Lila
La noche de Navidad fue un éxito, y puedo afirmar que mi familia se sintió a gusto con la presencia de Antonio en casa; y no es para menos. Antonio es verdaderamente un hombre encantador, con una conversación amena y siempre respetuoso y simpático.
Confieso que me recordó a las noches que compartíamos en mi taller, charlando de todo y de nada mientras él me besaba y expresaba lo hermosa que era y las ganas que tenía de estar conmigo para siempre. Ahora, no estoy segura de si fue una buena idea que Antonio viniera aquí.
Luego, participó en la foto familiar, saliendo a mi lado porque, aunque no estemos juntos, él es el padre de Mena y tiene el derecho de estar allí, aunque no sé qué sucederá cuando formalice con Pablo y él también deba aparecer.
El tema de las fotografías se ha vuelto verdaderamente complicado, aunque mi familia no se ha opuesto ni me ha presionado en nada. Yo quería que él estuviera allí, que quedara registrado en ese árbol genealógico de fotografías que mi madre ha creado a lo largo de los años. Quiero que mi hija las vea y sepa que su padre es bienvenido y que no debe preocuparse por eso.
Además, sé que Pablo es un hombre sensato y maduro que no tendría ningún problema con este asunto. Después de todo, Eduardo Jaz ha aparecido en fotografías familiares con nosotros, y Robert comparte la crianza de Sabina, o al menos lo poco que pudieron criarla juntos.
A pesar de ello, mi mente está hecha un lío desde que Antonio regresó. No he querido decirle nada a nadie por miedo a reclamos o regaños, pero es la verdad. Mi corazón está herido y lleno de temores, pero en mi mente, la idea de que Antonio no esté conmigo no tiene cabida. Así que se siente extraño saber que esta noche, después de convivir con todos y mostrarme lo que pudo ser, regresó a su casa con su esposa, dejando solo el recuerdo en el retrato familiar.
Por otro lado, también me siento culpable de que Pablo no estuviera aquí. Sé que prefirió no estar, pero como mi pareja, debería haber compartido la mesa conmigo. Aunque ha estado en muchos retratos familiares, siempre lo hizo como un amigo y nada más, así que esta vez era diferente.
Le expresé mis sentimientos por mensaje de texto mientras disfrutábamos del delicioso postre que mi hermana Sila había preparado para todos. Él me hizo sonreír con su respuesta: “La próxima vez seremos Mena, tú y yo, y el retrato será hermoso”. Sé que lo será.
Después de una noche larga y pesada, me retiro a mi habitación para caer rendida sobre la cama. Ahora mi rutina es un poco más extensa. Me pongo el pijama cómodo, me amarro el cabello en una trenza y aplico diversas cremas y aceites en la piel, especialmente en el vientre. Mi madre me dio una crema para evitar estrías. Me aseguró que ella la usó en sus dos embarazos, y su vientre quedó como nuevo después de cada parto. Realmente deseo seguir el ejemplo de mi madre.
Al acostarme, veo el reloj, que marca las 3:00 a. m., y me pregunto si Pablo está despierto o ya ha dormido. Tengo ganas de hablar con él, de escuchar su grave y encantadora voz, y que me haga reír con sus ocurrencias. Sin embargo, quien entra a la habitación en puntillas, o eso intenta, es mi hermana Alegra, con una sonrisa en el rostro.
⎯No sé si quepamos en una cama matrimonial ⎯le advierto, ya que nuestros embarazos están muy avanzados.
⎯Vamos, necesito dormir con alguien, extraño a Karl.
Sonrío, y le digo que se meta entre las cobijas. Alegra, camina hacia mí, con mucha precaución se sube a la cama y se recuesta con el vientre del lado izquierdo, como debemos dormir ambas.
⎯Lo primero que haré al parir, será dormir boca arriba. ⎯Se queja, mientras trata de acomodarse.
⎯Y yo, comeré chile ⎯expreso, y Alegra se ríe bajito.
⎯De eso no tengo antojo, tengo mi dósis de chile diaria ⎯bromea.
⎯¡Ale! ⎯expreso, y ella ríe un poco más⎯. Tú sabes de lo que hablo. No puedo comer irritantes porque me hacen mucho daño.
⎯Lo sé, es broma ⎯habla.
El silencio se hace entre las dos. Podemos escuchar a mi hermano Tristán, hablando con Ana Carolina, y a mi padre que ya ronca plácidamente en su habitación. Sonrío al escucharlo. Recuerdo que cuando vivíamos en Puerto Vallarta, ese ronquido era mi seguridad. Mi padre, solía viajar para acá una vez al mes, dejándonos por dos semanas con mi madre.
