[Tristán]
—Todo estaba bien, todo absolutamente bien hasta que llegó Raúl — digo molesto mientras Paco me observa con una sonrisa — Ella y yo nunca nos peleamos ¿sabes? Bueno, sí, por lo que pasó, pero ya después era todo perfecto. Ahora Ximena me deja de hablar porque está molesta porque le pregunté si ella y Raúl había tenido algo…y—
—A ver a ver… sereno moreno — me dice Paco mientras cierra las puertas de la oficina —¿Le preguntaste a Mena si había estado con Raúl? —
—Sí— contesto.
—O.K… bueno, uno, no debiste preguntarle eso a Mena porque no es de tu incumbencia, dos… ¿es la primera vez que sientes celos cierto? — y me ve a los ojos.
—Claro que no — miento pero es verdad. Es la primera vez que siento celos, a Bego no la celaba, ni siquiera sentí lo que siento por Ximena para hacerlo… pero desde ayer…. ufffff.
—Pues mira cuñado, te diré algo… Raúl y Mena tuvieron lo que tuvieron… se podría decir que él fue el primer amor de Ximena y si te sirve, fue una piedra en el zapato de Rodolfo. Después no supe lo que pasó… pero, si no fue, no fue.—
—No me sirve mucho eso ¿sabes? — le reclamo.
—Venga Tristán, eres el padre de Luz, le llevaste una serenata que salió en instagram y en las redes sociales… eres, perfecto para Ximena, no debes ser inseguro, no porque una viejo amor se aparezca quiere decir que ella corra a sus brazos. Mira, si no lo hizo antes ¿por qué lo haría ahora? — me pregunta.
Alzo los hombros y él me da una palmada sobre la espalda — tu tranquilo, mejor habla con ella en lugar de celarla… andas con una mexicana, un día puede darte serenatas a guitarra y al siguiente día te quema la casa por el enojo.—
—¿Quemar? ¿Literal? — pregunto.
—No seas güey, es una analogía para decirte que las mexicanas son puro fuego, pasión… no es necesario que celes a Ximena… ella, ella te ama.—
—Lo sé… a veces si soy muy güey — le comento y él se ríe.
—Nah, no lo eres tanto… cualquier persona que se pelee con el Rodolfo y lo deje en ridículo en su propia boda no es tan güey — y me río.
—¡Hey gracias! — le comento.
—De nada… para eso son los cuñados.. aunque si te advierto, todos pensamos que Ximena se iba a casar con él… es como EL PARTIDAZO — me dice — imagínate doctor, con maestría en Washington, habla cuatro idiomas, trabajó en Médicos Sin fronteras, mi madre lo adoraba y…—
Me pongo de pie — ibas bien Paco, ahora sé que me estoy enfrentando a un santo—
—¡Venga cuñado! No te me achicopales, ya por ser español llevas un buen de ventaja… — me dice — y no te olvides de la ¡serenata! — y cierro la puerta detrás mío.
Tal sí estoy exagerando y ayer me comporté como el típico novio celoso de cualquier hombre que se le acerque a Ximena. Tiene razón Paco, Ximena me ama, si no, no me hubiera buscado para que regresáramos esa noche en Cuernavaca.
Camino hacia mi escritorio y me encuentro a Rodolfo sentado sobre él y con una sonrisa — Hola Tristán — me dice con una sonrisa que quiero quitarle de un golpe.
—Dime ¿qué puedo hacer por ti? —
—Me dijeron que estas armando un equipo para algo de internacionalizar la empresa y pues… solo quería decirte que ningún equipo está completo sin mi.—
—Rodolfo, no estoy de humor en este momento para bromas pesadas de tu parte— le comento y le pido que se baje del escritorio.—
Él se baja y luego se pone en frente de mi — No es broma gachupín, yo soy el jefe de esa área y si no me metes a ese equipo te aseguro que no moverás nada al ámbito internacional.— me amenaza.
Tomo uno de los contratos del ámbito internacional y se lo muestro — un poco tarde colega — le comento y se lo muestro — ¿Cómo dicen aquí? ¡Ah si! Ya te chingaste.—
—Imposible — me dice Rodolfo.
—No, es verdad… todo el contrato firmado está aquí… ves, no eres tan indispensable como crees.—
Rodolfo trata de quitarme el contrato y yo lo hago para atrás — No, no, no, no… este es mío, consíguete el tuyo — y lo meto en el archivero que tengo al lado y le pongo llave.
—¿Te crees muy chingón no? Pues veremos quién chinga primero.—
—Lo que sea… no tengo tiempo, tengo una cena a la cuál atender.—
—Con Raulito ¿cierto? — y comienza a reírse — ¡Ay Tristán! Tu tiempo en México se está terminando y no importa cuántas serenatas le hagas a Ximena… siempre gano yo, después te gana Raúl y al final… tú.—
Cierro el puño, no porque me dieran coraje lo que me acaba de decir sino porque en realidad Rodolfo es la persona más nefasta que he conocido en mi vida… y eso que he conocido a varios mientras mi padre hacia negocios.
—Di lo que se te pegue la gana… ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer.—
—¡Disfruta tu estancia aquí Tristán! — grita y yo simplemente lo ignoro.
En este momento no tengo tiempo para lidiar con Rodolfo, tengo que reconciliarme con Ximena, pedirle perdón por mis celos estúpidos y soportar a Raúl por unas horas en una escena a la que dije que asistiría porque asistiría.
