Théa 

Vivir en soledad no era algo que hubiera imaginado en mi matrimonio, pero juro que es lo mejor que me ha sucedido. Tal vez esté siendo un poco dramática de nuevo, pero prefiero esta soledad a una vida al lado de Chez Galán. Aun así, no esperaba que la soledad me afectara tanto, manteniéndome aislada en un mundo que apenas me atrevo a explorar.

Antes de la irrupción de los Karagiannis en mi vida, solía ser una niña alegre y extrovertida. Hacer amigos, charlar y socializar eran cosas fáciles para mí. Incluso, era bastante independiente, siempre emprendía cosas por mi cuenta y me movía de un lado a otro con libertad.

Desde temprana edad, ya era una persona solitaria debido a que mi madre salía temprano para trabajar, dejándome sola en casa. Me preparaba mi propio desayuno, iba a la escuela y cumplía con mis responsabilidades. Por las noches, vendía pulseras hechas con conchas de mar y piedras para ganar un poco de dinero extra.

Cuando mi madre regresaba del trabajo, pasábamos tiempo charlando, limpiando la casa y escuchando música, especialmente tangos que a ella le apasionaban. Recuerdo imaginarla bailando con gracia.

Luego, un día, Karagiannis entró en mi vida. El último recuerdo que tengo de mi madre es despidiéndose de mí en la entrada y recordándome que me amaba. Karagiannis me aseguró que jamás volvería a ver a mi madre, y hasta ahora, ha cumplido esa promesa.

Ese día en que me alejé de mi madre marcó el cambio de ser una persona confiada, extrovertida e independiente a convertirme en todo lo contrario. Experimenté la tristeza, el miedo, la incomodidad y la ansiedad, transformándome por completo.

Inicialmente, intenté mantener la misma Théa que fui en los primeros años de mi vida. Sin embargo, mis hermanas se encargaron de hacerla desaparecer, enterrarla, y ahora soy una mujer insegura, melancólica y llena de tristeza. Me despierto cada día preguntándome si el mundo estaría mejor sin mí, o si simplemente seguiría igual.

Mis hermanas, especialmente Cassandra, me deseaban la muerte, y ahora, empiezo a pensar lo mismo. Si me voy, ¿a quién le importaría? Antonio se ha reconciliado con Lila, tendrán un bebé y yo… simplemente voy por la vida llena de miedo y paranoia, gracias a lo que Chez me hizo en la boda de mi hermana.

Cada día es más difícil que el anterior, pero no tengo a nadie a quien decírselo. ¿Quién me escuchará si estoy sola? A veces sueño con el encuentro que tuve con Pablo, y eso mejora mi estado de ánimo al despertar. Sueño con su hermosa sonrisa, sus ojos expresivos y brillantes, su risa alegre y su voz que me cautiva.

Imagino lo maravilloso que sería tener a un hombre como él a mi lado. Abrir los ojos por la mañana y verlo dormir, pasear juntos, viajar a su lado, escuchar música o simplemente recostarnos a contemplar el infinito. Siento que con Pablo, jamás estaría sola, que él sentiría un vacío si me voy.

Pero nada de lo que pienso es verdad, y simplemente debo admitir mi realidad: estoy sola, casada con un hombre que no me ama y sin nada que ofrecer. Chez apagó la última chispa que vivía en mí y ahora, todo es gris. Creo que estoy a punto de caer en una depresión, si no es que ya estoy en ella.

Recorro los pasillos de la enorme casa y me fijo en cada rincón. Aunque esta casa es lujosa, carece de alma. No hay fotografías que muestren que una pareja recién casada vive aquí, no hay nada que sugiera que el amor habita en este lugar. Solo hay cosas, muebles y lujos, pero no hay alma ni corazón.

Paso los días a la espera de “algo”, aunque aún no estoy segura de qué es ese algo. Por ahora, mis únicos objetivos son sobrevivir, olvidar y resistir hasta que pueda ir a la escuela y comenzar mi educación. Sin embargo, a veces dudo de que lograré hacerlo. Vivir, olvidar y resistir son acciones que no me veo capaz de realizar, especialmente si no tengo ayuda.

