Luz se fue tan solo terminó la verdadera ducha, una, que si no fuera porque ella detuvo de besarme se hubiese desviado a otra cosa. Por ende, llegué algo tarde a la cena con mis padres, y tan solo entré por la puerta del sitio y me senté en el lugar correspondiente, las miradas se posaron sobre mí; sobre todo la de mi hermana.
⏤ Pensamos que no llegarías ⏤ me dice mi padre, tomando un poco de vino.
⏤ Lo siento, llegué del hospital, me di una ducha y luego dormité un poco ⏤ miento.
Ainhoa me lanza esa mirada de “sé que mientes”, pero la ignoro, no tengo humor para dar más explicaciones o dejar que eso me ponga nervioso.
⏤ Bueno, lo importante es que llegaste ⏤ contesta mi madre, con una sonrisa.⏤ Te trajimos recuerdos del viaje, se quedaron en el auto.
⏤ Gracias ⏤ respondo.
Mi madre siempre tiene la costumbre de traerme algo de los viajes que hace con mi padre. A veces son cosas muy únicas y preciadas como pequeños bustos y figurillas para mi piso. Otras veces simplemente lo hace como turista y me trae un llavero o algo con el nombre del lugar.
⏤ Estábamos pensando que la próxima vez podrías venir con nosotros. Sé que ya eres un hombre de casi treinta años y lo menos que quieres es viajar con tus padres pero…
⏤ Me encantaría ⏤ respondo, interrumpiendo a mi madre.
Ella sonríe.⏤ ¿Es en serio?, hace mucho que no viajas con nosotros y…
⏤ De verdad… no me caería mal un viaje familiar ⏤ contesto, para luego ver el menú y esconder mi rostro detrás de la carta.
⏤ Podría ser a un lugar exótico, ¿no te parece? ⏤ siguió mi madre con la conversación.
⏤ Posiblemente algún lugar con playa ⏤ contestó mi padre.
⏤ ¡Claro!, porque necesitamos un poco más de bronceado y no vivimos en Ibiza ⏤ dijo mi hermana con ironía.
⏤¡Davi! ⏤ escucho a lo lejos y bajo la carta de inmediato solo para ver a los Ruiz de Con frente a mí.
Tristán, el padre de Luz, se acerca a nosotros con esa sonrisa tan amable que siempre tiene y no dice. ⏤ Al parecer, no basta con unas vacaciones juntos. Hola, Ainhoa, hola David ⏤ me saluda.
En eso, como si hubiese recibido un piquete en el trasero, me levanto de la silla, ante la sorpresa de todos.⏤ Buenas noches, señor, buenas noches, señora Ximena.
El rostro de Ainhoa es épico, aunque trata de esconderlo detrás del enorme vaso con agua que ha pedido. Trato de ignorarla, de nuevo, pero en realidad sé que estoy haciendo el ridículo.
⏤ ¡Davi! ⏤ me salva la chiquitina, de nuevo. Y Ximena deja que venga hacia mis brazos para que la cargue.
⏤ ¿Cómo te va, Chiquitina? ⏤ pregunto con ternura.
La niña, que tiene un parecido increíble a María Julia, me ve a los ojos y sonríe.⏤ Bien ⏤ responde, para luego sonrojarse.
⏤ Parece que alguien más está enamorado de David ⏤ comenta mi hermana, y yo volteo a verla con ojos de querer matarla, pero, de pronto, veo a Luz entrando por la puerta y el cambio de mi rostro es evidente.
⏤ Tengo la sospecha de que tú tuviste algo que ver con esto ⏤ le murmuro a mi hermana, mientras nuestros padres hablan con los Ruiz de Con.
⏤ Pues, pude haber mencionado el restaurante en alto cuando nos vimos… ⏤ y toma un sorbo de agua.
Luz se acerca y al verme sonríe. Nuestras miradas cómplices nos hacen saber que ninguno de los dos tenía idea de que esto pasaría.
⏤ ¿Gustan cenar con nosotros? ⏤ pregunta mi padre, y de pronto, los Ruiz de Con se sientan con nosotros en una gran mesa familiar. Luz se sienta a mi lado y con un leve “Hola”, me saluda, para luego dejar que su mano toque la mía.
