Un día en la playa, una piscina que nos refrescó y muchas piñas coladas pasando por nuestras manos, ese podría ser el resumen de nuestro día. Las playas de aquí son un verdadero paraíso, las instalaciones y el servicio es una locura, y de pronto me arrepiento de regresar al frío de Madrid en unos días. Me quiero quedar aquí, disfrutar de esto, reírme con Karl.
Después, subimos a la habitación para cambiarnos y cerrar la noche con la cena, una que ambos esperamos, ya que morimos de hambre a pesar de todo lo que ya hemos comido y bebido. Sin embargo, para hacer esto un poco más emocionante decidimos que no nos veríamos hasta la cena, por lo que no he visto que se ha puesto y yo tampoco se lo he mostrado.
Para esta ocasión, pedí a la tienda del lobby un vestido rojo, ligero, sencillo, pero que va con los festejos de esta noche. Así que, después de arreglar mi cabello y pintar mis labios. Bajo por el elevador para vernos justo donde acordamos, en la entrada del salón donde parece habrá una fiesta.
Salgo de la habitación, y me dirijo hacia el elevador para presionar el botón de bajada. Las puertas se abren, yo entro un poco nerviosa y cuando llego a mi destino suspiro, supongo que tengo derecho a sentirme así. ⏤ Venga Alegra, es solo Karl, solo Karl ⏤ me animo, para luego sonreír al verme reflejada en los espejos. Me veo hermosa, pero no por lo que visto, sino que mi aspecto ha mejorado bastante y confieso que me veo diferente. Nada que ver con la Alegra, que dejó Madrid tiempo atrás.
Las puertas del elevador se abren, y el característico olor a mar y protector solar llega a mi nariz. Camino por el pasillo hasta el sito acordado y cuando llego, veo que no ha llegado, solo escucho el ruido del salón y la música.
Veo la hora en mi móvil y sé que no he llegado tarde, ¿tal vez se arrepintió cuando bajó?, ¿O ha ido a caminar? En eso, siento cómo alguien me pone algo sobre los ojos y me percato que es un antifaz.
⏤ ¿Qué es esto? ⏤ le pregunto, al sentir sus manos. Me sé su tacto de memoria.
⏤ Es una mascarada ⏤ me murmura, todos llevamos máscaras.
Karl se pone frente a mí y lo veo con un pantalón negro, y una camisa blanca de algodón. Sus ojos azules brillan a través de la máscara y su sonrisa es lo que le da el toque.
⏤ Te ves, guapo ⏤ le alago.
⏤ Gracias, tuve que improvisar, mi vestuario aburrido no estaba así que, creo que quedó perfecto.
Sonrío y acomodo su cuello.⏤ Siempre te vistes bien…
⏤ Y tú siempre te ves guapísima, ese vestido… ⏤ y me sonrojo.
Karl me toma de la mano ⏤ ¿Vamos?, nos espera una fiesta ⏤ me comenta, para luego entrar por las puertas del salón y ver que todos están cubiertos con máscaras, bailando y bebiendo.
Vamos a la mesa que hemos reservado y de inmediato nos vemos envueltos en el ambiente de festejo, cuando nos ofrecen dos copas de champán. Karl brinda conmigo y cuando estoy a punto de quitarme la máscara, él me lo impide.
⏤ No, la máscara se queda, de esto se trata todo. De ser quien quieres ser, sin inhibiciones ⏤ comenta.
⏤ Bien, me gusta el misterio ⏤ comento para luego beber un poco de champán.
El mesero se acerca y nos pone el primer tiempo. Ambos lo abordamos sin decir nada, supongo que el hambre puede más que todo. Los demás platillos llegan y noto que Karl ha pedido el platillo vegetariano como el mío, lo que me hace sonreír. Lo como con gusto, observando a Karl. Noto sus hermosos labios y esas manos fuertes y como su presencia causa impacto dondequiera que va. Es un partidazo, un verdadero caballero, educado, sensible y muy simpático, y ya no me duele admitirlo.
Cuando terminamos de comer, me ve a los ojos y sonríe.⏤ ¿Cómo lo esperabas?
⏤ Mejor ⏤ contesto ⏤, aunque me deben el postre, amo el postre.
⏤ No te preocupes, la cena continúa arriba.
Y yo me sonrojo.⏤ Sí, tú lo dices.
⏤ Tengo algo bonito planeado para ti, solo necesitaba sacarte de la habitación unas horas ⏤ comenta, para luego ponerse de pie y ofrecerme la mano.⏤ Aún con máscaras.
Niego con la cabeza.⏤ Esto parece…
⏤ No, no lo es… ⏤ me interrumpe ⏤ no lo es…
Ambos salimos del salón y tomamos el elevador para subir hacia la habitación. Tan solo entramos, veo como todo está lleno de velas, alumbrando cada parte del lugar, el olor a rosas llega a mí. Caminamos hacia el balcón, y veo que hay fresas, una fuente de chocolate, más bebidas y velas.
⏤ ¡Guau! ⏤ expreso, en verdad sorprendida.