Me he vuelto una apasionada de la lectura como una forma de encontrar compañía y evitar el entorno desagradable de mi hogar. Sin embargo, las constantes interrogaciones de Dehlia me sacan de quicio, y no logro sentirme cómoda en mi propia casa. Mi padre le ha otorgado tanto poder a esa mujer que se atreve a cuestionarme sobre el paradero de Antonio y el motivo de su demora.

Intento evadir sus preguntas, simplemente diciendo que está trabajando y que no debería ser tan insolente. Sin embargo, después me arrepiento de mis palabras, y la ansiedad se apodera de mí. Solo el pensar que mis respuestas podrían traerme problemas desencadena ataques de ansiedad, haciéndome sentir terrible durante el resto del día.

La ansiedad constantemente me lleva a ataques de pánico. Revivo una y otra vez el incidente con Chez, y termino llorando bajo la regadera con el agua fría cayendo sobre mí. La ansiedad se intensifica aún más cuando Antonio se va y me deja sola por una semana. Debido a esto, he planeado retener una habitación en un hotel cuando él se marche. Así, evitaré estar sola en casa o tener que lidiar con Dehlia.

Sin embargo, mientras Antonio regresa de ver a Lila, me encuentro en la casa, caminando por el jardín y tratando de evitar todo contacto con esa mujer que me trae loca. Al menos en casa de los Karagiannis, mis hermanas se iban a la escuela y yo me quedaba sola in que me molestaran; aquí, Dehlia, nunca se va. Es en realidad un fastidio. 

 ⎯¿Señora Théa? ⎯Escucho la voz de Cairo, quien me interrumpe justo cuando estoy caminando por el amplio jardín. 

Salgo detrás de un árbol, como si me estuviese escondiendo, y Cairo sonríe, mostrando sus blancos dientes y bien definidos. 

⎯Dime. 

⎯¿Todo bien? ⎯inquiere. 

⎯Sí, sí, claro ⎯respondo, algo temerosa. 

Cairo, voltea a ver a ambos lados del jardín y luego me dice. 

⎯Escuché a Dehlia diciendo en la cocina que subirá al rato a su habitación para preguntrarle sobre el señor Antonio. 

Suspiro. 

⎯¡Ay, no, otra vez no! ⎯ me quejo. 

⎯Lo sé. Dehlia puede ser muy pesada. 

⎯Gracias por avisarme. Ahora tendré que pensar cómo evitarla. 

Cairo se acerca un poco más. 

⎯Yo tengo una idea, pero, no sé si le agrade. 

Sonrío levemente, o más bien, esbozo una mueca. 

⎯Dime. 

⎯Quería invitarla a mi otro trabajo. 

⎯¿Tu otro trabajo? ⎯pregunto interesada⎯ ¿a caso no te pagamos lo suficiente? 

⎯No. Pero está bien. Mi otro trabajo es más divertido y lo hago solo viernes y sábado. En fin, hay una fiesta porque es el aniversario del lugar. Así que quería invitarla, será divertido. 

⎯¿Una fiesta? ⎯expreso, bastante sorprendida. Es la primera vez que me invitan a una. 

⎯Sí. Iríamos un rato, hasta que termine de trabajar y le juro que regresaremos a la casa. Puede decirle a Dehlia que va a alguna renunión de sociedad y así. 

Me quedo en silencio. Sé que es imposible que Dehlia me crea que tengo una reunión de sociedad, pero, es mucho mejor no estar aquí para que ella me cuestione sobre mi marido; uno que no tengo ni idea de lo que está haciendo. 

⎯Bien. Quiero ir ⎯hablo decidida. Mi sonrisa se hace amplia y me emociono como adolescente. 

⎯Perfecto. Entonces la espero en la puerta en diez minutos, ¿le parece? 

⎯Me parece ⎯contesto. 

