A Contracorriente ©

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Sila 

Sabíamos que la única forma de que Moríns regresara antes era ayudándolo, pero una pensamos que esa ayuda nos llevaría a descubrir más cosas del pasado de la familia y que terminarían jodiéndonos años después.

Todo siempre estuvo ahí, en frente de nosotros y ahora, para poder tomar acciones necesitamos saber el porqué y el cómo porque estoy segura que ya sabemos el quién. Sin embargo, aún no estamos muy seguros de su procedencia por lo que tenemos que decirle a mi tía María Julia lo que sabemos, para que ella a partir de ahora tome cartas en el asunto en cuestión de la empresa y nosotros con Moríns. 

Así que, Sabina, Cho, David y yo, entramos al edificio del Conglomerado y, aprovechando nuestros estatus de que no debemos ser anunciados, subimos hacia su oficina donde nos llevemos la sorpresa de que mi padre también se encuentra ahí, al parecer, lo han llamado para algo importante u otro escándalo se ha formado. 

⎯¿Qué hacen aquí? ⎯ pregunta mi padre al vernos entrar a la pequeña sala que hay afuera de la oficina de la tía Julie ⎯¿que no tienen trabajos o algo así ?

⎯Eres justo con la persona que queríamos hablar ⎯ dice Sabina, en un tono que parece bastante serio. 

Mi padre entrecierra los ojos y luego se pone de pie. Es impresionante como a pesar de los años sigue guardando ese porte y esa altura que podría cohibir a cualquiera. 

⎯¿Hablar conmigo?, ¿para qué?, o, ¿de qué? 

⎯¿Dónde está mi tía Julie? ⎯ pregunto. 

⎯En una junta el área de finanzas, yo vine a hablar con ella sobre algo de la fundación y ustedes… 

Abro la puerta de la pequeña sala de juntas que hay al lado de la oficina y los invito a todos a pasar. Mi padre entra, aún bajo este tono de duda pero no desconfianza. David recorre una de las sillas de la mesa y lo invita a sentarse; él lo hace. 

⎯¿Podrían decirme de una vez qué es lo que pasa? ⎯ nos pregunta. 

Así, saco el iPad donde tomé fotos del árbol genealógico de casa de la tía Ainhoa y se lo muestro. 

⎯Antes de poder hablar con la tía Julie, necesitamos saber algunas cosas ⎯ dice David. 

⎯¿Cómo qué? ⎯ pregunta mi padre viendo las fotos. 

⎯Como, esto… ⎯ entonces amplio un poco la fotografía y le muestro el apellido Desplat ⎯ ¿Fantine Desplat? 

Mi padre abre los ojos sorprendido y luego voltea a vernos ⎯ pensé que estábamos siendo discretos ⎯ confiesa. 

⎯Lo que no entendemos tío es porque nos quieren cubrir toda esta información y no nos quieren decir nada de lo que en verdad está pasando ⎯ habla Sabina, ⎯ creo que ya estamos demasiado grandes como para poder entrenarnos. 

⎯Lo sé y juro que no fue mi idea, fue prácticamente de tu madre, no quiere que algo como lo que le pasó a tu padre les suceda, es todo, nuestra intensión en verdad es más paternal que nada. 

⎯Bueno, ¿entonces?, Fantine Desplat ⎯ insisto. 

Mi padre suspira profundo, y luego nos ve a los ojos ⎯ no sé mucho, la información que tengo es en verdad limitada. Así que les diré lo que tengo porque hasta tu abuela Fátima lo ignora ⎯ nos aclara. 

⎯Sí, lo sabemos, ya fuimos con ella y nos dijo que no tiene ni idea de eso ⎯ contesta David. 

⎯Vale, solo que les pido que no cambien de opinión ni un poquito sobre su abuelo David, les juro que era un hombre bueno, justo y memorable, y que los amó a todos hasta su último aliento ⎯ habla mi papá con tono de advertencia. 

⎯De eso estamos seguros, papá. 

