Moríns
No voy a mentir, el volver a sentir los labios de Sila me dio un subidón que no puedo explicar. Fue como revivir, volver a enfocar mis pensamientos y mi mente. Volver a sentir, a recordar, a sonreír. El primer beso que nos damos es corto, tímido y tierno, como esperando la respuesta ante lo que acaba de pasar. Me separo por unos segundos y veo sus ojos verde esmeralda brillando, y esa sonrisa que me hace sonreír.
Después, ella vuelve a hacerse hacia delante y se ata a mis labios, volviéndolos a besar con esas ganas y deseo que tenía escondidos dentro de ella y que a ambos nos hacen vibrar. Tal vez, esto que está pasando entre nosotros, ahora, sea completamente desaprobado por muchos, e incluso podemos salir juzgados como tontos, inmaduros o débiles, pero, no me importa, porque nunca dejamos de querernos y, por más, que lo intenté nunca dejé de amar, de soñar con ella, de preocuparme por lo nuestro.
Mientras los labios cálidos de Sila, se pierden en los míos, mis manos juegan con ese cabello lacio y largo que cae sobre sus hombros. Siento su suavidad, ese aroma a lavanda que me encanta, su respiración tranquila pero a la vez emocionada, y yo, estoy en las nubes, en ese cielo que pensé haber perdido, pero de nuevo me encontró.
“Ejem”, escuchamos tímidamente como alguien se aclara la garganta y, enseguida, nos separamos. Sila, esquiva la mirada hacia otro lado y yo me dirijo hacia el mesero que trae en sus manos las bebidas y la comida que acabamos de pedir.
⏤Disculpen, pero, ya está su orden ⏤ nos dice igual de apenado.
⏤Bien, sí… gracias. ⏤ Respondo.
Ya había olvidado que habíamos pedido algo de comer, pienso, mientras me arreglo la gabardina.
Sila voltea y noto su rostro completamente rojo y con una sonrisa leve en sus labios. Luego se arregla el cabello y suspira ⏤tengo hambre, ¿tú no? ⏤ me dice, y toma su bebida y le da un sorbo.
⏤Mucha ⏤ respondo y hago lo mismo.
[…]
Después de una larga cena, donde ambos platicamos como siempre, de todo y de nada, decidimos dar una vuelta por el parque de noche, para bajar la comida y sentir el fresco del lugar. Al parecer, esta cena está yendo mejor de lo que ambos pensamos y, me alegra que no haya ataques de pánico, ni llanto, ni discusiones a todo pulmón, solamente ella y yo como solíamos hacerlo antes.
⏤Desde que regresé de México, no me había tomado el tiempo de hacer esto.
⏤Ni yo. ⏤ Confieso, porque es verdad, cuando Sila y yo vivíamos juntos, nuestro mundo era trabajo, piso y boda, y pocas veces teníamos un tiempo para salir y convivir; supongo que eso fue lo que nos faltó en el momento.
⏤¿De verdad?, pensé que ahora salías más y, disfrutabas de tu nueva etapa de soltería, aunque bueno, siempre fuiste soltero. ⏤Me comenta.
Me detengo debajo de un faro y la veo ⏤¿es tu forma de insinuarme si salía con Marie? ⏤ le pregunto, con simpatía.
Ella asiente ⏤ así es… ¿lo logré?
⏤Sí, sí lo lograste y mi respuesta es no, no salía con Marie tan seguido como tú crees, no entiendo por qué piensan eso.
⏤Bueno, es que ella se la pasaba diciéndole a Xóchitl que ustedes eran grandes amigos y salían a cada rato.
⏤¿Qué? ⏤ pregunto entre risas, ⏤ esa es una mentira, Marie y yo salimos una vez, y fue la ocasión del bar. Ese día fuimos a una cafetería primero, luego a cenar y terminamos en el Corazón Espinado, pero, no hay más.
Sila esboza una leve sonrisa y luego la quita para no verse tan evidente. Supongo que le alegra saber que Marie no estaba tan presente como ella pensaba. Ella, suspira y luego me ve a los ojos ⏤ tenías todo tu derecho en salir con alguien, es más, aún lo tienes, puedes salir con quién quieras, no pasa nada. ⏤ Me dice.
⏤Lo sé, y estoy saliendo con quién quiero ⏤ contesto y le guiño un ojo.
Sila se ríe ⏤ es en serio.
⏤Yo también lo digo en serio… ⏤ respondo.
Ambos seguimos caminando. De pronto me acuerdo de las palabras de Cho y sé que es el momento de abrir ese canal de comunicación que, por tanto tiempo, se ha cerrado.
⏤Sila ⏤ la llamo por su nombre, y ella voltea a verme ⏤crees que antes de seguir disfrutando la noche, ¿podemos hablar?
⏤Eso estamos haciendo, ¿qué no?
