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Sila 

-dos días después- 

De un día para otro todo cambió en la familia y éste fue más que notorio haciendo que todos a nuestro al rededor se preguntaran qué pasaba y volviéndose un poco más precavidos. Entonces, por fin, mi tía Julie decidió que la familia deberíamos tener una junta para poder hablar sobre lo que sucedía y así, por fin, nosotros confirmar las distintas teorías que nos hemos creado en nuestras mentes; espero que después de esto, pueda ayudar mejor a Moríns. 

Entonces, nos citaron a todos en casa de mi tío Manuel, donde me llevé la sorpresa de ver más seguridad en la parte de afuera, como unos diez guardaespaldas más simplemente me saludaron cuando pasé a su lado. Al entrar, Sabina llega a mi encuentro y me da un abrazo fuerte. 

⎯¿A caso el rey de España ha venido a la casa? ⎯ le pregunto. 

⎯No, todos son para nosotros. Algo pasó Sila pero no he logrado escuchar bien, espero que hoy al menos nos digan algo, porque ya no somos unos niños y debemos enfrentarlos con ellos. 

Amabas entramos a la sala de mi tío y de inmediato mi mamá me abraza y toca mi vientre con cariño ⎯¿cómo está mi nieto o nieta Moríns?, ¿te ha servido el té? 

⎯Si ma, todo bien… ¿tú sabes qué pasa? ⎯ pregunto tratando de obtener información antes. 

⎯Pronto les diremos, es bastante importante. 

Mi padre entra por la parte del jardín junto con Daniel y mi hermano David, quienes traen a mi abuela Fátima en la silla de ruedas ⎯¡Abuela! ⎯ exclamo feliz, y voy hacia ella para darle un abrazo. 

⎯¡Ey mi nieta con ojos verdes esmeralda!, ¿Cómo va mi bisnieta? ⎯ pregunta y yo sonrío. 

⎯Va bien abue, aunque aún no sé si sea bisnieta o bisnieto. 

⎯Será niña, ya verás… ⎯ me asegura para luego sonreírme. 

Momentos después, mi tía Julie llega a la casa junto con mi tío Robert y Jo y Jon, que de inmediato entran a darle un beso a mi abuela-ellos saben que no es su abuela pero la quieren como tal. 

Cuando estamos todos juntos, mi tía se dirige a nosotros ⎯ les aseguro que esta será la primera junta familiar que no terminará en tequila y lotería ⎯ habla ⎯ y esto es para que todos sepan que estamos hablando en serio. 

Todos nos quedamos en silencio ante el tono semi autoritario que está usando en este momento, y digo semi porque no es la presidenta del conglomerado quién nos habla, si no una tía muy preocupada por nosotros. Así, mis padres se junta con ella al igual que el tío Manuel y la tía Ainhoa. 

⎯Necesitamos que todos pongan atención, ¿vale? ⎯ nos dice mía Ainhoa. 

⎯Bueno sí pero, ya díganos que la ansiedad me está matando ⎯ responde Lila. 

⎯Alguien, de alguna forma quiere hacerle daño a la empresa de sus abuelos y por ende a la familia. No sabemos quién y por qué, pero esta vez hemos decidido prevenir antes de lamentar ⎯ habla mi papá. 

⎯Como ustedes saben, en ocasiones pasadas ya hemos tenido un atentado que casi cuesta la vida de su tío Robert, de su padre ⎯ les dice mi tía Julie a todos ⎯ y esta vez no lo vamos a permitir. 

⎯¿Bueno?, ¿qué es tan grave? ⎯ inquiere David, solo es el robo de unos proyectos. 

⎯No, creemos que es algo más y estamos tratando de averiguar algo más antes de que en verdad nos arrepintamos ⎯ responde mi tío Manuel. 

Sabina y yo nos volteamos a vernos, y sé que ella entiende mi preocupación en estos momentos, ¿a caso Moríns estará en grave peligro? 

⎯Como ven, hemos incrementado la seguridad. Ya no solo está Hugo si otros guardaespaldas que los mantendrán a todos a salvo. Sé que no estamos acostumbrados a eso pero ahora es indispensable. Cada familia tendrá tres elementos que nos cuidarán las veinticuatro horas y David, Sabina y Sila tendrán los suyos propios, ya que son los que tienen rutinas más establecidas ⎯ indica mi tío Manuel. 

⎯Sila ⎯ habla mi madre ⎯ a pesar de que tendrás a Frank, te pido que te mudes por un momento con nosotros para que no duermas sola en el piso, ¿vale?, dirás que es una tontería pero quiero tener a todos mis hijos debajo del mismo techo. 

Sonrío ⎯ está bien, ma, no te preocupes ⎯ respondo. 

⎯Sé que les costará mucho pero, tampoco quiero que salgan de noche y no posteen cada instante de su día en redes sociales ⎯ habla mi tía Julie viendo a Alegra, Héctor, Jon y Jo. ⎯ te pido que también le comentes eso a Cho, no quisiera que a mi yerno le pasara algo. 

Y, ¿mi Moríns?, ¿él también está protegido?, pienso para mis adentros. 

⎯Le diré. 

⎯¿Es algo muy grave, mamá? ⎯ pregunta Jon. 

