⎯  ¿Cómo? ⎯  pregunta Karl de nuevo. 

⎯  Yo, yo… ⎯  titubeo de nuevo ⎯  yo sé que tal vez no tengo el derecho de interrumpir tu boda, pero, siento que si no te lo digo ahora, no podré vivir con ello. Estoy consciente, de que fui yo a decirte que no, que no te amaba, pero todo era mentira. Estoy enamorada de ti desde hace meses atrás, pero mi inseguridad, mi rebeldía y no sé, todo lo que pasa por mi cabeza me lo impedía decírtelo. Y sé qué pensarás, ¿ahora que me ves perdido lo confiesas así, nada más?, y no sé qué contestarte, en verdad no sé qué te estoy diciendo, pero, una cosa si la tengo clara. Estoy enamorada de ti, y el te amo que te dije fue tan sincero, como lo que te estoy diciendo ahora ⎯  suspiro.⎯  Sé que tal vez ya es tarde y que Calypso es tu mujer ideal, al menos, ambos tienen muchas cosas en común de qué platicar, y no quiero quitarte eso, porque tal vez eso te hace feliz. Y antes de irme, quiero agradecerte por lo feliz que tú me hiciste a mí Karl Johansson, y por enseñarme, por un breve instante, lo que es sentirse amada, protegida y libre entre tus brazos. Te deseo la suerte del mundo. Eso es lo vine a decirte. 

Así, con el tiempo congelado, Karl se acerca a mí y acaricia mi mejilla. Sus ojos azules me tranquilizan y a la vez me dan una nostalgia terrible. Tal vez es la última ocasión que lo vea así de cerca y tengo que aprovechar para tomar millones de fotografías con mi mente. 

⎯  Alegra ⎯  murmura. 

⎯  Dime. 

⎯  Una vez me dijiste, en otro baño, en otro lugar, que te dijera cuándo era el momento apropiado para besarme, ¿cierto? 

⎯  Cierto ⎯  admito. 

⎯  Pues, este es el momento adecuado para que lo hagas ⎯  contesta. 

Y así, sin que me lo pida dos veces, me lanzo a sus brazos y ato mis labios a los suyos. Y así, como pude haber obtenido mi última mirada, este puede ser mi último beso con él y lo voy a aprovechar. Karl me toma de la cintura y me carga para sentarme sobre la repisa del lavamanos. Su beso es tan lleno de amor, de ternura, tan Karl, que no puedo evitar unas lágrimas. Si este es mi último beso con él, lo está haciendo muy especial y se lo agradeceré de por vida. 

Poco a poco nos vamos separando y cuando la distancia ya es notoria entre los dos, él me sonríe como siempre. Ha llegado la hora de la despedida, del momento donde él me dice que no hay marcha atrás o, cuando se aleja sin decirme más. 

El móvil de él vuelve a vibrar, y yo lo tomo para pasárselo. ⎯ Tu prometida te habla. 

⎯  No ⎯  contesta. 

⎯  ¿No? 

⎯  Alegra, no sé cómo decirte esto ⎯  me dice, mientras acaricia mi mejilla. 

⎯  Solo dilo, ya nada puede ser peor. 

Karl deja vibrar el móvil y sin despegar su vista de la mía, me dice.⎯ No soy yo quién se va a casar. 

⎯ ¿Cómo? 

⎯  No soy yo quién se va a sacar ⎯  repite ⎯, esta es la despedida de mi hermano, Johan. 

⎯  ¿Qué? ⎯  sigo sin comprender ⎯, pero el piso, y el cariño y … El ruido en la pared ⎯  comento todo ⎯  el anillo, el vestido… Tú. 

⎯  ¡Guau!, de verdad me has sorprendido. ¿Pero qué puedo esperar de la mujer que quería mi horario? ⎯  bromea. Yo me río bajito. Karl me besa sobre la frente ⎯  hay mucho que explicar, y mucho que decir, pero, quiero que estés completamente segura, de que no soy yo quién se casa. Calypso es mi cuñada, la novia de mi hermano. 

⎯  Y, ¿por qué no me dijiste nada? ⎯  pregunto algo apenada. 

⎯  ¿Y dejar que no me dijeras esas palabras tan bellas?, ¿qué por fin te sinceraras?, ¿que me dijeras que me amas? No, no iba a dejar pasar ese momento, no…⎯ me río, mientras las lágrimas caen por mis mejillas. ⎯  Pensé que Alegra Canarias no quería a nadie aburrido en su vida ⎯  comenta. 

⎯  Creo que necesito lo aburrido en mi vida, ¿has escuchado las locuras que hago?, para venir hasta acá robé la moto de mi papá y manejé de Madrid a Toledo. 

⎯ ¿Qué? ⎯  pregunta sorprendido ⎯ ¿es en serio? 

⎯  Sí… así que, lo aburrido es bienvenido, y a partir de hoy lo podemos hacer a tu manera, si es que aún me aceptas. 

Karl me da un beso sobre los labios.⎯ Siempre te he aceptado tal y como eres, y no te he dejado de querer desde la primera descripción que me hizo tu hermana, desde la primera vez que te besé, me gustas tal y como eres y no deseo cambiarte. No sé si te dije, pero, me gustan las ingobernables. 

⎯ Espero ser yo la única que conozcas. 

⎯  Así es, eres única ⎯  y besa mi nariz ⎯, ¿crees que podemos ir a otro lado? ⎯ me propone. 

⎯ Sí ⎯  contesto y luego reacciono ⎯  ¡No!, no puedo… 

⎯  ¿Cómo? 

Veo el reloj y me doy cuenta de que son las cuatro de la mañana.⎯ Tengo que regresar a Madrid, si mi padre se da cuenta de que le robé la moto me mata. Además, me la traje sin licencia y sin saber cómo, y confieso que no sé ni como encenderla de nuevo.

Karl se muerde los labios, toma su móvil, y luego me toma de la mano y me jala para que baje de ahí.⎯ Vamos, ¿dónde la dejaste? 

⎯  En un callejón por aquí, la estrellé contra los botes de basura porque no sabía cómo frenar ⎯  confieso y Karl sube la ceja ⎯  ¡qué!, jamás me enseñase a frenar. 

Así, momentos después Karl y yo salimos del bar y corremos por toda la calle para llegar al lugar de la moto e irnos de ahí. Viajamos por la autopista hasta llegar a Madrid y justo a las 5:30 am cubrimos la moto en el garage. 

Y así, mientras me duermo sobre los brazos de Karl, arropados entre las cobijas de mi cama, no puedo dejar de pensar… Soy Alegra Buena suerte y tengo la suerte de tener a Karl en mi vida de nuevo y esta vez lo haré bien, muy bien… sin miedo a amar y ser amada.

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