Alegra
-Semanas después –
Las vacaciones han llegado a su fin, y es momento de regresar a Nueva York, al lado de Karl, para abordar los últimos detalles antes de que lleguen los bebés y nuestra vida experimente un cambio radical; es el inicio de una nueva etapa.
Mi tiempo en Madrid fue verdaderamente placentero. Pude disfrutar de la compañía de mis hermanos, recorrer las calles tan familiares y, sobre todo, reunirme con mi abuela, quien, para mí, sigue siendo tan hermosa y fuerte como siempre, a pesar de sus propias palabras que sugieren que cada día se mueve con menos agilidad.
Las lágrimas fueron una constante. Desde las primeras horas de la mañana hasta el momento en que abordé el avión con mis padres, quienes decidieron acompañarme para estar presentes en el ultrasonido de los bebés. Las despedidas fueron especialmente emotivas, especialmente al separarme de mi hermana. Es probable que la próxima vez que nos veamos en persona sea después de que dé a luz; las circunstancias de mi propio embarazo avanzado podrían hacer difícil un encuentro antes de ese momento.
Le prometí a mi hermana que estaría a su lado cuando diera a luz, que sería la tía Alegra, cuidándola desde el primer minuto de su maternidad. Sin embargo, nunca imaginé que estaría embarazada al mismo tiempo, y menos aún que ambos serían gemelos monocigóticos, y que ambas viviríamos en diferentes ciudades.
Lila y yo siempre hemos compartido todo, desde nuestro nacimiento. Hemos compartido hogar, escuelas e incluso ropa. Ahora, cada una ha trazado su propio camino, tiene su propia vida y escribe su propia historia, y esto solo intensifica mi añoranza por ella. Solo deseo que le vaya perfectamente bien y anhelo con todo mi corazón que nuestros bebés se conozcan pronto.
El pensamiento de que Davide y Mäel tendrán la oportunidad de conocer a su prima, que será mayor que ellos por algunos meses, me llena de emoción. No solo porque siempre tendrán edades cercanas, como David y Daniel, sino también porque ella y yo compartimos la experiencia del embarazo. Imagino con alegría que serán grandes amigos, siguiendo la tradición de cercanía que comparten mi hermano y mi primo.
No obstante, lo que sigue, ahora me toca a mí vivir esto con Karl, terminar el embarazo y comenzar una vida llena de pañales, biberones, risas y ternuras. Después, podré intercambiar con mi hermana consejos, podremos quejarnos de la maternidad y enviarnos fotos de nuestros bebés; mis momentos con Lila, aún no terminan.
Así, después de once horas de vuelo y un aterrizaje un tanto brusco debido a la nevada del día anterior, finalmente llegué a Nueva York con tres kilos de más, un vientre más abultado que cuando me fui y el corazón rebosante de felicidad, una alegría que compartiré con Karl en cuanto lo vea.
Dado que viajé con mis padres, Karl decidió esperarme en casa con una cena caliente, la chimenea encendida y muchas ganas de besarme. En nuestras conversaciones telefónicas, me expresó cuánto me había extrañado. La emoción y los nervios por verlo aumentan mientras el auto se acerca a territorios familiares.
Mis padres, por su parte, se alojarán nuevamente en el Penthouse de mi tía Ainhoa. Aunque rentaron un auto para movilizarse mientras estén aquí y disfrutarán de la cena en casa, por unos días no me transportaré en metro. A pesar de mi agenda llena hasta marzo con varios contratos firmados el año pasado, estoy encantada.
Me esperan campañas con artistas destacados, celebridades, ganadores de premios Óscar y cantantes de renombre internacional. Mi hermano David enloqueció al enterarse de que trabajaría con la cantante Rosalía, ya que es un gran fan de su música. Realmente me siento importante y estoy agradecida de que mi trabajo ideal esté en pleno apogeo. Aunque ahora, lo que más me importa es mi hogar, mi relación con Karl y mis preciosos bebés. Al parecer, al sentir que su padre está cerca, los pequeños comienzan a moverse.
—Llegamos —Escucho la voz de mi padre.
