A Contracorriente ©
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Sila
-Dos semanas antes de la llegada de los bebés-
Comercial en la TV del hospital
-Voz de Ben Estévez-
La torre Médica recientemente renombrada “Hospital de especialidades Canarias Donato”, ha tenido un gran cambio. Ahora contamos con un área de especialidades geriátricas, ampliamos el área de terapia intensiva neonatal, y agregamos unos niveles más de camas, para que nuestros pacientes puedan estar cómodos. A la vez, el área de urgencias se trasladó al edificio continuo, para así brindarles a todos una mejor atención, más rápida y sin tantas horas de espera… Recuerden, que en el “Hospital de especialidades Canarias Donato”, su salud está en buenas manos y nuestros doctores son los mejores; nuestros pacientes lo confirman y nuestros galardones, son la muestra.
Música….
⎯¡Dios!, estoy algo cansada de ese comercial ⎯ murmura Hortensia la enfermera encargada del área de terapia intensiva neonatal, mientras me ayuda quitarme los guantes.
⎯Sin comentarios. Yo ya no soporto el de mi padre, lo pasan a cada rato en urgencias y por más que me gusta su voz… ya no más⎯ le digo, para luego reír bajito.
⎯Lo que si me gusta es la foto que le tomaron a tu papá y que se encuentra en el recibidor del hospital ⎯ me comenta entre sonrisas ⎯ tu madre si qué es buena.
⎯Lo es, y le sabe el ángulo, si supieras cuantas fotos ha tomado de mi padre te quedas sorprendida.
⎯¿No habrá una que le sobre? ⎯ inquiere, para luego reír bajito.
Me dirijo hacia la mesa y tomo las hojas donde vienen las órdenes y perfiles de los bebés ⎯ al bebé de la incubadora tres revisa su temperatura cada hora, después, cada tres, hasta que esté completamente controlada. Al bebé de la incubadora siete revisa sus pulmones para ver si la inyección hizo efecto. Mañana se da de alta por fin a los bebés de la incubadora uno y dos, los mellizos Claudio y Claudia, así que prepara todo.
⎯Si doctora ⎯ me dice de inmediato mientras yo reviso las medicinas que hay que dejar para los otros bebés. ⎯Sila, te llama tu marido ⎯ interrumpe y al voltear veo a Moríns del otro lado de la ventana.
Veo la hora y me percato que es bastante temprano como para verle aquí ⎯ haz lo que te pido, ¿sí?
⎯Sí, doctora.
Salgo del lugar y voy hacia el pasillo donde veo a Moríns con una sonrisa y aún vestido de traje como suele ir al Conglomerado. Debo admitir, que desde que mi padre y Manuel le dieron esos consejos de mi esposo no solo se ve guapísimo, si no como todo una persona importante. Me acerco a él y le doy un beso sobre los labios.
⎯Hola amor, ¿qué haces aquí?, ¿todo bien?, ¿Fátima está bien? ⎯ pregunto tan rápido que ni yo me entiendo.
⎯Sí, todo bien. Fátima está con tu padre en la cafetería, le fue a comprar un zumo de naranja ⎯ imita el acento, ese que aún no se le pega.
⎯Bueno, entonces, ¿qué haces aquí? ⎯ inquiero.
Moríns me toma de la mano y me aleja un poco para quedarnos en el pasillo donde están las habitaciones, nos quedamos afuera de una puerta cerrada y luego me ve a los ojos ⎯ la madre subrogada no aceptó ⎯ murmura.
Abro los ojos sorprendida ⎯¿Qué?, ¿cómo? ⎯ inquiero.
⎯No aceptó el trato, quiere más…
⎯¡Más! ⎯ exclamo ⎯¿qué no era suficiente lo que se le ofreció?
⎯Pues, al parecer no… amor. Supongo que tus apellidos pesaron un poquito en este caso.
⎯¡Dios!, no puedo creerlo ⎯ hablo desilusionada, ya que es la segunda madre subrogada que se niega.
Moríns me abraza ⎯ mi amor, podemos buscar a otra o simplemente adoptar. Puedo ponernos en la lista de adopciones, hablar con la Casa de Cuna… no perdamos la esperanza. Además, tal vez es mejor por ahora. Nos vamos a cambiar de casa y estamos como locos, estamos disfrutando a Fátima más que nunca… tal vez sea una señal.
⎯¿Crees? ⎯le preguntó.
⎯Yo lo veo así… no tenemos prisa en ser padres Sila, tenemos todavía mucho tiempo, y si no es este año, posiblemente el próximo. Además, así le daremos tiempo a nuestra niña de que absorba el amor de sus abuelos, tíos, bisabuela… de todos.
Sonrío ⎯ tienes razón, supongo que aún no es el momento ⎯ me rindo, aunque dentro de mí hay un poco de culpa. Yo fui capaz de gestar un bebé, me duele no poder gestar otro porque mi cuerpo posiblemente no lo soporte.
