A Contracorriente ©
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Moríns
Todos nos quedamos inmovilizados ante la escena que está sucediendo, no podemos creer que se haya parecido así y que se supone que toda la seguridad que Julie había puesto no haya sido suficiente para detenerlo.
⎯Ni se te ocurra ⎯ habla Alexandre de pronto y al voltear, vemos a Cho con la mirada puesta en el celular que hay sobre la barra ⎯si quieres que eso sea lento, ni lo pienses.
⎯¿Qué es lo que quieres? ⎯ pregunta David, en una voz firme y dando un paso hacia delante.
⎯Llevo mucho tiempo huyendo y ahora necesitaba salir tomar un poco de aire y pensé, ¿por qué no ir a visitar a mi familia?, ¿por qué no pasar un momento familiar con los únicos parientes que me quedan? ⎯ nos pregunta.
Todos tenemos los ojos sobre Lila que no para de temblar mientras el cañón de la pistola se encuentra sobre su sien. A alegra la cubre su hermano David, y todos los demás estamos atentos a cualquier movimiento que pueda hacer.
⎯¿Cómo pasaste los guardaespaldas? ⎯ inquiere María Julia.
⎯Llevo semanas observándolos, lo que hacen, donde van y con quién, solo esperando una pequeña ventana de oportunidad para poder hacer esto y hoy, la encontré ⎯ habla en tono cínico ⎯ ¡Ay David Canarias!, no sabes cuánto he escuchado de ti. El talentoso pediatra, el doctor que no le importa su fortuna al grado que la desperdicia en programas sociales y proyectos. Un orgullo para el apellido, para su padre. Lachevre siempre decía que eras digno de todo esto…
⎯Te equivocas en todo… ⎯ responde David.
⎯Eso fue lo que yo le dije a Lachevre y aún así insistió ⎯ comenta.
Todos seguimos en silencio, solo que ahora, Manuel y yo hemos dado unos pasos hacia adelante, como si quisiéramos formar una tipo barra. Alexandre me ve a mí y sonríe. ⎯Eres muy bueno, me hiciste creer que estabas de mi lado, y eso que suelo olérmelas bien cuando alguien viene a traicionarme.
⎯Pues esta vez tu olfato te falló y no, no te traicioné, para traicionarte debía ser tu amigo y nunca lo fui⎯ hablo.
Él se ríe⎯ ¡Ay Moríns!; ¡ay Moríns!, veremos a quién se le quita la sonrisa primero.
⎯Alexandre, si a quién quieres es a mí, te pido que sueltes a mi hija, ella no tiene nada que ver con todo lo que está pasando.
⎯Claro que sí, todos, todos ustedes tienen que ver con lo que está pasando ahora, todos… y hoy se terminará esto⎯ Alexandre abraza más a Lila y ella lanza un leve grito.
⎯Te lo pido⎯ trata de hablar David con mesura⎯ déjala ir.
⎯¡No!, ¡no!, ¡hasta que me escuchen!⎯ grita tan fuerte que hace que todos nos hagamos hacia atrás. Veo a Jon y a Jo sujetos de su madre y como Sabina se esconde detrás de Cho⎯¡muévase!, muévanse para allá, ¡rápido!⎯ nos ordena apuntando con el arma, para que nos vayamos a un área del bar donde podemos estar todos juntos.
⎯Alexandre…
⎯¡Camina!, ¡camina o la mato ahora!⎯ le grita.
⎯Vale, vale…⎯ dice David tranquilo y moviendo sus manos al frente en signo de calma.⎯ Lila, mi corazón, veme a mí, ¿vale?, no pienses en nada más solo veme a mí.
Lila simplemente asiente con la cabeza y respira profundo mientras vemos como sigue a su padre con la mirada. Cuando nos acercamos todos a ese rincón donde quiere que nos quedemos, él vuelve a poner el nerviosamente nos apunta con el arma mientras vemos el miedo en sus ojos, agradezco infinitamente que Sila no esté aquí.
