⏤ Pensé que no vendrías ⏤ escucho la voz de Luz, tan solo abre la puerta de su piso y me deja pasar. 

Me voy directo a sus labios. Tiro sobre el suelo la pequeña maleta que hice con prisas y la cargo entre mis brazos. El ruido de la puerta me indica que estamos solos de nuevo. 

⏤ Tendría que estar muy loco para perderme una noche a tu lado ⏤ confieso. 

Comenzamos a besarnos como si no lo hubiésemos hecho en mucho tiempo. Sus manos inquietas comienzan a desvestirme y cuando llego a su cama mi camisa ya ha quedado sobre el suelo. 

De pronto nuestros labios se separan y ella levanta los brazos para quitarse la blusa y quedar en un bonito sostén de encaje. Sonrío, la Luz tímida que hace unos días no sabía cómo pedirme las cosas, hoy, las toma sin miedo. 

 ⏤ Oficialmente somos novios ⏤ murmura, mientras me acaricia mi barba. 

⏤ Oficialmente ⏤ respondo, para luego posar mis labios sobre su frente y darle un beso. 

Beso a beso, voy bajando hacia su cuello y ahí me instalo un momento, disfrutando de su olor enervante a lavanda, y del calor de su piel. Luz, comienza a gemir de inmediato y estos hacen más eco cuando mis dedos quitan su sostén y descubren sus pechos. 

Los beso, los muerdo ligeramente y acaricio sin cuartel. El cuerpo de Luz se mueve debajo de mí, y puedo sentir sus manos inquietas tratando de quitarme el pantalón y desnudarme. 

Nuestros labios se vuelven a juntar, y eso nos permite terminar de quitar las prendas que nos estorban y que no nos permiten comenzar el acto de reconocimiento de pieles que estamos por hacer. 

⏤ Te amo ⏤ murmura, mientras nuestros cuerpos se unen en uno. 

La tomo de la espalda y la siento sobre mis muslos. Hago que ella entre en mí y todo esto le acompaña un gemido en mi oído, tan dulce, tan satisfactorio que me hace vibrar. 

⏤ Te amo, te amo mucho más ⏤ le digo, para comenzar a sentir los movimientos de cadera que comienzan a enloquecerme. 

Nuestros torsos se frotan uno con otro, el calor de la habitación comienza a subir y los besos que nos damos se combinan con los gemidos de cada uno de los dos. 

Sin embargo, a pesar de lo bueno que puede ser el sexo con Luz, lo mucho que me atrae su cuerpo, que me excitan sus besos y sus caricias, la conexión que tenemos, la intimidad, el saber que no solo estamos desnudos de cuerpo, sino de alma, es lo que me hace vibrar. No puedo creer que de esto hui tantos años y que estuve a punto de perderlo. 

Me separo brevemente de ella, tomo su rostro y la veo directamente a los ojos. Ese color café es todo lo que necesito para vivir y ahora esa sonrisa sincera y placentera cuando ella llega al éxtasis y se deja llevar. Jamás en la vida había sentido así el placer del otro, y ahora lo puedo evidenciar en el rostro, el cuerpo y los labios de Luz. 

⏤ Nunca dejes de hacer eso, te lo pido ⏤ comento excitado, mientras echo mi cuerpo hacia adelante y la recuesto sobre la cama para volver a entrar en ella y seguir haciendo el amor. 

Ella deja que la devore a besos y caricias, sus manos se cogen de la cabecera tratando de sobrellevar todo el placer que siente en el momento, mientras el eco de nuestros gemidos es lo único que escuchamos a nuestro alrededor. No nos importa si la nos escuchan a fuera, si estamos siendo demasiado altos y debimos haber cerrado las puertas del balcón. Lo único que nos importa es que estamos juntos una noche más y que nos estamos disfrutando como si nunca lo hubiésemos hecho, como si hubiésemos guardado las ganas por años y ahora, es momento de desquitarnos.  

Porque es nuestro momento, Luz y yo nos unimos cuando debía ser, no antes, no después, sino ahora, donde podemos disfrutarnos, amarnos y sobre todo, empezar un futuro juntos. Aunque si me lo preguntan, yo siempre fui de Luz, desde la primera vez que sus ojos vieron a un joven perdido de dieciséis años y que este sintió que había encontrado todo lo que necesitaba, esos ojos que hoy me ven con una ternura y un amor, que jamás pensé merecer. 