Yo estoy bastante cansada, así que dormité un momento con el movimiento del auto, así que abro los ojos y al ver la fachada de mi casa, sonrío. Abro la puerta, emocionada, y bajo del auto.
—Cuidado, mija, que las aceras están resbalosas —me dice mi mamá.
Me bajo con cuidado, pero con prisa y comienzo a caminar, lo más rápido que puedo, hacia la puerta de mi casa. Antes de insertar la llave en el picaporte, me arreglo un poco el cabello, me pongo brillo labial, y lo hago.
—¡Karl!, ¡Amor! —Expreso.
Karl baja las escaleras corriendo, vistiendo unos vaqueros azules y un suéter de cuello largo de color blanco, que marca cada músculo de sus brazos y su pecho.
¿Es posible que me esté excitando en este instante?
—¡AMOR! —me saluda, y se acerca a mí dándome un abrazo.
—No tienes idea lo mucho…
—Te juro que yo no sabía —interrumpe mi saludo.
—¿No sabías? —pregunto, pero la respuesta se devela ante mí.
—¡AHÍ ESTÁ MI NUERA FAVORITA! —Un grito irrumpe en la habitación, y al escuchar la voz, me paralizo.
—¡Oh no! —murmuro.
—¡Oh yes! —responde, y no de una forma sexi como suele pronunciarlo en el sexo.
Me separo de Karl y volteo, para ver a Simone de pie en el umbral de la puerta de la sala.
—¡TE VES HERMOSA CARGANDO A MIS NIETOS!
Simone se acerca a mí, estirando las manos y con una sonrisa que, en lugar de darme alegría, me da miedo. Mi primer instinto es proteger mi vientre con mis manos, pero, ella ya tiene las suyas sobre él.
—Mis hermosos, nietos. Estoy tan feliz.
Sonrío, disimuladamente.
—Qué sorpresa —hablo.
—Lo sé, pero eso era lo que deseaba, una sorpresa.
—Y sí que lo fue. Llegó hoy por la mañana —murmura Karl.
—¡Vaya!, sí que sabe cómo lograr las sorpresas.
—Soy una experta.
—¡Oh por Dios, eres tú! —Se escucha la voz de mi padre, y todos volteamos a ver a la entrada— ¡Qué haces aquí!
Simone se queda en silencio. Al parecer, la tomó por sorpresa, porque el tono de piel blanco ha pasado a pálido, y ha abierto los ojos.
—David Canarias.
—Así es, soy David Canarias. Gracias a tu jueguito mi padre casi me deshereda, perdí a una buena amiga que tenía potencial para novia. ¿Sabías en los problemas me metiste? Perdí el contacto con Dione después de lo que hiciste, sus padres me prohibieron hablarle.
—¿Tenías una novia llamada Dione? —pregunta mi madre, bastante impactada.
—No, pero pude, pero la señorita Gabrielle Russo se le ocurrió intervenir y meternos en problemas.
—¿Meterlos en problemas? —pregunta Karl, volteando a ver a su madre.
—¿Gabrielle? —pregunto.
—Es el segundo nombre de mi madre —agrega Karl.
Simone no dice nada, simplemente se queda sin palabras y decide que lo mejor es encoger los hombros.
—Bueno, eso ya pasó.
—Claro que pasó, y de la peor forma.
—¿De qué hablas papá? —pregunto.
Cuando me dijiste Simone Johansson, nada me vino a la mente. Si me hubieses dado su segundo nombre, te hubiese dicho todo el problema en el que ella nos metió por un berrinche. Fue un problema de talla internacional. Tu abuelo, casi se muere de un infarto.
—¿Pues qué pasó? —pregunta mi madre. Aunque la veo más preocupada por el chisme, que por la situación en sí.
—Pasó, que la señorita Gabrielle no estuvo feliz cuando en lugar de en ella, me fije en su amiga. Así que, el día que salimos los tres, cuando fuimos a un viaje en Tarragona.
—Cuándo la madre de Karl estuvo de intercambio —complemento.
—Algo… así —murmura la madre de mi novio, y ahora sé que posiblemente lo que me contaron, no fue la versión verdadera.