Cairo me guiñe un ojo y se da la vuelta para irse hacia dónde están la cochera que resguarda los autos. Encambio yo, camino hacia la casa y entró segura en la sala, para después subir las escaleras y dirigirme a mi habitación. Corro al armario y tomo un vestido casual de noche y me visto lo más rápido que puedo; no deseo tardarme y tener que enfrentar a Dehlia. 

Después, cepillo mi cabello largo y rizado y lo acomodo hacia atrás. Tomo mi bolsa, una jacket de mezclilla con pequeños diamantes incrustados en los hombros, y me cambio los zapatos a unas zapatillas cómodas. 

Logro salir de mi habitación sin que haya moros en la costa. Bajo las escaleras a toda prisa cuando, de pronto, Dehlia parece en la entrada, con los brazos cruzados a la altura del pecho y un rostro que refleja su mal humor.

⎯¿A dónde va tan tarde? ⎯inquiere. 

Suspiro. 

⎯Tengo una cena. Nos vemos después ⎯contesto, aún caminando hacia la puerta. 

⎯¿Cena?, ¿con quién? ⎯Insiste. 

⎯¡Hasta luego! ⎯grito, mientras pongo un pie en la camioneta y Cairo cierra la puerta. 

Momentos después, él entra al auto. 

⎯¿Lista, señora? 

⎯Llámame Théa. ⎯Le pido. 

⎯Bien, ¿lista Théa? 

⎯Lista ⎯contesto con una sonrisa. 

Cairo se voltea, y arrancan el auto con propiedad. Cuando estamos lejos de la casa, acelera y pone una música animada para comenzar a crear un ambiente. Yo me río al escuchar el tipo de música. Es una mezcla de ritmos latinos con electrónica. 

⎯¿Exactamente cuál es tu trabajo, Cairo? ⎯pregunto, con curiosidad. 

⎯Pues, es mejor que lo vea usted misma… 

⎯Ya te dije que me hables de tú. 

⎯Cierto. Pues, es mejor que lo veas por ti misma, no quiero que la sorpresa se arruine. 

⎯¿Es algo ilegal? ⎯le pregunto. 

Cairo niega con la cabeza. 

⎯Es un trabajo legal, pero con movimientos ilegales ⎯bromea, para luego reír. 

Yo río con él un poco y luego vuelvo a mi semblante de seriedad. 

⎯¿Qué?, ¿dije algo malo? ⎯pregunta, bastante preocupado, ya que me está viendo por el espejo retrovisor. 

⎯No, no, claro que no. Simplemente me pregunto… 

⎯¿Por qué te invité? ⎯complementa mi frase. 

Asiento con la cabeza. 

⎯¿Te molesta que el chofer te invite a una fiesta? 

⎯No, no, claro que no ⎯admito. 

⎯Bueno, te invité porque creo que últimamente estás muy sola. Desde que el señor viaja por semanas, lo único que haces es estar en casa sola y soportando a Dehlia. Creo que necesitas un amigo. Algún aliado con quien puedas alejarte de todo esto. 

Escucho las palabras de Cairo y me conmueven profundamente. Es la primera vez en toda mi vida que alguien se acerca a mí de esta manera. Sin embargo, ¿debería creer lo que me dice? No debo olvidar que Cairo es un empleado contratado por los Karagiannis y que, al igual que Dehlia, podría informar a mi padre sobre mis acciones. No estoy segura de si puedo confiar en él, aunque internamente, tengo la corazonada de que sí.

⎯No piensas que soy honesto, ¿verdad?

⎯No es eso… 

⎯Lo es. 

⎯Debes entender, Cairo, que todo lo que engloba mi vida está lleno de crueldad y malas intenciones. Me es difícil confiar en alguien después de mucho tiempo. No quiero que pienses que soy mala, solo que me han herido tanto que debo prevenir. 

⎯Lo entiendo, pero te juro que todo lo que te digo es verdad. Quiero ser tu amigo, ser un aliado para ti aquí. Quiero que salgas de tu casa y vivas un poco, que disfrutes aunque sea un poco.

Sonrío. 

⎯Puedes confiar en mí, Théa. En verdad tengo buen corazón. La verdad es que no me gustan las injusticias y sé que tú vives muchas. 

