Antonio
Desde el momento en que entré a la vida de Lila, supe que estaba entrando en un mundo diferente. Un mundo donde la risa resonaba más fuerte, los abrazos eran más cálidos y el sentido de pertenencia se sentía en el aire. La familia de Lila no era solo una familia; era un universo entero de amor, complicidad y apoyo incondicional.
Desde el primer saludo hasta el último adiós, cada miembro de esta familia irradia una energía única. Sus hermanos, con sus ocurrencias y chistes, convierten cada momento en una anécdota. Los tíos, con sus historias interminables y su sabiduría, añaden profundidad a cada conversación.
Pero lo que más me impresiona es la hermandad que existe entre ellos. No es solo una cuestión de sangre; es una conexión que va más allá de eso. Se apoyan mutuamente en todo momento, comparten sus alegrías y tristezas, y siempre están dispuestos a tender una mano cuando alguien lo necesita. Es evidente que han pasado, por mucho, juntos, pero eso solo fortalece sus lazos.
En la fiesta, esa hermandad se hace aún más evidente. Los primos pequeños juegan y ríen juntos, los tíos intercambian anécdotas mientras los cuidan, y los mayores, la nueva generación, los hermanos y primos, se encuentran reunidos platicando sobre sus vidas, riéndose de sus aventuras, comiendo y bebiendo.
Así, mientras los observo, deseo profundamente compartir alegrías y tristezas con ellos. Construir recuerdos, ser parte del clan, de que me llamen como uno y divertirme. Sin embargo, no importa si no lo logro, lo importante es que mi hija, sí lo será, y, por lo tanto, estará rodeada de amor y felicidad. Una mejor infancia de la que yo tuve. Y para mí, eso es ganancia.
Aun así, intentaré llevarme bien con todos, y convivir esta noche. Supongo que no pierdo nada con intentarlo. Así que, mientras ellos hablan sobre unas anécdotas del bar de Cho, escucho sobre un reto que Cho hace en su bar y que nadie ha conseguido: adivinar, en orden, los ingredientes de su famosa bebida, “la llamarada Cho”.
Según, quien adivinara los ingredientes en orden, se llevaría dinero en efectivo, una gran cantidad. Hasta ahora, nadie lo ha logrado, y él se siente feliz por ello. Al parecer, el ingrediente secreto de su bebida, está a salvo. Hasta ahora.
—Yo lo haré —interrumpo.
Creo que nadie me escucha, debido a lo fuerte de la música, así que alzo un poco la voz:
—¡Yo lo haré!
En ese instante, Cho deja de hablar y me ve directo a los ojos.
—¿Cómo?
—Yo lo haré. Yo voy a adivinar los ingredientes en orden —aseguro.
Todos me miran con incredulidad. Incluso Sabina, la prima de Lila, ha puesto atención, ya que platicaba animadamente con Sila.
—¿Es en serio? —pregunta.
—Sí, yo lo haré. Yo adivinaré los ingredientes.
—No creo que lo logres —habla Tristán—. Muchos han tratado y nadie lo ha logrado.
—Pues, yo lo haré. Es más, hagamos esto más interesante. —Y al decir esto, me acerco a ellos—. Apostemos algo.
—No tienes nada que yo quiera —contesta Cho, seguro.
—Pues, si me dejas decírtelo.
—A ver.
Me aclaro la garganta.
—Bueno. Yo también tengo una bebida secreta.
—Claro —expresa Moríns.
—Es verdad. Es una bebida que aún no está patentada, y solo una persona conoce la receta, yo. Es una que solo se hereda al primer hombre de la familia, y en ese caso, soy yo.
—¿Eso es cierto? —pregunta David Tristán, que de inmediato se nota interesado.
—Así es. Y con este contexto, va mi apuesta. Yo hago mi bebida, tú haces la tuya. Las probamos. Si yo adivino los ingredientes en orden de la tuya, me dejarás replicarla en uno de los bares que abriré.
