Vaqueros negros apretados, camisa del mismo color y una chamarra de cuero encima, es el conjunto que escogí hoy para ir a la cita con Luz. Debo confesar que me vi mil veces en el espejo antes de estar seguro de que todo estaba perfecto, desde la ropa hasta el cabello, pasando por la loción, el aliento y bueno, una que otra cosita indispensable. 

La verdad, nunca he tenido una cita formal con una mujer, nunca. Desde que recuerdo siempre ha sido rápido y pasajero, sin formar vínculos o relaciones que me mantengan ahí. Siempre es lo mismo conmigo, ir a bar, conocer a una chica, una que otra palabra al oído, besos discretos para terminar en su piso y tener sexo, fin de la cita, no más. 

Así que la emoción de saber que por fin experimentaré lo que era una cita de verdad, me movió como nunca en la vida, sobre todo porque sería con Luz, esta mujer que se había metido en mi pensamiento, sangre y huesos, y que sospecho que siempre debió ser así. 

El plan de hoy es sencillo. Una cena en un restaurante bonito, un paseo por el parque mientras tomo su mano, tal vez llevarla a bailar o no sé. Sin embargo, de una cosa estaba seguro, la besaría mucho, porque extraño sus labios, sus besos, su aroma a lavanda… la extraño a ella. 

Sin embargo, al llegar a su piso, todo mi plan se fue por la borda cuando, al abrir la puerta, su rostro me indicó que no la estaba pasando bien. El color rojizo de su nariz me distrajo un poco de la blusa color rosa mexicano y de los vaqueros negros perfectamente entallados a sus piernas, se ve hermosa. 

⎯¿Todo bien?⎯ le pregunto. 

⎯Sí, solo es alergia estacio…⎯ y un estornudo interrumpe⎯ nal. 

¡Mierda!, no puedo creer que el polen esté arruinado esto, pienso. 

⎯¿Te sientes bien?⎯ insisto mientras me acerco a ella. 

⎯En óptimas condiciones para ir a donde quieras que vaya⎯ habla con una voz gripada, para después volver a estornudar dos veces seguidas. 

Entro hacia su piso, cierro la puerta y en seguida toco su frente⎯ ¿Segura?, creo que tu cuadro de alergia es fuerte. Ojos llorosos, nariz roja, no, no señorita, sus medicinas y a la cama⎯ le ordeno, como si fuera mi paciente. 

⎯¡Ño!⎯ escucho de su parte, y trato de no reír ante su voz gangosa.⎯ Me siento, me siento… ⎯ y vuelve a estornudar fuerte.⎯ ¡Ño!⎯ dice quejándose⎯ yo moría por salir contigo. 

Sonrío de inmediato.⎯¿Morías? 

⎯Dije quería⎯ se retracta, para luego sonarse la nariz. 

⎯No, no, no, dijiste morías, pero eso me hace muy feliz porque, yo también moría por salir contigo⎯ le confieso. 

Luz se sonroja y ahora el color de su rostro es igual al de su nariz⎯ entonces vamos. 

⎯No, no, no podemos salir Necedades, allá afuera te espera un mundo de polen y estarás incómoda. Mejor, nos quedamos aquí, pediré comida, vemos una película y posponemos la salida para otro día. 

⎯Mira Canarias, no es para tanto… puedo salir, solo que la medicina debe hacerme efecto y ya ah, ah… ⎯ estornuda. 

Curso los brazos a la altura de mi pecho y me impongo.⎯ Cama o sofá, Necedades⎯ le ordeno⎯, ¿comida china?⎯ pregunto. 

Luz se va decepcionada hacia el sofá y se sienta con el pañuelo sobre la nariz⎯ Sí, pero nada que contenga carne roja, preferiblemente vegetariano⎯ comenta. 

Despego mi mirada del móvil y la veo a los ojos⎯¿eres vegetariana?, ¿desde cuándo? 

⎯Desde que soy pequeña. Soy alérgica a la carne roja, así que mis papás me quitaron toda a carne… en pocas palabras todos los Ruiz de Con somos vegetarianos. 

⎯¿De verdad? 

Jamás me pasó por la cabeza que los Ruiz de Con fueran vegetarianos… o tal vez nunca puse atención a su comida.

⎯Bueno, no me quiero arriesgar, mejor pediré pizza y pasta… ¿Qué te parece?, y vemos una película por cable. 

⎯No tengo cable, tengo un canal de películas de terror, tan malas que son buenas⎯ contesta. 

Sonrío, al parecer la cita que tenía planeada no era como esperaba, pero supongo que lo que importa es pasar tiempo con ella. En otras circunstancias, y si no me importara, ya me hubiese ido a otro lado para seguir con el plan. Sin embargo, me gusta, me gusta mucho y lo único que quiero es pasar mi tiempo con ella. 

Así, ordeno la comida, le preparo un té que me ha pedido, y voy a sentarme a su lado para comenzar a ver la película.⎯Pronto vendrá la comida⎯ le digo, y ella sonríe⎯¿te sientes bien?, ¿estás cómoda?, ¿más pañuelos?

