A Contracorriente ©
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Moríns
-Dos meses después –
El llanto de mi hija hace eco por toda la habitación. Lo hace fuerte, como si quisiera comprobarnos que sus pulmones funcionan a la perfección. Siento como el cuerpo de Sila se mueve a mi lado y se pone de pie de la cama. Esta noche le tocó a ella despertarse, la pasada me tocó a mí y, aunque no sabemos si esto funcionará por ahora parece buena estrategia.
⎯Ya mi pequeña, aquí estoy ⎯ escucho la voz de Sila ⎯si que tienes pulmones ¿eh?, bonitos y fuertes pulmones ⎯ le habla. Sila la pone sobre la cama y luego viene para darme un beso sobre la frente ⎯ voy por el biberón, vigílala.
⎯Hmmm, hmmm ⎯ contestó, mientras los ojos se me cierran.
⎯Moríns…
⎯Voy, voy ⎯ respondo, para luego voltearme y quedar frente a frente a mi pequeña Fátima que ve hacia el techo. Se ve tan tierna con ese pijama blanco de perros dálmatas que le regaló su tía Alegra. Pongo mi mano sobre su pecho y Fátima deja de llorar ⎯ mi amor, tranquila, mi vida.
Al ver que no se tranquiliza, me siento sobre la cama, me recargo sobre el respaldo y la cargo entre mis brazos. Los hermosos y grandes ojos verdes de Fátima se posan en los míos y me hacen sonreír. Ella, nuestra bebé, es la mezcla perfecta entre Sila y yo. Tiene una piel tan bonita, café con leche dicen sus tíos, los ojos grandes y con pestañas largas como los míos pero de color verde, y su cabello es rizado como el mío. La acomodo sobre mi pecho y de inmediato su mano va hacia mi dedo, una costumbre que se le quedó desde que estaba en la incubadora en el área de terapia intensiva.
⎯Ya casi amor, tranquila… sé que deseas comer pero tu mami fue por la fórmula especial que debemos darte para que sigas subiendo de peso ⎯le consuelo.
Mientras acaricio su cabello con ternura no puedo dejar de pensar que ella esté aquí, pero lo está. Ben y todos los doctores del área de pediatría estaban en verdad asombrados de que hubiese sobrevivido porque, honestamente la probabilidades eran en verdad bajas. Sin embargo, cuando a Sila le dieron permiso de ir a cuidarla nuestra hija evolucionó en verdad rápido. Algunos le atribuyeron esto a la medicina pero, yo digo que fue la conexión, esa que necesitaban para salir adelante, los cuidados, el amor y ese contacto piel a piel que solo una madre puede dar.
Fati se tranquiliza un poquito pero, luego vuelve a recordar que tiene hambre y llora amargamente ⎯ya mi amor ⎯ se escucha la voz de Sila entrando a la habitación, atrás de ella veo que las luces están ya encendidas.
⎯¿Ya están despiertos tus padres? ⎯ inquiero. Sila agita la botella y luego me la da para que empiece a alimentar a Fátima. La niña se prende del chupón cuándo siente las primeras gotas de fórmula. Sila aprovecha para revisar sus signos vitales, ya que debemos revisárselos cada mañana.
⎯Sí, recuerda que debemos ir con mis padres y mi tía Julie a testificar contra Marie y Alexandre Canarias ⎯ me habla ⎯ Fati se quedará con Sabina y Cho.
Suspiro, en realidad no quiero separarme de mi hija y mucho menos ir a ver a Alexandre y a Marie, que yacen en prisión desde hace unos meses atrás. Los cargos son bastante graves pero posiblemente haya algún tipo de situación que les ayude.
Tiempo después de que Marie trató de matar a Sila, toda la verdad sobre ellos dos salió a la luz dejándonos en verdad impactadnos y complementando los datos que teníamos sobre ellos. Era verdad, Marie estaba mal, sufría de cuadros de depresión y trastornos. Su madre la abandonó por completo cuando vio que eso no tenía un final feliz y la dejó bajo el cargo de su padre. Tampoco sabíamos que Alexandre al igual que Marie asistían al mismo psiquiatra y que él también se encontraba medicado. La muerte de sus padres fue la gota que derramó el vaso, así como el abandono en el caso de Marie.
⎯Si te soy honesto no me gustaría ir, quiero quedarme con mi hija, no me quiero separar.
⎯Me pasa igual amor pero, debemos ir a testificar, sobre todo tú que estuviste completamente involucrado. Hazlo por el señor Lachevre, por nosotras, es necesario. Esto será lo último que necesitamos para cerrar el caso y olvidarnos completamente de ellos y poder cerrar la puerta del pasado detrás.