—Y, ¿si yo gano?
—Te quedas con mi bebida. La patentas y ya no la podré usar en el bar que abriré.
—¿Tan seguro estás de que me gustará tu bebida, que crees que querré patentarla? —inquiere Cho.
—Sí —contesto, bastante seguro.
Cho voltea a ver a Moríns. No sé cómo esté el paladar de Cho, pero el mío, está listo para esto. El cuñado de Lila le dice algo en secreto a Cho, y él asiente con la cabeza.
—Bien. Pero haremos esto aún más interesante.
—Dime.
—Primero, necesitamos al interventor de esta apuesta, Daniel.
El primo de Lila se acerca y escucha con atención.
—Apunta, Daniel. Si yo gano me da su bebida y me debe pagar 1,600 euros.
—Vale. Pero, Daniel, si yo gano. Puedo usar su bebida en el bar que abriré y debe pagarme 3,000 mil euros.
—¡Qué! —expresa Cho.
—Tómalo o déjalo. O qué, ¿estás seguro de que perderás? —inquiero.
Cho sonríe.
Apúntalo Daniel.
De pronto, todos se emocionan, y noto que David se aleja del círculo, para luego regresar con su padre y los tíos de Lila. Todo se vuelve un caos por un instante, uno que ellos comprenden a la perfección. Veo intercambio de dinero, y a Daniel, apuntando y haciendo cálculos.
—Como verás, a la familia le gusta apostar —me comunica Jon, quién está a mi lado—. No se puede jugar a la lotería, sin que hagamos de todo una competencia.
—Ya veo —murmuro.
—Bien, entonces, está hecho. Haremos las bebidas por separado, sin testigos y las presentaremos.
—Dale.
Daniel se acerca a nosotros.
—No se vale ver los ingredientes del otro, ni cambiarlos del original y mucho menos que los demás ayuden. —Al mencionar eso, ve a Moríns.
—No diré nada —contesta.
Cho se pone de pie.
—Iré a preparar mi bebida. Cuando termine, irás a preparar la tuya y la traeremos a la mesa.
—Vale —accedo.
Cho se pone de pie, y se aleja de la mesa. Yo me quedo sentado, buscando a Lila con la mirada.
—Y, ¿Lila?
—Seguro se fue a recostar o al baño. No te preocupes, está bien —me anima David.
Cho regresa con su bebida, momentos después, y ahora es mi turno. Me pongo de pie, me dirijo hacia el pequeño bar y mezclo mi bebida. Cuando termino, llevo mi bebida hacia la mesa y me siento.
—Pues… ¿Empezamos? —pregunta Cho.
—Vale, pero… hagamos esta apuesta más interesante —agrego.
—Dime.
—Por cada ingrediente que falle, nos tomaremos un caballito de tequila.
—¿Qué?, no, yo no tomo —me asegura Cho.
—Yo tampoco, pero, creo que agregaría emoción a la apuesta. Yo estoy seguro de que adivinaré todo, así que sé que no tomaré tequila. Pero, si tú crees que tomarás mucho.
—Será doble —me interrumpe Cho.
Un “uhhhhhh” se escucha de todos los que nos miran, haciéndome reír.
—Bien. Doble. Mi bebida tiene cuatro ingredientes y un ingrediente secreto.
—Ok. La mía seis y el ingrediente secreto.
La botella de tequila nos asusta, cuando Manuel, el padre de Daniel, la pone sobre la mesa y hace saltar los vasos.
—Es nueva, es la tradición.
—Bien. Eres el invitado, tú comienzas —me invita Cho.
Tomo el vaso, y bajo la mirada de todos, doy el primer sorbo. La bebida es fuerte, bastante fuerte, por lo que comienzos toser, provocando que todos se rían.
—Se me olvidó decirte, no todos aguantan la bebida. Es para expertos —habla, orgulloso.
