-Semana siguiente – 

El día de presentar los proyectos llegó y con eso, el primer frente frío que nos hizo sacar los abrigos en esta ciudad. He pasado los últimos días perfeccionando cada una de mis presentaciones con la esperanza de que todo salga bien. Jamás había estado tan nerviosa y ansiosa, si no fuesen las 10 de la mañana ya me hubiera echado un tequila para calmar todo esto que siento.

Al parecer, Gio y la junta no son los únicos que los verán. Será una presentación en grande donde los dueños de la marca también estarán presentes, así que es de verdad un asunto de vida o muerte, yo solo espero estar preparada.  María, por su lado, también trae sus proyectos, por lo que le he pedido a Laura que me ayude revisando que no haya algún tipo de complot o de sabotaje mientras presento el mío. 

Así, los aplausos llueven cuando María termina de presentar, y ahora me siento como en una defensa de tesis como la que tuve que hacer hace tiempo para poder graduarme, esta es una defensa para poder comprobar que soy apta para esto.

  ⎯ Suerte, Alegra ⎯ me dice María, al salir de la sala. 

Laura se le queda viendo y luego se dirige a mí.⎯ No entiendo por qué esa te tiene tanta envidia. Lo bueno es que ya se irá. 

⎯ ¿Crees? ⎯ le pregunto, mientras verifico en el ordenador los últimos detalles de mi presentación. 

⎯ Sí, tus proyectos son superiores, ella parece que está exponiendo en la escuela técnica ⎯ bromea, y se ríe bajito. 

Suspiro al ver que Gio me llama para que pase.⎯ Bien, es mi turno. Ya sabes Laura, no te distraigas, ¿quieres?, no quiero que María lo aproveche para hacer algo que me arruine.

  ⎯ Te juro que como soldado inglés no me moveré de aquí. 

⎯ Bien.  Arreglo mi cabello de nuevo, y más tranquila camino hacia dentro de la sala de juntas para comenzar mi presentación.  ⎯ Vamos Alegra, respira ⎯ murmuro, para luego cerrar la puerta. 

*

Termino mi presentación de una forma magistral. De nuevo escucho los aplausos y siento que valió la pena todos los desvelos y preocupaciones que tuve a lo largo de todos estos meses.  Cuando terminan de aplaudirme, veo cómo los representantes de las marcas hablan entre sí, y pocos minutos después entra María para sentarse cerca de donde estoy. Se ve sonriente, bastante, y no entiendo por qué. 

⎯ Bueno Alegra, tu presentación ha sido en verdad maravillosa ⎯ habla uno de los jefes de marca.

⎯ Gracias. 

⎯ Nos encantó como tu idea va más allá de lo ordinario, es como si vieras la moda del futuro ⎯ comenta ⎯, algo que en otros proyectos no hemos visto. 

⎯ Bueno, pues gracias ⎯ trato de no sonar tan emocionada. 

⎯ Así que hemos decidido tomarlos para nuestra campaña primavera – verano.  ⎯¡En serio! ⎯ exclamo emocionada, mientras no puedo dejar de sonreír. 

⎯ Sí, son prácticamente superiores, así que, felicidades. 

⎯ Gracias, muchas gracias ⎯ agradezco, y volteo a ver a Laura que está feliz. 

Después de las felicitaciones, ellos dos se ponen de pie, y salen de la sala de juntas junto con Gio.  María y yo nos quedamos en el lugar, ella con la misma sonrisa y yo simplemente disfrutando del momento. No me dice nada, solo suspira y se relaja. 

Me siento del otro lado de la mesa, para esperarlo. María habla.  ⎯ Felicidades.  ⎯ Gracias ⎯ respondo, sin más. 

Ella se hace para delante y me ve a los ojos.⎯ Puede que hayas ganado la marca, pero, aún no sabemos si el puesto es tuyo. 

⎯ O tuyo ⎯ respondo, ya que ella también está compitiendo. 

⎯ Simplemente te digo buena suerte. 

⎯ Gracias ⎯ contesto, porque no quiero que me provoque.  María sonríe, para luego volver a lo suyo. Gio entra unos segundos después, y con una sonrisa se sienta en el sitio que tenía antes.

  ⎯ Bueno, pues, ¿qué puedo decir?, las dos han estado excelentes en sus proyectos, y se han esforzado a lo largo de todos estos meses. Sin embargo, como les prometí, es momento de hacer la derivación de quién se queda con el puesto de fotógrafa. Pero no lo haré hoy. 

⎯ ¿Qué? ⎯ pregunto en verdad sorprendida. 

⎯ Es que ambas son tan buenas que, no me puedo decidir ⎯ se justifica. 

