El tiempo de partir para ganar una medalla, había llegado. Y, como siempre, los Ruíz de Con, Canarias y Carter hicieron una gran fiesta de despedida para Sabina y Cho, ya que ellos viajarían solamente con Robert, porque María Julia no podía alejarse tanto de la empresa. 

El resto de los Ruíz de Con y Canarias se quedarían en Madrid, verían las competencias desde la cómoda sala de la casa de María Julia y le echarían porras a los dos desde ahí. Incluso, para este evento, los abuelos de Julie habían venido desde México y Estados Unidos para unirse a la fiesta, así que la casa de los Carter estaba a reventar. 

De nuevo, Daniel, David y Héctor corrían emocionados saliendo y entrando de la casa hacia el jardín, con un Jon que solo quería estar con ellos. Podían ver a una Jo pegada a Alegra, preguntándole todo lo que tenía que ver con cosas de niñas grandes, y al resto de la familia conviviendo entre música, comida y bebida. 

Sabina tenía la oportunidad de invitar a sus amigos pero, al final, decidió solo invitar a Cho y mantener todo lo más íntimo posible. La casa estaba decorada de una forma espectacular, con globos, serpentinas y con una foto de Sabina portando una de sus tantas medallas. Todos estaban listos para verla cumplir su sueño, todos esperaban que Sabina tuviera su oro. 

Sin embargo, Sabina comenzó a dudar de lo que iba a pasar. Por un momento se sintió abrumada así que mientras escuchaba el brindis de su tío Manuel, sintió que necesitaba huir de ahí. Así que esperó a que él diera las últimas palabras, para sonreír y luego correr a esconderse; quería estar a solas solo por unos minutos. 

⏤Así que Sabina, nuestra Sirena, la primera sobrina y nieta de esta familia… te deseamos la mejor de las suertes ante este nuevo reto, y queramos que sepas que, no importa si ganas o pierdes, o si la medalla es de oro, de plata o de bronce, nosotros estamos increíblemente orgullosos de ti… no solo por esto, si no por todo lo que has hecho… ¡Por Sabina! ⏤ dijo Manuel, para después levantar la copa. 

⏤¡Por la Sirena! ⏤ exclamaron los demás y subieron sus copas para luego reír. 

⏤Te recibiremos con marichi cuando regreses ⏤ le dijo su tío David, quién estaba a su lado y la abrazó con fuerza. 

Sabina sintió en su pecho toda la angustia del mundo y, cuando su tío comenzó en el discurso para Cho, ella se fue de ahí sigilosamente, para salir hacia el jardín y alejarse lo más posible. 

Sentía el corazón latiendo fuerte, las manos le sudaban y sabía que estaba entrando en un ataque de ansiedad. Hace mucho que no tenía uno, no desde que su papá había estado en el hospital, y sabía que no podía regresar a eso justo a unos días de irse a las competencias. 

Respiró profundo, trato de sacudir su cuerpo como lo hacia cuando estaba a punto de entrar al agua pero, no funcionó, así que no hizo más que recostarse sobre el pasto recién cortado y cerrar los ojos para intentar que todo pasara más rápido. 

Minutos después, sintió como alguien se acostaba a su lado y, al abrir los ojos y voltear, vio a Jaz con una sonrisa. No le dijo nada, simplemente se quedo recostado junto a ella, escuchando como su respiración se tranquilizaba y su cuerpo se destensaba. 

⏤Va a pasar… y lo sabes ⏤ le murmuró. 

El sonido de los grillos resonaba en sus oídos, y las hermosas estrellas titilaban en el cielo anunciando que era un bonita noche de verano. Cuando Sabina se tranquilizó, ella suspiró y volteó su cuerpo para ver al hombre que sabía era su papá biológico pero, no reconocía como tal. 

⏤¿Mejor? ⏤ inquirió él. 

⏤Mejor ⏤ contestó. ⏤¿No se supone que deberías estar adentro? 

⏤No ⏤ respondió él ⏤, la mirada de tu abuelo Tristán me hace sentir incómodo, estaba buscando un pretexto para alejarme… ⏤ confesó ⏤, es difícil estar en una familia donde la mitad te odia y a la otra le das igual. 

Bueno, no es que te odien porque sí, tú te lo buscaste, pensó la joven, pero no le dijo nada. 

Ambos se quedaron recostados sobre el pasto y Jaz volvió a hablar. ⏤ ¿Estás nerviosa? 

⏤Sí… mucho…pero, no comprenderías ⏤ dijo Sabina. 

⏤Pruébame… tal vez lo hago ⏤ le pidió Jaz. 

Sabina suspiró, no estaba acostumbrada a abrirse tanto como Jaz, pero su mirada le convenció. ⏤ No lo sabes tú pero, toda la vida soñé con este momento, toda ⏤ habló. 

