A Contracorriente ©

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Moríns 

⎯¡Cómo que sacaste a Lachevre de su casa!, ¿estás loco? ⎯ escucho el grito de Cho al otro lado del celular, al parecer, para ellos, no fue tan buena idea. 

⎯Pues si, ¿qué querías que hiciera?, me rogó Cho, me rogó, de verdad que me puso contra la pared y pues, se me ocurrió traerlo a uno de los hoteles de los Lafuente. 

⎯¿De los Lafuente?⎯ pregunta otra voz diferente a la de Cho, y ahora sé que no está solo, y que al parecer mi llamada está siendo transmitida en una video conferencia o algo⎯le diré a Nadir que llame a su personal y que prohiba a pasar a cualquier persona, voy para allá.

⎯¿A París?, right now?!⎯escucho a Robert, ya que María Julia estaba hablando ⎯Chiquita, are you insane! 

⎯Robert, escucha, debo ir, esto es problema mío no de Moríns…⎯ empiezan a discutir, mientras yo veo al señor Lachevre postrado en la cama y dormido. 

⎯Oigan, no es por interrumpirlos pero, Lachevre no se ve bien, nada bien. Le dije que quería llevarlo a un hospital pero, no quiso. Se necesita que un doctor venga y lo revise⎯ hablo preocupado. 

⎯Pero, ¿tú estás bien?⎯ escucho la voz de Sila y yo sonrío. 

⎯Lo estoy, aunque creo que tendré dolor de ciática en unos días, pero, todo bien… muero por regresar. 

⎯Muero porque regreses… ⎯ me responde. Me imagino son sonrisa y mi corazón late rápido. 

⎯Le diré al doctor que suba a revisarlo y si necesita algo que se lo administre. Moríns, enciérrate en esa habitación, no respondas llamadas que no sean mías o de Cho y no hables con nadie fuera de nosotros. Llego en una hora y media, ¿entiendes? 

⎯Llegamos⎯ se escucha a Robert⎯¿crees que te daré ir sola después de todo lo que ha pasado antes? 

Escucho como Robert y Julie se alejan del teléfono, después la puerta se cierra y todo se queda en silencio. Por un instante siento que me dejaron solo hasta que Cho habla de nuevo. 

⎯De verdad que tienes cojones para hacer eso, deseo que Alexandre o Marie no hagan algo en tu contra…

⎯Por ahora, creo que soy protegido, pero, si te soy honesto no creo poder regresar a darles la cara, supongo que es momento de irme de aquí⎯ respondo. 

Escucho un suspiro y sé que es de Sila⎯ cuídate mucho, ¿quieres? ⎯ me comenta⎯ no quiero que te pase nada, quiero que vengas a ver a bebé Moríns pronto. 

⎯Lo haré.⎯Escucho como la puerta del lugar suena y con el celular en el oído voy hacia ella, me dijo en la mira y veo que es el doctor ⎯El doctor está aquí, debo colgar pero… los llamaré, te llamaré⎯ le aseguro. 

⎯Lo sé… te amo⎯ me dice la voz de Sila. 

⎯Yo también te amo… ⎯ respondo. 

⎯Ya también, mi amor⎯ escucho la voz de Cho y me río⎯o ¿qué?, ya dormimos juntos y ¿ni un te amo?, ya hasta te desnudé y todo… 

⎯Cho, adiós… ⎯ me despido entre pequeñas risas, para luego abrir la puerta y dejar entrar al doctor. 

[…] 

-3 horas después – 

María Julia llegó justo en el tiempo que me dijo junto con Robert detrás de ella. Lachevre ya se encontraba canalizando con suero de nuevo y con un diagnóstico nada favorable. Literal me dijo que si se hubiese quedado unos días más ahí, hubiese muerto. 

Lachevre está desnutrido, con las defensas bajas, a punto de una sobre dosis y es posible que le queden secuelas. Si puede hablar e idear planes, está de gane, pero, al parecer, jamás podrá volver a dirigir una empresa com antes; Alexandre y Marie en verdad le jodieron la vida.

Ahora, llevamos horas en la habitación esperando porque despierta. Tenemos la esperanza de que nos pueda contar algo de importancia que le ayude a Maria Julia a actuar contra los culpables. Según me dijo, algunos socios quieren verla pronto, por lo que se le acaba el tiempo y es ahora o nunca. 

Así, mientras me encuentro dormido sobre uno de los sofás de la habitación, siento una mano sobre el hombro y al abrir los ojos veo los de Robert, tan azules que me recuerdan a los de sus hijos. 

