A Contracorriente©
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Moríns
Era evidente, que después de descubrir lo de Lachevre no me iba a quedar en esa cena, por lo que me salí corriendo de la casa antes de que ellos llegaran y supieran que había estado ahí y, que por un golpe del destino, había llegado hasta la habitación de Lachevre y descubrir lo que pasaba. Después, llegué a mi departamento y no pude dormir pensando que tal vez ellos habían hecho eso a propósito y que yo había caído; espero que la suerte del “idiota” me siga persiguiendo.
Lo que parecía ser un simple robo de proyectos y unas falsas acusaciones hacia mi persona, ahora, involucra un hombre postrado en cama, y un intento para terminar con los Canarias y los Ruíz de con. ¿Qué es lo que está pasando? Siempre pensé que no había nadie en este mundo quién odiara a esta familia, ya que no se meten con nadie y apoyan a cualquier persona que se les acerca pero, ¿en verdad hay alguien que no los quiere?
Aún así, sea como sea el Conglomerado CanCon había estado por años trabajando sin ningún problema, ya fuese bajo el mando de David Canarias o María Julia Ruíz de Con y no se merecen las acusaciones tan fuertes que le hacen, por lo que decidí no quedarme callado y comentarle a María Julia todo este asunto tan solo tuve la oportunidad.
⎯¿Qué quieres decir con que Lachevre esta en cama? ⎯ me pregunta María Julia, mientras camino por la calle directo a la oficina.
⎯Pues, estaba postrado en cama, con aparatos y le están inyectando lo que parece un sedante. Si puedo ser sincero, no sé porqué pero, esto me huele mal. Creo que Lachevre no tiene nada que ver con lo de los proyectos, que no tiene ni idea de lo que Marie y Alexandre están haciendo, ¿qué hago? ⎯ pregunto.
Veo que el edificio está cerca y me alejo un poco para no entrar hablando por teléfono. Escucho como María Julia se sube al auto y luego cierra la puerta ⎯ Moríns, no tengo conocimiento de que Lachevre esté enfermo. La última vez que hable con él se escuchaba bien y no me mencionó nada. Lo que puedo hacer es averiguar por otra fuente a ver si me dicen algo pero, en ese rubro lo veo imposible.
⎯Ok, ¿quieres que trate de averiguar con los hermanos de Marie?, tal vez sepan algo.
María Julia se queda en silencio, luego tartamudea un poco y cuando arregla sus palabras me dice ⎯¿hermanos?
⎯Sí, hermanos. Marie me comentó que era la menor de no recuerdo cuántos hermanos… así que tal vez ellos sepan.
⎯Moríns, ¿de qué hermanos me hablas?, Marie no tiene hermanos.
Tan solo escucho esas palabras siento como mi cuerpo se congela por un segundo y comienzo a recordar todo lo que ella me había dicho cuando estábamos en la oficina.
⎯¿Cómo?, claro que no.
⎯Si, Marie no tiene hermanos, es hija única de Lachevre, así que si ella te lo dijo, te mintió…
⎯¿Entonces?, ¿cómo? ⎯ sigo tratando de pensar.
⎯Moríns, mira, necesito que te regreses ahora, ¿si?, ve al piso, recoge tus cosas y toma el primer vuelo a Madrid, ya no te puedo arriesgar mas. Eres mi sobrino, el padre del bebé de Sila, si algo te pasa no me lo perdonaría. Ya me ayudaste demasiado.
⎯No, espera… ⎯ le insisto y me alejo un poco más del edificio para poder hablar mejor ⎯ siento que ya estamos cerca, y que en cualquier momento podré saber qué pasa, no me puedes decir eso.
⎯Moríns ⎯ habla firme ⎯ ya limpiaste tu nombre, ya puedo comprobar ante la junta de que no fue tu culpa lo de los proyectos, lo demás no está en tus manos.
⎯¿Cómo me puedes decir que no está en mis manos? ⎯ le pregunto un tanto molesto ⎯ es la empresa, un legado, eso fue lo que me dijiste ¿no?, qué es lo que llevas en tus hombros, debemos salvarlo, debemos hacerlo.
Ella suspira ⎯ Dios, eres…
⎯Vamos María Julia, tú y el señor David Canarias son los únicos que me han dado una oportunidad para crecer, para ser alguien en la vida. No es que quiera regresarles el favor de eso si no, más bien, quiero que sepan que son sumamente importantes para mí, además, pronto seremos familia.
No sé si este tono romántico me llevará a algún lado, pero, es verdad todo lo que le dije, creo que si puedo hacer algo para ayudar a María Julia sería esto, porque creo que es una gran mujer y que no es justo que lleve toda la carga sola.
⎯Está bien… pero Moríns, si ves que estás en peligro o algo, te vas de ahí y vienes a la casa, ¿vale?
⎯Vale.
Escucho que tengo un cambio de llamada y al ver veo el teléfono de Cho.
⎯Me tengo que ir… voy tarde a una junta, pero estamos en contacto⎯ me dice ella.
⎯Sí, está bien.
Cambio de llamada y de inmediato escucho la voz de Sila ⎯ Moríns…
⎯Sila, ¿todo bien?
⎯Sí, pero, necesito que nos escuches con atención, es sumamente importante que regreses a casa de Lachevre y trates de que despierte para que diga lo que está pasando. Sabina, Cho y David vamos al Conglomerado a hablar con mi tía, pero antes de darle la información que tenemos es importante estar seguros.
⎯¿Regresar a casa de Lachevre?, ¿estás loca?, ¿qué tal si Alexandre esta ahí?, o ¿Marie?, ¿Tu sabías que Marie no tiene hermanos? ⎯ preguntó aún sin saber cómo tomar esa noticia.
⎯Ahora lo sabemos y lo tomaremos en cuenta pero, es importante que averigües eso, mucho muy importante. ⎯ Insiste.
Veo cómo Alexandre va entrando al edificio y yo me doy la vuelta para que no me vea y pueda esconderme.
⎯Pero al menos dime porque debo regresar, ¿por qué debería de arriesgar todo? ⎯ insisto.
⎯Porque necesitamos saber la razones por las que Lachevre acabó en cama, si es una víctima, las razones por las que terminó ahí o, si en verdad está enfermo… o, está implicado ⎯ sigue.
⎯Sila, ⎯ pronuncio su nombre ⎯ basta de misterios, dime por qué tendría que ir hasta casa de Marie Lachevre, entrar y arriesgar mi vida, dímelo.
⎯Porque Alexandre Desplat, no es alguien ajeno a nosotros, es un Canarias ⎯ pronuncia con apuro ⎯ y si no lo hundimos antes, nos hundirá a nosotros primero y se quedará con la empresa, por eso es importante que sepamos antes que él que lo tenemos y qué pretende, antes de que sea demasiado tarde y mi familia lo pierda todo ⎯ recita seria, dejándome completamente helado.