Tiempo después
Después de las vacaciones, de la lejanía y de la hermosa promesa que Cho le había hecho. Él y Sabina, entraron en una etapa de entrenamiento intenso que los enfrasco en sus deportes. Tanto él como ella practicaban hasta seis horas seguidas, lo que hizo que ambos se separaran y dejaran de verse como antes.
Incluso Jaz, tuvo que contratar a dos personas que los cubrieran en la cafetería, ya que entre la escuela y los entrenamientos, no les daba tiempo de trabajar, solo enfocarse en lo que venía, irse a los juegos olímpicos y ganar esas preciadas medallas que por tanto tiempo habían deseado.
Esta fue la primera separación de ambos, una que solo se sobrellevaba por los continuos intercambios de mensajes, por las llamadas que se hacían cada vez que podían y, por los pequeños momentos que tenían cuando se veían en el deportivo.
Los dos sabían que esto sería momentáneo, pero, era raro que los dos ya no estar tiempo juntos, ni cuidar a los gemelos, ni besarse en el auto cuando él la iba a dejar del trabajo. Se extrañaban, pero sabían que al final, tendrían mucho tiempo de descanso antes de volver al deporte.
Sin embargo, a casi unas semanas de viajar juntos hacia las olimpiadas, era necesario descansar, volver a verse, reencontrarse y ser los novios que de antes aunque, sería un poco difícil para Cho, ya que no sabía lo exigente y concentrada que Sabina se ponía a la hora de entrenar.
Sabina, estando acostumbrada a entrenar sin descansos desde los seis años y ganar todas las medallas habidas y por haber, tenía una rutina bastante exigente que la estresaba al grado de olvidarse de todo. Para ella, y después de lo que había pasado con su padre años atrás, era sumamente importante ganar, y no descansaría hasta lograrlo.
Por lo que ella, no solo nadaba por las mañanas temprano, si no que, ahora pasaba de ocho a once de la noche entrenando hasta que no podía más. María Julia y Robert había hablado con ella pero, no servía, así que enviaron a la única persona que sabían podría sacarla por un momento, y sabía cómo lograrlo.
⏤¡Vamos, Sabina!, mantén ese ritmo, ese ritmo ⏤ le gritó en entrenador, mientras aplaudía fuerte y ella nadaba hasta casi llegar al otro extremo de la piscina.
Como toda una sirena, se dio la vuelta por debajo del agua al tocar el muro, para después regresar y salir a la superficie y seguir el ritmo. Cho no sabía que número de vuelta era, solo que Sabina ya tenía suficiente y que tan solo llegara iba a intervenir.
⏤¡Vamos, Sabina!, ¡Vamos! ⏤ escuchó al entrenador, y él bajo las escaleras de las gradas para reunirse en la piscina con ellos.
Sabina llegó al otro lado, se quitó lo gogles y vio hacia el reloj ⏤¡Diablos! ⏤ dijo, al ver que no había llegado a los segundos que se había propuesto. ⏤ Otra vez… ⏤ pidió.
⏤No ⏤ escuchó la voz de Cho, quien estaba justo en la orilla.
Sabina al verle sonrió, y luego volteó a ver al entrenador ⏤ ¿de nuevo?
⏤Creo que él tiene razón, llevas horas entrenando… es mejor que descanses los músculos o ni siquiera llegarás a mañana. Es todo por hoy.
⏤Pero… ⏤ trató de decir. El entrenador simplemente le acerco la pequeña toalla que tenía y ella la tomó.
Cho, se fue hacia las escaleras para salir, y ella nadó hacia él para encontrarlos en la orilla ⏤ buenas noches sirena ⏤ le murmuró, para luego acercarse a ella ⏤me mandaron a rescatarte.
Sabina se río bajito y por una razón se sonrojó. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo había visto tan cerca y ahora, tenía la oportunidad de besarlo. Así que empujándose con los brazos se empujó y salió parcialmente de la piscina para besarlo sobre los labios.
Cho le recibió con gusto, saboreando ese beso que por meses había añorado. La extrañaba, ya no solo servían los mensajes y las llamadas, la necesitaba a ella, sobre todo después de toda la presión que vivía en su casa; las cosas empeoraban con cada minuto que pasaban.
Sabina se separó, e intercambiaron sonrisas ambos. El entrenador salió con su maleta y los vió ⏤¿te vas con él?, o ¿espero a que lleguen tus padres? ⏤ le preguntó.
⏤Me voy con él, estoy segura que mis padres lo enviaron ⏤ contestó ella coqueta.
⏤Bien, mañana nos vemos, por la tarde Sabina, no quiero que me llames que entrenarás a las cinco de la mañana ⏤ le advierte, para luego alejarse de ahí.
⏤¡Guau!, eres la primera que escucho que le piden que le baje al entrenamiento… el mío me pidió que hiciera más horas si quería al menos pasar.
⏤Claro que no ⏤ contestó Sabina entre sonrisas, mientras se aceraba a él.
Cho, se quitó los zapatos y metió los pies a la piscina templada, ella se acercó a él y lo vio a los ojos ⏤¿qué? ⏤ preguntó Cho. Pero Sabina no dijo nada y simplemente lo jaló de la playera haciendo que él se metiera al agua y se empapara de pies a cabeza. ⏤¡Mujer qué haces! ⏤ exclamó.