Moríns me da un tierno beso sobre los labios y me sonríe ⎯ verás que un día tendremos entre nuestros brazos a bebé Luciano o a bebé Cecilia…
⎯¿Aún le quieres poner así?, ¿qué pasó con Betty?, tu madre estaría feliz.
⎯Creo que bebé Cecilia queda perfecto. Además, se llamaría como su valiente madre, que ha vencido tantos obstáculos.
Acaricio su rostro ⎯ y Luciano será como su padre, un gran abogado.
⎯Basta ⎯ murmura, y se sonroja.
⎯Es verdad. Vas increíblemente bien en tu carrera, ya te falta poco y pronto verás que te graduarás como abogado y estaremos todos ahí, tu hija estará aún más orgullosa de su padre.
⎯E irás a mi graduación con Fátima y con bebé Luciano en tus brazos… y también sospecho que será niño de las flores en nuestra boda, que por cierto, no se me olvida.
Me río ⎯ estoy esperando a que Lila termine de estudiar para que diseñe mi vestido, recuerda que ese es el trato. Además, con la boda de los Carter Cho tuvimos una buena dosis por años.
⎯Ellos tienen una buena dosis ⎯ se ríe. Luego acaricia mi rostro ⎯ así me gusta verte, feliz y positiva. Ya verás Sila, en cuanto menos lo esperemos todo se va a arreglar, tal vez no es el momento.
⎯Tal vez o necesitamos un milagro ⎯ bromeo.
⎯¿Sabes quién sí necesita un milagro?, yo, que tengo un examen mañana y no he estudiado nada. Tu padre se ofreció a cuidar Fátima mientras Jo llega por ella, la llevará a natación ⎯ me explica, para luego besarme.
⎯Te amo, guapo ⎯ le digo, mientras le arreglo el traje.
⎯Te amo, mi Sila. No te preocupes, todo estará bien ⎯ me dice, para luego darme un beso sobre la frente y alejarse de mí para ir hacia el elevador.
Me quedo observándolo mientras desaparece detrás de las puertas y me quedo sola en el pasillo. Al parecer, el ser madre será bastante complicado aún y tendré que esperar un poco más para poder tener un bebé con Moríns.
De pronto, la puerta que está al lado mío se abre y veo a una mujer alta, de cabello rubio saliendo de ahí. Su vientre está increíblemente abultado, y su aspecto es un poco pálido, por lo que la atiendo en seguida.
⎯¿Es usted la obstetra? ⎯ me pregunta.
⎯No, soy Sila Canarias, pediatra ⎯ me presento.
⎯La obstetra Olivares dijo que vendría y la he estado esperando ⎯ responde, y a mí parecer la veo un poco nerviosa o ansiosa.
⎯No creo que deba estar de pie, venga, vamos a la cama ⎯ le pido y la tomo del brazo para entrar.
La mujer entra conmigo y con trabajos se sienta en la cama ⎯¡Dios! ⎯ se queja, mientras se acaricia el vientre ⎯ estoy exhausta.
Sonrío ⎯ lo sé, los últimos meses son pesados.
⎯Semanas en mi caso, los tendré en semanas…
⎯¡Guau!, son dos…
⎯Sí, sí… murmura, para luego recostarse de lado.
⎯¿Su familiar está abajo?⎯ pregunto.
⎯Sí, está por ahí⎯ responde evadiendo.
Reviso sus signos vitales y me doy cuenta que todo está normal, ella solo necesita dormir ⎯ llamaré a la obstetra para que venga a verte en seguida, no me tardo.
⎯Gracias, ¿cómo dijiste que te llamabas?
⎯Sila Canarias, me encargo de la terapia intensiva neonatal⎯ hablo orgullosa.
⎯Entonces, ¿tu padre es que sale a cada rato en la televisión?, ¿en el comercial? ⎯ inquiere y yo me río.
⎯Sí, sí… es él.
⎯Entonces vienes de buena familia… debe estar orgulloso de tenerte como hija⎯ comenta.
⎯Yo estoy orgullosa de tenerlo como padre, tuve mucha suerte⎯ le indico.
⎯Y debe ser bonito tener una familia tan grande, ¿no?
Sonrío, al parecer ella sabe bastante de mi familia ⎯ lo es. A veces es un poco caótico pero, es bonito, como te digo, tuve suerte.
Ella me sonríe⎯ Sí, suerte.
Doctora Sila Canarias, se le solicita en el área de enfermeras, Doctora Sila Canarias se le solicita en el área de enfermeras.
⎯Me tengo que ir… espero todo vaya bien con tu parto…
⎯Ana⎯ me responde.
⎯Ana…⎯ repito, para luego salir de ahí y cerrar la puerta atrás de mí.
Me quedo un momento en silencio, mientras trato de regresar a ser la pediatra que debo ser ahora y olvidarme de todo lo que está pasando en mi vida personal. No puedo creer todo lo que hemos luchado para poder hacer nuestro sueño realidad… pero supongo que todo llega cuando menos lo espero, tal vez algún día, podré ser madre de nuevo.