***

Escucho a lo lejos el tono de mi móvil. Suena constantemente y luego se detiene, para después volver a sonar como si fuese algo urgente. Mi cuerpo comienza a reaccionar y, al abrir los ojos, veo las primeras luces del alba, entrar por el balcón e inundar de una luz blanca y brillante el lugar. 

Luz yace profundamente dormida a mi lado, completamente desnuda y cubierta de la cintura para abajo con la suave sábana de algodón con aroma a lavanda. La parte de arriba de su cuerpo se encuentra recargada sobre mi pecho, y el contacto piel a piel nos mantiene cálidos para sobrellevar el frío del despertar. 

De nuevo escucho el móvil, y yo no me quiero mover. Sin embargo, recuerdo que puede ser alguna llamada del hospital y con toda la pena del mundo me separo de Luz y la dejo dormida sobre la cama para levantarme y tomar mi móvil. 

⏤ ¿Diga? ⏤ respondo en un murmullo, y mientras me alejo de la cama, tratando de no ir al balcón, ya que me encuentro completamente desnudo. 

⏤ Hijo, soy tu padre ⏤ responde mi papá, y sonrío levemente porque no puedo creer que los años pasen y él siga contestando igual. 

⏤ Lo sé, papá, creas o no reconozco tu voz ⏤ le contesto. 

⏤ Lo siento, la costumbre ⏤ es su primera respuesta, para después escuchar un silencio y su respiración. 

⏤ Dime, ¿todo bien? ⏤ inicio. 

⏤ Sí, sí, todo muy bien. Espero no haberte despertado, pero quería saber si tú y yo podríamos desayunar esta mañana, en el lugar donde tú desees. 

Volteo a ver a la cama y veo a Luz aún dormida y desnuda bajo las sábanas. ⏤ Lo siento, no creo que pueda desayunar, tengo unas cosas pendientes. 

⏤ Lo entiendo ⏤ escucho la respuesta inmediata y la percibo con un tono de decepción o melancolía. 

Cuántas veces no le he rechazado a mi padre una invitación a desayunar o a comer y su tono de respuesta había sido diferente. Esta vez, sé que mi rechazo le duele y que si esperaba que le dijera que sí. 

⏤ Bueno, entonces será otro día ⏤ complementa. 

⏤ Puedo ir a comer ⏤ hablo, interrumpiendo su discurso. No sé si las sonrisas se puedan ver a través del teléfono, pero juro que yo sé que en este instante mi padre se encuentra sonriendo, por lo que le acabo de sugerir ⏤, ¿te acomoda? 

⏤ Claro que sí ⏤ contesta sin más ⏤, dime la hora y yo acomodo mi agenda. 

⏤ Nos vemos a las dos en tu restaurante favorito, ¿te parece? ⏤ sugiero. 

⏤ Muy bien, ahí estaré ⏤ habla mi padre con un tono cálido ⏤, estaré puntual. 

⏤ Muy bien, hasta luego ⏤ corto la llamada. 

⏤ Hasta luego, hijo ⏤ termina la frase, para después escuchar cómo termina la llamada. 

Sonrío, no sé por qué, pero, lo hago. Es la primera llamada que mi padre y yo terminamos bien y no con un momento de tensión que se irá desvaneciendo con la distancia y después nos traerá amargura o una discusión a futuro. 

⏤ ¿Te tienes que ir? ⏤ escucho la voz de Luz, y al voltear la veo recargada sobre su brazo y cubriéndose el torso con la sábana, mientras ve mi silueta desde allá.  

Niego con la cabeza, aviento el móvil sobre el sofá y camino hacia ella para meterme a la cama. 

⏤ No, solo era mi padre, comeré con él, más tarde ⏤ le aviso. Recuesto mi cuerpo junto al de ella y vuelvo a abrazarla, Luz se acomoda y de inmediato vuelve a cerrar los ojos para caer dormida.⏤ No me iré a ningún lado ⏤ murmuro, acariciando su cabello ⏤, no pienso irme, aquí me quedo.

Y escuchando mi propia frase y sintiendo el frío del alba, comienzo a quedarme dormido a su lado, una vez más, pensando en lo tranquila que es la vida desde que Luz está a mi lado.

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