[Tristán]

Más pronto de lo que esperábamos la situación con Rodolfo explotó de una forma que nunca pensamos que pasaría, y entre toda la felicidad qué Ximena y yo teníamos en ese momento, vino este rato desagradable que por mucho tiempo lo quisimos evitar. 

―¿Estás seguro? ― le pregunto a Jaime mientras me entrega los recibos de la cuenta que investigaron. 

―Segurísimo, Rodolfo lleva quitándole dinero a la empresas desde hace años, sin que nadie se dé cuenta. Promete proyectos, le pagan un dineral por ellos y luego hace unos movimientos para entregar algo, supongo que mal hecho… por eso la empresa ha estado perdiendo clientes. ― 

―Pero como ― digo leyendo todo ― ¿Cómo es que nadie se dio cuenta? ¿Cómo es que Don Francisco no lo notó? ― 

―Rodolfo antes era bueno, muy bueno en lo que hacía. Traía clientes y levantó la empresa, según lo que me dijeron… después, se perdió y nos metió en esta situación ― comenta Javier. 

―Quiero que le regreses el dinero a David Canarias cuando yo te lo diga ¿vale? Lo recuperaremos cuando se le acuse de fraude y se le congelen las cuentas.―

Tomo los papeles y camino fuera de mi oficina ― ¿Dónde vas? ― pregunta él. 

―A hablar con Paco, esto se acaba hoy.―

Dejo la oficina a tres y puedo ver a Rodolfo viéndome desde la esquina y me saluda sin que yo lo haga de regreso. Entro con Paco que se encuentra justo con otra persona de la empresa. 

―¡Ah! Pasa, pasa.. mira Rodrigo, él es Tristán, mi cuñado… se encarga de las relaciones internacionales de la empresa ― me presenta y yo saludo. 

―Gusto en conocerte ― me dice tranquilo. 

―Igualmente… Paco, es urgente que hable contigo ¿si? ― le pido. 

―¿Puede ser más al rato? ― me pregunta. 

―No, hoy… es urgente en verdad, si esperamos un día más esto puede terminar mal ― le insisto. 

―Muy bien… déjame terminar con Rodrigo y en cinco minutos voy ― me promete. 

―Vale ― digo apurado. 

Salgo de la oficina y entro a la mía. Comienzo a ordenar los papeles que Jaime me dio y lo llamo con una señal para que vuelva a entrar. 

―Dime ― me pregunta. 

―Quiero que le digas a los de seguridad que estén atentos de todo, no quiero que Rodolfo se lleva nada de esta oficina, ni archivos, ni papeles, ni su móvil… todo se debe quedar aquí, todas las pruebas ¿entendido? 

―Sí, claro ― me contesta. 

Paco entra por la puerta ― ¿qué pasa? ― dice relajado. 

―Paco, lo que estoy a punto de decirte es algo que merece una de tus acciones más difíciles como presidente de la empresa, y necesito que me escuches con atención sin interrupciones ¿vale? ― digo firme. 

―Dime güero ― comenta. 

Tomo aire cuando de pronto veo que Rodolfo se pone de pie y camina rápidamente hasta la entrada ―¡Qué no se vaya! ― grito y salgo de la oficina para ver como toma las escaleras de emergencia.

―Jaime, seguridad ― le digo y él marca de inmediato.

―¿Pero qué pasa? ― dice Paco detrás de mi. 

― Yo no lo quería hacer así ― murmuro mientras corro escaleras abajo persiguiéndolo.

Al llegar al lobby lo veo alejándose ― ¡Qué no salga! ― grito y uno de los policías de la entrada lo toma y evita que salga. 

―Sólo voy al Oxxo… no pasa nada ― escucho que dice. 

―¿Qué chingados está pasado aquí? ― me dice Paco molesto. 

―Dile Rodolfo.―

―¿Qué quieres que le diga? ¿Qué voy al OXXO? ― dice entre risas. 

―No te hagas pendejo y dile ― comento enojado ― o lo digo yo.―

Paco se queda callado y al no haber respuesta voltea a verme ― Rodolfo lleva años sacándote dinero de la empresa. Hizo una cuenta con el nombre de ésta y ha estado recibiendo dinero de varios proyectos que planea robándoles dinero. Por eso los clientes se han ido porque no les entrega el trabajo que promete… ― digo viéndolo a los ojos. 

