Penúltimo capítulo

[Tristán]

(México) 

El día que Luz nació fue, el momento decisivo en mi vida para que yo me quedara en México. Esa vez, cuando le tenía entre mis brazos y la admiraba atento memorizando cada rasgo de su rostro, sus lunares, y su hermoso cabello negro azabache, mi vida cambió por completo, y hoy, volverá a hacerlo. 

Mi chiquita se casa,  mi Luz, la pequeña persona que me hizo papá, ha hecho que regresemos todos de nuevo a este país para vivir otra nueva experiencia con ella, su boda, el día que unirá su vida, nada más ni nada menos que el hijo mayor de mi socio, David Canarias. 

Quiero pensar que mi hija tuvo una historia de amor tan bonita como la mía, que ellos dos se miraron a los ojos y supieron que estaban hechos uno para el otro o  también pudiera ser que cuando ese vieron nunca pensaron que acabarían en el altar y ahora se ríen cada quien en su habitación pensando ¿Cómo es que llegué aquí? Sin poder creer su suerte. 

Imagino que David la conquistó como ella se merecía y que Luz se siente ahora la mujer más hermosa del mundo y no porque su padre se lo diga, si no porque esa persona especial la ve así. El primer momento que vi a mi hija le dije “ Eres y siempre serás el más grande amor de mi vida, todo lo que es mío tuyo, todo lo que haga será por ti y mi vida te pertenece desde este momento hasta el último día de mi existencia”, recuerdo eso como si hubiera sido ayer, cuando la tenía entre mis brazos y se lo recitaba. Hoy, tengo que entregarla al hombre de sus sueños que espero le diga lo mismo a los hijos que tengan y les dé el mismo amor. 

Me encuentro en casa de mi suegro arreglándome el traje color azul marino que he escogido para la ocasión, Ximena está en la habitación de Luz arreglándole el hermoso vestido que ella le hizo para la ocasión y sus hermanos dando los últimos toques a la casa y arreglando a Sabina, mi nieta, que está muy emocionada porque vivirá con nosotros en México y podrá hacer todo lo que su abuela Ximena le decía que ella hacía de chiquita en casa de sus padres. 

La puerta suena y escucho la voz de David  hijo al otro lado —¿Puedo pasar? — me pregunta discretamente. 

—Adelante, pasa, pasa.—

El chico abre la puerta y al verlo vestido tan elegante me recuerda a mi el día de mi boda. Con esa juventud y gallardía que me caracterizaba. David, es un unos centímetros más alto que yo, tiene barba tupida y el cuerpo fuerte, es muy majo, como decimos en España y sé que su físico es una de las razones por las que le gustó a mi hija, no me pregunten porqué, pero lo sé. Por otro lado, es doctor y según tengo entendido cuando Luz y él se reencontraron en Perú, David trabajaba en médicos sin fronteras y la atendió por un leve golpe en la cabeza que ella se hizo al entrar a una cueva a tomar una fotografía, el resultado, una cicatriz en la frente y un anillo de compromiso en su dedo. 

—Mi padre aún no llega y la verdad es que no sé como acomodarme el corbatín — me dice tímido. 

—Ven, te ayudo —él se acerca conmigo, trayendo el corbatín entre las manos y me lo da — Es difícil ¿cierto? Sobre todo cuando uno está nervioso.—

—Bastante, nunca pensé que fuera tan fácil hasta que lo intenté como 3 veces en mi habitación, ahora me siento bastante tonto — responde él. 

—No, no lo eres, me pasó igual, yo estaba solo y no lo logré, así que preferí una corbata, pero tú no lo estás, si no está tu padre, estoy yo.—

—Lo sé, gracias.—

Terminé de ponerle el corbatín a David y luego lo admiré — perfecta.—

—Muchas gracias señor — contestó tímido, 

—Me puedes decir Tristán o suegro, señor suena muy formal y tú ya eres parte de esta familia y hoy lo harás oficial.—

David me sonríe gustoso — Sabe, Luz no me cree, pero yo siempre quise formar parte de los Ruíz de Con Caballero. Cuando iba a su casa de pequeño los veía a usted y a su esposa  bailar en la sala,  reir en el jardín y queriendo tanto a sus hijos que me decía a mi mismo, sería genial pertenecer a esta familia y cuando vi a Luz hace unos meses atrás supe que era mi destino — dice poniendo una cara de tonto enamorado.