Una vez, recuerdo que anunciaron que un huracán entraría y que era de una categoría alta. Mi madre, aunque no lo mostraba, estaba muerta de miedo. Protegió las ventanas, compró agua y comida enlatada, e hizo todo lo posible por que estuviesemos protegidos. Ese huracán lo pasamos junto con mis abuelos en su casa y por las noches, yo buscaba ese ronquido de mi padre, el que me aeguraba que si pasaba algo, él lo iba a resolver. Todavía lo busco cuando me siento con miedo.
⎯¿Puedo dormir aquí? ⎯Escuchamos en la puerta, y vemos a David en el umbral, vestido con un pijama tan abrigador que parece que trae un abrigo de mink, de esos que le gustan a la abuela.
⎯¿No estás muy grande para dormir con tus hermanas? ⎯le dice Alegra.
⎯No puedo dormir, creo que me cayeron pesados los romeritos. Ya me tomé algo, pero te juro que siento el mole hasta aquí. ⎯Y muestra la garganta.
⎯Vale, pero no puedes dormir en la cama, ya somos muchos ⎯le comento, y él sonríe. Para subirse y recostarse, usando las piernas de Alegra como almohada.
Cuando éramos pequeños, Sila hacía lo mismo con mis piernas, y platicábamos hasta que nos quedabamos dormidos.
Una vez llega el silencio, pero, rápidamente, Alegra lo rompe.
⎯¿Entonces?, ¿nada de chile? ⎯inquiere, y sé que no se refiere al picante.
⎯No discutiré mi vida sexual contigo…
⎯¿De qué estamos hablando? ⎯pregunta, David.
⎯De que Lila y Pablo, nada de nada…
⎯¿Nada?, ¿en todos estos meses? ⎯Exclama, David.
⎯David, Alegra… por favor ⎯contesto, un poco molesta. Yo no me meto en sus vidas íntimas.
⎯Pobre hombre, ha de traer los…
⎯¡Basta! ⎯Les pido, elevando un poco la voz, y sentándome sobre la cama.
Alegra y David hacen lo mismo.
⎯Ya, fuera de broma, ¿no has tenido intimidad con Pablo? ⎯pregunta, mi hermana.
⎯No, no la he tenido. No me siento tan bien como tú, para tener sexo embarazada.
⎯Bueno, eso es válido ⎯justifica, mi hermano⎯, todos los embarazos son diferentes.
⎯Exacto ⎯contesto, dándole la razón a mi hermano.
⎯Bueno, eso sí, pero, ¿has hablado con él al respecto? ⎯sugiere mi hermana⎯. Han tocado temas íntimos como ese. Tal vez Pablo si quiere tener relaciones, o no sé, tienen más cosas que explorar. No es necesario que sea el acto, puede ser de otra forma: besos, manos, boca…
⎯Cabello… ⎯Agrega David.
⎯¿Cabello? ⎯preguntamos ambas y él se sonroja.
⎯¡Qué!, me gusta que me hagan piojito…
Los tres nos reímos.
⎯En fin, ¿nada de nada? ⎯continúa mi hermana.
⎯No, nada. No me siento lo suficientemente sexy para poder desnudarme frente a Pablo y pedirle que tengamos relaciones.
⎯Y, ¿por qué no? ⎯agrega David⎯. Los hombres somos muy básicos. Te puedo asegurar que Pablo está esperando que le des luz verde para poder hacerlo.
⎯¿Crees?
⎯Tiene a la mujer que le gusta, que quiere, frente a él, desnuda…¿crees que para él no es un “win, win”? Un hombre que te ama, no se fija en los defectos, simplemente vive el domingo.
⎯¿Hablas por ti mismo?
⎯Así es… Caro es bella, bellísima. Ella siempre se siente insegura por el lunar rojizo que cubre parte de su abdomen, pero yo no lo veo, solo la veo a ella.
Sonrío. No cabe duda que mi hermano no solo es un buen hombre, si no, al parecer, un excelente novio.
⎯Bueno, aun así, aunque Pablo me vea como la más hermosa, yo no. Incluso, siento que soy una bola de gas y sudor. Sudo mucho.
Alegra me abraza.
⎯Te entiendo. Pero, ¿a tí te gusta Pablo? ⎯inquiere.
Me quedo en silencio y se está malinterpretando porque mis hermanos no me dejan de observar.
⎯¿Qué pasa?
