Entonces caí en un lugar oscuro, uno que siempre quise evitar, pero esta vez no pudo. Para mi suerte, fue casi a la edad de los 30 años, y con una enorme responsabilidad. Así que hice lo que un Canarias hace, llenarme de trabajo hasta reventar.
De pronto me vi cambiando turnos a mis compañeros, pasando más de 72 horas atendiendo sin parar, durmiendo lapsos de 30 minutos en la sala de descanso del hospital, y comiendo lo que podía.
Para el mes, había bajado mi tono muscular, traía ojeras, y me dolía la espalda del sofá. Literal, vivía ahí, hasta que Lula me puso un alto y me mandó a casa. Me negué, pero después de meter un reporte a la junta, supe que iba en serio.
Por lo que ahora me encuentro en un descanso de una semana, solo en mi piso, envuelto en las sábanas. Desde que llegué no he hecho más que dormir, dormir y dormir… y soñar con Luz.
Cuánto he soñado con ella, incluso, cosas que ni siquiera sucedieron. La sueño a mi lado, besándola toda la noche mientras siento su cuerpo desnudo entre mis brazos. La sueño, sonriendo, cantando. Rescatando recuerdos de mi subconsciente, simplemente, la extraño.
No pienso moverme de aquí, solo quiero estar envuelto entre las sábanas, despertando de vez en cuando para ver el reloj y saber que hora es. Lo único que espero es el lunes, para poder levantarme, ducharme y volver a trabajar; no quiero estar aquí.
⏤ ¿David? ⏤ escucho mi nombre, mientras una mano toca mi espalda con suavidad. ⏤¿Hijo?
Tardo un poco en despertar, pero, cuando lo hago, veo a mi madre sentada a mi lado y con una leve sonrisa.
⏤ ¿Mamá? ⏤ pregunto, para luego cubrirme por completo con la sábana, ya que estoy completamente desnudo ⏤, ¿qué haces aquí? ⏤ y trato de adecentarme un poco.
⏤ Pues, vinimos a verte…
⏤ ¿Vinimos?
⏤ Tu padre y yo. Él está afuera de la habitación.
⏤ Pues que ahí se quede ⏤ contesto, para volver a abrazar la almohada.
Mi madre me da un beso sobre la mejilla.⏤ Estaba preocupada por ti. Tenemos días marcándote al móvil y si no fuera por Lula pensaríamos que…⏤ y siento cómo los ojos se le llenan de lágrimas.
Tomo su mano sacando mi mano por debajo de las sábanas.⏤ No haría eso, jamás…
⏤ Lo sé, pero como se lo dijiste a tu padre ⏤ me confiesa.
Ahora me arrepiento de todo lo que dije ese día, porque jamás me pasó por la mente que podría herir así a mi madre.
⏤ No te preocupes, estoy bien, solo quiero dormir.
⏤ Tienes que levantarte, hijo, salir. ¿Por qué no te vienes unos días a Ibiza?
⏤ No ⏤ niego de inmediato ⏤ aquí estoy bien.
⏤ Pero, David, no has comido en días y te ves cansado y rendido, si estás allá…
⏤ No quiero, madre, y lo siento… ¿Vale? ⏤ contesto.
Mi madre acaricia mi cabello y luego suspira.⏤ Tu padre, él quiere hablar contigo.
⏤ No tenemos que hablar. Acordamos que hasta que naciera mi supuesto hijo nos dirigiríamos la palabra.
⏤ Pero, tiene algo importante que decirte.
⏤ Pues yo ya no lo quiero escuchar… Así que te pido que dejes de abogar por él, y me dejes dormir. Las palabras que se tenían que decir ya se dijeron.
⏤ Pero es muy…
⏤ Madre ⏤ hablo más firme ⏤, solo déjame, ¿quieres?
Ella asiente con la cabeza y me da un beso sobre la mejilla.⏤ Te dejaré la nevera llena por si gustas comer algo más al rato, ¿si?
Asiento con la cabeza, para luego volverme a cubrir con la manta.
⏤ David, te juro que yo no quería que esto terminara así, lo siento mucho. Pero lo hice por tu bien.
Abro los ojos por debajo de la cobija, tratando de entender qué está tratando de decir.
⏤ Te pido por favor, que sepas escuchar cuando creas que es necesario. Te pido que no juzgues.
⏤ A ti jamás te juzgaría ⏤ respondo.
Mi madre se pone de pie y escucho cómo camina hacia la puerta y la abre. ⏤ Iré al supermercado y te dejaré la nevera llena, ¿sí?
No respondo, simplemente caigo de nuevo en el mundo de los sueños y me dejo llevar.
Me siento cansado, exhausto, sin ganas de nada. Sin embargo, entre sueños puedo escuchar a mis padres hablar.
⏤ Sé que no quiere hablar conmigo, pero, yo si necesito hablar con él.
⏤ Lo sé, David, pero no puedo obligarle, él está en su derecho. Verás que pronto cederá.
⏤ Y, ¿si lo pierdo? ⏤ escucho la pregunta de mi padre.
Hay una pausa de unos minutos, y me sorprendo cuando lo escucho llorar. Lo hace amargamente, como si le doliera hacia el alma, como si quisiera sacarse un dolor que trae dentro.
⏤ Solo espero que las cosas le salgan bien, no pido más ⏤ pronuncia, sin poder ni siquiera pronunciar bien la frase. ⏤ Es un buen hombre Fátima, un buen hombre.
⏤ Lo es… Y es gracias a ti. Pero ahora no es el momento. Tiempo al tiempo, así como tú debes sanar, él lo hará, ¿vale?
El silencio se hace y escucho cómo mi madre abre la puerta.
⏤ Ya nos vamos, David. Esteremos dos días en Madrid viendo unas cosas, si necesitas algo, cualquier cosa, me llamas, ¿si?
Asiento con la cabeza, para luego sentir una mano un poco más pesada sobre mi espalda.
⏤ Te quiero, hijo ⏤ pronuncia mi padre, para luego salir de ahí dejándome solo de nuevo
El silencio profundo se hace, y yo me siento de nuevo en un limbo. No sé si lo soñé, o si fue realidad, pero, escuchar a mi padre, me partió el corazón.
No debí ser tan duro con él, porque ahora me doy cuenta qué como yo, sufrió tanto personal como físicamente, pero jamás dejó de ser el padre que necesitaba, y a pesar de mis desplantes, jamás dejó de orientarme. Tal vez, sea hora que yo sea el hijo que él necesite, tal vez sea momento, de comprenderle un poco más.