«¿Así me habré visto yo con Ximena?» 

Le doy una palmada en el hombro y le sonrío — cuida mucho a mi hija ¿quieres? Porque así como nosotros te estamos dando la bienvenida a la familia, también la defenderemos con uñas y dientes si le pasa algo.. y no es por amenazarte a unos minutos de casarse, pero quiero que lo sepas.—

Él sonríe — suegro, amo a su hija con toda mi alma y sólo de ver como es que usted amó a mi suegra, les juro que aprendí de los mejores. Luz será amada igual que usted la amó.—

—No— le dije feliz — la amarás más que yo, porque a partir de este momento ella será tu hogar y el hogar…—

—Jamás cambia — termina la frase. 

Ximena entra a la habitación y ambos volteamos a verla. Ella trae un hermoso vestido azul con un corte sencillo que combina con mi traje. Se ve increíblemente hermosa; no ha envejecido ni un solo día. 

—Luz está lista — me dice feliz y quiere hablar contigo.—

—Voy en un momento — volteo a ver a David y lo abrazo — bienvenido Canarias, que ambos sean felices y tengan una vida llena de amor y prosperidad.—

—Gracias — contesta el chico. 

Voy hacia Ximena y le doy un beso sobre la frente — Te ves preciosa, Vida — le murmuro. 

—Y tú guapísmo, hasta ganas me dan de casarme de nuevo contigo.—

—Podemos hacerlo — le bromeo — otra boda de 200 invitados en un hermosa hacienda ¿te parece? — ella sonríe. 

—Estaba pensando en la playa con nuestros tres hijos y una nieta.—

—¡Me parce perfecto! Pero en este momento, soy padre de la novia — la beso en los labios ligeramente y la hago sonrojar. 

Salgo de mi habitación y camino hacia donde está la de ella, la que antes era la habitación de visitas donde Ximena yo nos quedamos el día de nuestra pedida de mano. Toco la puerta y cuando ella me pide que pase sonrío inmediatamente. 

Mi hija se ve preciosa. Trae pues un vestido de novia de color blanco, con un escote en V profundo y descubierta de los hombros, con una hermosa falda de tul larga. Ella me ve y sonríe. 

—¿Demasiado? — me pregunta insegura. 

—¿Bromeas? Te ves hermosa. Eres la novia más bonita que ha estado en este hogar.—

—¿Y mi madre? — pregunta con los ojos brillantes por las lágrimas. 

—Ella no salió vestida de novia de aquí así que…— y Luz sonríe. 

Me acerco a ella y la tomo de ambas manos, la observo de pies a cabeza y cuando llego a su rostro sonrío — Sabes, el día que me casé con tu madre, estuviste en esta misma habitación con Tita y tu madre. Vine a recoger unas cosas para llevarlas al lugar donde sería la boda y tú saliste por esa ventana y me saludaste “¡Hola! ¡Hola!” Desde lejos haciéndome sonreír, quién iba pensar que tiempo después estarías en esta habitación, vestida de novia, esperando a que ahora yo viniera por ti para llevarte al altar.—

—¿En serio te dije Hola, hola? — pregunta con lágrimas en los ojos. 

—Sí, era tu saludo especial. Lloré algo cuando dejaste de hacerlo, me encantaba.—

Ambos nos reímos. Ella sube su mano y acaricia mi rostro — quiero una historia de amor tan bonita como la tuya y de mamá ¿crees que la tenga? —

—Será mejor mi Luz, mucho mejor, porque tú tienes todo el apoyo de tu familia, tus padres no se pelearon en tu pedida de mano y llegaste hasta aquí rodeada de todos los que te amamos. No tuviste que dejar todo para estar con la persona que amas y eso te asegura la historia de amor más bonita del mundo.—

Mi Luz sonríe y de nuevo mi mundo se vuelve a iluminar como esa mañana del 16 de septiembre cuando la tomé por primera vez entre mis brazos. 