⎯Bueno, que si a mi me preguntan si me gusta Carolina diría en segundos: ¡Claro que sí!
⎯Pues, a mí si me gusta Pablo, simplemente que… estaba pensando.
⎯¿Pensando qué? ⎯insisite Alegra.
⎯¿En qué es lo que me gusta de él?
Alegra sonríe.
⎯Es que, no tienes nada qué pensar. A mí lo que me gusta de Karl, físicamente, son sus ojos, esa mirada azul que fulmina y me pone nerviosa, y su voz. Ese acento que tiene al hablar el español es único. Y sus manos, grandes y seguras. Siempre firmes. Me gusta como cose con sus dedos largos y esa concentración que tiene. Su cabello rubio cayendo por su frente, lo que le hace ser muy sexy. Me encanta la forma en que maneja la situación, como contienen mi caos y me hace sentir agusto con él. La forma en que piensa y actua. Su ñoñez. Es tan ñoño pero lindo. Como se toma el tiempo para explicarme y para amarme. ¡Cómo me ama!, la manera…
⎯Ya, ya, ya, ya nos hicimos una idea. ⎯La detiene mi hermano.
Me río bajito. Sin embargo, no me sirve de mucho, en mi mente me pongo a pensar lo que me gusta de Pablo, y me percato que en todo este tiempo no lo había hecho.
⎯Bueno, físicamente Pablo es guapo.
⎯Hmmm ⎯expresa mi hermano, tratando de que continúe.
⎯Pues, me gusta la forma en qué me abraza. Su voz grave que me despierta por las mañanas. Sus ojos brillantes y de color negro. Sus mnos y la forma en que me hace sentir segura.
Termino mi discurso, y todavía la mirada de mis hermanos es bastante cuestiobale.
⎯¿Qué?
⎯Es todo…
⎯Bueno, entre otras cosas. Son las tres de la mañana, por Dios.
⎯Bueno… ¿qué es lo que te gustaba de Antonio?
⎯Ale, ni al caso.
⎯Venga. Pablo y Antonio deben tener algo en común para que te gusten. No tiene nada de malo.
⎯Por respeto a Pablo no puedo hacerlo ⎯contesto.
⎯¿Tu ves a Pablo aquí? ⎯le pregunta David y él niega con la cabeza.
⎯Vamos… dinos ⎯insiste mi hermana.
Suspiro. La verdad no sé si hacer esto sea buena idea. Las miradas de ambos están sobre mí, esperándo a que lo diga pero, la verdad, es que no sé qué decir.
⎯Tanto Pablo como Antonio son muy diferentes. Cada uno tiene cualidades que me gustan. Pero de Pablo, de él, me gusta la forma en que me hace sentir segura, que me protege, que me hace saber que todo estará bien.
⎯O sea… un acompañante fóbico ⎯comenta David.
⎯¿Acompañante fóbico?
⎯Sí, que te da miedo algo así que quieres a alguien contigo para sentirte mejor. Ya sabes como alguien que te ayude a enfrentar los problemas. Eso.
⎯No, claro que no. Pablo es un gran compañero. Me quiere, lo quiero. Está arreglando el piso para recibir a Mena. Dijo que lo estaba arreglando para la mujer de su vida. Está emocionado por la niña.
Mis hermanos se quedan en silencio, al parecer mis palabras no los convencen. Entonces, David me toma la mano y la acaricia.
⎯Lila, si te lo dice Alegra te molestarás, pero te lo diré yo para que veas que es en serio: si quieres Antonio, ve y díselo.
⎯¿Decírselo?
⎯Así es. Claramente estás enamorada de él. Sé que si te pregunto por las cualidades de Antonio y lo que te gustaba, estarías horas hablando de él. Solo dícielo, sácatelo del pecho, no luches ⎯complementa.
⎯¿Con qué punto? Aunque se lo dijera él está con su esposa, y no hay nada que pueda hacer.
⎯Entonces, ¿si lo quieres, aún? ⎯habla mi hermana, y ahora me arrepiento de haber contestado.
⎯¿Cómo no quererlo si voy a ser la madre de su hijo? El amor existe pero en otra forma.
David sonríe.
⎯Siempre has sido buena para evitar las preguntas incómodas. Pero, hay muchas madres que tiene hijos de hombres casados, y no los ven como tú ves a Antonio. Así que esa respuesta, es totalmente inválida. Si aún lo quieres, di la verdad.
⎯La verdad es que Pablo y yo lo estamos intentando. Y estoy segura de que Mena y yo podemos ser felices con él. Es un buen hombre. Me quiere, me respeta, yo lo quiero y me siento a gusto con él.