⎯ Gio, he trabajado durante cuatro meses para que me salgas con esto ⎯ reclamo. 

⎯ Al igual que María, y no la veo tan enojada ⎯ contesta, y al voltear la veo sonriendo.⎯ Aun así, los proyectos se han terminado, y la agencia se irá a descanso hasta enero. Así que, la decisión se sabrá en esa fecha. 

⎯ Es imposible… ⎯ respondo, acostumbrada a que las agencia no paran por tanto tiempo, supongo que aquí es diferente porque no llueven tantos proyectos como en otros lados. 

⎯ Lo es… es posible, así que hasta ese entonces tendrán una respuesta ⎯ me contesta él. ⎯ Alegra, has lo que dice tu nombre y alégrate, tus proyectos, los tres, fueron aceptados, creo que es bueno, ¿no crees?⎯ Gio se pone de pie y luego suspira ⎯ nos daremos un descanso en estas semanas y luego regresaremos para el veredicto, ¿está claro? 

⎯ Como digas ⎯ contesta María, para luego tomar sus cosas e irse de ahí.  Me quedo sola frente a Gio, tratando de entender esta situación tan extraña. 

⎯ ¿Pasa algo? ⎯ inquiere. 

⎯ No nada, solo que pensé que eras diferente, Gio. 

⎯ ¿Diferente? ⎯ insiste. 

⎯ Sí. Supuse que como jefe de una agencia serías un poco más serio.

  ⎯ ¿Serio? 

⎯ Sí. Vengo de una familia de empresarios, como lo sabes, desde empresas pequeñas hasta grandes. 

⎯ ¿Cómo un Conglomerado? ⎯ me pregunta. 

⎯ Así es. Y los he visto tomar todo tipo de decisiones. Mi abuelo, David Canarias, decía que cuando las cosas estaban claras, las decisiones se tomaban fácil. Así que, quiero pensar que la decisión entre María o yo aún no está clara… o tal vez no es fácil. 

Gio sonríe.⎯ ¡Vaya!, así que también sabes sobre ese asunto. 

⎯ Puede que no sea tan brillante como mi tía María Julia, o tan sagas como mi abuelo, o intrépida como mi padre, o autodidacta como mi cuñado Moríns, pero, sé que cuando uno lleva una empresa, debe saber lo que es mejor para esta. 

⎯ Y, ¿me estás diciendo que tú eres lo mejor? ⎯ me pregunta, serio. 

⎯ Te estoy diciendo que si no tomas la decisión correcta, mejor no la tomes. O mejor aún, si no puedes elegir, no hagas concursos como estos, ¿entiendes? ⎯ Así, tomo mis cosas, cierro el ordenador y lo veo a los ojos.⎯ Espero que tu decisión sea por el bien de tu estudio Gio, y no por el bien de tus pantalones.

Así, abro la puerta y me voy del lugar. No sé por qué dije todo esto o tal vez porque me encontraba sumamente cansada de trabajar y saber que todavía Gio lo pensaría, cuando es evidente que mi trabajo fue superior.

En la entrada, me espera Laura, con una sonrisa y con de echar fiesta.

⎯ ¡Arrasaste! ⎯ me grita, para luego colgarse de mis brazos.

⎯ ¿Tú crees?

⎯ No lo creo, es que lo hiciste.

⎯ Solo que Gio nos tomó el pelo con eso de que hasta que regresemos nos dará la decisión ⎯ contesto, desilusionada.

⎯ Así es Gio. Pero ya pasó, ¿qué dices?, vamos al bar de Cho.

Veo mi reloj y me doy cuenta de que aún es temprano.

⎯ No lo sé.

⎯ Venga, desde hace unos días, andas rara, como sin ganas. Venga, festejemos, ¡vamos!

La sonrisa de Laura me anima.⎯ Vale, pero vamos por la gemela buena.

⎯ Y, ¿qué tal si se pega tu hermano, el guapo, tu primo, más el guapo y el guapísimo que te ayudó?

⎯ David, Daniel y Pablo ⎯ les doy nombres.

⎯ Ellos, sobre todo el último…

Me río.⎯ Al parecer Pablo ha causado una buena impresión en Laura.⎯ Bueno, en realidad tu familia tiene una genética envidiable.

⎯ La tienen… ⎯ comento, para luego reírme.

Ambas salimos de la oficina y caminamos hacia la calle.⎯ ¿Entonces?

Veo la hora, soy soltera, joven y hoy tuve un éxito ⎯ ¿por qué no? ⎯ le digo ⎯, vamos a divertirnos ⎯ le respondo haciéndola sonreír.

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