―¿Qué? ― dice Paco mientras toma los papeles y los ve ― ¡Cómo pudiste cabrón! ― grita enojado mientras se le va encima a golpes. 

―¡Qué me vas a reclamar hijo de tu madre! ― le grita ―¡Por años les di todo! ¡Todo! Y al final como me pagaron …. ¡Cómo! Dándote a ti pinche hijo huevón la presidencia y al gachupín este otro puesto… uno que también ¡los engañó! ― grita ― Porque Tristán Ruíz de Con, no es más que un español hijo de papi que nunca dio golpe en la vida…. Y ahora piensa que va a venir a quitarme todo lo que por años les di ¡bola de malagradecidos! ―

―¿Mi padre sabe de esto? ― me pregunta. 

―No, sólo tú… Ximena me pidió que te lo dijera a ti.―

Rodolfo comienza a reírse al escuchar lo que le digo ― ¡Qué te causa gracias hijo de tu Puta madre! ― dice Paco enojado. 

―Me da gracia que ahora se hagan los ofendidos cuando esta empresa creció ¡Por mi! ¡Por mi! Y ahora por él me vas a decir que esta mal… cuando tú mismo aprobaste esos proyectos― le dice a Paco. 

Volteo a ver a Paco y él se queda callado ―¿Los aprobaste? ― pregunto. 

―Temo que sí ― contesta apenado ― antes no me importaba mucho la empresa y yo los aprobé, por mi Rodolfo entró a la empresa.―

―¿Qué? ― digo desconsertado. 

―Lo siento cuñado, nunca pensé que nos perjudicaría, Rodolfo era mi mejor amigo y confiaba en él, cien por cierto ― me confiesa ― nunca pensé que nos traicionaría. 

Me quedo viéndolo con los papeles en la mano y ahora comprendo el porqué Ximena se alejó de todo ― Rodolfo convenció tan bien a su familia que lo metieron a la empresa, a su familia,  lo que dio acceso a todo y sobre todo …. Inmunidad. Una rabia me invade el cuerpo, una que nunca pensé que tendría. 

―Metiste al violador de tu hermana a tu familia y a la empresa ― digo frío. 

―¿Qué? ¿Cómo?― pregunta Paco sorprendido. 

―¡Metiste al violador de tu hermana a la familia y a la empresa! ― repito más alto ― no sólo le diste un puesto destacado y poder si no le diste la inmunidad que necesitaba para hacer lo que quisiera y por eso Ximena… no pudo decir nada, porque ¿quién le creería? ¡Quién le creía que el mejor empleado de esta empresa la había violado! Por eso inventó todo, su “relación”,las mentiras ― digo con un nudo en la garganta. 

―¡Violaste a mi hermana cabrón! ― le grita y se le vuelve a echar al cuerpo pero está vez Rodolfo se zafa y tras golpear al policía se sale del lugar. 

―¡Deténganlo! ― grita Paco enojado y ellos salen para tratar de alcanzarlo pero no pueden. 

―¿Llamo a la policía? ― dice uno de los guardias. 

―No, llama al abogado de la empresa para ver que se puede hacer, dile a todos que está prohibido darle información de todo tipo a Rodolfo y yo personalmente llamé a la policía― dice Paco enojado, me ve de reojo ― cuéntame todo… no lo de la empresa― me dice apenado ― todo desde el principio.―

[Ximena]

Me encuentro con Luz en el departamento de abajo tratado de trabajar en el vestido de una primera comunión mientras ella saca los hilos de la cajita y los tira al suelo. 

―No mija, espera ― le digo con cuidado ― ya casi nos vamos, ahorita viene Lucha por ti, y subirás con ella para que comas algo ¿de acuerdo? ― le digo y ella toma los hilos de nuevo. 

Lucha esta mañana me avisó que tenía que ir a su consulta al seguro para revisar lo de su tratamiento y que llegaría un poco tarde para ayudarme a cuidar a la niña, por lo que ahora la tengo acá conmigo esperando a que ella vuelva. Luz cada día camina más, por lo que me es imposible a veces concentrarme en mi trabajo cuidado que la niña no tome, se meta a la algo o simplemente gatee a lugares donde se pueda lastimar. 