He’s up! ⎯ me dice, y me hace una señal para que vaya a la cama. 

Así, me pongo de pie y camino lo más rápido que puedo hacia allá. Me duele horrible el hombro y la espalda baja, por lo que sospecho que yo también tendré que ir al doctor después de todo. 

Al entrar, veo a Lachevre sentado sobre la cama, recargado sobre el respaldo y con un mejor semblante, aunque eso no quiere decir que esté bien. Sus ojos se finas sobre mí y me sonríe. 

Merci, Moríns⎯ me agradece.⎯ Si no me hubieses hecho caso, ahora creo que ya estaría muerto. 

Asiento con la cabeza en señal de agradecimiento y luego me pongo al lado de María Julia. Ella suspira y luego viéndolo le dice ⎯ señor Lachevre, de verdad, espero que lo que Moríns hizo por usted me ayude a mí. Le pido, necesito que me explique todo, absolutamente todo, mi empresa está en riesgo y todo fue por culpa de su hija; explíqueme, por favor. 

Él voltea a verla, sus ojos cansados de verdad dan mucha ternura, su pelo ya cano en realidad me hace pensar que es un buen hombre y que lo que me dijo en su casa antes de suplicarme por ayuda es verdad, pero, no sé, yo soy bastante ingenuo. 

⎯María Julia, antes que nada, le doy mis sinceras disculpas de todo lo que está pasando con su empresa y, le puedo asegurar que yo no tengo nada que ver. En verdad, soy una víctima más en este juego que hay entre Alexandre y ahora Marie, mi propia hija. 

Al decir eso, la voz se le quiebra y veo como las lágrimas caen sobre sus mejillas ⎯ señor Lachevre, siento mucho todo lo que pasó pero, no es momento para llorar. Mi empresa, mi sobrino Moríns, mi familia, estamos en peligro y es indispensable que nos diga en verdad qué sucede. 

Lachevre toma el pañuelo de tela que Robert le ha ofrecido y se seca las lágrimas⎯ lo sé, y lo siento. Sé que es lastimosos verme así pero, llevo meses atrapado y me siento feliz de que alguien me liberó. Todo esto, se fue de las manos María Julia, yo no lo pude controlar, no lo pude controlar y, llevo tanto tiempo dormido que no sé cuántas cosas han sucedido.⎯Comunica. 

⎯Tu hija fue a la fundación pagando un favor que tenía con David Canarias, entró se robó los proyectos, sacó datos importantes y, además, trató de echarle la culpa a Moríns, tiene un audio editado donde según él admite su culpa. Pensé que ahí estaba todo pero… ¿tratar de matar a su padre? 

⎯Yo tampoco pensé que llegara a tanto pero, está siendo manipulada por Alexandre Ca…

⎯Alexandre Canarias Roux⎯ pronuncia María Julia⎯ lo sé. 

Lachevre asienta con la cabeza⎯ yo, era amigo de Gastón Canarias Desplat, el hijo de Gastón Canarias, el primo de David Canarias. Nos conocimos cuando él se casó con Justine Roux, una amiga de mi ex esposa. Gastón Canarias era un buen hombre pero siempre llevado por la envidia y el coraje hacia David Canarias. Repetía constantemente que cuando él se muriera, la empresa le correspondería a él, porque por herencia le tocaba⎯ habla claro. 

⎯Ya no es así, ahora es por otros métodos… 

⎯Lo sé, pero él insistió que no… ⎯ la interrumpe ⎯ debo confesar que si no fuera por Gastón Canarias, yo no hubiese hecho tratos con David Canarias, incluso pensé que no tendría el nivel pero, Gastón lo conocía y bien y logré entrar con ustedes. Estaba feliz, para mi empresa era un gran paso y habría mejores pero, para Gastón era la puerta para tener vigilado al que era su tío. 

⎯¿Lo espiaban?⎯ pregunto. 

⎯Sí, los Canarias pueden ser bastante rencorosos y orgullosos y pueden llegar a hacer cosas terribles para obtener lo que desean. 

⎯No los Canarias que conozco⎯le comento. 

Lachevre asiente⎯ todo iba bien, no había problemas y trabajaba con David en paz, hasta que decidió retirarse y… te dejó a ti, María Julia.⎯ Suspira porque apenas puede hablar sin agitarse⎯ Gastón Canarias, enloqueció, de furia, de coraje e hizo algo que nunca que pensé que sucedería, el inicio de todo. 

⎯¿Qué?⎯ pregunta Robert. 

⎯Mandó a matar a María Julia… ⎯ confiesa, para luego quebrarse…

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