⎯Vale ⎯ dice, para luego suspirar ⎯ como se dan cuenta, los Canarias venimos de generaciones atrás, y siempre hemos sido una familia importante, siempre, y eso se ha mantenido por muchos años pero, nunca fue una familia armoniosa. Siempre existieron las contrariedades, las mentiras y las traiciones. Asimismo mantener el legado era de verdad algo, exhaustivo. En fin. El padre de tu abuelo, David Canarias Baez, heredó la empresa de su padre David Canarias Luna. Cuando llegó a manos de mi abuelo, era una de las mejores, extremadamente rica, de renombre, todo lo que se pueden imaginar. Así que todos los Canarias se beneficiaban de la empresa, todos. 

⎯Así como nosotros ⎯ dice David. 

⎯Sí, pero en nosotros es diferente, en la época de tu padre no era así. La empresa les daba a todos dinero de una forma descomunal, casas, autos, viajes, vestidos, cenas, todo era por la empresa, los miembros vivían a costa de ella y al principio se podía y no pasaba nada pero… llegó una recesión. La empresa en manos de mi abuelo se mantuvo gracias a los manejos estratégicos que hizo pero, tenía un gran problema, sus hermanos y sus familias no estaban dispuestos renunciar a su estilo de vida. Por lo que poco a poco la empresa comenzó a caer en números rojos y dejándolos en banca rota tiempo después. 

⎯Y ahí la tomó el abuelo ⎯ le comento. 

⎯Sí, la empresa antes se heredaba, no se ponía de acuerdo en una mesa directiva como ahora, simplemente el Canarias que estaba a la cabeza la heredaba del otro y así… no importando si sabían o no sobre lo que estaban haciendo y se mantenía este tipo de lealtad con los otros Canarias, siempre y cuando les siguiera aumentando el dinero en las cuentas. Por ende, así se hacía, hasta que el dinero comenzó a faltar y la lealtad comenzó a bajar ⎯ relata mi padre en un tono bastante serio. 

Él abre más la imagen y selecciona un nombre ⎯ mi padre tiene dos tíos que siempre hacían lo que se les pegaba la gana. De uno de ellos llegó Gastón quién fue brillante y tomó por esposa a Fantine Desplat, una francesa adinerada, de buena familia y reputación. Se casaron y se fueron a vivir a Francia, ya que su suegro tenía una empresa y quería tener tratos con los Canarias. En fin, para no hacerle el cuento más largo, cuando su bisabuelo estaba moribundo, su abuelo lo obligó a que le diera la empresa que por herencia le correspondía, sin embargo, su padre le había ocultado que sus hermanos tenían negocios turbios bajo el nombre, por lo que su abuelo los expuso, les quitó todo, y los echó a la calle para poder reconstruir la empresa desde cero y salvar su legado. 

⎯Y, ¿Gastón? ⎯ insiste Sabina. 

⎯Gastón ⎯ suspira ⎯ sé que su abuelo no hizo cosas muy “blancas” para poder hacer todo esto y el Conglomerado. Así que quiero pensar que las cosas terminaron mal entre los dos, y ahora, eso es lo que nos está causando problemas y no sé qué tan graves por lo que estamos preocupados. 

⎯Entonces, podemos confirmar que Alexandre es el hijo de Gastón Canarias ⎯ hablo segura. 

Mi padre niega con la cabeza ⎯ no. 

Suspiro. No puedo creer que después de tanto tiempo sea una negativa. Sin embargo, mi padre ve de nuevo a la pantalla y continua ⎯ Por lo que sé, Gastón tuvo dos hijas y un hijo y éste se llama Gastón igual que su padre. Así que, o Alexandre es un impostor o es Gastón con otro nombre o… 

⎯O es su nieto ⎯ habla Cho, quién había estado callado ⎯ Alexandre, es nieto de Gastón…

2 Responses

  1. Espero que Morins no salga herido , pueda limpiar su nombre y regresar junto a Sila y bebe Morins…y que puedan primero descubrir la verdad y frenar el daño que están causando a la Fundación y por ende a sus beneficiarios…..y que todo se arregle..
    Muy buena novela…al día jiji..Gracias Ana

    1. Yei!
      Gracias por leerla. Jajajajaja, pensé que nadie había leído los 90 capítulos. Gracias.

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