—¿Les dijiste que fuiste de intercambio? —pregunta mi papá.
—Pues…
—No hubo ningún intercambio, bueno, al menos no con ella.
—¡David, sé serio! — expresa mi madre, aunque se ríe bajito y se sonroja.
—David… creo que ya somos adultos y no es necesario.
—No, si es necesario. Usted se portó muy mal conmigo por ser hija de mi padre, así que creo que merece que la verdad salga a la luz. Vamos papá, dinos.
—Y con detalle… —Agrega mi papá.
Entonces, mi papá suspira, se tranquiliza y ordena sus palabras.
—A Dione la conocí en Madrid, llegó de intercambio a la escuela donde yo estudiaba, me gustó de inmediato y decidí hablarle y entablar una relación. Todo iba bien. Dione y yo parecíamos perfectos el uno para el otro. —Voltea a ver a mi madre. —Sabes alma, que eres el amor de mi vida y en ese momento, tú y yo…
—Solo continúa el chisme, Canarias —le pide mi madre—. Lo que no fue en mi año…
—Bueno, solo era por aclarar. No vaya a ser que otra vez Simone arruine mi vida amorosa.
Simone, cruza sus brazos a la altura del pecho, y ve hacia el suelo.
—En fin. Todo iba bien, pero, Dione tenía a su mejor amiga, Gabrielle. Quién llegó unos meses antes del verano para pasar tiempo con ella, ya que no se sentía muy segura de contraer matrimonio con el hijo del embajador. —Mi padre pausa—. Lo siento, Karl.
—No hay problema —responde él.
—Yo amaba a tu padre, solo que…
—¿Un David Canarias se te atravesó en el camino? —agrega mi madre, divertida.
—Gabrielle llegó y desde ese punto, todo fue un problema. Era evidente que yo le gustaba, y trató por todos los medios de involucrarse conmigo.
—No todos los medios, no exageres —habla, en un tono de molestia.
—En fin. Dione y yo íbamos a dar un paso grande a nuestra relación y para hacerlo decidimos viajar a Tarragona, a un festival de cine, a Dione le encantaba el cine y me dijo que deseaba ir. Sería este viaje el primero que haríamos y ahí me le declararía. Sin embargo, cometí la estupidez de comentarle eso a Simone, y ella me dijo que tenía el lugar perfecto. Así que, me engañó, dijo que nos había rentado un yate para que pudiese decírselo ahí pero, era el nuevo yate de los padres de Dione.
—¡QUÉ! —expresa, Karl—. Pero tú nos dijiste que él te dejó en el yate, a tí, después de… —Y Karl guarda silencio.
—¡QUÉ!, por supuesto que no. Ni siquiere estuve con ella esa noche. Ella se quedó en tierra, mientras yo caí como imbécil. Al día siguiente, reportaron el yate como robado, ya Dione y a mí nos cogieron al regreso. Pasé unas horas en la cárcel esperándo por mi padre a que me sacara y los padres de Dione no le dejaron volver conmigo. Supongo que Simone sabrá el resto de la historia. Mientras estuve ahí, fui cuestionado de manera agresiva por personas que me acusaron de todo, incluso de propasarme con Dione – no entraré en detalles. Yo solo quería pasar tiempo con ella y por el berrinche de Gabrielle, casi me culpan de algo que no pasó.
La madre de Karl quiere desaparecer. No sé si pensó que todo lo que les dijo a sus hijos se revelaría como una farsa o tal vez, nunca pensó que la hija de el mismo David Canarias se presentaría en su puerta.
Creo que ahora entiendo todo, el porqué quería que me alejara de su hijo.
—Ahora entiendo todo —comenta Karl—, ¿por eso no querías que Alegra fuese mi novia?, ¿por esto? —Al parecer, él me leyó la mente. El silencio Simone no hace más que afirmar la situación—. De verdad, eres increíble, madre.
—Si que lo es —expresa mi padre, bastante molesto.
—Entonces, ¿todo lo de Raúl Archer y eso? —continúo.
—Me lo contaba Dione… —habla al fin Simone.
