Acabé la semana con antecedentes penales por exhibicionismo, la burla de mis hermanos y primos, y con un padre que sigue sin creer lo que pasó. También, con una deuda que debo pagar, agradada a las otras tantas que ya he acumulado. Si alguien pensó que ser una Canarias Ruiz de Con, te eximia de pagar tus deudas, están equivocados. Llevo debiéndoles mi domingo desde que tengo diez años.
Por fortuna, mi situación no fue más allá y nadie se enteró de lo que sucedió, nada más eso me faltaba que en mi trabajo se supiera, y como están las cosas no me conviene que pase.
María, en realidad, es un verdadero suplicio y no me deja en paz en todo el día. A pesar de que Gio ya aprobó el proyecto, no deja de molestarme o de rechazar mis ideas, por lo que avanzamos a paso lento en la campaña que debemos manejar.
Además, ahora le ha dado por esta voz de niña pequeña que, al parecer, a mi jefe le encanta y hace que acepte cualquier cambio que no va. Hemos hecho el casting de las modelos como cinco veces y ya hasta me da pena con ellas, si seguimos así, jamás terminaremos la campaña.
⏤ No, muy gorda ⏤ dice María, mientras avienta la foto hacia el otro lado de la mesa.
Suspiro ⏤ Ayer dijiste que era perfecta, que eso daba diversidad a la campaña.
⏤ Yo no lo recuerdo ⏤ responde, para después ver la siguiente.⏤ No, muy bajita.
⏤ Mide 1.80 metros, ¿qué más quieres?
⏤ 1. 81 ⏤ me responde, para luego tirar la foto y yo tener que tomarla para que no caiga de la mesa.
Suspiro de nuevo. Sé que esto no es por las modelos, es por mí, y sigo sin comprender por qué le caigo tan mal si ni siquiera me conoce. Tomo la foto y la tacho.
⏤ María, no puede estar cambiando esto a tu antojo, mañana debemos empezar a tomar las fotos, ellas tiene prueba de vestuario, no nos dará tiempo de volver a hacer el casting.
Ella verme y me sonríe, pero no es sincera, solo es sarcasmo ⏤ Mira, Canarias, yo no sé cómo te enseñaron, pero, a mí, me enseñaron a hacer las cosas bien. Si tú te quieres ir por lo fácil como lo has de pasar en tu vida, no es mi problema.
⏤ ¡Ey! ⏤ respondo enojada ⏤ no te voy a permitir que me hables así. Entiendo que no te agrade, pero, no me faltes al respecto.
⏤ No es que no me agrades, simplemente no soporto a la gente como tú, siempre entrando por contactos y quitando puestos y becas, mientras los demás luchamos por sobrevivir.
⏤¿Disculpa? ⏤ pregunto, y esta vez siento que si no me detienen le daré un golpe en su perfecta cara de ratón.
⏤ Lo que escuchas… Toda mi vida he luchado contra personas como tú, nepotistas y todo lo que conlleva, ¿por qué quieres este trabajo en primer lugar?
⏤ Pues, porque es mi pasión, me gusta…
⏤ No, esa no es la respuesta…
⏤ ¿Entonces, cuál es? ⏤ inquiero, porque ya no la estoy entiendo.
⏤ Porque quieres fingir que eres una persona trabajadora y funcional, cuando sabes que puedes ir a gastarte tu dinero donde quieres y como quieres y que, es más, podrías estar viajando por el mundo y casándote con un rico heredero en lugar de estar aquí, porque no dejas de fingir y nos dejas el trabajo a otros.
Me quedo en silencio, ¿qué demonios le pasa a esta mujer?, al principio pensé que era competencia, pero, ahora, lo veo como algo demasiado personal.
⏤ Mira, María ⏤ respondo, y me pongo de pie para acercarme a ella ⏤, no te voy a permitir que me hables así, ¿entiendes?, puede que sea educada, pero estás rebasando el límite. Si estoy aquí, es porque soy talentosa, sé lo que hago y porque tengo las herramientas para hacerlo.
⏤ ¿A sí?, ¿entonces por qué fingiste ser otra persona para que te dieran el trabajo, eh? ⏤ me pregunta. María me sonríe ⏤ claro que no tienes respuesta, porque sabes que lo hiciste para entrar, ya que sabes que tu simple apellido no engañaría Gio, pero, tampoco me engañas a mí, niña consentida y mimada. Mejor deja este trabajo a los que tenemos una razón para trabajar y dedícate a heredar tus millones, no pierdas el tiempo.
Entonces, María camina hacia la entrada y yo la tomo del brazo y hago que se detenga, nuestras miradas se cruzan y juro que si no fuera porque me sé controlar la agarraría a golpes.⏤ No sé qué complejo de inseguridad tengas, María, pero déjame decirte que eso no funciona conmigo. No tengo que demostrarte si soy talentosa o no, o si sé hacer mi trabajo, pero, solo por callarte la boca, lo haré. Así que te aconsejo que te pongas a hacer tu trabajo y le bajes a tus humos porque no llegarás muy lejos. Si tan talentosa eres y tan exigente como lo quieres demostrar, hazlo, échame tu talento en la cara porque hasta ahora, lo único que he visto es la manera en que mueves las caderas y muestras tus pechos. Demuéstrame que eres mejor que yo, y me quedaré callada.
⏤ ¿Es un reto?
⏤ No, es una amenaza ⏤ le comento, para después tomar las fotos y guardarlas en la carpeta.⏤ A partir de hoy trabajo sola, y que gane la mejor, ¿vale?, yo quería trabajar contigo, pero ahora me apetece competir.
⏤ Bien, si eso deseas.
⏤ No, eso quiero. Quiero competir contra ti y demostrarte de lo que estoy hecha, y sabes ¿por qué?, porque me daré mucho gusto que sientas como una niña “rica y mimada”, como yo te patea el trasero y además heredará millones. Pudimos ser amigas, pero, tú lo decidiste así. Ahora haré que te tragues tus palabras, mientras te las pasas con la champaña que daré cuando cierre mi campaña.
María esboza una ligera sonrisa ⏤ Qué gane la mejor. Me he enfrenado a niñitas como tú antes, no te tengo miedo.
⏤ No hay por qué tener miedo, si tan talentosa eres, eso se verá.
⏤ Lo sé ⏤ murmura, y luego sonríe.
Tomo mi bolsa y antes de salir por la puerta le digo ⏤ me quedo con las modelos que rechazaste, quédate con las demás. Te doy esa ventaja ⏤ finalizo, para luego salir de ahí sin mirar atrás.
Supongo, que la guerra ha comenzado.