Me encuentro de pie frente al pequeño altar improvisado en este precioso y fresco jardín. Todas las miradas de los invitados están sobre mí, mientras la mía, ve atento el final del pasillo, en espera de que entre Luz del brazo de su padre. 

⎯ ¿Cómo me veo? ⎯ le pregunto a Ainhoa en un murmuro. 

⎯ Bien, aunque te hubieses cortado el cabello ⎯ me reclama, ya que para el evento me lo he dejado largo, tal como le gusta a Luz. 

⎯ Shhh, se ve guapo ⎯ le dice mi madre, haciéndome sonreír. 

Nunca me había sentido así, emocionado y nervioso a la vez. Con este grado de expectativa y con ganas de que todo empiece. Soy como un niño pequeño en espera de las Navidades, o como un hombre enamorado que solo quiere unir su vida a la del amor de su vida. 

⎯  Ahí viene ⎯  escucho un rumor, y de pronto, Luz se aparece con un precioso vestido de novia que hace que un “guau” se escape de mis labios. 

Luz camina hacia mí del brazo de su padre. Lo hace lento, o tal vez yo lo veo todo en cámara lenta, porque quiero recodar esta fotografía para que se quede en mi subconsciente hasta el final de mis días. 

⎯  Hola ⎯  murmura Luz, cuando llega frente a mí. 

⎯  Hola ⎯  respondo. 

Tristán estira su mano junto con la de ella y me la entrega ⎯. Cuídamela mucho, ¿quieres? ⎯  me pide con la voz entrecortada. 

⎯  Lo hago, y lo haré ⎯  contesto decidido. 

Luz toma mi mano y me sonríe. Puedo ver sus ojos brillando más que nunca, esa sonrisa que no me deja de conquistar y me dice con su melodiosa voz ⎯. Te ves guapísimo. 

⎯  Tú, te ves hermosa ⎯  le respondo y diciendo esto acaricio su rostro. Veo cómo unas lágrimas salen de sus hermosos ojos ⎯  ¿Por qué lloras? ⎯  inquiero, aunque yo también tengo muchas ganas de llorar de emoción. 

⎯  Porque estoy haciendo el sueño de mi padre realidad. La fotografía de algo extraordinario. David Canarias a punto de unir su vida conmigo, algo que, en realidad, se veía imposible ⎯  me comenta, haciéndome reír. 

⎯   Venga, vamos a casarnos, que muero de ganas por hacerlo ⎯  le respondo. 

Ambos volteamos al altar, donde el juez del registro civil nos estaba esperando. Y sin dar tregua, comienza a recitar las primeras palabras que sellarían nuestro destino para siempre. Yo no puedo dejar de ver a Luz, y ella no puede dejar de sonreírme. Los dos estamos inmersos en nuestras miradas, acariciando nuestras manos, diciéndonos en murmullos que nos amamos. 

De pronto, siento como si estuviera solo con ella, sin nadie alrededor, disfrutando de su presencia y de la alegría de que está aquí, conmigo, y que ella es y siempre será la mujer de mi vida. En eso, el juez llama nuestra atención y al ver los anillos, sé que el momento tan esperado ha llegado. La promesa de mi amor, de una vida feliz juntos. 

Entonces tomo el hermoso anillo de oro con mi nombre grabado y cojo su mano con delicadeza para, luego, decir mis votos  ⎯ . Yo, David (ex picaflor) Canarias Lafuente, prometo ser el esposo que necesites, hacerte café por las mañanas, caminar contigo de tu mano, bailar a todas horas o cuando lo desees, platicarte todos mis secretos y cuidarte de ti, en la salud, en la enfermedad y en los buenos y malos ratos. Soy tuyo, por siempre y para siempre ⎯ recito, y pongo la alianza en su dedo. 

Luz se ríe, y con eso sé que he atinado en mi votos. Ella suspira y con su hermosa voz, dice los suyos ⎯. Yo, Luz  (patea traseros) Ruíz de Con Caballero, prometo amarte en todas tus facetas,  tener muchas aventuras, tomarte fotos, escucharte cuando lo necesites y caminar siempre de tu mano. No ser tan necia y siempre cuidarte, en la salud, en la enfermedad, y en los buenos y malos ratos y como extra prometo no volver a meterme a cuevas ni ponerme en riesgo ⎯ Luz voltea a ver a su papá y le guiñe un ojo ⎯. Te amo y soy tuya, por siempre y para siempre ⎯  y diciendo esto, me  pone la alianza en mi dedo. 

⎯ Por el poder que me confiere el estado de Morelos, los declaro marido y mujer ⎯ escuchamos al juez ⎯. David, ya puedes besar a tu esposa ⎯ me indica. 

Entonces, la tomo de la cintura y la acerco a mí ⎯ ¿Quieres un beso de película? ⎯ le murmuro. 

⎯ ¿Cómo eso eso? ⎯ pregunta ella. 

Entonces la inclino hacia abajo y acerco mis labios a los suyos ⎯. Así ⎯ y sin decir más la beso, mientras nos rodean los aplausos de los invitados y de nuestra familia. Hoy, los labios de Luz me llevan al paraíso y me saben a felicidad; una que jamás pensé que llegaría a saborear. 

⎯ Somos uno⎯ me dice ella, con ternura. 

Jamás pensé que dejaría todo por una mujer. Mi vocación, mi país y sobre todo mi vida. Pero, no importa, porque empezaré otra a su lado, una mucho más bonita y feliz, construyendo mis sueños, a la par de los suyos.  

⎯ Muero porque comience nuestra aventura ⎯ le murmuro a Luz, mientras la tengo entre mis brazos. 

⎯ Dirás, nuestra nueva vida, una que estará llena de sabores, de música, fotografías y mucho, mucho amor ⎯ recita, para luego fundirse entre mis labios.

Así después de tantos años de buscar el amor entre cama y cama, este Picaflor, finalmente lo encontró y dejó atrás el mundo de conquista para entregar su corazón a la mujer de sus sueños. Entonces, con el anillo en mi dedo y ella entre mis brazos, agradezco al destino por haberme dado una segunda oportunidad. 

Y bueno la moraleja de esta historia es la siguiente: si yo, que soy un Picaflor, pude encontrar el amor y ser feliz para siempre, cualquier persona, puede lograrlo. Y si no es así, entonces… Soy un Picaflor afortunado. 

FIN 

David Canarias regresará en Picaflor (Tomo 2) 

3 Responses

  1. Bellos David y Luz, siempre estuvieron el uno para el otro, sin querer reconocerlo. No cualquiera enamora un Picaflor y lo saca de accion. El próximo libro sería Viajando Contigo, no lo veo publicado por acá!

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