Muchas veces nos habíamos sentado así, ambas familias juntas en las tantas veces que nuestros padres convivían. Sin embargo, hoy era especial, no solo por nuestro pequeño secreto, sino porque, de pronto, todo se sintió real. Si Luz y yo nos casamos, estas dos familias oficialmente se convertirían en una, y si mi hermano y su hermana se casaban, sería por partida doble.
La conversación, como siempre, fluyó y de nuevo las risas se hicieron en el lugar. No sé si lo comenté antes, pero, desde que mi padre retomó su amistad con Tristán, hace años atrás, el cambio fue notorio en la forma de expresarse y de reír; siempre pensé que Tristán fue el remedio para su constate, amargura y frialdad. ⏤ ¡Mira Davi! ⏤ me muestra Sabina un dibujo que hizo en el mantel especial para niños.
⏤ ¡Qué lindo! ⏤ expreso, aunque solo eran uno que otro garabato.
⏤ Creo que le agradas a mi nieta ⏤ me dice Tristán ⏤, y eso es difícil porque pocas personas le agradan.
⏤ ¿De verdad? ⏤ pregunto, mientras Sabina trata de llamar mi atención.
⏤ Al parecer, las Ruiz de Con tiene debilidad por los Canarias ⏤ pronuncia Ainhoa, para luego poner un rostro de dolor.
⏤ Lo siento ⏤ se excusa Luz, viéndola a los ojos ⏤ fue un mero reflejo.
Ainhoa abre los ojos y luego se hace un poco adelante para estar más cerca de Luz.⏤ ¿De verdad estarán así toda la noche?, tienen que decirlo en algún momento ⏤ murmura.
⏤ Lo haremos en su tiempo ⏤ contesta ella.
⏤ Pues su tiempo es ahora, ¿cuánto creen que esto puede durar?
⏤ Durará lo que tenga que durar ⏤ le digo, bajando la voz lo más que puedo ⏤ ¡deja de meterte!
⏤¿Ves lo que se siente cuando alguien se mete en tu relación? ⏤ habla mi hermana.
⏤ ¿Cuándo me metí?
⏤ ¿Te lo recuerdo? ⏤ me contesta.
⏤ ¿Pasa algo? ⏤ pregunta mi madre, al ver que nos hemos enfrascado todos en esto.
⏤ Le estaba preguntando a Ainhoa por el tocador ⏤ responde Luz, sigilosa.
⏤ Está al fondo ⏤ habla Ximena y ella se pone de pie alejándose de la mesa.
Ainhoa, sonríe, y esa sonrisa pícara que antes me daba risa, hoy no me da nada.⏤ Si lo arruinas.
⏤¡Dile! ⏤ murmura ella, en tono de mando.
Así, me pongo de pie sin decir nada y me dirijo al tocador para buscar a Luz. Me quedo de pie viendo a los comensales del restaurante, cuando escucho que la puerta se abre, y Luz sale de ella.
⏤ Si sabes que no podemos hacerlo aquí, ¿cierto? ⏤ me dice con un tono de picardía, para luego echarse un poco de agua en el lavamanos.
⏤ Lo sé, no soy tan pervertido ⏤ respondo, y ella sonríe.
⏤ Solo deseaba un poco de… paz ⏤ admite.
⏤ Lo sé, Ainhoa puede ser una patada en el hígado si se lo propone ⏤ así, tomo a Luz de la cintura y la acerco a mí ⏤ Luz.
⏤ ¿Qué sucede? ⏤ pregunta.
⏤ Quiero decirles a todos en este momento que somos novios ⏤ admito.
Ella suspira.⏤ Dijimos que lo diríamos en mi cumpleaños.
⏤ Lo sé, pero, creo que ahora es el momento. Además, no tenemos por qué escondernos, no es algo que esté prohibido. No es que nuestras familias estén en contra ⏤ comento.
Luz suspira, y me sonríe ⏤ ¿Si sabes que comunicando esto a nuestras familias, nuestra relación queda oficializada? ⏤ pregunta.
⏤ Y, ¿qué con eso? ⏤ pregunto ⏤, creo que ya es más oficial que nada. Por lo que a mí consta, el día que dejaste el cepillo de dientes en mi baño, quedo oficializado.
⏤ David…
⏤ Alma.