Suspiro. Veo el rostro de Cairo por el espejo retrovisor y siento que su sonrisa es sincera; sé que me está diciendo la verdad. 

⎯Está bien, creeré en ti. 

⎯¡Exclente, Théa!, ahora, ¿preparada para la mejor noche de tu vida? 

⎯Supongo que sí. ⎯Admito, y le doy una sonrisa. 

Pronto entramos a la ciudad y Cairo maneja por las calles con una facilidad que me sorprende. En una esquina damos vuelta a la derecha y de pronto veo una fila de personas esperando a entrar a un lugar. 

Cairo se mete en un callejón, y apaga el motor de la camioneta. 

⎯Nos estacionaremos aquí, así nadie notará la camioneta y no habrá especulaciones. 

⎯Bien ⎯accedo. 

Cairo me abre la puerta, me ayuda a bajar dándome la mano y, me pide que lo siga por el callejon hasta llegar a una puerta que está en la parte de atrás. Tan solo la abre, la música animada llega a mis oídos, las luces neón provocan que cierre los ojos por un instante y entre más caminamos, más personas hay. 

⎯Ven, vamos… te llevaré a la mesa. 

⎯¿Mesa? ⎯pregunto, pero él ya no me escucha, porque hemos entrado justo a la pista y la música ha sobrepasado nuestra voz. 

Torpemente, paso entre la gente. Algunos se percatan de mi presencia y otros simplemente la ignoran, por lo que recibo uno que otro codazo, debido a los movimientos de baile. Cairo y yo nos acercamos a la mesa, y veo cómo toma a una joven entre sus brazos y le da un beso sobre los labios. 

La mujer es bonita, mucho. De rostro un rostro con rasgos finos y una sonrisa encantadora. Es de esas mujeres que tienen vibra bonita y que uno se siente cómoda desde el principio. Al lado de ella, hay una joven rubia, con un maquillaje perfectamente aplicado, y que me hace sentir algo insegura respecto a mi elección de vestuario de hoy. 

⎯Amor, ella es Théa, mi jefa ⎯me presenta y juro que escuchar el título de jefa, me hace sentir verguenza. 

⎯¡Hola! ⎯expresa la chica. Ella se acerca a mí y me da un abrazo y un beso en la mejilla⎯. Soy Pilar Jaz. 

⎯¿No es la mujer más hermosa del planeta? ⎯me pregunta Cairo. 

Juro que verlo de esta manera se me hace raro, sin embargo, me da gusto saber que él es feliz. 

⎯Ella es Jo, mi hermana adoptiva ⎯me presenta Pilar y la joven rubia me sonríe. 

⎯Soy Théa. ⎯Me presento. 

⎯Un gusto. Jo Carter. 

⎯Bueno, me tengo que ir a preparar⎯ habla Cairo, para después verme a mí⎯. Te quedas con ellas, ¿vale? Al rato regreso para seguir festejando. 

⎯Sí, gracias ⎯contesto. 

Cairo le da un beso a Pilar y ella se ríe. 

⎯¡Gritas! ⎯le dice y ella asiente con la cabeza. 

De pronto nos quedamos solas, y Pilar, al ver que no me acerco a la mesa. Ella va por mí y me jala para que me siente con ellas. 

⎯¿Théa, cierto? 

⎯Sí. 

⎯Me da gusto que vengas. Cairo ya me había hablado de ti. 

⎯¿De verdad?, ¿cómo conociste a Cairo? ⎯inquiero. 

⎯Pues, lo conocí en la despedida de soltera de una amiga. 

⎯¿Despedida de soltera? 

Entonces, así como si fuese una palabra mágica, las luces se apagan y un grio unísono se escucha en el bar. Pilar y Jo también gritan, ambas se ponen de pie y se ríen. No tengo idea de lo que sucede, lo único que hago es aceptar la bebida que Jo me ha dado y darle un sorbo. El alcohol entra a mi garganta y yo toso como loca. 

⎯Tómala despacio, te va a gustar ⎯me murmura. 