Una vez más, tomo un sorbo, y siento la fuerza del alcohol recorriendo mi garganta y la mezcla de sabores que hacen honor a la bebida. Siento fuego, picante, y Ron mucho Ron.
—Ron, es la base —hablo.
—Bien.
Doy otro sorbo a la bebida, y siento aún más profundos los otros ingredientes.
—Mango, y limón.
—Ok.
Tomo otro sorbo más.
—Piña, Canela y tu ingrediente secreto es jarabe de nuez.
Cho sonríe.
—Casi, Antonio de Marruecos, te tenía en fe. Aunque adivinaste bastantes y te equivocaste en dos, es lima y jarabe de almendra.
Manuel me pone tres caballitos dobles de tequila en frente y los llena.
—¿Tres?
—Eres el nuevo… —me señala.
—Bien.
Un poco mareado, tomo el primer caballito de tequila y le doy un sorbo pequeño. Los demás se quejan.
—¡Nombre!, es un solo movimiento —me dice Daniel, para volver a llenar el caballito hasta arriba—. Venga.
Bajo las miradas de todos, tomo el primer caballito de un solo sorbo, y cierro los ojos, sintiendo la fuerza del tequila.
—¡Venga, Antonio!, otro, otro, otro —anima David Tristán.
Tomo el siguiente caballito de tequila, rebosando. Y de nuevo, lo tomo de una sola vez.
—¡Dios! — expreso, al sentir el ardor.
—Uno más, uno más… —me anima Cho.
Manuel, toma de nuevo el caballito y lo llena hasta arriba con el tequila color dorado.
—Este lo tomas conmigo —me comenta. Y se llena uno para él.
Manuel levanta el caballito, ambos brindamos, y bajo su mirada intensa, tomo el tequila. Siento como baja por la garganta, pero esta vez, me he acostumbrado al sabor, así que lo disfruto más.
—¿Delicioso?, ¿no?
—Exquisito —comento.
Volteo a ver a Cho y le invito que tome. Él levanta la bebida, y cuando se la acerca a la boca, el hijo menor de Moríns interrumpe.
—¿Tu eres Antonio? —pregunta.
—Sí, yo soy.
—Hola, yo soy Luciano —me dice, con una voz muy tranquila y dulce. Me da la mano y yo la tomo, para saludarle.
—Hola, Luciano —saludo.
—Dice Mar que Lila está en el baño.
—Muy bien…
—Lucho… ¿qué haces acá arriba?, ¿dónde está Lolo?, y tus hermanas, ¿dónde están tus primos?, ¿dónde está tu abuela? —pregunta Moríns.
—La tía Lila está gritando en el baño.
—¿Cómo? —inquiere Sabina.
—Y Mar me mandó a decir que estaban en el baño. Que estaba a punto de aplaudir —dice el niño.
—¿Aplaudir? —pregunta Cho.
—Si, aplaudir…
—¿Aplaudir?, ¿aplaudir? —repito, cuando de pronto, el tequila se despeja y entiendo todo. Me levanto en un brinco—. ¡PARIR!, ¡LILA ESTÁ A PUNTO DE PARIR!
Entonces, salgo corriendo, y bajando las escaleras me resbalo en los dos últimos cayendo al suelo. Al parecer, las bebidas me han pasado factura. De pronto, siento cómo alguien me ayuda a ponerme de pie, son Moríns y Cho que han bajado junto conmigo.
—Venga, te ayudamos —habla Moríns.
Los tres vamos hacia la habitación, y vemos a los niños tratando de abrir la puerta.
—La tía Lila, llora. —Escucho a Fátima.
Los hijos de Cho se encuentra sentados sobre la cama, y los hijos de Moríns, tratando de resolver el problema.
—Mis tías y mi abuela salieron por algo de comer —aclara, la más pequeña de los hijos de Moríns.
—¿Lila? —pregunto, y siento cómo las palabras se arrastran.