⎯Todos ustedes me quitaron todo, ¡todo!⎯ grita, podemos escuchar el miedo en su voz⎯ tu padre, tu padre es el culpable de todas las desgracias que han pasado en mi familia, ¡es un traicionero!, ¡siempre lo fue!
⎯Mi padre no es culpable de los malos manejos de los tuyos. Sabes muy bien que le pertenecía la empresa desde el principio, él solo tomo lo que le pertenecía⎯ David defiende.
⎯¡Cometió traición!, no solo alejó a su familia…
⎯¡Quiénes vivía como parásitos!⎯ continúa David en un tono que no había escuchado jamás⎯ tu abuelo, Gastón Canarias fue uno de los que llevó la empresa a la ruina⎯ le dice⎯ mi padre lo único que hizo fue recuperarla, hacer que creciera, amarla como siempre lo había querido, hizo lo correcto.
⎯¿Amarla?⎯ pregunta, para luego reírse⎯ lo único que hizo fue dejarla en manos extrañas, ¿los Ruíz de Con?, ¿los Lafuente?, ¿sabes lo cansado que es crecer escuchando esos apellidos?, ¿eh?, lo cansado de pasar tu vida viendo como otras personas enriquecerse con lo que es tuyo, ¡todos ustedes disfrutan de lo que por herencia era para mí, ¡para mi!
⎯Si tanto la quieres, quédatela⎯ interrumpe Julie, dando un paso al frente mientras Robert vuelve a ponerle la mano sobre el vientre para que se haga para atrás ⎯ tómala, te la doy, es tuya… si tanto la quieres, tómala.
La mirada de Alexandre se posa en la María Julia y luego esboza una ligera sonrisa ⎯ ¿me la das?
Alexandre se suelta a reír de una forma que nos congela el cuerpo, definitivamente este hombre a perdido la razón.
La mirada de David se posa en su hija, que sigue tratando de respirar mientras Alexandre parece que cada momento más está perdiendo el control de la situación. Ya no se ve como un hombre capaz de poder llevar toda un Conglomerado, sino como un demente que prácticamente está perdido.
⎯Ya no la quiero… ¡ya no! Ahora lo que quiero es que sufran, sufran igual que yo… que sientan lo que yo he sentido por años cuando tu padre mató a los míos.
⎯Mi padre no mató a los tuyos!⎯ grita David más enojado⎯ que una casualidad que se cayera el avión. Alexandre, tus razones son muy tontas para hacer esto. Si hubieses querido participar en la empresa pudiste…
⎯¿Qué?, ¿haber creído en David Canarias como *Burgos lo hizo?, ¡traicionó a su medio hermano!, ¡a su propio medio hermano!⎯ grita.
Una expresión de sorpresa se escucha en todo el bar, al parecer, un secreto nuevo se acaba de revelar y al parecer es bastante grande y nadie lo sabía.
⎯¿Qué?, ¿no lo sabían? ⎯ pregunta él, al escuchar el tono de sorpresa⎯ David Canarias, ni muerto deja de sorprender.
⎯Aún así, mi padre no tiene la culpa de la muerte de los tuyos, así como mi hija no tiene la culpa de todo esto… te lo pido, si vas a dispararle a alguien, que sea a mí, no a ella, te lo pido.
⎯Ruégame⎯ le dice él apuntándole ⎯ ruégame que no dañe a tu hija. Quiero ver al grandioso hijo de David Canarias rogándome para que no mate a su hija.
David sin pensarlo dos veces se pone de rodillas sobre el suelo y lo mira a los ojos⎯ te lo ruego, no mates a mi hija, por favor.
⎯¿A cuál de todas? ⎯ inquiere para luego reírse⎯dime el nombre correcto y no la mato, pero dime, ¿a cuál de todas no quieres que mate?
Un silencio tenso se hace en el lugar, ¿cómo que diga el nombre correcto?, ¿qué es lo que está pasando?
David ve a Lila y luego a Alegra, quien sigue detrás de su hermano, pero, ¿y Sila entra en este juego qué él ha creado?