—¿Eres feliz con David? — me pregunta. 

—Mucho, muy feliz. Sigo sin poder creer que ese niño que jugaba conmigo en la jardín ahora se casará conmigo.—

— Una cosa que he aprendido todos estos años es que el amor lo encuentras donde menos lo esperas. El tuyo estaba en el jardín de la casa, el mío en otro continente, pero lo verdaderamente importante es que al final, acabarán juntos, harán una vida y todos estaremos aquí presentes para ser testigos de ello.—

La puerta se abre y veo a María Julia entrando con Sabina — es hora papá — me dice sonriente. 

Luz se da un último vistazo en el espejo regalándome otra fotografía que jamás olvidaré en mi vida. Se ve el peinado, igual al que su madre llevó el día de nuestra boda y luego los labios, cuando termina suspira y me ve mediante al espejo.—

—¿Listo papá? — me pregunta y yo asiento con la cabeza tratando de que el sentimiento no me llegue. 

—Listo mi amor, es hora de que te entregue a tu felicidad.—

Luz se voltea y me abraza —Si sabes que tú eres mi hombre favorito ¿verdad? — murmura.

—Y tu eres mi Luz favorita… y hoy hija mía, brillas más que nunca.— 

Le doy un beso sobre la frente y luego la tomo del brazo para que ambos salgamos de la habitación. Lo hacemos con mucho cuidado para que María Julia acomode la amplia cola del vestido y pueda caminar con facilidad.

Bajamos las escaleras y Ximena está al pie de ellas esperando por nosotros, a lado, mi hijo Manuel con un traje igual al mío. Mi Ximena la da la bendición y le besa sobre la frente mientras derrama lágrimas de felicidad — soy tan feliz de que puedo ver esto — le digo — mi madre a mi no me vio pero yo a ti sí y no sabes lo mucho que me alegra.—

—¡Ay mamá! — dice Luz tratando de no llorar. 

—No llores, no llores, arruinarás tu maquillaje y le quedó tan bonito a tu hermana — le consuela  — sólo quería expresártelo. Te deseo que seas increíblemente feliz Luz, tanto o más como tu padre y yo.—

La abraza  y luego la vuelve a besar. Toma del brazo a Manu y ambos caminan hacia el jardín, donde David Canarias la está esperando en el pequeño altar que pusimos en el fondo del jardín. Ellos dos se quisieron casar aquí, en una boda sencilla en la casa de su abuelo como un único acto antes de que ésta pasara a manos de otro propietario. 

Veo como Ximena y Manuel llegan hasta el final del pasillo y María Julia con Sabi caminan hacia el altar con la niña de su mano arrojando las flores al suelo tal y como Luz lo hizo en nuestra boda. Volteo a darle un último vistazo y a mi mente vienen todos esos momentos cuando ella era pequeñita y sonrío. 

—¿Lista mi amor? — le pregunto discretamente. 

Ella asiente y la tomo fuerte del brazo para ir caminando juntos hacia allá — Papá — me murmura. 

—Dime.—

—Cuando le leíste la palma de la mano a mi mamá en Las Vegas ¿esto estaba en su destino? — me pregunta. 

—Claro que si, tenlo por seguro.—

Antes de dar un paso hacia el jardín ella se voltea y me enseña la palma de su mano —¿qué dice mi destino? — me pregunta entre sonrisas. 

La tomo con delicadeza y paso la yema de mis dedos sobre ella — tu destino dice que será muy feliz, que tendrás 2 hijas, ambas niñas y serán tan traviesas que nunca te aburrirás. Vivirás muchos años y David te amará a rabiar por el resto de sus vidas… y también que nunca faltarás a los sábados de waffles.—

Ella se ríe y suspira — ahora si estoy lista — me dice tranquila y vuelve a tomar mi brazo para caminar juntos hacia el altar. 

