Ibiza 

-Unas semanas antes de volar a México- 

Después de la pedida de mano, todo se dio tan rápido que apenas y pude detenerlo. El anunciarlo a las familias, el planear la boda, la pedida de mano, la primera Navidad juntos y hasta el viaje de Luz en solitario a México para comenzar a arreglar todo. Ahora, solo falta que yo tome un vuelo hacia allá y comience mi nueva vida a su lado. 

Así, mientras cierro la maleta, esa que me acompañará por un año en México, no puedo dejar de pensar en lo feliz que estoy. Si no hubiese renunciado al hospital, posiblemente ahora estuviera amargado y pensando en todas las cosas que pudieron ser, pero no fueron. Hoy, solo puedo imaginar los lugares que veré a lado de la mujer que amo, la comida que probaré, pero, sobre todo, en la vida que ambos tendremos, llena de aventuras, de risas y de mucho amor. 

⎯ ¿Cuál te gusta más?, ¿este o este? ⏤ me interrumpe Ainhoa, mostrándome dos vestidos exactamente iguales. 

⏤ No veo la diferencia ⏤ contesto. 

⏤ ¡Dios!, este es más claro que este y además, tienen diferente brillo ⏤ me explica. Pero creo que mi rostro lo dice todo por qué ella se rinde de inmediato ⏤. Mejor iré con mamá. 

⏤ Si, mejor ⏤ le animo, ya que en este momento no tengo muchas ganas de hacerla de juez de moda. 

Ainhoa sale de mi habitación dejándome solo de nuevo, y yo comienzo a revisar que tenga todo lo que necesito antes de partir. Todos volaremos a México para hacer un pequeño viaje de despedida de solteros familiar, y después Luz y yo nos iremos a la Ciudad de México para instalarnos. Finalmente, nos casaremos en Cuernavaca, en la casa de los abuelos de Luz, para irnos al siguiente día al sur del país. 

Doy vueltas por la habitación, murmurando la lista mental que hice para no olvidar nada ⏤. Pasaporte, carnet de conducir, ¿visa?, ¿tengo que llevar visa? ⏤ me pregunto. 

Así, abro el cajón de los documentos para sacar la visa. En el momento en que tomo unos papeles, veo que algo cae al suelo y me agacho para recogerlo. Sonrío al ver que es una foto de mi madre, Alegra, esa que hace años escondí ahí por temor de que mi padre me la quitara. 

Veo a mi madre, tan sonriente y feliz. Con ese cabello largo, lacio y del mismo color que el mío. Supongo que a la hora de tomar la foto estaba viendo a mi padre, ya que su mirada está tan llena de felicidad y paz que solo se puede conseguir viendo a alguien que se ama. 

Dejo los papales, y tomo la foto para así, abandonar la habitación. Sé que me faltaba algo por hacer y ahora sé que es. Le tengo que contar todo a ella, a mi madre Alegra, que de la felicidad que siento la he olvidado por completo y no debería ser así. 

Entonces, bajo las escaleras y sin decirle a nadie, salgo de mi casa con dirección a la playa. A ese punto donde suelo ir a hablar con ella, donde siento que está cerca de mí. Mi madre, a lo largo de mi vida, ha escuchado mis quejas, mis temores y sobre todo mis reproches; creo que es hora de que escuche algo bonito de mi parte. 

Así, cuando llego a la playa solitaria. Me siento sobre la arena y veo su fotografía. Puedo escuchar el ruido de las olas besando la orilla, sentir el frío del viento, pero, sobre todo, veo a lo lejos como el sol se va metiendo, y esa luz que hace una frontera, como si el sol tocara el mar y se volvieran uno. 

⏤ Mamá ⏤ comienzo y como siempre se me hace un nudo en la garganta. Jamás he podido hablar con mi madre sin llorar, supongo que es un efecto secundario de una vida sin su presencia ⏤. Perdón si no he venido y esta vez no tengo pretexto, simplemente no se me había ocurrido venir. Pero, ahora te traigo buenas noticias y espero que eso me ayude con la falta ⏤ suspiro ⏤. ¿Recuerdas de la chica que te hablé?, ¿de Luz? Bueno, ella y yo nos vamos a casar. 

Al decir eso, rompo en llanto como un niño pequeño, pero, sé que es de felicidad ⏤. Logré conquistarla y nos casaremos en unas semanas, en México. Le di tu anillo, ese bonito que traes en esta fotografía. Mi papá me lo dio, dijo que tú estarías feliz y espero que lo estés. 

Respiro profundo. Cuando hablo con mi madre las palabras me salen como si fuera apenas un niño, y odio que sea así; supongo que jamás podré hablarle como un adulto, por más que quisiera. 

⏤ Estoy muy feliz, ¿sabes? Porque por fin encontré a la mujer de mi vida y, pues, me casaré con ella. Supongo que fue lo que tú sentiste cuando encontraste a mi padre, ¿no es cierto? Cuando le viste por primera vez. Debo decirte que últimamente mi papá está cambiado. De pronto, se terminaron los reproches, esa tensión continua entre los dos y las discusiones. No sé qué le pasó, pero, si fuiste tú, gracias. Incluso me ayudó a planear la pedida de mano de Luz. 

Como siempre, el mar responde, no me dice nada, pero yo siento como si me diera todas las respuestas que necesito o como si ella me estuviese haciendo conversación. 

⏤ Me iré con ella a México, a vivir por un año. Si lo sé, yo sé que te prometí de pequeño que jamás me iría de Ibiza para poder estar a tu lado, pero, me tengo que ir. Ella tiene un sueño y yo quiero estar a su lado para ver cómo lo hace realidad. Además, el mar es muy grande, ¿qué no?, y te permite estar conmigo en todas partes. Así que no tendrás problema en nadar hacia otras aguas, y descubrir nuevas cosas conmigo, ¿cierto? 

Me río bajito, porque me escucho hablar y me siento ridículo porque me convierto en un niño pequeño de nuevo. Supongo que el David pequeño que se escapaba de su casa para venir a hablar con ella, aún sigue viviendo aquí y jamás se irá. 

⏤ Te amo mamá. A veces no entiendo por qué lo que hiciste, y si te soy honesto, ya no busco respuestas, me cansé. Solo quiero que sepas que te seguiré amando hasta que ya no esté en este mundo, esperando que me des la bienvenida en el otro. Te juro que si Luz y yo tenemos una hija le pondré tu nombre, para que cada vez que lo pronuncie mi corazón lata feliz y mi recuerdo se vaya a ti, al mar, a todo el amor que te tengo. 

Entonces me pongo de pie y como siempre tomo una piedra cercana, la beso y la lanzo al agua ⏤ Ahí te va otro beso ⏤ le digo, para después besar la fotografía ⏤. Tú te vienes conmigo a México. 

Y sin decir una palabra más, me alejo de ahí, despidiéndome una vez más de mi madre con la esperanza de que algún día, ya no la necesite y pueda dejarla descansar en paz. 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *