[Ximena]

Los días han pasado tristes, muy tristes, nunca había visto a Tristán así. Él siempre suele ser muy feliz y alegre, incluso, puedo decir que extraño su sonrisa, porque prácticamente ha desaparecido, al igual que él. 

Tristán ha buscado otras alternativas para Lucha, medicina alternativa, otros hospitales, incluso me escuche que le dijo a Tita que justo este el momento donde se arrepentía de haber dejado todo el dinero a su padre, porque pudo haberle dado más, pudo haber hecho más. 

Sé que está pasando las etapas de un duelo anticipado, y lo tengo que dejar. No le puedo decir que lo que está haciendo es jugar en algún tipo de plano que no es el suyo y que sólo debe dejar correr todo y concentrarse en aprovechar todo el tiempo que le queda junto a ella. 

Después de varios días, lo entendió y se tranquilizó. Esto le ha afectado a niveles que nunca pensó y de pronto se percató que en algún momento podría perdernos o nosotros a él, lo que le llevó a diferentes actitudes tanto buenas como diferentes. 

Tristán se volvió más aún más amoroso y protector, pero también estresado y un poco ansioso. Nos abraza más, me besa más, a Luz le dice millones de veces al día que la ama, incluso le ha dado por venir a comer todos los días a la casa, algo que antes no hacía por la distancia. Todas las noches me dice que somos lo más importante en su vida y mientras me quedo dormida toma mi mano por debajo de las cobijas. Sé que lo hace para sentirme, para asegurarse que estoy bien y que estoy ahí, tiene miedo que me vaya. 

  Por otro lado, estoy segura de que no está durmiendo bien porque varias veces lo he escuchado en la sala de la casa tecleando en la computadora o haciendo otras cosas, la que más me ha parecido graciosa es cuando hizo wafles a las cinco de la mañana provocando que todo el  departamento oliera a miel y mantequilla. También baja al taller y me arregla una que otra cosa que ve mal, y pasa a veces toda la madrugada ahí. Tita dice que algunas noches baja al departamento de Lucha para ver como está y le preocupa que ya no se quede tanto tiempo viendo la televisión. 

Todo esto ha hecho que Tristán olvide su cumpleaños que es este sábado, pero yo no, así que le he horneado un pequeño pastel para festejarlo y tratar de subirle el ánimo. Invité a Lucha y a Tita, que llegarían más tarde, vestí con un bonito vestido a Luz, le hice sus pequeñas colitas en el cabello y yo me vestí con el conjunto que más le gustaba. Preparé su regalo y adorné el piso sencillo para que se supiera que era un movido de fiesta. 

―Mi Luz, cuando llegue tu papi vamos a gritar ¡Sorpresa! ― le explico a la niña que sólo quiere comer del pastel ―¿me ayudas a sorprender a papá?― ella asiente ― Va, entonces… ¡Sorpresa! Y levantas los brazos así ¿practicamos? ― la niña sonríe. 

Me escondo detrás de la barra con ella entre mis brazos y subo de un salto ―¡Sorpresa! ― grito y ella me imita levantado los brazos ―así mi amor… a ver otra vez ¡Sopresa! ― grito y ella comienza a reírse alegremente. 

―¡Más! ― me dice. 

―¿Otra vez? ¡Soooooooorpresa! ― digo feliz y la niña vuelve a reír. 

―¡Más! ― me pide. 

―Sooooooooo..…― pero entra Tristán al piso ―¡Más! ― grita Luz y yo la miro sonriénte.―

―¿Qué es todo esto? ― pregunta. 

―¿Sorpresa? ― digo yo y él esboza una ligera sonrisa. 

―¡Papá! ― dice Luz y la bajo para que camine hacia él. 

―¡Hola mi Luz! ― dice feliz y luego se acerca a mi ― hola vida ― y me besa. 

Su actitud me desconcierta un poco y me quedo en silencio. No se ha fijado en la decoración, ni en el pastel, ni en nada. 

―¿No te gustó? ― le digo seria. 

Él ve alrededor ― Amor, gracias, pero no es tiempo de festejar nada ― comenta desanimado. 

―¿Por qué no? ― pregunto ― es tu cumpleaños Tristán y se debe festejar.―

―Sí, pero no tengo ganas, gracias.―

Se va con Luz a la sala y la deja en el corralito haciendo que ella comience a llorar ―¡Tistán! ¡Papá! ― le grita.

―¿Qué te pasa? ― pregunto extrañada. 

―Nada, sólo que no me viene en gana festejar, lo siento.―

―Tristán, es sólo un pastel.― 

―Pero estoy cansado, no he dormido bien y… ― me ve a los ojos ― no creo que sea prudente festejar un cumpleaños, lo siento.―

―Amor, pasé toda la mañana horneado, te hice la cena… no tenemos que hacer nada más, sólo cenar en familia y ya.―

Luz sigue llorando en el corralito y se pone de pie para empezar a aventar los juguetes hacia fuera mientras pide por el padre. 