Así, la música pop comienza a tocar y para mi sorpresa, cinco hombres salen, vistiendo ropas pegadas y bailando de manera sexy. Cairo es el líder. 

⎯¡Cairo! ⎯grito, bastante sorprendida. 

De pronto todo tiene sentido: lo que dijo en el auto y el lugar en el que conoció a Pilar. Cairo, de día, es chofer, por la noche, un stripper. 

⎯¡MÚEVELO MI AMOR! ⎯grita su novia, para luego romper en risas con Jo. 

Me quedo de pie, viendo, atenta todo lo que está sucediendo y no hago más que sonreír. Esto es divertido, ver a todos animar a los bailarines y bailar junto a ellos. Suelto una carcajada cuando uno de ellos se baja y comienza a bailarle a una chica. 

⎯¡Mucha ropa! ⎯grita Jo⎯, ¡ven a bailarnos acá! 

El hombre la escucha y, haciéndole caso, se acerca a nuestra mesa para comenzar a bailar. Sin embargo, se acerca a mí, y comienza a pegarse a mi cuerpo, bailando de manera sexy. 

⎯¡Ea, Théa! ⎯grita Pilar, bastante divertida. 

Sin embargo, yo comienzo a sentirme mal y mi ansiedad llega sin que yo pueda detenerla. El cuerpo del hombre cerca del mío me recuerda a lo que pasé con Chez, y la oscuridad solo hace que tenga miedo. 

⎯Basta ⎯pido en voz baja, pero es evidente que no me escuchan⎯. Basta, por favor, basta, ¡basta!

El hombre se separa y puedo sentir cómo las miradas están sobre mí. Todo me da vueltas y el pánico se ha apoderado de todo mi cuerpo. Me siento mal, el corazón me late como loco y siento que me voy a desmayar. 

De pronto, siento como una mano me toma y me ayuda a caminar lejos de ahí. 

⎯Vamos a que te dé un poco de aire ⎯me murmura Pilar. 

Ambas atravesamos el oscuro lugar y salimos de ahí hacia una terraza, sin antes pasar por la barra para tomar un vaso con agua. El aire frío me pega directo en el rostro y siento que el aire me regresa a los pulmones. 

⎯Respira, ya pasó. 

Doy un respiro hondo y ella me ofrece un poco de agua. 

⎯Lo siento, de verdad. No quería arruinar la noche. 

⎯No pasa nada. ⎯Me asegura.

En ese instante rompo en llanto y Pilar, me da un fuerte abrazo; me toma por sorpresa. Tenía tiempo que nadie me abrazaba, y me hacía sentir tranquila. 

⎯No quería arruinarlo, no entiendo porqué me pasa esto.

⎯Porque tratas de ser fuerte y tu cuerpo te está diciendo que no puede más ⎯me contesta, con una voz melodiosa. 

Pilar huele a lavanda, y juro que su aroma me tranquiliza. 

⎯Ten. Pásalo por tu nariz ⎯me dice, para luego entregarme un aceite que huele a hierbas. 

⎯¿Qué es esto? ⎯pregunto con desconfianza. 

⎯Es aromaterapia. No te preocupes, soy enfermera, sé lo que receto. Lo uso para tranquilizarme después de un día largo o pesado  ⎯habla simpática. 

Sonrío. Tomo el aceite y lo paso por debajo de mi nariz. Respiro profundo y siento cómo el aroma de las hierbas me revitaliza. 

⎯¿Mejor? 

⎯Sí, mucho ⎯contesto. 

Pilar me sonríe. 

⎯Cairo tiene razón. Eres en verdad simpática. 

⎯Gracias. 

⎯Me dijo que tú también quieres ser enfermera ⎯me comenta y yo asiento con la cabeza⎯. Si quieres, puedo ayudarte a estudiar. Yo ya estoy por terminar, pero, mi madre es enfermera también y lo traigo en la sangre. 

⎯No, está bien, no me gustaría molestarte. 

Pilar me toma de la mano. 

⎯No me molesta. Al contrario, siempre es lindo ayudar a las personas que se puedan dedicar a esta profesión. 