De repente tocan la puerta aliviándome por completo ya que sé que es ella y podré trabajar más rápido. 

―¡Adelante! ― grito mientras termino de cocer el último detalle del encaje. 

Escucho unos pasos pero ninguna voz, volteo y veo que Rodolfo va entrando por la puerta ―¡Qué haces aquí! ― digo de inmediato mientras tomo a Luz entre mis brazos. 

―Awwwww… ¿esa esa la pequeña Luz? Me ofendió un poco que yo fuera en único en no conocerla.―

―¡Qué quieres! ― digo asustada mientras trato de irme para otro lado.

―Quise venir a verte, saludarte, te toqué en tu nuevo departamento y quise probar suerte aquí… y sí que tuve suerte ― dice sonriendo ― de pronto te alejaste de mi Ximena y no entiendo por qué… ¿Recuerdas que antes estabas enamorada de mi? ― me comenta. 

―Nunca estuve enamorada de ti ¡Nunca! Tuve que inventarme esa historia para tapar lo que me hiciste, para dar explicaciones a más personas… pero jamás me enamoraría de ti.― 

Rodolfo se va acercando a mi y Luz, sintiendo el peligro, me abraza del cuello y yo le froto la espalda para tranquilizarla. 

―Ya mi amor, tranquila ― le murmuro. 

―Tan bonita Luz, tan parecida a ti… sólo que con el pelo rizado tal como lo tiene su papá― y extiende la mano para tocarla. 

―¡No la toques! ― le gritó mientras le doy una bofetada y me alejo de él más. 

Rodolfo en un acto de ira trata de arrebatarme a Luz de las manos ― ¡No! ¡Suéltala! ― grito y mi hija a comienza a llorar desesperada. 

―Tu estúpido marido me quitó todo ¡Todo! ― me grita mientras me empuja y me pego contra la pared que tengo atrás. 

Luz llora desesperada y yo la protejo lo mejor que puedo. Rodolfo se acerca y trata de besarme ― no, por favor, no ― le digo respirando agitada ― por favor Rodolfo, te lo pido, te lo pido… ― le ruego. 

Él se acerca a mi y con todo la facilidad del mundo levanta mi vestido y mete la mano por debajo de él ― ¡No! ¡No! ¡No! ― le digo llorando ― En frente de mi hija no ― le ruego― por favor, en frente de mi hija no.― 

Mi cuerpo tiembla sin que yo pueda controlarlo y con todas las fuerzas que tengo abrazo a mi hija que no sabe qué sucede sólo que su madre está en peligro y llora desesperada. 

―Rodolfo, escúchame, yo yo te he hecho nada, yo nunca dije lo que me hiciste… ¿por qué eres así? ― pregunto tratando de dialogar antes de que suceda lo peor. 

―Tú eres la culpable de todo… trataste de poner a Maquena en mi contra para que no se casara conmigo y no te salió. Luego me trajiste al gachupín ese que se encargó de arruinar todos mis planes… y ya estuvo bueno… hoy mientras él le decía a tu hermano  lo que había hecho, recordé que nadie vendrá a quitarme lo único que fue mío antes que nada… tú eras mía, sólo mía y siempre será así Ximena Caballero, Tristán no me quitará el placer de hacerte mía otra vez quieras o no ― y me da un beso en los labios tan forzado que las mandíbulas me duelen de cerrar la boca. 

Sus manos viajan por debajo de mi vestido y siento como sus manos tocan mis piernas y mi ropa interior. 

―¡No! Por favor.. en frente de mi hija no… te lo pido, te lo pido, Rodolfo… te lo pido.. hago lo que quieras pero en frente de mi hija no ¿si? ― le ruego y él me arrebata a Luz que llora de nuevo inundando el lugar ―¡Luz! ― grito. 

