⎯ ¿Alguna vez le has pedido perdón a una Ruiz de Con? ⎯ me pregunta Manuel, mientras estamos todos en casa con la misión de que Luz me perdone. 

⎯ Creo que no ⎯ respondo, bastante asustado e inseguro. 

María Julia sonríe, pero no es una sonrisa de confianza o ánimo, si no de total burla. 

⎯ Estás perdido ⎯ comenta. 

⎯ Esta fue su idea ⎯ les reclamo a los tres ⎯, si no me van a aconsejar o darme pistas de cómo puedo hacer que Luz me perdone, ¿a qué vinieron? ⎯ inquiero. 

⎯ Yo vivo aquí ⎯ habla Manuel. 

⎯ Yo igual ⎯ responde María Julia. 

⎯ Igual ⎯ imita Sabina. 

Volteo a ver a mi hermana.⎯ Tú traes el auto. 

Suspiro.⎯ Gracias por nada, ¿eh?  

⎯ Bueno, todo esto es por tu bien, además, pensamos que ya tenías un plan ⎯ comenta Manuel. 

⎯ ¿Me veo como una persona que tiene un plan? ⎯ pregunto, en verdad serio. ⎯ Vale, pues, al mal paso, darle prisa. 

⎯ No te preocupes, nosotros te respaldamos, ¿no es así?, en caso de que Luz pregunte que… ⎯ Entonces María Julia voltea y ve a Ainhoa y Manuel encogiendo los hombros. 

⎯ Lo haremos sobre la marcha, siempre funciona ⎯ me consuela, o al menos eso piensa él. 

Suspiro, no sé por qué siento que el nuevo traje de lino será el que vista en mi funeral, ya que llegará pronto. 

Así, los cinco vamos más adentro de la casa, y como película de suspenso puedo sentir la tensión del momento. Al parecer Luz no está en la planta de abajo y hay que llamarla; es como si quisiéramos sacar al lobo de la cueva. 

⎯ ¿Luz? ⎯ pregunta María Julia ⎯, ¡ya llegamos! 

Mejor dejémosle así, pienso, ya que siento que saldrá de la cocina con un cuchillo y me atacará. 

⎯ ¿Luz?, ¿estás aquí? ⎯ vuelve a preguntar María Julia. 

⎯ Parece que no está ⎯ murmura mi hermana. 

⎯  O tal vez… ⎯ habla Manuel y al ver algo detrás de mí le cambia el rostro. 

⎯ ¡Qué hace él aquí! ⎯ grita y al voltear veo a Luz la orilla de las escaleras ⎯, ¡te dije que no quería volver a verte!, ¿cómo entraste? 

⎯ Bueno ⎯ trato de hablar, pero no es necesario. 

⎯ ¡Traicioneros!, ¡me traicionaron como Pedro a Jesús! ⎯ grita. 

Todos nos quedamos en silencio, hasta que Manuel responde. 

⎯ Prácticamente fue Pedro quién negó a Jesús tres veces y Judas Iscariote quién lo traicionó, pero son detalles… 

⎯ ¡Cállate! ⎯ le dice María Julia en un murmullo y le da un zape que hace que Sabina se ría. 

⎯ Luego me encargo de ustedes, pero en este momento me encargaré de ti ⎯ me dice con rabia. 

Así veo cómo camina hacia una canasta y comienza a sacar bolas de estambre y a aventarlas hacia mí. 

⎯ No espera no… Luz, escucha ⎯ le pido. 

De pronto María Julia, Manuel y Ainhoa abren el ventanal del jardín y se salen para prevenir uno que otro golpe del estambre. 

⎯ ¡Lárgate!, ¡vete! ⎯ me grita y poco a poco me saca de la sala hasta que llego al ventanal del jardín y luego cierra la puerta, dejándonos a todos afuera. 

Escucho la risita de Sabina, la única espectadora que disfruta de lo que está pasando, aunque, al ver el rostro de los otros tres, creo que soy el único que no lo disfruta. 

⎯ Toma esto como un trato amable, pudieron haber sido los platos de Talavera que mi madre trajo desde Puebla ⎯ me vuelve a consolar Manuel. 

⎯ Ja, ja, ja… ¡Qué graciosito! ⎯ le reclamo, mientras veo cómo Luz sube las escaleras hacia su habitación.⎯ ¿Me darán algún consejo o verán cómo la sigo cagando? 

⎯ Pues… ⎯ tratan de arreglarlo, pero sé que cualquier cosa que me digan no será suficiente para Luz. 

De inmediato las ideas de serenatas, viajes en globo y a París vinieron a colación, pero nada que se pudiese hacer en el instante. 

⎯ Pues insiste ⎯ me dice Ainhoa. 

⎯ Insistir. 

⎯ Eres bueno con las palabras, ¿no?, vamos dale ⎯ me empujan. 

Así, camino hacia el balcón de la habitación de Luz, o más bien me empujan, ya que siento las manos de mi hermana. 

⎯ Dile las palabras correctas para llegar a su corazón ⎯ me comenta, Ainhoa. 

Las palabras correctas, las palabras correctas, pienso. Y cuando siento que estoy preparado me paro debajo del balcón y le digo. 

⎯ Luz, sé que estás molesta conmigo, que no merezco que me dirijas la palabra, en toda tu vida, pero, si vine hasta acá, a pesar de que sé que no es buena idea, es porque es de suma importancia que me escuches ⎯ hablo, y solo recibo el silencio. Volteo a ver a los demás y ellos me piden que continúe.⎯ Es importante para que no te quedes con la versión equivocada ⎯ comento. 

⎯ ¿Qué demonios es eso? ⎯ escucho el murmullo de Ainhoa, háblale del corazón ⎯ me indica. 

Suspiro de nuevo, cierro los ojos y comienzo a hablar de nuevo.⎯ Luz, te ofrecí el mundo en una noche y luego te abandoné. Rompí tu corazón, traicioné tu confianza y sé que ya no merezco ni siquiera verte a la cara, pero, hasta la persona más terrible, merece una oportunidad de ser escuchado y defenderse. Así que te pido, que si ya no habrá nada entre los dos, te pido, no, te ruego ⎯ y me pongo de rodillas ⎯, que me des una oportunidad para explicarme y al menos remediar de alguna forma lo que hice. Porque una mujer como tú merece a alguien que le lleve café por la mañana y la arrope por la noche. Que sus padres lo inviten a los sábados de Wafles, y que cuando te mire a los ojos sepas que estás segura con él, no un Picaflor como yo. 

El silencio vuelve después de que concluyo, y puedo escuchar el latido de mi corazón emocionado. En realidad, todos se ven conmovidos con mis palabras hasta que algo lo interrumpe. 

En segundos veo cómo una maceta me cae encima, las manos de Luz sacudiéndose la tierra de las manos y cerrando las puertas del balcón. 

Supongo que eso es un no. 

Sabina se ríe, y yo, me siento tonto y adolorido. 

⎯ Te dije que Necedades de Con es necia ⎯ me advierte. 

Me limpio la tierra de la cabeza y de la ropa. Cuando de pronto recuerdo las palabras de Ximena Caballero,” A luz hay que tomarla por sorpresa”, y no sé si fue el golpe o las ganas de que me perdone, pero se me ocurre algo más. 

⎯ Tengo un plan, ¿me ayudan? 

⎯ Más vale que sea un buen plan ⎯ me dice Manuel. 

⎯ Va a funcionar ⎯ aseguro, sin importarme lo que pueda pasar. Debo hablar con Luz y explicarle todo. Este es mi momento. 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *