[Tristán]
Después de las presentaciones entre hijas y que ambas se fueran a jugar a otro lado, David y yo nos sentamos en la terraza para comenzar a ponernos al día. Él ha sido mi único contacto en España desde hace diez años y aunque sólo nos comunicamos por correo o video llamada, lo siento tan cercano como si siempre lo tuviera al lado.
Llego a la terraza con dos vasos y con una botella de mezcal, él sonríe.
―En México hay un dicho que dice así “para todo mal mezcal y para todo bien, también” ― y me siento a su lado y le ofrezco un vaso.
—Parece la bebida correcta para el momento.—
—Así es. El mezcal fue el primer alcohol que probé en México. Mi cuñado me llevó a Garibaldi y me puse la borrachera de mi vida— mi amigo se ríe — el mezcal se extrae del agave un hermoso cactus que hay en México, literal del corazón de éste, así que dicen que en esta bebida está el amor a su tierra. Ésta era consideraba una bebida sagrada en México y dicen que cuando la bebes alivia los dolores del alma, cura las penas y desparece el miedo — le sirvo un poco.
David la prueba y mueve la cabeza disfrutándola — Es fuerte.—
—¡Ah si! Mucho.. por eso hay que tenerle respeto, porque es tan rica que te invita a tomarla hasta que pega en el alma… y puedes caer noqueado sobre el suelo.—
Ambos nos reímos y yo me sirvo un poco —¡Salud amigo! — brindamos.
Nos quedamos en silencio mientras vemos a nuestras hijas jugar, es raro como la risa de dos niñas puede darle a una casa tanta vida.
—Hace años que te vi en Madrid pensé “Tristán es un hombre diferente”, pero ahora que te vuelvo a ver puedo decir que eres el mismo de siempre, sólo con otra perspectiva de la vida y más maduro — él abre la conversación.
—¿Por no decir viejo? —
—No, parece que la bebida sagrada te ha mantenido joven — bromea.
—Tú tampoco te ves mal… en fin… Dime todo lo que sepas.—
David toma otro poco de mezcal y luego me pide más. Le sirvo, sé que ya le advertí del peligro de la bebida pero no parece importarle, le da otro sorbo y me ve.
—Iñaki se quiere quedar con la empresa.—
—Dime algo que no sepa.—
—Y durante años ha hecho su trabajo, supongo que el día que te vio en la fiesta en Madrid pensó que estaba terminado, pero tú regresaste a México y jamás volviste.—
—Si lo dices por tu boda… acababa de nacer Manuel y queríamos disfrutarlo, además, viajar con dos niños a Madrid y regresar…— y él sonríe.
—Iñaki empezó a inventar cosas sobre ti, como que te llevaste dinero de la empresa y que por eso tu padre te había corrido entre otras cosas que sólo llevaron a usar el término “la maldición mexicana”.—
—¡Guau! En México le dicen “la maldición gitana”— y ambos nos reímos.
—Incluso dijo que por esa “maldición” tu padre había enfermado, porque tú le habías roto el corazón…—
—No, jamás, mi padre se veía bien la última vez que lo vi. Sé que no tenía buena relación con ellos pero jamás les deseé el mal, si los odiara mi madre no estaría viviendo aquí de nuevo — me acerco a él —¿qué le pasó a mi padre? —
—Se deterioró mucho, la última vez que lo vi se veía mal, pero no fue por tu culpa, fue por lo del Bego.—
—¿Bego? —
—Sí, ambos perdieron a su bebé, trataron de tener otro pero ya no pudieron. Ella se empezó a alejar, tu padre a deprimir y sobre todo a descuidarse, eso le trajo serios problemas de salud que no sé si se checaba o no, pero pareciera que sólo estaba esperando el momento y bueno, llegó. Se fueron en un pequeño paseo en el yate, él saltó al agua para nadar un rato y el corazón no aguantó el esfuerzo y ahí murió.—
Le sirvo un poco más de mezcal y luego a mi — salud por Ian Ruíz de Con — digo y David vuelve a brindar conmigo.
—En fin, Iñaki se “volvió” cercano a tu papá, decía que él era el hijo que nunca tuvo porque éste ya estaba muerto, así que se siente con el derecho de heredar la empresa. Circula el rumor de que tu padre dejó el testamento a Iñaki y que ahí dice que en verdad es el dueño total.—
—Ese es un rumor falso, porque el testamento lo tengo yo — y sonrío.
—¿Dime que lo trajiste? —
—Así es… vine a la guerra con fusil.—
—Me alegra… sólo que sabes que debes ganarte a los accionistas y por años Iñaki ha hecho un buen trabajo de convencimiento para que todos te odien.—
—Lo sé, pero no le preguntaré a nadie si tengo derecho o no, mi abuelo y mi padre me dejaron la empresa a mi, me pertenece, e Iñaki podrá hacer magia pero… yo me sé sus trucos, recuerda que por años fuimos amigos.—
David toma un poco de mezcal — Sabes, cuando éramos jóvenes siempre envidié a Iñaki, porque tenía un amigo tan genial como tú. Después el comenzó a cambiar y yo me preguntaba cómo es que tú lo soportabas porque era extremadamente pedante, incluso el día de Las Vegas,me seguía preguntando que hacía ahí. Entonces me alejé, luego tú te fuiste y entonces lo entendí.. no era que yo no fuera tu amigo, si no que no era mi momento para serlo.—
—Perdóname David si alguna vez fui mal amigo para ti.—
—Éramos jóvenes e inmaduros, no teníamos hijas y pensábamos que la vida era fácil, ahora sabemos que…—
—¿Seguimos siendo inmaduros? Porque yo cada vez que escucho hablar a mi hija siento que lo soy— le bromeo y David ríe.