⎯Pero, no lo deseas ⎯interrumpe, Alegra. Y sé que en eso tiene razón. Aún no deseo a Pablo de esa manera.
⎯Y qué, ¿está mal? ⎯inquiero.
⎯Ahora no, pero a la larga, no estará bien. Mira, por más que Pablo sea tierno y amoroso, él es un hombre, y todos, mujeres y hombres, tenemos necesidades. Pablo, siempre ha estado por ti, desde que son pequeños, y no es justo que lo uses ahora solo porque quieres tener una seguridad.
⎯¿Tener una seguridad?
Alegra, se acomoda, recargándose sobre la pared, y me ve a los ojos.
⎯No es reclamo, ni nada, pero, siempre has sido una persona que necesita sentirse segura para poder continuar. Antonio, fue la primera vez que te soltaste, que te dejaste llevar y sientes que fallaste, por eso regresaste a la persona que sabes que siempre estará ahí: Pablo.
⎯Claro que…
⎯Lila. Es válido que te sientas así: insegura, confundida, con el corazón roto. Pero Pablo no puede ser tu acompañante fóbico por el resto de tu vida. No, cuando sabes que está enamorado de tí y que ahora no es un chico de quince años, si no un hombre, que búsca algo más que tomarse de las manos e intercambiar besos castos. Hoy, el embarazo es el pretexto, pero, ¿mañana?, ¿qué le dirás cuando él te pida algo más?
⎯Solo quiero una oportunidad con Pablo, siento que es nuestro momento.
⎯No lo es. Nunca lo será. Porque Pablo no es la persona que buscas para rehacer tu vida. Es Antonio. Él despertó en tí el deseo, la aventura, la pasión… te hizo sentir lo que nunca te habían hecho sentir y Pablo, no lo despierta en tí. Ponte a pensar en lo que le harás a él… le estás quitando la oportunidad de conocer a alguien que se sienta con él cómo tú te sientes con Antonio.
⎯Me sentía ⎯contesto, enojada⎯. Me sentía Alegra, porque ya no es así. Solo es el padre de Mena.
⎯Pero Pablo no es ESA persona que estás buscando. No lo es. Así que antes de hacerle creer, una vez más, que vivirán felices para siempre, mejor, pregúntate, ¿es Pablo la persona a la que quiero ver cuando despierte todo los días?, ¿es a él a quién extraño?, ¿es Pablo, la persona con la que deseo tener más hijos?, ¿será Pablo la persona por la que quiero luchar?, ¿con la que quiero envejecer?, ¿con la que quiero desayunar, comer y cenar todo el tiempo?, ¿la que quiero que me toque siempre?
Me quedo en silencio. Odio que mi hermana me dé sermones, sobre todo cuando ella tampoco es nada experta en el amor. Sin embargo, tiene muchos puntos válidos, que me vuelven a encerrar en el cuarto de confusión que me siento ahora.
¿Por qué Antonio tenía que complicar las cosas?, ¿por qué no me dijo la verdad?, ¿por qué me fui con él esa noche? No puedo decir que si no lo hubiese conocido, mi vida sería mejor, porque si no, no hubiese llegado mi Mena.
Me acaricio el vientre, y siento como mi hija se mueve.
⎯Lo intentaré con Pablo, está decidido ⎯sentencio.
Alegra y David se ven a los ojos pero, no dicen nada.
⎯Sila tenía razón, no todos podemos tener una historia de amor como los abuelos.
⎯No, porque nuestras historias de amor están destinadas a ser diferentes ⎯alega, David⎯. Mi único consejo, Lila, es que disfrutes tu historia de amor, y dejes de buscar la de los abuelos. Por más que mi sobrina lleve el nombre de la abuela, no tendrás la historia de amor de ellos dos. Por más que yo me llame como el abuelo, no tendré su historia de amor. Todos encontramos el amor en diferentes formas, y tenemos que disfrutarlo. Disfruta las lágrimas, el insomnio, las risas, el sufrimiento, la confusión, el enamoramiento, el proceso. Disfruta esto que estás viviendo porque será único. Así como Alegra disfruta su historia con Karl, y yo con Carolina.
⎯¿Cómo sabes que Carolina es tu alma gemela? ⎯le pregunto.
Tristán encoge los hombros.