Llego al piso y al entrar veo una nota de Ximena diciendo que se encontraban en el roof Garden y que si quería subir a cenar estaba invitado, por lo que dejé mis cosas, me aseé un poco y luego subí al piso de arriba para iniciar la escena. Al llegar me percaté que Raúl estaba solo en el jardín viendo para la calle con una copa de vino sobre la mano.
—Buenas noches — dio y Raúl voltea.
—¡Ey! Tu nombre es…— comenta sonriente.
—Tristán — digo serio.
—Tristán… Ximena fue a la tienda por algo, me dijo que la esperara aquí… ¿Vino? —
—Sí, gracias… — contesto y él se va hacia la mesa del jardín y toma la botella, me sirve y luego me da la copa.
La tomo y él sonríe — ¡Salud! Por su bebé, para que nazca sana — me dice y chocamos las copas.
—Por Luz — contesto.
—Luz, hermoso nombre… me encanta — y luego tomamos vino.
Nos quedamos un rato en silencio viendo hacia la calle que en este momento se encuentra vacía — me da gusto ver a Ximena tan bien — vuelve a hablar.
—Sí, es una mujer increíble.—
Raúl se voltea y va a sentar se a la mesa, yo sólo me volteo y me recargo sobre el muro — no sé si agradecerte por eso o envidiarte — me comenta.
—¿Agradecerme? No entiendo.—
—De que Ximena se vea tan feliz, sobre todo después de todo lo que pasó con Rodolfo. Esta mujer se merecía más que alguien como él y parece ser lo encontró y me alegro, pero tengo envidia porque no soy yo y llegué demasiado tarde.—
—Mira Raúl…— empiezo.
—No, no, déjame continuar. Ximena es y siempre será el amor de mi vida — comienza y mi cuerpo se siente en llamas al escuchar esa frase — pero nuestros destinos siempre estuvieron juntos pero no entrelazados… sobre todo después de lo que pasó con Rodolfo.—
—¿Con Rodolfo? — pregunto inesperadamente.
—Sí, lo del intento de abuso, unos años atrás… de puro milagro yo llegué y lo evité…—
—¡Abuso! — digo conmocionado — ¡Rodolfo se atrevió a tocar a Ximena! — y en eso se viene a mi mente las frases que él habló sobre Ximena el día de su boda, el silencio de ella… todo, absolutamente todo.—
Raúl toma un sorbo — Sí, ella tenía unos 17 años cuando pasó. Estábamos en la casa de la playa y una noche la quería forzar a tener relaciones y yo intervine… la salvé ese día, pero no sé si haya pasado de nuevo, desafortunadamente yo tuve que irme de a Estados Unidos y perdí el contacto con ella. Ximena no tiene muchos amigos ¿ves?, desde que murió su mamá Y no sé que haya vivido antes de conocerte, si en algún momento Rodolfo lo logró o hizo algo… en fin, sólo sé que estoy feliz porque está ahora contigo y te juro que si no supiera que están juntos, la hubiera tomado entre mis brazos y me hubiera casado con ella… sigo soltero porque no puedo encontrar a alguien como ella… es única ¿no crees? — me dice.
—Lo es — murmuro — Es única.—
—Hace unos meses atrás vine a verla, le pedí que se fuera conmigo a Texas pero ella me dijo que no me quería como yo lo hacía. Nunca pensé que ella ya estaba enamorada de ti.—
Sé que esa no es la respuesta porque Ximena aún no me conocía, pero no lo sacaré de esa idea tampoco — y yo la amo a ella.—
—Se nota, se le nota… desde que llegué hace una hora no dejó de hablar de ti y de todo lo que haz hecho por ella… ¿serenata? En la vida me atrevería… pero eso te quiere tanto.—
Raúl sigue hablando pero no lo escucho, porque de pronto el miedo y la incertidumbre de saber si Rodolfo tocó a Ximena antes, me invade. ¿Cuántos secretos tiene Ximena que no ha contado? Y si la lastimó, si ella lo quiso decir y no le creyeron, si ella… entonces la veo entrar por la puerta del jardín con unas bolsas del OXXO y camino rápido hacia ella y sin dudarlo la abrazo.
—Hola guapo, qué bueno que subiste te hice la comida no tan picosa por si subías y… —
—Sólo abrázame Ximena… — le pido — sólo abrázame — y ella lo hace.
—¿Todo bien? — me pregunta.
—Por ahora sí, todo bien… ven vamos a atender a Raúl.—
—¿A atender a Raúl? — pregunta.
Ximena me ve con cara sospechosa y yo le sonrío — no te preocupes corazón, todo bien. Vamos.—
Entramos al jardín y le ayudo con las bolsas que están llenas de esas lays variadas que llaman “Paketazo” y una que otra cosa para la comida la cual yo sirvo para atender al invitado y no dejar que Ximena esté subiendo y bajando a nuestro piso. No tengo que preocuparme, Ximena tenía razón “lo que no fue en mi año, no me hace daño” pero al pensar eso también me pongo a pensar en Rodolfo y en todo lo que posiblemente Ximena no me ha dicho porque tal vez piensa que no es importante pero sí… eso no fue en mi año, pero si a ella le hizo daño… a mi si me importa y no sabe cuánto.