―Quédate aquí ¿si chiquita? ― le dice en tono bajo ― mamá va a estar ocupada con el tío Rodolfo― 

Yo volteo a ver a mi lado y tomo las tijeras que tengo en una de las mesitas y sin dudarlo dos veces se la encajo en el brazo haciendo que él grite desconsolado ―¡Hija de puta! ― me grita y corro hacia el otro lado pero él logra tomarme del cabello y jalarme cayendo al suelo. 

Rodolfo viene hacia mi, se saca las tijeras y luego las avienta al suelo. Me trato de levantar dando patadas para que él no se acerque, pero con la fuerza que tiene me jala de las piernas y me arrastra ― ¡Tristán! ― grito desesperada con la esperanza de que alguien me escuche ― ¡Ayuda!―

―¡Nadie te ayudará, sabes que aquí nadie se mete con lo ajeno ― me dice mientras trato de tomarme de la mesa de la sala. 

Veo a Luz llorando desesperada en el sillón y la impotencia me sobrepasa haciendo que las lágrimas del coraje corran por mis mejillas. Finalmente, logro tomarme de otra mesa y me volteo para quedar boca abajo y poder levantarme. Tomo el florero se lo aviento, desgraciadamente pasa rozando. 

―¡Déjate! ¡Déjate como esa noche! ― me dice forzándome a voltearme y yo sólo puedo ver a Luz llorando viéndome asustada. 

―Tranquila mi amor, tranquila ― le repito ― Tranquila, no te muevas de ahí.―

―Sí Luz, tranquila, que mami sólo está jugando ― le dice y después me rompe la ropa interior y se pone encima de mi―¡cierto! No enfrente de la niña ― comenta y me arrastra detrás del sillón donde está luz sentada ― Justo en el lugar de la última vez. Te gusta atrás de los sillones ― me dice sonriendo ― ¡Ahora si! Mía, y sólo mía que el gachupín aprenda su lugar ― me dice con coraje y luego me toma de las manos para que no pueda moverlas. 

―¡No! Rodolfo, te lo pido, no ― le digo mientras trato de luchar contra él y siento sus manos acariciando mis piernas y después metiendo su mano en mi intimidad. Como acto de defensa le escupo en el rostro y su respuesta es una bofetada tan fuerte que me marea. 

El cuerpo me duele por completo, escucho al fondo a mi hija llorar desesperada y el peso del cuerpo de Rodolfo me deja sin respiración ― No le hagas nada a mi hija, te lo pido, te lo pido, te lo pido… ― le ruego mientras sus manos aprietan mis muñecas tan fuerte que siento que las romperá. 

Él comienza a besarme el cuello, luego los pechos y finalmente cuando llega el momento tomo un respiro ― no lastimes a Luz, te pido que no lastimes a luz..― le ruego. 

Cierro los ojos y me preparo para lo peor cuando de pronto escucho un fuerte golpe y Rodolfo cae encima de mi completamente, los abro de inmediato y veo a Lucha frente a mi. 

―¡Lucha! ― le gritó conmocionada ― ¡Toma a la niña! ― le pido mientras quito a Rodolfo    y me pongo de pie de inmediato.

―¿Estás bien mija? ― me dice Lucha preocupada. 

―Gracias a ti lo estoy ― le digo conmocionada ―¡Márcale a la policía, márcale a Tristán! ― le pido temblando mientras cargo a mi hija y la pego a mi cuerpo ― aquí esta mamá, aquí está ― le consuelo y ella me abraza ― te quiero hija, te amo…. Aquí está mamá… aquí está mamá.―

Las lágrimas caen sobre mis mejillas y no puedo dejar de llorar. Millones de recuerdos de la primera vez que pasó me vienen a la mente, de ese momento a solas en el que no pude defenderme como era debido, en el que me tomó a la fuerza mientras gritaba desesperada que me ayudaran, ese momento de terror que mi hija estuvo a punto presenciar y escuchar. 

Lucha regresa con una media sonrisa ― ya viene para acá la policía, y la verdad es que a Tristán… ― me dice con los ojos llenos de lágrimas. 

―Yo le llamo ― murmuro y le doy a la niña para que la cargue. 

Tomo el celular y le marco. El tono suena tres veces y escucho su voz ― Tristán ― digo su nombre y sin poder evitarlo me suelto a llorar desconsolada. 

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