—…que todo tiene su momento y su lugar y este querido Tristán es el tuyo.. así que, salud — y levanta su vaso.—
Tomamos otro poco y luego David deja el vaso sobre la mesa —Sí sabes que mi oferta sigue en pie ¿cierto? ¿La que te hice hace 10 años en la fiesta de año nuevo? —
—Lo sé…—
—¿Y ya la pensaste? Creo que 10 años es mucho tiempo para poder tomar una decisión ¿no crees?—
—Sí, pero es que la decisión no es mía, es de mi familia… tengo en México a dos hijos más y a Ximena… para tomarla necesito ver todos los ángulos, debo evaluarlo todo… Ximena tiene a su padre allá y mis hijos una vida… si tomo la decisión ahora sin considerarlos no sería algo padre.—
—¿Qué tiene que ver los padres en esto? — pregunta David.
Una carcajada sale de mi garganta, no sé si el mezcal me está ayudando pero no puedo evitarlo — “ no estar padre” en México significa “que no está guay” en España — y él vuelve a reír — en fin, hace unos años atrás por mi mente no pasaba la posibilidad, y necesito saber como están las cosas aquí, todo depende de mañana, pero, sólo te diré que sin mi familia es un “no” David… aunque decir que “sí” me haga el hombre más rico del mundo…es un rotundo “no”, no voy a hacer mi familia infeliz por un capricho.—
—Jamás te pediría eso — responde David en seguida — sólo dale una última pensada, una unión entre los dos sería genial, no sólo económicamente si no por nuestras familias.—
—Te prometo que hablaré con Ximena, y te tendré una respuesta antes de irme ¿te parece? —
—Me parece.—
David se trata de parar y luego vuelve a sentarse —¿Crees que podamos cenar aquí en la casa? No sé si estoy bien para ir a un restaurante— ambos nos reímos.
***
Todo el día estuve esperando para hablar a solas con Ximena en mi habitación, así que después de despedir a David y a su hija, acostar a Luz y darme una ducha, por fin puedo hacerlo mientras me encuentro acostado en la cama. Marco el teléfono y quien me contesta es María Julia.
—¡Otra vez tú papá! — bromea.
—¡Ey! ¿No extrañas a tu padre? ¿Yo acá consiguiendo el unicornio y tu ya no me quieres ver?—
—Es broma… ¡te amo! —
—Yo también ¿me pasas a tu madre? —
—Sí.—
“¡Mamááááááá, te llama papá!”
—Te amo mi amor… haces tu tarea ¿si? —
—Sí.—
Ximena se acerca al teléfono y al verme me sonríe —¿Todo bien? —
—Lo mejor que se puede — y entra a la habitación y cierra la puerta, se recuesta sobre la cama y me ve.—
—Ya quiero acurrucarme contigo en esa cama, vida — y ella se sonroja.
—¿Cómo te fue? — pregunta y le muestro inmediatamente la mano.
—¿Qué te pasó? —
—Iñaki, le di un golpe en la cara… resulta ser que le quitaba la pensión a mi madre, mañana averiguó qué pasó ahí, pero dijo algo que me hizo rabiar.—
—¿Más que le quitara la pensión a tu madre? —
—Sí, me dijo que me casé contigo sólo para llevarle la contraria.—
—¿Y te hizo enojar por qué…? —
—Porque te dijo “idiota” — respondo.
—No, te enojaste eso, lo hiciste porque suena a algo que probablemente hubieras hecho en esa época ¿cierto? —
Suspiro y veo la mano inflamada — No lo sé, tantos años han pasado y no sabemos lo qué pasó ese día.—
—¿Y para qué lo quieres saber? Tenemos 11 años de casados y tres hijos.. creo que eso ya quedó en le pasado ¿no crees? —
—Eso sí… —
—Lo dijo para herirte y para que reaccionaras, lo hiciste y posiblemente lo use en tu contra, así que… cuida tu temperamento que no te nuble lo que tengas que decir, piensa claramente ¿vale? —
—Vale.—
Ella me sonríe y se acomoda el fleco —¿qué más me quieres decir? — pregunta.
—Mmm… quiero decirte muchas cosas pero la más importante es que David Canarias me está pidiendo una respuesta a la propuesta de hace diez años, sobre todo ahora que mi padre murió.—
—¿Y qué le dijiste? —
—Que lo consultaría con la dueña de mis quincenas.—
Ximena saca una carcajada y me contagia la risa — Ya en serio…—
—Es en serio.. se lo dije con unos mezcales encima así que es válido…— guardo silencio por un momento — Si digo que si, nuestra vida cambiará por completo Ximena, un país diferente, amigos, escuela…rutinas…una casa diferente…—
—Lo sé, lo sé… pero creo que nuestros hijos ya están grandes para entender eso ¿no crees? Además piensa en las posibilidades que tendrían… puede que el lugar donde vayan sea diferente, pero su vida será la misma, porque sus padres no se despegarán de ellos jamás… —
—¿Eso es un sí? — pregunto inseguro.
—Es un posible sí, todo depende de que pasé mañana ¿no? —
—Así es…mañana es el día—
—¡Ay mi amor! Me tienes como telenovela de televisa… ansiosa por saber más y tú sólo me das 20 minutos de comerciales.—
Ambos volvemos a reir y todos mis pesares se van, necesitaba estos momentos a solas con ella, reírme a carcajadas como lo hacemos en la casa… en pocas palabras la necesito a ella.
—Te prometo que mañana te hablo, no importa la hora que sea ¿si? —
—Esperaré ansiosa…—
—Te amo vida… siempre recuérdalo ¿si? —
—Te amo mi amor.. duerme rico.. salúdame a Luz.—
Y terminamos la llamada…