante y se pone el vestido que ha estado tirado sobre la cubierta todo este tiempo. Después, va hacia el bar y toma de ahí la botella de champaña y la sirve en una copa.
Yo, me voy hacia una de las habitaciones del yate y saco de la caja fuerte el anillo de compromiso que, previamente, guardé ahí para que no hubiese sospechas.
Al salir, le doy la señal al capitán de que es el momento y él accede con una sonrisa. Después, voy hacia Fátima que se encuentra viendo el mar, mientras da sorbos a la copa llena de champaña. La imagen de ella, con ese cuerpo estilizado y su cabello rizado volando con el viento, será una que me perseguirá hasta el final de mis días.
Así, camino hacia ella, la abrazo por detrás y le doy un beso sobre el cuello.
⏤¿Lista para que te cuente mi sueño?
⏤Vale, porque yo también tengo que contarte uno ⏤me contesta.
Me alejo un poco y al ver el primer destello en el cielo, del fuego artificial que han lanzado, me arrodillo delante de ella.
⏤Fátima ⏤llamo su nombre y ella voltea. Al verme arrodillado, deja la copa de champaña sobre la mesa y se lleva las manos a la altura de los labios.
⏤¡Ay, Dios! ⏤ murmura.
⏤Desde el día en que entraste en mi vida, todo cambió de una manera que nunca imaginé. Has sido mi compañera en cada paso del camino, enfrentando los obstáculos y celebrando los triunfos. Hemos recorrido un camino lleno de desafíos, pero en cada uno de ellos, encontramos la fuerza y la determinación para seguir adelante juntos. Hemos reído, llorado y construido una conexión juntos, que es más fuerte que cualquier adversidad. Quiero decirte que mi amor por ti ha crecido más allá de cualquier expectativa. Y que, tú eres mi sueño, ese sueño que siempre he querido cumplir y tener. Y, si me permites, quiero pasar el resto de mi vida soñándote, viviendo cada día contigo como lo hemos hecho hasta ahora.
Fátima se muerde los labios y sonríe mientras las lágrimas corren por sus mejillas.
⏤Después de todo lo que hemos enfrentado juntos, creo que es hora de hacer las cosas de la manera correcta, no a prisas como lo hicimos la primera vez. Quiero hacer tus sueños realidad, como tú has hecho realidad los míos. Así que, en este día, en este yate, en medio de la belleza del atardecer, quiero hacerte una pregunta: Fátima, ¿quieres casarte conmigo?
Entonces, le muestro el anillo de esmeralda y diamantes y ella simplemente se muerde los labios.
⏤¿Qué dices, mi amor?, ¿nos volvemos a casar tal y como siempre soñaste?
Entonces Fátima, después de todo lo que le he dicho me responde de una forma que jamás imaginé.
⏤No.
⏤¿Cómo? ⏤pregunto, pensando que es broma.
⏤No. ⏤Repite, dejándome completamente helado.