⏤ Lo que quiero decir es que ahora involucraremos a nuestras familias, y ahora serás ni novio David. Para mis padres este paso es importantísimo, sobre todo por la historia que hay detrás.
⏤ ¿Estás pensando que voy a arrepentirme más adelante?
⏤ No ⏤ admite de inmediato.
Así, alejo mis manos de su cintura y comienzo a frotar sus brazos, como en forma de consuelo.⏤ Luz, para mis padres esto también es muy importante. Soy el hijo “picaflor” que jamás les presentó una novia, y cuando te presente, ellos sabrán que en verdad eres importante y sobre todo, que es muy en serio. Entonces, ¿qué dices? ⏤ pregunto, mientras le tomo la mano.
Luz suspira, mientras nuestras miradas se cruzan. No tiene dudas, supongo que lo que tiene es incertidumbre de lo que puede pasar.
⏤ ¿Sabes cómo hacer esto? ⏤ me pregunta ⏤, yo tampoco he tenido novios.
⏤ No, pero, lo haremos sobre la marcha, como hasta ahora, ¿te parece? ⏤ le propongo. Le doy un beso sobre la frente y Luz se muerde los labios ⏤ ¿Vamos?
⏤ Vamos ⏤ me responde, mientras toma mi mano y me sigue hacia el restaurante.
Así, como el corazón latiendo a mil por hora, y con un gran apretón de manos, Luz y yo llegamos a la mesa donde se encuentran nuestros padres y nos ponemos de frente. La mirada de Ainhoa se concentra en nuestras manos y al verlas tomadas, se emociona.
⏤ ¡Vaya! ⏤ expresa en voz alta, haciendo que todos ponga atención.
Las miradas se posan sobre nosotros y, ya sabemos que no hay marcha atrás, es el momento de decirle a todos, a nuestras familias y al mundo que Luz y yo somos novios y que este picaflor ha caído en las redes de la hermosa fotógrafa.
⏤ Queremos anunciarles que Luz y yo somos novios ⏤ hablo.
El silencio invade el lugar, la mirada de mi padre se torna sorprendida y luego, como por arte de magia, se dibuja una sonrisa amplia, tanto, que siento que no podrá regresar sus labios a su lugar.
En verdad, no esperaba esa reacción de su parte, ya que desde hace tiempo atrás me había comentado que Luz estaba prohibida para mí, de alguna manera, pero hoy, creo que ha cambiado de parecer.
Tristán y Ximena se ven por un segundo, luego voltean a ver a Luz y ella siente con la cabeza para, luego, recargar su cabeza sobre mi hombro en señal de que lo que estoy diciendo es verdad.
⏤ Bueno, lo esperaba de Ainhoa y Manuel, pero, ¿ustedes? ⏤ admite Ximena, rompiendo el silencio.
⏤ ¡Mi pequeño tiene novia!, ¡al fin!, ¡y es Luz Ruiz de Con! ⏤ expresa mi madre, emocionada, al grado que siento que romperá en llanto.⏤ Pensé que jamás vería este momento.
⏤ Madre… ⏤ murmuro.
⏤ ¿Entonces? ⏤ pregunta Luz, un poco dudosa.
Tristán se pone de pie, y con una sonrisa va hacia mí y me abraza.⏤ Te costó, pero lo lograste, ¿cierto? ⏤ me murmura al oído.
⏤ Pero valió la pena, cada momento, cada palabra, todo valió la pena, estoy perdidamente enamorado de su hija, y prometo que la haré feliz.
⏤ No me prometas nada, Canarias, solo hechos… Hazla feliz ⏤ me pide, para luego abrazarme.⏤ Bienvenido a la familia, David Canarias.
⏤ Gracias ⏤ respondo
⏤ Y esperamos que sea por mucho tiempo ⏤ comenta Ximena.
⏤ Será por mucho tiempo, eso es un hecho ⏤ admito, mientras veo a Luz a los ojos. Para toda la vida, de eso estoy seguro.
Los ojos de mi padre me buscan y al encontrarse con los míos, los veo brillar, como si estuviera a punto de romper en llanto, pero no es de tristeza o de frustración es de felicidad. Supongo que esto ha hecho feliz a más de un hombre, y me alegra que mi padre, esté feliz por mí. Esta es la primera vez siento que mi padre, en verdad, lo está y es un sentimiento… abrumador.