[PICAFLOR1] CAPÍTULO 81 – El regalo

Después de un desayuno con Luz y una ducha de esas largas que nos dejan exhaustos. Salí de su piso para dirigirme al restaurante favorito de mi padre y comer con él, tal como lo prometí. Luz, aprovechando que salía, decidió ir a visitar a su familia y pasar tiempo con ellos, así que nos volveremos a ver por la noche y continuar lo que dejamos pendiente en aquel piso. 

Tan solo me bajo del taxi, noto el barrio elegante donde mi papá suele moverse cuando viene, y ahora siento que vengo demasiado casual para el lugar y que debí haberme puesto algo más formal, pero no me fue posible, este era el cambio que traía en la maleta. 

⏤ Bienvenido, señor Canarias ⏤ escucho al concierge, tan solo entro al restaurante ⏤, su padre le espera en la mesa de siempre. 

⏤ Gracias ⏤ contesto, para luego seguirle, atravesando el lugar. 

A lo lejos, veo a mi padre sentado en esa mesa cerca del ventanal que da al jardín. Lo veo fuerte, gallardo y como siempre, con ese porte que denota seguridad. Pocas veces en mi vida he visto a mi padre débil y desarreglado, incluso cuando estaba pasando por su segundo cáncer, él trataba de verse como siempre, aunque por las noches lo escuchaba llorar y volver el estómago en el baño, dándome el verdadero retrato de David Canarias Donato. Uno que me mostró que no siempre es tan perfecto como él da a entender. 

⏤ ¡David! ⏤ menciona mi nombre con una sonrisa, mientras se pone de pie y sonríe. 

Me acerco a él y le doy un abrazo para saludarle, esta vez el contacto se siente fraternal. Huelo su deliciosa colonia que trae a mi mente algunos recuerdos, como cuando de pequeño la vacié toda por andar jugando con ella. 

⏤ ¿Cómo te va? ⏤ me pregunta. 

⏤ Bien, muy bien ⏤ respondo. 

Ambos nos sentamos y el mesero me sirve un poco de vino. ⏤ Sé que no estás acostumbrado a estos restaurantes ⏤ se disculpa. 

⏤ No me molestan, solo que no suelo frecuentarlos. Cuando eres estudiante de medicina y vives solo, créeme que un lugar así no atrae para nada, no importa si vienes de buena cuna. 

⏤ Lo sé. Cuando yo tenía tu edad… ⏤ y luego se queda en silencio ⏤ Bueno, cuando yo tenía tu edad ya te tenía a ti y a Ainhoa, tenía la empresa etc… Así que olvida lo que iba a decir. Pero más joven me gustaban los lugares menos… así ⏤ y señala el edificio. 

Sonrío, para después tomar un poco de vino y revisar la carta. Escucho lo que él pide y me animo a comer lo mismo. La verdad, no tengo mucha idea de lo que hay aquí y tampoco tengo mente, esa se quedó con Luz y con los besos que nos dimos sobre la cama antes de venir para acá 

Cuando el mesero se aleja, mi padre suspira y viéndome a los ojos me pregunta ⏤ Te ves… feliz. 

⏤ Lo estoy ⏤ respondo sin más ⏤, estoy muy feliz. 

⏤ De verdad me tomó por sorpresa la noticia de que Luz y tú son novios, era un romance que… ⏤ y de nuevo queda en silencio. 

⏤¿Qué?, ¿inesperado?, ¿improbable? ⏤ trato de complementar. 

Mi padre niega con la cabeza.⏤ La verdad no me sorprendió en nada. 

⏤ ¿Cómo? 

⏤ Siempre supe que era para ti. 

⏤ Para, ¿mi? Pero, si me decías que era prohibida. 

Mi padre toma mi mano y me ve a los ojos.⏤ Olvida todo lo que alguna vez te dije David, todo lo malo, todo lo que no merecías que escapara de mis labios, ¿quieres? Te dije que era prohibida por idioteces mías, pero en tus ojos siempre se reflejó esa atracción y amor hacia ella. Si yo no hubiese dicho tantas estupideces, tal vez esta relación hubiera comenzado antes. 

Me quedo en silencio, en verdad sorprendido, no entiendo para dónde va esto, pero, jamás pensé escuchar de labios de mi padre todo esto. 

⏤ No importa, papá.

⏤ Sí, si importa. Importa más de lo que tú crees. Fui un terrible padre, horrible. 

⏤ No eres tan malo ⏤ le consuelo. 

⏤ No me digas lo que deseo escuchar. Fui pésimo padre y toda la vida te traté como si tú hubieses sido el culpable de que yo perdiera a tu madre, aunque tú solo fuiste una víctima más de su decisión, una que… ⏤ y por primera vez, puedo ver cómo sus ojos brillan porque están a punto de llorar; y no de rabia, sino de tristeza ⏤ solo te puedo decir que, hoy entiendo las razones por las que lo hizo y me duele con el alma, no… ⏤ él hace otra pausa, para luego tomar un sorbo más de vino. 

⏤ No te preocupes papá, eso ya pasó. 

⏤ Sí, claro que me preocupo. Tantos años diciendo y sintiendo cosas y hoy, solo te puedo decir que me siento feliz por ti. Aunque no lo creas, siempre quise que lo fueras, y temía que por mi culpa no lo fueras. 