⎯Dime David Canarias, dime… ¿qué nombre vas a decir?, ¿eh?, ¿cuál de tus hijas? ⎯ sonríe ⎯ difícil, difícil esta decisión que debes de tomar pero como buen Canarias, deberías saber qué decir. Tu padre, no se tocó el corazón en dejar a sus tíos y primo en la ruina, no se tocó el corazón para traicionar a su familia, esconder a su medio hermano bajo otro perfil, tu padre era el peor, el peor y se merece todo, todo lo que le sucedió… así que dime, ¡a cuál de tus hijas no quieres que mate!⎯ grita.
En ese instante uno de los celulares comienza a vibrar, podemos escucharlo con fuerza, ya que el silencio es sepulcral en el lugar que incluso pudo escuchar como los corazones de cada uno de nosotros. Manuel se mueve, así que damos por hecho de que es el suyo; sin embargo no lo responde.
⎯¿Quién es? ⎯ pregunta Alexandre.
Él saca su celular y pronuncia⎯ es mi esposa, Ainhoa.
⎯¡Genial!, ¿tal vez ella nos pueda ayudar a decidir por su hermano?, llámale de regreso y pon la conversación en alta voz.
Manuel, saca su celular con las manos temblorosas y después de presionar la pantalla se escucha el tono de que esta marcando la llamada, segundo después contesta Ainhoa.
⎯¡Manu!, ¡Manu!⎯ grita desesperada⎯¡vivieron a la academia y destruyeron todo!, ¡Sila está desmayada!, y Luz está mal muy mal.
⎯¡Qué hiciste!⎯grita David en seguida y sin dudarlo dos veces se lanza a los pies de Alexandre haciendo que esté caiga para atrás. Yo corro hacia donde están y ayudo a Lila a que se libere de él como pueda. David se encuentra furioso, mientras trata de quitarle el arma. Alexandre ríe, lo hace como si ya hubiese perdido la cabeza.⎯¡Dime qué hiciste!⎯ insiste.
Por fin logra quitarle el arma y David su hijo la patea lejos del bar. Alexandre no para de reír, mientras David le grita que es lo que ha hecho. Por fin, Alexandra para y lo ve a los ojos⎯ te voy a quitar lo que más amas, así como tu padre me lo quitó a mí. Me quedé sin nada por su culpa, sin nadie, y ahora, te lo quitaré a ti⎯ se ríe⎯ eso sí, la batalla que dio fue impresionante, jamás había visto eso, y tu hija, la recogida esa⎯ ríe⎯ ahora dime, David, ¿cuál de tus hijas quieres que salve?
⎯¡Qué le hiciste a Sila!⎯ grito mientras quito a David y tomo a Alexandre del cuello⎯¡dime que le hiciste a Sila!, ¡Dime!⎯ grito mientras le ahorco.
⎯¡Moríns ya!⎯ me grita David hijo.
⎯¡Dímelo!, ¡qué hiciste!, si le hiciste algo a mi bebé te mato, ¿entiendes?, ¡te mato! ⎯ le amenazo⎯¡dime qué le hiciste a Sila!, ¡dime!
Cho me carga por detrás y me levanta de un solo movimiento mientras trato de zafarme. Alexandre vuelve a reír y luego ve a David⎯ eso que estás sintiendo es lo mismo que yo sentí cuando me dijeron que mis padres habían muerto, y lo que vas a sentir si tu mujer muere, es culpa, mucha culpa la que debió sentir tu padre al matar a mis padres, al quitarles todo, al echarlos a la calle… eso lo vas a sentir tú con tu propia familia, a la que quieres tanto… decidí que el quitarte lo que más amas es mucho más satisfactorio que ver tu legado caer…
⎯¡Eres un cabrón!⎯ grita David para darle un golpe tan fuerte sobre el rostro que lo noquea de inmediato.
⎯¡Sila, necesitamos ir por Sila!⎯ grito.
David le da un abrazo a su hija Lila y otro a David y voltea ⎯¡Llama a la policía! ⎯ Indica a Robert⎯ Cho, ven con nosotros.
Y los tres salimos de ahí.