—¡DIOS MÍO!, ¡AL FIN! —Escucho la voz de Mar— ¡TE ADORO, LUCHO!, ¡TE ADORO! —grita.
—Concentrate, Mar.
—Sí, cierto. Lila está con contracciones. No son seguidas pero son dolorosas. Se rompió la perilla, la puerta está atascada y no podemos abrir.
—¡Vamos a tirar la puerta! —grito.
—Tranquilo, Tom Cruise —me detiene Cho—. No creo que estés en condiciones de tirar ninguna puerta. Encontraremos otra forma.
—¿Otra forma?
—Sí.
Cho comienza a buscar por la habitación algo con que abrirla. Yo sigo pegado a la puerta escuchando a Lila gritar.
—¡Puta madre, como duele esto! — grita.
—Ese lenguaje, tía —contesta Fátima.
—Sila, cariño… —le pide Moríns a su esposa, y le dice que se lleve a los niños.
—Vamos, Cho… ¡Debe haber algo! Si no lo encuentras la tiraré.
—Estoy pensando, estoy pensando… — me contesta.
—Ya casi, ya casi…
—Espero que ese ya casi sean dos minutos — me grita Lila.
En eso, por la puerta de la habitación, entra David Tristán con un cuchillo en la mano.
—Así abría Moríns la puerta de armario en la casa de Puerto Vallarta, cuando se quedaban atorados Sila y él, al esconderse —me dice, explicitamente.
—¿Cómo? —pregunta David Canarias, quién ha entrado junto con él.
Moríns se sonroja.
—No pasó nada, suegrito. Era cuando jugábamos a las escondidas con David.
—¡Claro que no! —expresa—. Lo hacían tan seguido que…
—¡LUEGO DISCUTEN! —Se escucha la voz de Lila.
—Ya, abre —le ordena su padre.
Tristán mete el cuchillo y comienza a moverlo.
—Así no… más a la derecha… —le dice Moríns, y la mirada de David Canarias se enfoca en él—. Me han dicho —agrega.
En eso se escucha un clic, y la puerta se abre. Yo entro de inmediato y veo a Lila recostada sobre el tapete del baño, con Mar sosteniéndole la cabeza, y ambas con un rostro de sorpresa.
—¡MENA VIENE!; ¡MENA VIENE! —expresa, para volver a sentir otra contracción.
Trato de levantarla, pero, no puedo, al parecer, me he lastimado la mano con el golpe, y la adrenalina comienza a bajar y yo, a sentir el dolor. Tristán y Moríns se acercan.
—Vamos, no queremos que tu hija nazca en el baño, ¿o sí? — me pregunta, con una sonrisa.
No lo sé, pero siento, que hoy, di un paso más en esta familia.
Jajajaja estuvo buena esa fiesta. Me gusta como se va integrando Antonio y la caida como novatada, pero no creo q esa sea la oficial jejejejeje, porq aun no saben q volvieron. Bueno ya ahora viene Menita ❤️❤️❤️❤️🥳🥳🥳🥳
Mi Lolo, va aplaudir!!!
😂😂😂 una anécdota mas para el clan 🤭😅
Que alegría la llegada d menita
Que momentos vivirá Antonio en esta hermosa familia ❤️ Ahora a conocer a Menita!💞💞🤩🤩
Jajajaja amé. Ya tiene ese no sé qué jajajaja
David como loco con el secretito jajaja
Jajajaja esta familia de comunicativos!
Aplaudir Lolito lindo 😉
Me reí a carcajadas!
Amo leer estos momentos, que son de nervios, te hacen reír, está familia es única e inremplazable 💕💕💕
Jajajaja que guardadito te lo tenías eh Moríns!!!
Los nacimientos en esta familia nunca son normales jajajaja y esta familia es única en todo sentido y por eso uno vive enamorada de cada personaje =)
Quiero saber que pasa con la apuesta y quien pierde o quedaran a partes iguales? =) y las otras apuestas que hicieron entre ellos =)