Suspiro. 

⎯Muchas gracias por salvarme. De verdad que no sabía qué hacer. 

⎯No hay de qué. Si quieres luego te digo que puedes hacer cuando te dé un ataque de pánico. 

⎯Me encantaría ⎯comento⎯. Eso quiere decir, ¿qué nos veremos después? 

Pilar asiente. 

⎯Si quieres. Digo, Cairo, trabaja para ti y bueno… 

Ahora soy yo la que sonrío. Al parecer, esta noche, Cairo no solo me salvó de Dehlia, si no me dio mi primera amiga, mi primera aliada. 

⎯¿Intentamos volver?, quiero bailar un poco. 

Asiento con la cabeza. 

⎯Volvamos. 

Ambas entramos al lugar y después de encontrarnos con Cairo, comenzamos a bailar. Pilar no se separó de mi lado ni un momento y al salir, a las cuatro de la mañana, y llevarla a su casa, intercambiamos números consolidando así nuestra amistad. 

Cairo se convirtió esa noche en mi aliado, en mi amigo y mi persona de confianza. El hombre que me apoyaría y formaría parte de todos mis planes. Pilar, ella se convertiría en mi mejor amiga, en mi hermana, mi fiel compañera y también en la persona que acomodaría las piezas sobre el tablero, para que tuviese mi final feliz. 

Ambos me ayudarían a olvidarme de mi soledad, de mi mala suerte y me darían las fuerzas para defenderme y enfrentar a mi familia. 

26 Responses

  1. Qué hermoso capítulo 🥰🙏 claro que Thea tiene que tener un final feliz, es solo una victima

  2. Wow que emociónnnn. Me encantó saber de Pilar y Jo jajajajajaja me fascinó, me rei demasiado y quien viera a Cairo, jajajajaja con razon asi de guapo. Me encantó de verdad que si.

  3. Claro que si. Thea tb merece su final feliz. Lo q a vivido estoy segura que sólo la está haciendo más fuerte. Aunq aún no lo vea. Pero q bien todo

  4. Que capítulo tan bonito. Pilar es muy buena persona, Eduardo esta vez hizo bien las cosas.
    Es bueno que Cairo se haya atrevido a invitarla a la fiesta. Ellos serán la mejor ayuda de Thea.

  5. 😍😍😍😍😍 que emoción primero saber de pilar también en estás historias, y por supuesto saber que thea ya está empezando ese nuevo camino que la llevará a tener tranquilidad y felicidad. Con estos nuevos amigos se podrá sentir segura y tener fuerzas para enfrentar todo.

  6. Me alegra mucho que Thea haya conseguido lo que merece, unos buenos amigos que la apoyarán y le harán sentir mejor cuando lo necesite 💖

  7. Justo con Pilar que ha estado rodeada de una gran familia, que buena oportunidad para mi tierna Thea

  8. Thea te mando un abrazo lleno de cariño, fuerza!! Eres una víctima del destino, pero recuerda que al final del tunel hay una luz!!!

  9. Thea empieza a ver la luz su vida ha sido difícil con la familia K, la experiencia con Chez es terrible y Antonio está en otra frecuencia
    Es hora de liberarse y encontró una buena aliada, Pilar!

  10. Que emoción que Thea ya no va estar más sola, claro que tendrás una vida feliz al lado de un buen hombre que te va amar muchísimo 💕

  11. Que alegría que Thea pueda forjar esta bella amistad con Cairo y Pilar, es lo que necesita para salir de tanta soledad… ❤️🥰

  12. Me alegra que Thea ya no se sentirá tan sola, y lo bueno es que Pilar y Cairo son personas de buen corazón 🥰🥰

  13. Piliar, mejor nombre no pudo tener la hija de Jaz. Me encanta como se van rodeando de la familia Ruiz de Con, Canarias, Cho y anexas. Van a resolverlo juntos, saldran de este embrollo Antonio y Thea

  14. Pilar, Jo (♡ . ♡) encontró a buenas personas, que bueno que Cairo es de confianza
    Théa merece un final feliz.

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