Luz niega con una sonrisa⎯ estoy bien, doctor Canarias⎯ luego acaricia mi mejilla⎯ lo siento, en verdad no tenía planeado esto, pero mi medicación no hizo efecto como yo pensaba. 

⎯Tranquila⎯ le respondo⎯, solo quiero pasar tiempo contigo… no me importa si es aquí o en un restaurante carísimo, en el cual reservé mesa. 

⎯¿En serio?⎯ pregunta, preocupada. 

⎯No, es broma⎯ respondo entre risas, para luego besar su frente. 

Ambos quedamos viéndonos frente a frente y yo me atrevo a colocar su cabello detrás de su oreja. Puedo sentir como mi corazón late fuerte pero tranquilo, los labios me cosquillean, y  mis deseos de besarla aumentan. 

⎯¿Qué pasa?⎯ pregunta, con esa voz tierna y tan chistosa que trae hoy. 

⎯Te ves hermosa, Luz ⎯ confieso. 

⎯Gracias⎯ responde en un murmuro. 

Toco su rostro y paso mi dedo por su nariz⎯ hasta tu hermosa nariz rojo combina contigo hoy… hace juego con el rubor de sus mejillas cuando te sonrojas. Eres bellísima, no sé si te lo había dicho, pero debí hacerlo hace mucho tiempo atrás… eres en realidad hermosa. 

Puedo ver como Luz pasa saliva, luego esquiva mi mirada y no sé si es para sonrojarse o para estornudar. Así, ella vuelve a verme y acerca su rostro al mío para darme un beso. Sin embargo, cuando nuestros labios están a punto de juntarse, ella me detiene. 

⎯Espera⎯ pide, para luego alejarse y estornudar⎯, mierda⎯ murmura⎯, lo siento. 

Me río bajito⎯ me muero por besarte, pero creo que lo adecuado es no besos por ahora. 

Ella me ve apenada.⎯ Si quieres, te puedes ir… no pasa nada, estar con una persona así no es divertido. 

Niego con la cabeza, la abrazo fuerte y hago que acomode su cabeza sobre mi hombro⎯ ¿de qué canal hablabas?⎯ le pregunto, mientras tomo el control de mando. 

⎯David… ⎯ murmura. 

⎯Nada, el doctor Canarias está aquí para cuidarte… ⎯ le comento, para después encender la televisión. 

***

Jamás había visto tantas películas de terror tan malas en mi vida, pero los comentarios de Luz las hicieron tan divertidas que podría haber visto miles más. 

Poco a poco Luz comenzó a sentirse mejor, y al final de la noche  era completamente otra. Las horas se me pasaron rapidísimo, y cuando menos me di cuenta, ya eran media noche. 

Así, volteo a ver a Luz y toco su frente con mis labios.⎯ Ya te ves mejor Necedades, parece que la medicina te ha hecho efecto.

⎯Tal vez fue la pizza⎯ bromea, y me sonríe.⎯ Perdón, si arruiné la cita, si me aceptas, puedo darte otra fecha. 

⎯¿Ah, sí?, y, ¿cuándo sería?⎯ inquiero, para besar de nuevo su frente con ternura. 

⎯¿Qué te parece mañana?, o, ¿ahora? 

⎯¿Ahora?⎯ pregunto algo confundido. 

⎯Bueno, soy las 12, así que prácticamente es mañana… 

⎯Dentro de unas horas me parece bien⎯ comento, para luego besar ligeramente sus labios y quitarme estas ganas locas de probarlos.

Luz echa su cuerpo un poco para adelante y puedo sentir como el deseo lo recorre, y no voy a negar, pero mi cuerpo también reacciona. Sin embargo, me detengo al acordarme que Luz no es mujer de una sola noche, no debe ser así. 

⎯Mejor me voy a mi piso⎯ le digo, para besar su frente. 

⎯Pero…⎯ me responde algo confundida. 

⎯Mejor descansa, ¿vale?, para que mañana estés mucho mejor y podamos salir. 

Luz asiente con la cabeza y me sonríe.⎯ Buenas noches. 

⎯Buenas noches, gracias por el maratón de películas malas⎯ comento, mientras me acerco a la puerta. 

No quiero irme, quiero quedarme… dime que me quede, viene a mi mente, aunque sé que es muy pronto. 

Luz se queda en silencio y luego responde.⎯ Gracias por cuidarme, Doctor Canarias. 

⎯Siempre⎯ murmuro. 

Ella vuelve a sonrojarse.⎯ Hasta más tarde, Picaflor… 

⎯Nos vemos, Necedades.

Abro la puerta, y antes de dar un paso fuera la veo de nuevo. Luz se merece que la quieran bonito y yo… estoy dispuesto a hacerlo si ella me deja. 

No importa si la cita no había salido como lo planee, porque había salido mejor de lo que esperaba. Estoy enamorado de Luz, muy enamorado, y ya no me importaba nada, solo estar a su lado… abrazarla, besarla y quererle bonito.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *