[MDYRE1] Capítulo 76: Continuar

Después de la plática con mi padre me sentí un poco mejor, aunque muy en el fondo no es así. No pude dormir en toda la noche pensando en esa imagen. Incluso me fui al cuarto de Lila para dormir a su lado como cuando éramos niñas, pero, no sirvió. 

Como lo dije antes, esta Alegra no soy yo, por lo que no tengo ni idea de cómo reaccionar. En este instante, estoy sintiendo cosas que jamás había sentido, imaginando mil y uno escenarios que ni siquiera tenía en cuenta y me he quedado paralizada. 

No hago más que reprocharme y decirme cien veces al día “estúpida Alegra”, mientras me la paso editando las fotos en el ordenador. He vuelto a trabajar con mi madre, no me molesta, es un trabajo tranquilo y bien pagado. Además, paso tiempo con ella y aprendo muchas cosas que no tenía ni idea, no cabe duda que es la voz de la experiencia. 

Trabajar me distrae, algo muy Canarias. No estoy pensando a cada rato en Karl y en la “Cariños”, como le he puesto, y también me ha alejado un poco de lo que posiblemente mis primos y hermanos estén diciendo.

Pero cuando no tengo nada que hacer, la noche llega y no puedo dejar de pensar, lo tenía, estaba ahí y lo dejé ir, y ahora me la paso en casa sentada escuchando nuestra canción una y otra vez mientras pasan los días. 

⎯ ¿Estás segura de que se casará? ⎯ pregunta Jo, que es la única que está en casa esta noche. 

 ⎯ Los vi salir de esa joyería… 

⎯ Pues sí, pero mi papá también va a joyería y sale con anillos y no significa que se casará con alguien más… 

⎯ No es lo mismo, Jo ⎯ le aclaro, mientras tomo otro sorbo de chocolate para que el frío de mi cuerpo se vaya. 

⎯ En fin. Mi papá siempre dice que si no hay comprobación, ¿cómo sabes que la ecuación es correcta? ⎯ comenta, y yo le sonrío. 

⎯ ¿Tu padre siempre te habla en términos matemáticos? 

⎯ La mayoría de las veces, ya sabes… ⎯ bromea. Jo me abraza ⎯ Yo digo que deberías ir a averiguar. No te la puedes pasar todo el día encerrada en la casa. Si no quieres ir a averiguar, pues debes continuar con tu vida y ya. 

⎯ Lo dices fácil porque no has pasado por esto ⎯ le respondo. 

⎯ No, pero los observo… Esta familia tiene tantas historias de amor que hay de dónde aprender. Desde pequeña sé lo que quiero en el amor y lo que no, lo que haré y lo que haría… Yo digo que si te gusta él, deberías averiguar más y si no… continúa. 

Suspiro.⎯ Continuar, quisiera saber cómo. 

De pronto escucho que la puerta de la terraza se abre y veo a Lila frente a mí.⎯ ¡Es oficial!, Calypso se casa. 

⎯ Lila ⎯ le reclama Jo, ya que pensó que me había consolado lo suficiente. 

⎯ ¿Cómo sabes? 

⎯ Fue a mi taller hoy por la tarde, me pidió que le arreglara el vestido de novia de la madre de Karl.  También estuvo Karl ahí. 

⎯ ¡Qué! 

⎯ Sí, uno muy fino, de tela… 

⎯ Concentrate Lila ⎯ le pido. 

⎯ En fin, me pidió unos arreglos express. 

⎯ ¿Express? 

⎯ Deja de repetir la última palabra y déjala hablar ⎯ me reprocha Jo. 

⎯ Gracias ⎯ le agradece Lila.⎯ Calypso quiere que le arregle el vestido de la mamá de Karl para casarse. No sé más información porque entre Karl y ella hablan en Holandés. Me dijo que quiere que le haga arreglos en la cintura y… 

⎯ ¡Está embarazada! ⎯ es lo primero que se me viene a la mente. 

⎯ No, porque dice que ha estado adelgazando mucho ⎯ me corrige mi hermana. 

⎯ Mamá adelgazó con David, ¿recuerdas?, el primer trimestre era un palo ⎯ me viene a la mente, al ver la imagen de mi madre en su último embarazo. 

⎯ Pues no sé, solo me pidió eso. 

⎯ ¿Y tú accediste? ⎯ pregunto, sintiendo la traición. 

⎯ Trabajo es trabajo… ⎯ responde, encogiendo los hombros

Me pongo de pie, porque entre el chocolate y la noticia me ha dado un rush de azúcar y ya no puedo contener mi cuerpo sentado. 

⎯ ¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda! ⎯ repito. Luego volteo a ver a mi hermana ⎯ ¿para cuándo es? 

El rostro de Lila cambia de inmediato a uno más serio y triste ⎯ la boda es el 21 de marzo. 

⎯ ¡WHAT! ⎯ gritamos tanto Jo como yo al mismo tiempo ⎯ para eso faltan como dos semanas ⎯ agrego. 

⎯ Pues, es la fecha que me dio, supongo que tienen prisa por casarse ⎯ me dice ella. 

¿Entonces así es como termina todo?, pienso, mientras vuelvo a sentarme en mi lugar. 

Jo me abraza de inmediato. ⎯ Supongo que ya no tienes que elegir prima, ahora solo te queda continuar ⎯ recita. 

Y sus palabras me duele como dagas, pero, tiene razón, al parecer solo queda continuar.