Moríns
La cuenta que pagué en las tiendas ayer jamás pensé que las pagaría y que mucho menos vería mi cuenta al día siguiente y aún tendría dinero para seguir mandándole a mi madre y pagando mis gastos. Marie tenía razón, necesitaba esto, un poco más de autoestima, ropa que reflejara mi puesto, mi nueva vida, este trabajo que, quiera o no es mío, y sé que lo puedo hacer bien.
Así que hoy, me puse el traje que más me gustó, uno de color rojo vino, que admito me enamoré de él tan sólo lo vi en el aparador, y aproveché para ir al spa del hotel para relajarme y arreglarme la barba y el cabello. Cuando llegué a la oficina, era otro y en ese momento me sentí como ese Moríns que no sabía que existía pero que de alguna manera me encanta ser, y puedo sentir como las inseguridades se van de a poco, mientras paseo por los pasillos de la fundación sintiéndome mejor, nuevo, renovado.
Hoy, fue un día bastante pesado de trabajo. Entre la preparación para la fiesta de aniversario, los proyectos que pronto estarán en puerta y las cientos de juntas a las que debí asistir, entre David y yo tuvimos que hacer todo sin tener ni una hora de descanso, yendo de un lado para el otro, cambiando de carpetas y apuntando todo conforme nos lo iban diciendo. Cuando dieron las ocho de la noche, la hora de salir, ambos añorábamos ese momento.
⏤Sí, ya voy para allá Daniel… vale, sí, hasta luego ⏤ escucho la voz de David saliendo de la sala de juntas. Entra a la oficina y va hacia su área para tomar su gabardina y ponérsela.
⏤¿Planes? ⏤ pregunto mientras sigo revisando los papeles.
⏤Sí, mi primo Daniel está abajo, nos vemos mañana, Moríns. ⏤Me comenta.
⏤David ⏤ lo llamo y él voltea a verme.
⏤Dime.
⏤¿Sabes por qué Sila no vino hoy?
⏤No lo sé, supongo que tuvo trabajo en la clínica o en el hospital…
⏤¿Es tu hermana y no sabes qué hace?
⏤No ⏤ me dice entre sonrisas ⏤ no soy su niñero… ¿por qué no le preguntas tú?, digo… tienes su teléfono. Hasta luego.
David sale y yo solo niego con la cabeza. Me habían dicho que la familia era extremadamente unida y ahora nadie sabe lo que hace Sila o donde va, eso es sumamente raro. Tan solo David sale de ahí volteo a los papeles y los dibujos que Sila me dejó ayer, cuando ese aroma a miel y rosas llega a mí, llamando por completo mi atención.
⏤Alguien se ve bien en ese traje ⏤ escucho la voz de Marie al otro lado de la oficina.
⏤¿Crees? ⏤ pregunto, y admito que me ha dado un poco de vergüenza.
⏤Lo creo, ¿puedo pasar?, o, ¿el asistente está aquí vigilando? ⏤ me pregunta, para luego reír.
Me río, ⏤ David no te vigila y ya se fue, así que, pasa…
Marie entra a mi oficina y de inmediato me fijo en su conjunto de hoy, un pantalón de vestir no tan pegado pero con una blusa que parece pintada a su cuerpo. Sí, Marie es bonita, tiene un cuerpo sensacional, pero tengo el presentimiento de que no todo es suyo o que hay algunas partes que han sido aumentadas.
Ella se sienta sobre mi escritorio y me sonríe. ⏤Sabes que estaba pensando.
⏤¿Qué?
⏤Bueno, no conozco Madrid.
⏤¿No lo conoces?, ¿por qué? ⏤ inquiero un poco sorprendido.
Ella toma mi pluma y comienza a dibujar sobre el blog de notas que hay en mi escritorio ⏤no, cuando llegué acá solo me quise encerrar y concentrarme en este trabajo, así que… después del café de ayer me estaba preguntando si podrías enseñarme la ciudad.
⏤¿Yo? ⏤ pregunto.
⏤Sí, salir de aquí, caminar por las calles, ¡qué se yo!, ¿qué dices?
⏤Pues… la verdad es que estoy un poco cansado y mañana tengo que llegar temprano para…
Marie me toma la mano y la acaricia⏤Vamos Moríns, solo será un ratito. Mira, que tienes un traje fenomenal, somos jóvenes, apuestos… solteros, ¿qué más queremos?
Veo la hora ⏤ pues, supongo que no estaría mal.
Ella se baja del escritorio y luego me toma la mano ⏤¿Vamos?, ¿qué te parece si vamos a cenar?, y ya de ahí vemos.
Tomo su mano y me pongo de pie ⏤ Está bien, a cenar y siempre he querido caminar por Madrid de noche ⏤ le comento, y ambos salimos de aquí.
[…]
Después de una cena bastante vasta, y de unas cuantas copas de vino, Marie y yo nos encontramos caminando por las calles de la ciudad, platicando de todo un poco y viendo los lugares iluminados por las luces de los edificios y las calles. El clima de hoy está un poco fresco, pero no tan frío como para arroparnos más de la cuenta. Puedo oler su perfume dulce y escucho sus pasos gracias al ruido de sus tacones sobre el cemento.
⏤Jamás en la vida había tomado tanto vino en la cena ⏤ le confieso y ella se ríe.
⏤Yo, nací tomando vino… es muy común acá y en Francia…mi padre nos enseñó desde pequeños y bueno… es normal, ¿tienes hermanos?
Niego con la cabeza ⏤ no, soy hijo único.
⏤¿De verdad?, yo soy la menor de seis hombres.
⏤¡Guau!, seis.