⎯No lo sé. Pero disfruto lo que vivo a su lado. Nada es seguro en esta vida, hermana. Ni siquiera el amor. Esta familia a veces cree mucho en el destino, en tener historias de amor maravillosas. Pero, es un engaño. Son historias simples de amor. Un chico, conoce a una chica, tienen algo en común y viven felices. Lo que lo hace mágico, es la forma en cómo lo vivimos. En cómo el abuelo relataba lo que sintió cuando vio a la abuela. Cuando papá y mamá relatan el nacimiento de Sila. Lo que vimos nosotros cuando Sila regresó a la vida por Moríns. Es magia, pura magia ⎯contesta⎯; pero en el fondo. Solo son dos personas que se quieren y viven el momento.
Sonrío. David siempre tan libre, tan él, tan lleno de paz y conocimiento.
⎯Han de pensar que soy la peor de todas ⎯ les digo.
⎯No, claro que no. Simplemente te recomendamos que no por imitar el pasado, te pierdas tu propio presente. No vivas una historia de amor ya vivida. Porque será muy tarde, después, para que vivas la tuya. Suelta y déjate llevar. Si es a Pablo aquién quieres, quiérelo, pero hazlo bien, no a medias, ¿entiendes?
Asiento con la cabeza.
⎯Todo estará bien, Lila. Todo. El final será bonito. Te lo aseguro ⎯me murmura David.
⎯Eso espero… ⎯murmuro, mientras acaricio mi vientre, pensando en él.
Gracias Ana por ayudar a cada personaje a crecer, aprender, madurar
Me encanta como los hermanos le hacen ver a lila como va hacer la vida de pareja si está con alguien que no ama solo por darle la oportunidad a Pablo que siempre está para ella cuando lo necesita pero ese no es verdadero ❤️❤️❤️❤️ amor la pusieron a pensar
Lila quiere su historia de amor y como “no se dió” con Antonio, se inclinó a lo seguro -Pablo-📌
No la veo como que necesite de un compañero para seguir, no, no lo necesita; pero Lila anhela su historia de amor y cree poder tenerla con Pablo al ver a Antonio inalcanzable al estar casado.
Wow David me encanta como se expresa, siempre tan sabio. Y espero no me caigan todas encima pero la verdad en este capitulo me dio rabia con Lila, porque se empeña en obligarse a querer a Pablo por solo sentirse segura y no defraudar a los demas otra vez. No es necesario que tenga a un hombre al lado, sino puede volver con antonio por ahora es super Valido, el esta casado, la engaño y no puede pretender que ella lo reciba con los brazos abiertos. pero tampoco me gusta que se aproveche de los sentimientos de Pablo, pero bueno es su manera de hacer las cosas. Sorry 🙈🙈🙈🙈🙈 reitero solo aca me dio como rabiesita no mas jajajajaj
No te voy a caer, solo decir que estoy totalmente de acuerdo contigo, Pablo tampoco se merece a su lado una mujer egoísta como lo está siendo lila en este instante, al final cuando acepte que ama aún a Antonio entonces lo va a dejar y él que? Cuando ella con quién más debe ser sincera es con Pablo.
Ay me hicieron llorar, 😭😭😭 tanta verdades en este capitulo, David Tristán es un hombre excepcionalby Alegra es una mujer que ha aprendido de las experiencias 🤭
Que bueno que sus hermanos le hagan ver a Lila que debe dejarse llevar y vivir lo que realmente su corazón siente… ❤️❤️❤️
David tiene mucha razón, ame su discurso. 🎯🎯
David heredó la sabiduría de su abuelo… Lo leo y pienso en él, es muy linda persona. Por otro lado Lila tiene que ser sincera con ella misma primero y no buscar soluciones a sus miedos porque eso solo la alejará de quién realmente ama y la ama. Pablo sabrá entenderlo, pero no es adivino. Ella tiene que decirle.
La intervención que necesitaba Lila. David y Alegra se sinceraron y dijeron lo que tenían que decir, será necesario que Lila se tome su tiempo, vea por el camino que transita y tome decisiones.
Lila necesitaba esa dosis de verdad, seguro en el fondo lo pensaba sólo que sus hermanos lo dijeron, y cuando uno lo dice es diferente, Pablo se merece lo mejor, espero sean sinceros ambos, y que pase lo que tenga que pasar.
Me gustó mucho este capítulo, me hizo reír y la forma en como llevan a Lila sus hermanos a polo tierra es única, siempre tú sabes cómo desenmarañar ese nudo de amor que se forma en tus historias
Bello momento entre hermano =) aconsejando a su hermana y vaya que el mas pequeño es todo un buen consejero =) ojala que Lila tome en cuenta lo que le dicen, lo medite y decida para bien.