⏤Bueno, son cosas que tal vez no tengan mucho que ver con el ambiente en el que estamos ahora, es algo un poco más… ⏤suspiro ⏤ es sobre Marie.
Ella voltea a ver una de las tantas bancas que hay en el lugar y la señala ⏤¿puedo sentarme?
⏤Sí, claro ⏤ respondo.
Sila va hacia la banca, se sienta y luego me presta atención. Yo, como siempre, me quedo de pie frente a ella y suspiro ⏤ no me acosté con Marie.
⏤Moríns…
⏤No, escúchame. Esa noche en el bar fue muy rara, tanto que no recuerdo muchas cosas, pero, te contaré lo que si recuerdo para que sepas toda la verdad porque, en realidad, no quiero que haya nada de secretos entre nosotros.
⏤Vale.
⏤Esa noche del bar, estuve con Marie ahí, sé que tomé mucho tequila y me emborraché y también que salí con ella y nos fuimos a mi piso.
⏤Moríns…
⏤Espera, espera… ⏤ le pido ⏤sin embargo, no amanecí con ella en mi piso, sino con Cho, en el suyo.
⏤¿Qué? ⏤ pregunta algo confundida ⏤¿cómo?
⏤Eso mismo… ¿Cómo?, no sé… pero no amanecí con Marie en mi piso, y por desgracia no recuerdo nada de lo que pasó ahí. Mira, he tratado todo el día de hacer memoria y sé que ella estuvo ahí, y luego me recuerdo hablándole a Cho para que me recogiera a unas cuadras del edificio, es todo…
⏤Pues, está bien… ¿por qué no le preguntas a Marie qué pasó?
⏤Porque renunció ⏤ le digo, y ella abre los ojos, asombrada ⏤ sí, ella renunció. Ni siquiera la volví a ver después de ir a mi piso y me preocupa que haya dicho o pasado algo.
⏤Pues, yo la vi al día siguiente en la empresa y se veía… muy Marie, ya sabes, esas ropas atrevidas y todo… cuando mi hermano me recibió lo que te fui a dejar, ella estaba como si nada…
⏤Entonces, ¿se encontraba bien?
⏤Sí, muy bien… ⏤ dice ella en un tono ligero ⏤¿piensas que pasó algo malo?
Suspiro ⏤ no sé…
Me siento al lado de ella en la banca, tomo sus manos y la veo a los ojos ⏤ sé que no hice nada malo, de eso estoy seguro, solo que, tengo un mal presentimiento, ¿sabes?, como cuando intuyes que algo está mal, pero no sabes que es. Ese sentimiento que no te deja estar en paz, te da ansiedad, te da miedo… siento que algo va a pasar y, no me gusta. No quiero que pase nada ahora que estoy retomando todos los sentidos.
Sila acaricia mi mejilla y me da un ligero beso sobre los labios ⏤ sé que no hiciste nada malo, Moríns, te conozco desde que tienes catorce años y sé el tipo de hombre que eres. Tú, eres incapaz de herir o de hacerle daño a alguien.
⏤Lo sé, nadie me conoce mejor que tú.
⏤Aún me falta conocerte, pero, conozco tus raíces, tus problemas, tu caos, tus inseguridades, y los suficientes éxitos y fracasos como para asegurarte de que todo estará bien. No tengas miedo Moríns, es hora de ahuyentar los monstruos para siempre… es hora de sentirte seguro.
Puedo ver sus hermosos ojos brillando mientras me dice esas palabras, de pronto, un destello de la Sila de hace años se presenta ante mí y me dejo arropar por sus palabras ⏤ me hubiese gustado mucho decirte algo parecido cuando te sentías tan mal.
Ella niega ⏤ lo que pasó, ya pasó… ahora, concentrémonos en el hoy. Ya no hay más pasado, ya no hay más planes a futuro… solo el hoy, y llevaremos esto día a día, resolviendo una cosa a la vez. Si los problemas llegan, los resolveremos, si la felicidad llega, le daremos la bienvenida, no todo tiene que ser perfecto y tal como lo planeamos…
Sonrío ⏤ ¿de verdad estás diciendo eso? ⏤ le pregunto, al recordar como ella planeaba todo de principio a fin.
⏤Sí, lo aprendí a la mala… pero, estoy sanando y cambiando, para ser una mujer digna de él o ella ⏤ y se toca el vientre ⏤ y si me lo permites, digna de ti.
Beso su frente y luego la envuelvo entre mis brazos ⏤ Sila, si estuve contigo cuando eras la luz de mis días, estaré contigo ahora que la obscuridad te envuelve… yo seré tu luz, así como tú fuiste la mía ⏤ recito y ella me aprieta fuerte.
⏤Y tú no tengas miedo, aquí estoy, somos compañeros de camino, ¿no es así? ⏤ me dice.
⏤Compañeros de camino… ⏤ repito, abrazándola fuerte.
Y a pesar de las palabras que me dio y que me tranquilizaron por unos momentos… este malestar no se va de mi pecho.