Sonrío.⏤ Papá, ya no te atormentes. Ahora comprendo que fuiste el padre que necesitaba, y todo salió bien, estoy bien. 

⏤ Pero pudo salir mejor ⏤ me recuerda, para luego meter su mano en el saco y sacar de ahí una caja de terciopelo negro. Él, estira la mano y pone la caja sobre la mesa en medio de los dos. 

⏤ ¿Qué es esto? ⏤ pregunto. 

Mi padre abre la caja y veo un hermoso anillo de oro blanco con una perla, todo perfectamente limpio. 

⏤ Este fue al anillo que le di a tu madre ⏤ habla, para luego sacarlo de ahí y elevarlo un poco hasta que nuestras miradas lo ven.

⏤ Pensé que no habías conservado nada de ella. 

⏤ Miento, así como miento, de cómo la conocí, de cómo se fue, así como te mentí de muchas cosas sobre ella, para protegerte o más bien, para protegerme a mismo ⏤ suspira.⏤ Cuando le di este anillo a tu madre, guardó todas las ilusiones, todos los sueños y sobre todo, el amor que nos teníamos. Ella lo llevó con un orgullo que iba más allá de lo imaginable. 

⏤ Es muy bonito… ⏤ murmuro, sintiendo la nostalgia recorrer mi cuerpo. 

⏤ Es tuyo ⏤ responde, poniéndolo de nuevo en la caja. 

⏤ ¿Mío? 

Él asiente con la cabeza.⏤ Sé, que tu relación con Luz irá más allá de lo que tienes ahora y me gustaría que le dieras este anillo a ella cuando llegue el momento. 

⏤ Pero, tú decías que todo lo que mi mamá llevaba estaba maldito ⏤ le recuerdo, y a mi mente vienen todas esas conversaciones donde él, enojado, me lo decía. 

Veo cómo las lágrimas caen sobre sus mejillas y como él se las limpia rápidamente para que no le vea llorar. 

⏤ ¿Ves cuánto daño te hice? ⏤ me pregunta. Él niega con la cabeza.⏤ Nada de ella está maldito, David, nada… y menos este anillo, porque cuando se lo di tu madre y yo nos amábamos más que nadie en este mundo. Nos hicimos promesas tan bonitas, le llenamos de ilusiones y del amor más puro que puedas imaginar. Ella me amaba y yo le correspondía. En esta joya no hay nada maldito David, solo el amor más puro del universo y, sería un placer, no, un honor, que si algún día le pides a Luz que sea tu esposa, le des a este anillo una oportunidad más, creo que se lo merece ⏤ comenta viéndolo con ternura.⏤ Tus madres y yo le auguramos todo el amor y la buena suerte del mundo.

Mi padre guarda el anillo en la caja, y después me lo entrega.⏤ Papá. 

⏤ No es obligatorio, tampoco. Si quieres comprarle otro lo comprenderé pero… 

Tomo su mano.⏤ Se lo daré ⏤ le aseguro ⏤, nada me haría más feliz que saber que esta joya fue portada por mi madre, y que la amó.

⏤ Nos amamos, de eso no hay duda, te lo juro ⏤ toma un poco más de vino ⏤ ella decía que te merecías toda la felicidad del mundo, y lo creo. Discúlpame si en algún punto de tu vida te hice creer que no era cierto, perdóname si te hice pensar que no eras importante, y sobre todo, si en algún punto pensaste que mi vida sería mejor sin ti. 

⏤ Papá…

⏤ Me salvaste la vida, David ⏤ confiesa ⏤, aunque no creas, si no hubiese sido por ti, mi vida se hubiera perdido en el momento en que ella se fue. Sé que tal vez esto y todo lo que haga más adelante no borrará todo lo que ya hice en el pasado, lo que te hice sentir, y vivir. Pero, al menos, quiero que sepas, que me da mucho gusto verte feliz, y que no puedo esperar para ver lo que el futuro te depara. 

Sonrío.⏤ Pensé que Fátima te había salvado la vida ⏤ recalco.

⏤ No, tú me la salvaste, Fátima nos dio motivo para vivirla ⏤ aclara. 

Tomo el anillo y lo guardo en mi saco.⏤ Cuando sea el momento, se lo daré. Te lo prometo.

⏤ Y cuida que sea especial, que ella lo recuerde el resto de su vida, ¿quieres? Luz se merece un amor bonito, y tú también. Te mereces toda la felicidad del mundo.

Asiento con la cabeza. El nudo en la garganta cada vez se hace más grande y siento que si seguimos así terminaremos llorando ambos en la mesa. Para nuestra fortuna el mesero nos interrumpe, cortando esa nostalgia. 

⏤ ¿Comemos? ⏤ le sugiero y él asiente. 

Ambos volvemos al silencio, pero, esta vez no es de tensión o de pelea, es uno de paz y tranquilidad, donde los dos compartimos como iguales este momento, y ya no como enemigos. No cabe duda que el amor obra milagros y no hablo de mi relación con Luz, sino ahora, con mi papá. Supongo que es verdad, el amor nos toca en los lugares que necesitamos, a veces nos duele, a veces no alegra, y en este momento, el amor nos trajo paz… Una que deseo ya no se marche de mi vida.