***

La boda de Luz fue un gran éxito y una de las más hermosas. Luz y David se casaron un día de primavera rodeados de su familia y amigos cercanos en la ciudad de Cuernavaca. En la ceremonia hubo risas, lágrimas y sonrisas, ambos se veían resplandecientes y cuando llegó el final estallaron los aplausos de alegría. Mi Luz estaba casada y era el principio de su historia de amor. 

Volteo a mi lado y veo a mi hija más pequeña completamente conmovida hasta las lágrimas. 

—¿Por qué lloras? — le pregunto a María Julia. 

—Es que veo que tu entregaste a Luz y posiblemente en algún punto lo hagas conmigo pero, veo a mi Sabi y me pregunto ¿quién la entregará a ella? Si su papá jamás la quiso y no decidió hacerse cargo de ella — me dice angustiada.

La abrazo. 

—Su abuelo la entregará y su madre también. A mi me entregó mi madre Lucha ¿recuerdas? La madre que me adoptó, Sabina no está sola y mientras nosotros vivamos  tendrás nuestro apoyo incondicional, porque te lo mereces hija, porque estoy increíblemente orgulloso de ti, tanto que no me cabe en el pecho. Olvídate del padre de Sabi, él se está perdiendo todo esto y nosotros lo estamos disfrutando, y cuando el momento llegue, yo hago hasta de chofer si eso es lo que deseas — y ella sonríe. 

—¿En realidad estás orgulloso de mi? — preguntó tímida. 

—Claro que si, de ti, de Manuel de todos mis hijos y se los tato de decir toda el tiempo. Soy un padre increíblemente orgulloso y sé que entre los tres criaremos a Sabi de la mejor forma, ya verás, tú déjate guiar por el destino.—

Termino mi discurso y ella me da un beso en la mejilla — te quiero Tristán, eres el mejor Abuelo – padre del mundo.—

—Y tú la mejor hija-mamá, ahora ve con tu hija y con tu hermana y tómense muchas fotos, que las vamos a necesitar. —

Veo a Ximena que viene caminando hacia a mi con el ramo de flores de Luz y me lo avienta y yo lo atrapo entre mis manos. Ella me abraza y como siempre recarga su cabeza sobre mi pecho — Somos papás de una hija casada y faltan dos — me murmura. 

—Espero que Manu y María Julia esperen un rato — le contesto. Le doy un beso sobre el cabello y nos quedamos así un momento, disfrutando el momento de felicidad. 

—Tristán Ruíz de Con, estoy tan lista para envejecer contigo — expresa en tono bajito para que sólo yo la pueda escuchar — ya quiero dar las largas caminatas sobre la playa y ver el atardecer junto contigo.—

—En unos días más mi mexicana hermosa, en unos días más empezaremos de nuevo aquí y envejeceremos juntos en este hermoso país que tanto nos a dado.—

—Y criaremos a una nieta — dice ella entre risas. 

—No, la consentiremos, que su madre se encargue de criarla — bromeo y ambos nos reímos. 

Siento una mano que me toca la espalda y es mi hija Luz sonriente —Hola, hola — nos dice —Creen que pueden dejar de opacar mi boda con su amor empalagoso y venir a la foto de la familia, creo que es un poco importante que ustedes estén ahí.—

—Claro que si mija, vamos.—

Tomo de la mano a mi mexicana bonita y mientras caminamos hacia donde está el resto de la familia volteo a verla y me enamoro un poquito más. Hace años atrás tuve la opción de llamar a mis padres y pedirles que me divorciaran inmediatamente de ella o esperar 180 días para hacerlo… quién iba a pensar que 24 años después seguiríamos aquí.. caminando juntos hacia un futuro mejor. 

2 Responses

  1. Linda historia de Tristán y Ximena…llorè, reí..conocí un poquito de México y espero algún día ir a conocer esos lugares…..Recomendada.!!!!!!!…..Lista para continuar con las historias de las nuevas generaciones jiji..Luz, (esas si me las leí)…de Manuel y Maria Julia( me falta la 2 parte jiiji🙈) Gracias Ana por escribieran bien y darnos la oportunidad de leer tus historias…Éxitos

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