—Y, ¿la carta?, esa dónde te decía que te amaba y todo eso —agrega Karl.
—¿Carta?, yo no escribo cartas. Llevo más de veinte años casado con Luz y jamás le he escrito una. Eso también lo inventaste.
—Bueno, sí. Tal vez exageré en los detalles —admite, tratando de hacerse la graciosa.
—No, no exageraste. Me metiste en problemas graves y mi padre tuvo que hacer muchas llamadas para evitar que esa noticia saliera al público y que arruinara la reputación de mi familia. El padre de Dione, era un empresario muy importante y reconocido, y sabes Simone, que la reputación era lo más importante para él. Le prohibió a su hija verme, me acusó de ladrón y amenazó a mi padre con otras cosas. Por desgracia, mi etapa de mujeriego no me ayudaba mucho, y eso se prestaba a más cosas. —Mi padre la ve a los ojos—. Lo peor de todo, es que usaste esa información para hacer menos a mi hija. Se lo dijiste y ella sintió verguenza de mí, pensando que yo estaba arruinado su relación con el hombre de sus sueños y me sentí mal. Ahora me siento peor.
—No papá —murmuro. De pronto, el ambiente se puso pesado y melancólico.
—Lo siento, pero ahora soy yo quién no quisiera que mi hija compartiera espacio con una mujer como tú. Así que te pido que te retires de aquí o seré yo el que me vaya.
—¿David? —pregunta mi madre, ya tomando todo esto en serio.
El silencio es en realidad pesado, cargado de confusión y de enojo. Karl no dice nada, mucho mejos Simone. Supongo que mi pareja no sabe que reaccionar.
—No puedo quedarme con una mujer así. Así que, lo siento, pero me retiraré. Sé que teníamos una cena… pero no será posible. —Mi padre me sonríe—. Nos vemos mañana en la consulta, Ale.
—Pero papá…
—No te preocupes, todo está bien —me anima mi madre, y toma a mi pade de la mano.
Mis padres me dan un beso sobre la frente, acarician mi vientre y después salen de la casa. Tanto Karl como su madre están sin palabras y él me aprieta la mano con fuerza. Quiero contestarle y reclamarle por lo que le hizo a mi papá, lo que me hizo a mí. Sin embargo, es Karl quien habla primero.
—Eres increíble, madre. Ahora no sé si estás aquí de buena voluntad o por otra cosa .—Me jala ligeramente—. Vamos.
Ambos subimos las escaleras dejando a Simone en la sala, sola. Al parecer, mi llegada a Nueva York no fue como la que esperaba, y la relación de los Canarias con los Johansson, pendía de un hilo y la rivalidad, podría costarme mi final feliz.
Jajajajaja, esa Simone es tesa.. Que mujer más sisañera 😱😱
Picaflor en modo furioso
Uy no que tipeja🧐🧐
La Simone con las sorpresas que vino, inclusive nosotras, culpando las picafloreadas de David🤭, y él era inocente
Esa vieja metiche nunca me ha caído bien, es odiosa, envidiosa y mentira 😠
Wow mis reacciones son modo Luz… Pero ahora quiero más chismecito
Que horror de mujer! Karl es un afortunado de ser el gran hombre que es rodeado de tanta locura.
Queeeee???? Todo fue un invento por envidia??? Ay no lo puedo creer… mucha vieja desgraciada, hija de su madrecita. Y fue tan descarada q le hizo la vida imposible a Alegra y usando a la amante del marido y ex del hijo jajajajajajajajajaja… si q es una joyita jajajajaaja. Que locura.
Si inventó una historia y la mantuvo por tantons años, es mejor evitar a esa mujer y mantenerla lo mas lejos posible.
Que guardadito lo tenías eh Simone!! Pero zas!! Que no contabas con Picaflor Canarias! Cómo balde de agua fría… Todo se acomoda, espero que eso no te cueste la nueva relación con Karl y tus nietos.
Esta señora es de no creerse está poniendo en riesgo convivir con sus nietos si ya de por si con los hijos es difícil 😡😡😡 mucho picaflor mucho que bueno que descargaste todo y la pusiste en su lugar 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