⏤Sí, no somos tantos como la familia Canarias y Ruíz de Con juntas pero… somos algunos.
⏤Y, ¿puedo preguntar cómo terminaste de asistente de Xóchitl? ⏤ pregunto.
Marie suspira ⏤ digamos que estoy haciendo una especie de internado en la fundación.
⏤¿Internado? ⏤ inquiero.
⏤Sí, mi familia es muy amiga de los Ruíz de Con y Canarias, tienen tratos con ellos y pues, me enviaron para acá. Quedé con Xóchitl por eso de los idiomas, aunque creo que también la presencia… ⏤ y me cierra un ojo.
Ambos seguimos caminando por la acera, sin rumbo, solo siguiendo la conversación y el movimiento de nuestros pies.
⏤Y tú, ¿cómo acabaste con los Ruíz de Con y Canarias?, uno no llega a esa familia por casualidad.
⏤Eran mis vecinos en Puerto Vallarta ⏤ comento ⏤ Sila y yo estudiábamos juntos en la casa de su abuelo, ahí nos conocimos y pues conozco a la familia desde siempre. Incluso, la primera vez que vi a David Tristán tenía como siete u ocho años, la verdad no lo recuerdo.
⏤¡Guau!, entonces… toda una vida al lado de ellos.
⏤Algo así… en realidad, son una buena familia ⏤ admito, y esbozo una ligera sonrisa recordando los buenos tiempos que he pasado con ellos ⏤ me han ayudado mucho y apoyado a mi madre y a mí.
⏤Ya veo ⏤ pronuncia ⏤ pero así como te dan todo te quitan todo, ¿no? ⏤ me dice, para luego reír.
⏤Eres bastante directa ⏤ hablo.
⏤Lo soy, no me gusta esconder lo que tengo que decir, no lleva a ningún lado, deberías de probarlo de vez en cuándo… Ahora, si te ofendí, no era mi intención.
⏤No, no me ofendiste… ⏤ respondo.
Ella suspira ⏤ y bueno, ¿qué harás con Sila y el bebé?, ¿algún plan?
⏤Pues, por ahora, decidimos estar presentes en todo lo que tenga que ver con el bebé y luego, cuando nazca, será una crianza compartida.
⏤¡Vaya!, entonces lo tienen todo bien pensado… me alegro, es bueno que puedan ser amigos.
⏤Sí, supongo que sí ⏤ respondo.
Marie me toma de la mano y me ve a los ojos ⏤¿me llevas a bailar?
⏤¿Cómo? ⏤ pregunto confundido al ver el cambio de actitud.
⏤Vamos a bailar… ⏤ me insiste.
⏤¿Hoy?
⏤¡Sí!, la noche es joven y nos vemos guapos… ¿qué dices?, hay un bar cerca de aquí que tiene buena música y ambiente… anda, vamos… ¿si?
Veo mi reloj de pulsera y noto que aún es temprano ⏤ Ok, sí, vamos.
Ella me jala y comienza a correr por la acera haciendo que yo la siga. Para nuestra fortuna no hay tanta gente caminando sobre ella, por lo que podemos correr sin interrupciones o chocar de frente con otros. De pronto, ella para, y al voltear a ver el letrero del bar, me río.
⏤¿El corazón espinado?, es en serio. ⏤ Le comento.
⏤Sí, dicen que es bueno… muchos de la fundación vienen… vamos, ¿si? ⏤ Escucho dentro la música movida y esas luces alegres que nos invitan a pasar. La verdad, es que nunca pensé que un miércoles por la noche estaría en un lugar así. Ella me aprieta la mano animándome ⏤ vamos, algo diferente, ¿no crees?
⏤Vamos ⏤ respondo.
Así, los dos entramos y después de atravesar el umbral de la puerta, damos paso al lugar que, para ser miércoles por la noche, se encuentra completamente lleno y con un ambiente que en verdad te invita a disfrutar. Marie, entra moviéndose al ritmo del son cubano mientras toma mi mano y me hace darle una vuelta.
⏤¿No es genial? ⏤ me pregunta.
⏤Sí, ya he venido antes, el dueño del bar es mi amigo ⏤ presumo y ella sonríe.
Los dos nos dirigimos a una mesa y nos sentamos justo en un lugar que parece un poco alejado de la barra ⏤¿tequila? ⏤ pregunta.
⏤Cerveza ⏤ le condiciono y ella asiente.
Voy hacia la barra y veo a Cho que está preparando unas bebidas, al verme, sonríe y expresa ⏤¡Ey!, ¡milagro! Pensé que después del ataque de pánico no regresarías.
⏤Pues, ya estoy aquí… se ve bastante lleno para ser miércoles.
⏤ Este bar siempre está lleno, y la cafetería por las mañanas igual… buena calle, buen ambiente…¿viniste a la post fiesta?
⏤¿A la post fiesta? ⏤ pregunto extrañado ⏤¿cuál post fiesta?
⏤Pues, a la de la señora Luz… hoy es su cumpleaños y decidió hacer una fiesta, están en la parte de arriba. ⏤ Así volteo arriba y veo a Sila riendo a carcajadas con el tal Johanssen, mientras su hermana Alegra lo hace por igual ⏤ tuvimos una comida en casa de Manuel y luego nos venimos para acá.
⏤No, no lo sabía ⏤ murmuro, sin dejar de ver la escena.
⏤Veo que no vienes solo ⏤ me dice Cho y señala con la mirada a Marie ⏤luego saca dos cervezas y me las da ⏤ten, de la casa.
⏤Mejor dame tequila… es 15 ¿no?, quiero festejar ⏤ le pido, sin dejar de ver la escena que hay ante mí. Al parecer hoy festejaré mi independencia.