⎯Estamos tratando de que no lo sea, pero, les pedimos que nos mantengamos unidos y tranquilos, ¿sí?, solo será por un ratito mientras esto se resuelve. Les prometemos que nada pasará. 

⎯También, David, estaré yo contigo a cargo de la fundación ⎯ interrumpe mi padre ⎯ no es que no confíe en ti, si no para que vean que no estás solo en el puesto. Tú seguirás haciendo lo tuyo, yo solo estaré como asesor. 

⎯Bien… ⎯ expresa David, satisfecho con la idea. 

⎯Y tú Sila, te harás cargo del hospital, mientas Ben se hará cargo de la clínica. Oficialmente no daré el anuncio pero, te quedarás como responsable hasta que todo se arregle. 

⎯Bien. 

Mi tía Ainhoa suspira ⎯ la abuela Fátima se quedará aquí por un tiempo así que necesitamos que nos ayuden a… 

⎯¡Qué necesitamos! ⎯ reclama ella viéndola ⎯ yo puedo todo hija, no necesito que me anden pastoreando como si fuera una oveja. Yo me las arreglo. 

⎯Pero ma… ⎯ reclama mi tía. 

⎯No me lleves la contraria Ainhoa ⎯ le pide. 

Todos nos quedamos en silencio porque nos encanta ver a mi abuela así de viva, aunque su cadera no diga lo mismo. Mi padre le hace señas a Ainhoa para que ya no diga más y ella en un suspiro responde. 

⎯OK, entonces, es todo. Ya puede ir cada quién a sus casas o no sé… ¿quieren cenar algo?

Mientras todos se mueven, Jo llega corriendo con Sabina y la toma de la mano ⎯ bina, tengo información importante. 

Ella sonríe ⎯¿ de verdad? 

⎯Sí, la escuchamos Jon y yo en la mañana cuando mamá preparaba sus cosas para salir al conglomerado. Pero te la digo rápido porque no creo que podamos hacer una junta. 

⎯Bueno, ya dinos ⎯ le digo a Jo, curiosa.

⎯Mamá estaba hablando por teléfono y se entero de que el señor Lachevre no está en la empresa ⎯ comenta. 

⎯¿Entonces, él no tiene nada que ver con lo de los proyectos? ⎯ pregunto. 

Jo encoge los hombros ⎯ no sé, pero luego mencionó el nombre de Alexander Deslap. 

⎯¿Alexander Deslap?, ¿segura?, eso suena a que lo inventaste.

⎯Lo juro, era Alexander Deslap… o algo así, mamá ya lo investigó pero no le salió nada… entonces no sabe quién es. 

⎯Entonces, el señor Lachevre no está en la empresa pero quiso los proyectos de Marie y hay un tal Alexander Deslap que mi madre está investigando ⎯ recapitula Sabina. 

⎯Sí, ya no supimos mas porque terminó la llamada pero, eso escuchamos. Así que ya tenemos la primera pista para ayudar a Moríns, porque sabemos que estaba hablado con él. 

Abro los ojos ilusionada, solo de pensar que Moríns sigue siendo parte de nuestras vidas me ilusiona ⎯¿cómo lo sabes? 

⎯Estaba en alta voz, ya sabes que a nuestras mamás les gusta esto en la casa, no sé porqué. En fin, es lo que tengo que decirles, adiós… 

Jo se aleja de nosotras y Sabina y yo nos quedamos en silencio viéndonos mutuamente, sabemos que la información es valiosa pero, ¿cómo?, si el señor Lachevre no quería nada, ¿entonces?, por qué pasó todo esto y ¿quién ese Alexander y por qué es tan importante? 

⎯Si mi mamá lo buscó y no arrojó resultados entonces… ¿lo olvidamos? ⎯ pregunta Sabina. 

Niego con la cabeza ⎯ si Moríns se lo dijo fue por una razón, y debemos encontrarla antes de que en verdad puedan perjudicarnos. Solo que seguro no está buscando bien. Así no podemos.

⎯¿No podemos qué? 

⎯Con información a medias. Necesitamos estar en contacto con Moríns ⎯ le comento. 

⎯Sí, pero, él no te dijo nada de esto para que no lo pejudicaras Sila, es mejor que no te contactes con él. No vaya ser que lo arruinemos. 

⎯No, yo no… pero Cho si. 

⎯¿Qué? ⎯ me pregunta Sabina. 

⎯Cho puede comunicarse con él sin levantar sospechas… puede ser nuestro puente… anda Sabina, te lo pido, entre más pronto se resuelva esto, más pronto estaremos Moríns y yo juntos… te lo pido… convéncelo… 

Sabina suspira ⎯ ¡Ok!, está bien, pero, solo si Cho quiere… 

⎯ Te lo prometo ⎯ le aseguro. 

Suspiro profundo y ella me abraza ⎯¿crees que estemos en peligro como cuando éramos chicas? ⎯ me pregunta preocupada. 

⎯No lo sé, pero te juro que no dejaré que nada te pase… 

Ella se separa y me sonríe ⎯ Igual, te juro que no dejaré que nada te pase… ⎯ me promete. 

Solo esperamos que algo, en verdad, no suceda…

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