⏤ Es algo sencillo, pero supe que te iba a gustar.
Volteo a verle y beso sus labios. ⏤ Me encanta, es lo más bonito que han hecho por mí ⏤ confieso.
Vamos hacia donde están las cosas, y Karl pone una música suave en una bocina, después, me toma de la cintura, y me acerca a él. Karl toma una fresa, la llena de chocolate y después me da a probar una mordida.
El dulce chocolate llena mis sentidos, y veo cómo él come de la misma fresa para luego besarme. Besos, sabor a fresa y chocolate, mis favoritos a partir de ahora.
⏤ Karl… ⏤ murmuro, mientras sus manos comienzan a recorrer mi cuerpo con esa ternura y deseo que siempre lo caracteriza. Siento que me derrito, que me deshago en sus labios, y lo único que deseo es que me desnude y me haga el amor porque ya ha pasado mucho sin sentirlo.
Mis manos se van directo hacia su camisa y comienzo a desabrochar su cuello. Él sonríe.⏤ ¿El postre no es este?
⏤ No, pero es lo que quiero ⏤ le pido.
⏤ No fresas.
⏤ No, necesito a Karl ⏤ confieso.
Volvemos a atarnos en besos, y poco a poco vamos entrando a la habitación iluminada. Nuestras ropas caen en el camino y cuando llegamos a la cama, caigo sobre ella para luego sentir el cuerpo de su cuerpo.
Los fuertes brazos de Karl se sostienen, mientras recorre mi cuerpo con sus labios, desde la frente hasta mi vientre. Se hospeda un momento en mi intimidad, haciendo que el placer recorra mi cuerpo de una manera impresionante. Cuando llego al orgasmo, Karl vuelve a mi rostro y me da un beso sobre los labios, dejándome una probada de mi propio sabor.
⏤ ¿Lista? ⏤ me pregunta, y yo solo asiento porque no sé qué sea, pero a él le digo que sí. ⏤ Para que te haga el amor ⏤ me muerdo los labios para luego sonreír. La mayoría de las personas con las que estoy solo hacemos las cosas, así que escucharlo de sus labios me desarma. Trato de quitarme la máscara, pero él niega con la cabeza. ⏤ Esto me excita, ¿a ti no?, me pregunta y yo sonrío.
⏤ Pervertido.
Él vuelve a besarme y empieza todo. La diferencia entre tener sexo y hacer el amor es muy grande y Karl sabe cómo hacer que yo las distinga. Sin embargo, mientras lo siento dentro de mí, noto que Karl me ha estado haciendo el amor todo este tiempo, y que hace mucho cada vez que nos acostamos, reinventamos nuevas maneras de complacernos sin perder ese toque de travesura, romper la monotonía y la libertad que caracteriza a este acto.
Así, mientras ambos gemimos sin importar quién podría escucharnos, Karl me pone de lado, se acuesta detrás de mí y vuelve a entrar en mí, provocando que yo muerda la almohada donde estoy recargada. Sus manos se aferran a mis bustos, y siento su aliento sobre mi cuello, su pecho sudado sobre mi espalda y placer, puro y vil placer que poco a poco va aumentando.
Mis manos no encuentran cómo sobrellevar todo lo que siento, mientras que él no deja de besar mi cuello, de decirme lo hermosa que soy, lo mucho que le excito, mientras yo respondo como puedo, y afirmo todo.
⏤ Alegra ⏤ escucho mi nombre en su oído y sé lo que significa.
⏤ Espera ⏤ le ruego, mientras siento como el placer aumenta y estoy a punto de venirme junto con él.
Los movimientos aumenta, el placer sube y de pronto siento que estoy de nuevo en ese paraíso dónde él solo me puede llevar.
⏤ Alegra ⏤ murmura.
Y yo le contesto con un gemido tan fuerte que hace tensar mi cuerpo y liberarme por completo.
Karl me aprieta contra él y momentos después escucho uno de sus excitantes gemidos mientras se relaja, y sus manos descansan sobre mis pechos. Creo que este es el mejor sexo que he tenido en mi vida, o más bien, Karl es el mejor hombre con el que he estado.
Mi boca deja de morder la almohada, y sonrío de inmediato. Me siento bien, me siento feliz, eufórica, y a salvo. Así que abro mi boca y digo lo que jamás pensé que diría.
⏤ Te amo ⏤ emito ese sonido y de pronto caigo en cuenta de lo que he dicho.
Karl no me contesta nada, y eso me aterra, no sé si me escuchó o no, si lo está meditando, o si fue algo que pensé o dije.
Karl me voltea, nos quedamos frente a frente, acaricia mi rostro y me sonríe. De nuevo las palabras se esfuman, pero la mirada lo dice todo, lo escuchó, estoy segura de que lo escuchó, y ahora, ¿qué sigue?, jamás había llegado tan lejos, jamás pensé que llegaría.
FIN DE LA PARTE I
Wao, creí que Karl loniba a decir no ella.
Espero no te asustes Alegra