⏤Dijiste que querías nadar un día conmigo, esta es tu oportunidad… ¿cuántas veces has nadado en una piscina olímpica? ⏤ le comentó, para alejarse de la orilla e ir a un lado más profundo. Luego volteó y lo invitó.
⏤¿A caso estás tratando de seducirme? ⏤ preguntó Cho, mientras nadaba hacia ella y la tomaba de la cintura.
El tan solo sentir le encendió e hizo que su piel reaccionara a tal situación, a pesar de estar debajo del agua. Sabina enredó sus piernas sobre sus caderas y pegó cuerpo al de Cho.
⏤¿Este era tu plan? ⏤ le preguntó ella, con una sonrisa.
⏤Mi plan era sacarte de la piscina y llevarte a comer una gran hamburguesa que rompiera tu dieta, luego llevarte a casa de tus padres y besarnos en el auto pero, esto que tu haces, es mejor plan, mujer.
Sabina le dio un beso sobre los labios, uno tierno, como los primeros que le daba. Luego movió un poco el cuerpo hasta dejarlo en la orilla de la piscina y recargarlo sobre el muro. Ella se mojó los labios con la lengua y luego lo vio a los ojos.
⏤Cho…
⏤Dime…
⏤Lo he estado pensando todos estos meses y…quiero estar contigo ⏤ le murmuró.
Él abrió los ojos, sorprendido y luego sonrío ⏤ ¿cómo?
Sabina se sonrojó pero, volvió a decir ⏤ quiero estar contigo… quiero… ⏤ y sin poder decir más, se mordió los labios.
Cho acarició su espalda y sintió el delicado traje de baño. Sabía lo que eso significaba y dónde llevaría. ⏤Y, ¿qué pasó hasta los veinte tantos años? ⏤ bromeó.
⏤Cuando lo dije fue porque quería protegerme pero, sé que estoy protegida contigo ⏤ le confesó ⏤ quiero estar contigo, quiero que seas el primero y él único.
⏤¿Estás segura? ⏤ inquirió él.
Ella lo besó de inmediato, cortándole la respiración mientras sus manos buscaban por debajo de su playera y trabaja de quitársela para sentir su pecho, ese que le volvía loca.
⏤¿Pero qué haces?, no es contra las reglas nadar desnudos ⏤ dijo Cho, simpático, mientras él mismo terminaba de quitarse la playera.
Ambos comenzaron a agitar las aguas poco a poco, mientras ella se pegaba a su cuerpo para sentirlo. Cho la cargó por debajo de sus bien formados muslos y comenzó a acariciarla. De pronto la temperatura ambiente de la piscina se calentó. Ella se comía a Cho a besos, acariciaba su pecho con un deseo que se había acumulado y él, ya sentía los efectos de cada caricia en todo su cuerpo.
Sabina se bajó un poco el tirante del traje de baño y trató de bajar el otro, decidida a que eso pasara. Sin embargo, cuando Cho pudo ver uno de sus pechos y sentirlo por debajo del agua, simplemente se detuvo.
⏤¿Qué?, ¿qué pasa? ⏤ preguntó Sabina sumamente excitada.
⏤No ⏤ le dijo él claro.
⏤¿No quieres estar conmigo? ⏤ inquirió ella, un poco decepcionada.
Cho sonrío ⏤ claro que si quiero. Incluso, si te lo puedo confesar, no hay nada más que quiera en este mundo. Me gustas, me excitas como no tienes idea pero, aquí no, no así. Aunque suene a cliché tiene que ser especial, en un momento que podamos recordarlo ambos y estemos solos, no apurados porque en minutos puede entrar alguien a vernos, ¿me entiendes?
Sabina sonrío ⏤¿Seguro que es eso?
⏤Claro que sí, o qué, ¿piensas que no me gustas?, eres la mujer más sexi y atractiva que he visto en mi vida y te deseo pero, no aquí, no así… y mucho menos a unas semanas del gran evento… necesitas concentración, y ganar esa medalla…
⏤La ganaremos ⏤ murmuró ella, para darle un beso sobre los labios.
⏤Y después, puedes hacerme tuyo donde quieras y como quieras… solo no en la piscina, ni con cien cámaras vigilándonos.
⏤¡Hay cámaras! ⏤ expresó Sabina para luego buscar en los techos y muros y encontrar una de las tantas ⏤ ¡ay no! ⏤ expresó para luego sumergirse en el agua y que no la vieran.
⏤Mujer, no es muy bueno que hagas eso ⏤ le advirtió Cho, mientras le pedía que volviera a surgir del agua.
⏤¡Ah!, ya veo porqué ⏤ contestó ella entre risas, haciendo que Cho se avergonzara.
⏤No puedes esperar besarme, que te toque y no reaccione, mujer…no soy de piedra ⏤ comentó, y ambos rieron de nervios.
Sabina se alejó de Cho y luego le sonrío ⏤ ¿me prometes que regresando lo haremos?
Cho asintió, y luego nadó hacia ella ⏤ te lo prometo, y será algo que no podrás olvidar… de eso me encargó yo ⏤ le respondió ⏤ pero primero, ganaremos esas medallas, Sirena… primero, cumpliéremos el sueño de nuestra infancia… ¿estás conmigo?
⏤Siempre ⏤ respondió ella, para luego volver a besarlo.
Es hermosa la relación de ellos, siento pesar por Cho, el sufrimiento por esos padres que tiene.
Muy lanzadita Sabina. 😂😂😂😂