Claro que Jaz lo sabía, pero para no llevarle la contraria no dijo nada. Él asintió con la cabeza y le pidió que continuara. 

⏤Trabajé por años, dejé parte de mi infancia y adolescencia en las piscinas, Jaz. No tuve amigos por estar entrenando y me enfrenté a envidas y a habladurías de gente que solo me quería desanimar. Mi padre se accidentó, pensé que jamás despertaría, pero ahora que llegué aquí me siento… abrumada. De pronto, todos esperan todo de mí y yo temo decepcionarlos. Temo que todo el dinero que mis padres invirtieron se pierda, que todo el tiempo que pusieron mis tíos haya sido en vano y que mi sueño de toda mi vida se desaparezca… ¿me entiendes? ⏤ le preguntó. 

Jaz asintió con la cabeza, y cómo pudo se sentó sobre el pasto. Sabina pudo ver cómo cerraba los ojos al sentir el ligero dolor al acomodar la prótesis. Después la vio al rostro y le dijo. ⏤No te sientas así, la verdad… a todos nos da mucho gusto que hayas soñado tan alto y que estés a punto de cumplirlo. Tus padres, tus abuelos, tus tíos y tus primos, están felices porque lo lograste, porque todo tu trabajo, y sacrificio valió la pena. Sonará trillado pero, ganes o pierdas, nosotros estaremos orgullosos de ti porque, has hecho algo extraordinario…que nadie de aquí podría lograr. Eres fuerte, decidida y extremadamente talentosa, y solo el hecho de ir y competir ya eres ganadora… ahora, esa medalla es lo que deseas y sabemos que la obtendrás… no puedes fallar pero, no por nosotros, si no por ti. No vas a dejar que tu misma te decepciones, ¿cierto? 

⏤Cierto ⏤ contestó la chica más tranquila. 

⏤Sé que no estuve en toda tu infancia, ni siquiera cuando empezaste esto pero, te conozco y ¿sabes por qué? 

⏤¿Por qué? ⏤ murmuró. 

⏤Porque eres el vivo retrato de tu madre. Ella te llevó en su vientre por nueve meses, te crío y te dio todo lo que necesitas para triunfar. Tu madre jamás se rindió, jamás abandonó sus sueños, ni sus metas… las cumplió hasta el final y, mira ahora… es presidenta de un Conglomerado. En pocas palabras, no traes el fracaso de tu padre en la sangre… solo el ímpetu de tu madre y por eso, lo vas a lograr… 

Sabina sonrío ⏤ No eres fracasado. 

⏤Venga Sabina, no finjas… ⏤ murmuró, para luego reír bajito. 

⏤Mi padre dice que un fracasado es una persona que a pesar de tener las oportunidades, no las toma y no mejora. Tú ya tomaste tu oportunidad y tienes tres hijos que te aman… eso no me suena a fracaso. 

Jaz acaricio su rostro y sonrío ⏤Tienes razón, saber qué me escuchas… no me hace sentir tan fracasado. ⏤ Como pudo, Jaz se puso de pie y Sabina lo ayudó. ⏤¿Puedo abrazarte? 

⏤Claro que sí ⏤ respondió Sabina y sintió los brazos de su padre biológico apretándola fuerte. 

⏤Ve y gana esa medalla para demostrarle a la Sabina pequeña que logró su sueño… después regresa y dile a Pilar que puede soñar tan alto como ella quiere. No te lo digo mucho pero, estoy sumamente orgulloso de ti… y a veces pienso que, lo mejor que pude haber hecho en mi vida fue dejarte en brazos de Robert y tu madre… ⏤ confesó. 

Sabina ya había escuchado eso antes, Cho se lo dijo, y en cierto modo no le dolía si no lo comprendía. Tal vez si Jaz se hubiese hecho cargo de ella, entre las tensiones y disputas familiares, ni siquiera estuviera a punto de irse a otro lugar a cumplir su sueño. 

⏤Tal vez no era el momento indicado para conocernos… ⏤ respondió ⏤ no estábamos preparados pero, ahora sí. 

⏤Ahora si ⏤ murmuró su padre. 

⏤¡Sirena! ⏤ escuchó la voz de Cho a lo lejos y ella, al voltear vio a su guapo novio que venía con una sonrisa en su rostro. 

Sabina vio a Jaz y él le hizo una señal de que fuera con él. ⏤ Diviértete, es tu fiesta. 

⏤Gracias Jaz… ⏤ le agradeció la chica, para luego correr hacia Cho y abrazarlo. 

⏤¿Todo bien? ⏤ preguntó el chico sonriente, mientras la envolvía con sus fuertes brazos. 

⏤Sí… ⏤ dijo Sabina tranquila. ⏤ No puedo esperar por ganar una medalla a tu lado ⏤ le confesó, para luego besarle. 

⏤Ni yo… vamos por el oro Sirena… es nuestro turno ⏤ sentenció su novio, para después darle un beso en los labios. 

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