Miro a Fati que poco a poco va cerrado sus ojitos verdes esmeralda y luego veo a Sila. Ella tiene razón, Marie y Alexandre nos hicieron mucho daño y las consecuencias han sido varias. María Julia estuvo a punto de perder algunos socios, la reputación del conglomerado se daño al igual que la de la fundación y lo más importante, gracias a lo que hizo Marie, Sila quedó con un leve trastorno de la memoria, lo que quiere decir que ahora se le dificulta un poco más aprender ciertas cosas. Mi bella Sila pasó de ser una genio, de saber todo, a tener que apuntar paso por paso de lo nuevo que aprende. Eso sí, sigue siendo una brillante pediatra, solo lo nuevo se le dificulta y le tiempo consolidarlo.
Me hago hacia adelante y le doy un beso sobre los labios que la hace sonreír⎯ iré, por ti.
⎯Gracias, además, recuerda que después nos vamos todos a Ibiza por el fin de semana. Mi abuela le hizo una fiesta a su tocaya y pues de pasado festejaremos a que estamos bien, que ella está bien⎯ dice viendo a la bebé.
⎯Cierto⎯ suspiro⎯¿puedes cargar un poco a Fátima?, olvidé hacer una llamada a la fundación.
⎯Claro⎯con cuidado le paso la bebé y ella la toma para seguir dándole de comer⎯ ya te siento más pesada, perfecto… eso quiere decir que si estás absorbiendo los nutrientes y la comida⎯ le explica y la nena solo toma su dedo con la mano.
Así, me pongo de pie, tomo el celular y salgo de la habitación para luego caminar hacia la sala y marco el celular de Cho que suena justo atrás de mí, al voltear lo veo detrás con una sonrisa.
⎯¡Mierda!, me asustaste… ¿qué haces aquí? ⎯ pregunto.
⎯Son las seis vengo por David para ir al gym… ¿vienes?⎯ me pone la mano sobre la barriga⎯¿ya viene el siguiente Moríns?
⎯Ja, ja, ja… eres tan gracioso. Mejor dime si todo está listo y si hablaste con el resto de la familia.
⎯Sí, lo hice y todos ya están listos… ¿estás seguro de que quieres hacer esto?
⎯Sí, lo quiero hacer… ⎯ interrumpo ⎯sea la respuesta que sea quiero hacerlo. Debo festejar a lo grande, debo consolidar esto. Me dio mucho miedo perderla y no quiero que la oportunidad pase, quiero hacerlo, ¿suena tonto?
⎯No, suena a un hombre enamorado… así que todo está listo, Sila no sospecha y el resto de la familia ha hecho lo posible por no revelarlo… ¿tú lo tienes? ⎯ me pregunta.
Asiento con la cabeza⎯ Luz me lo dio ayer por la noche, es el anillo de su abuela Ximena y es hermoso. Me dijo que ella deseaba que lo tuviera.
⎯Entonces todo listo, sin preocupaciones… Dios, este fin será… ⎯ dice Cho en un suspiro.
⎯Inolvidable… y será un placer compartirlo contigo, hermano. Sin ti, no sé que hubiese hecho.
Cho me guiñe un ojo⎯ ¿Seguro que no te quieres casar conmigo, guapo?, aún estoy disponible.
Niego con la cabeza ⎯ no eres mi tipo Cho⎯ bromeo.
⎯Tú te lo pierdes⎯ Cho guarda el anillo en la maleta y me da una palmada⎯ me voy, nos vemos al rato, hoy me toca quedarme con mi ahijada.
⎯Lo sé… ⎯ contesto.
David Canarias baja las escaleras y después de saludarme él y Cho salen de la casa. Yo, regreso hacia la habitación y al abrir la puerta sonrío al ver la imagen de Sila abrazando a Fátima mientras está dormida sobre su pecho; sila duerme también. Cubro a amabas con la sábana y beso a Sila en la frente y después la cabeza de mi bebé.
⎯Será el fin de semana más inolvidable de nuestra vida… te lo aseguro⎯ le murmuro, para después quedarme viéndolas aún sin poderlo creer. Mi familia está bien, todo está bien y espero de corazón que Sila y yo podamos ser felices. Después de ir contracorriente todo este tiempo, es justo que ambos empecemos de nuevo pero, ahora, con nuestra pequeña bebé milagro, nuestra pequeña bebé Moríns.