A Contracorriente ©
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Moríns
-Día de la boda-
Y el gran día ha llegado de nuevo, aquí estoy, poniéndome el saco del traje mientras solo Cho me acompaña en la habitación este día. Me miro frente al espejo y con lo ojos veo una y otra vez el reloj que está sobre la pared.
Faltan quince minutos, solo quince minutos, pienso, hasta que la mirada de Cho se junta con la mía.
⎯¿Qué me ves amor?⎯ me pregunta, haciéndome reír.
⎯Basta.
⎯Basta tú, que no paras de ver el reloj, no estés nervioso⎯ me indica él, para después ponerse de pie y arreglarme el cuello de la camisa⎯ va a llegar.
⎯De eso no tengo duda, simplemente que estoy nervioso, es un gran día, tu estarías nervioso es más… lo estarás.
⎯No, yo no⎯ me asegura Cho, mientras se arregla frente al espejo⎯ yo cuando llegue ese día, estaré feliz, brincando de emoción porque al fin me caso con mi Sirena… mi preciosa Sabina⎯ dice enamorado.
Me río, para luego darle una palmada sobre la espalda⎯me alegra que estés aquí Cho, eres el hermano que siempre quise y nunca tuve.
Él me sonríe, luego voltea a verme a los ojos y con las manos sobre los hombros me dice⎯ eres un tipo con suerte Moríns, mucha suerte. Te deseo lo mejor del mundo para ti, para Sila y para mi ahijada. Sé que serán felices.
⎯Ya lo somos⎯ respondo⎯ y sé que Sabina y tú lo serán también.
Cho me da un abrazo, uno fuerte y no sé porque siento esta sensación paternal en mi. Si no fuera por los consejos de Cho hubiese cometido los errores más grandes de mi vida. Tal vez en este momento, estuviese en otro lado del mundo mientras que, Sila, estaría aquí, sola en Madrid y con mi preciosa hija en brazos. Necesitaba un amigo con él desde hace mucho, tal vez, si le hubiese conocido antes, mi vida se hubiese arreglado desde hace tiempo atrás.
Escuchamos como alguien toca la puerta y en seguida, entra Carlos Minor con una sonrisa⎯ ¿puedo hablar con el novio?
⎯Claro que sí, ya estas terminando con él⎯ habla Cho, para darme una palmada sobre la espalda⎯ te espero en ese lugar que ya sabes…
⎯Gracias… ⎯ respondo.
Lo veo salir y momentos después me quedo con Carlos que no puede dejar de sonreír.⎯ Solo es rápido Moríns⎯ me dice⎯ tu madre me dijo que la disculpes pero, ella se encuentra con Fátima y no se quiere separar de su nieta pero, estoy aquí para acompañarte, no sé si te importe.
Niego⎯ al contrario, sería un honor que me acompañaras porque eso es lo que has hecho durante todos estos años. Eres la primera persona en todo el mundo, además de mi madre y Sila, que no se rinde conmigo, que no me dice que soy un bueno para nada y que no llegaré a ningún lado. Tú siempre me dijiste que tenía talento y que era brillante, solo que no estaba enfocado, te esforzaste y me enseñaste todo lo que sabías y me sigues enseñando. Gracias maestro Minor, por ser la guía que necesitaba sin que tuvieras que serlo.
Minor me abraza fuerte⎯ eres un excelente ser humano Moríns, un hombre bueno y tierno, con un corazón enorme y una astucia que pocos tienen. Serás excelente abogado pero mejor padre y esposo de eso, estoy seguro.
Sonrío y siento un nudo en la garganta ⎯ me harás llorar y quiero guardar mis lágrimas para la boda.
Minor se ríe, luego se separa de mí.⎯ Entonces, vamos, que ya es hora.
Así, vuelvo a arreglarme el saco con su ayuda, para después, abrir la puerta y salir de la habitación. Toda la vida pensé que iba a pasar el resto de mi vida sin un padre y que cuando mi madre muriera estaría completamente solo. Sin embargo, la vida me envío no solo a Minor, si no a Cho y también a David Canarias que, con sus consejos y guía, me ayudaran a formarme como el hombre que soy ahora.
No obstante, si tengo un futuro, si tengo una buena vida y una familia, es por la crianza de mi madre. Esa mujer valiente que, a tan solo minutos de haber perdido al amor de su vida, se quitó las lágrimas y comenzó la crianza de un niño confundido sin saber, ella misma, cómo hacerlo sola. Me alegra que por fin ella haya encontrado a alguien que la acompañe el resto de su vida, así, como yo encontré a Sila Canarias.