―Tengo sueño ― me dice. 

Lo tomo del brazo y él me ve ― tu hija te llama Tristán, ella quiere pasar tiempo contigo ¿sabes? Yo sé que lo de Lucha es un golpe pero no puedes estar así hasta que ella se vaya. Entiendo, de verdad lo entiendo, pero no estás en posición de decir que no te importa nada más.― 

―Mena, por favor…― murmura. 

―No, escucha, dime si estarás en esta actitud por mucho tiempo porque si es así entonces olvídate muchas cosas ― le digo firme. 

―¿Cómo qué? ¿De festejar? ― dice un poco molesto ― hoy es mi cumpleaños Mena y sé que será el último donde Lucha estará y no sé porque no lo puedo superar, es todo, sólo quiero estar solo, quiero pensar que voy a hacer.―

―Vale, quieres estar solo, pues te quedas solo ― digo con un tono de molestia nunca antes usado con él. Camino hacia la puerta y tomo el suerte que está colgado en el perchero. 

―¡Feliz cumpleaños Tristán! ― le digo mientras cierro la puerta en su rostro y me salgo de ahí. 

Lo entiendo, de verdad comprendo que se sienta mal, pero toda la familia está bajo presión, toda. De pronto me viene a la mente lo que me pasó a mi con Rodolfo, y me siento fatal. No debí dejarlo solo. Así que subo las escaleras de nuevo y entro de nuevo al departamento sólo para encontrarlo a él poniéndole un suéter a Luz. Voltea y me ve. 

―¿Qué hacías? ― pregunto. 

―Irte a buscar pero no podía sacar así a la niña ― murmura. 

―Lo siento Tristán, tienes razón fue imprudente de mi parte hacer esto sin preguntarte, yo sólo quería alegrarte un poco y… ―

―No, no, fue mi culpa ― me interrumpe ― yo debí de comportarme mejor. Lo siento vida, es que hoy tuve un pésimo día en el trabajo, fue largo, tedioso, no he dormido bien y … lo siento ― y se acerca a mi con Luz entre los brazos y me besa en los labios ― te quedó muy bonito todo mi amor ― y me abraza. 

―Sé que estás mal Tristán y lo entiendo, no creas que soy inconsciente.―

―No lo eres, en realidad no lo eres… sólo querían alegrarme ― y esboza la primera sonrisa ―¿Cenamos? ― le dice a Luz que asiente con la cabeza ―¿qué cocinaste mi amor? ― me pregunta. 

Comienzo a contarle de la comida y él se sienta en la mesa con Luz sobre el regazo. Tristán comienza a jugar con la niña haciéndole cosquillas, mientras le sirvo para que comamos juntos. 

Para este cumpleaños le hice a Tristán su platillo favorito entomatadas mexicanas de Pollo, las cuales comió con mucho gusto y saboreo como nunca. 

―¡Me encantan! Gracias ― murmuró mientras comía el último bocado. 

Luz sentada en su sillita comía con las manos un poco de pollo desherbado y le ofrecía a su papá quién fingía comerlo ―Hmmmmmm… rico, gracias ― contestaba y ella se metía el pollo que sobraba a la boca. 

―¿Tienes humor para un pastel? ― le digo.

Tristán sonríe y asiente ― claro que si amor.― 

Me pongo de pie mientras Tristán retira los platos y limpia un poco la mesa para que yo pudiera ponerle el pastel en frente y encender las velas en forma de número que formaban un 31. Luz se emocionó al ver el pastel. 

―¡Papá! ¡Patel! ― le dijo y Tristán la tomó entre sus brazos y la sentó de nuevo sobre sus piernas. 

―¿Me ayudas a cantar Luz? ― le digo y ella asiente. 

“Estás son las mañanitas que cantaba el rey David, hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos a ti, despierta, Tristán despierta, mira que ya amaneció y a los pajaritos cantan la luna ya se metió” 

Mientras canto, Tristán me esboza una sonrisa y luego sopla a las velas con ayuda de Luz ―¡bravo! ― digo y la niña aplaude conmigo. 

Tristán quita las velas y le da a probar un poco de merengue a la nena ― dico ― le contesta y Tristan la besa ― ¡Gracias mi amor! ― me dice. 

―¿Olvidamos lo que pasó hace rato? ― pregunto. 

―Olvidado… no se volverá a repetir.―

―Perfecto, porque te tengo un pequeño regalo que quiero que abras en este momento.―

Dejo la cocina, entro a la habitación para tomar la caja de regalo y salgo con ella para ponerla sobre la mesa. Luz aplaude porque piensa que el regalo es para ella. 

―¿Lo abrimos? ― pregunta su padre y ella con sus manitas empieza a quitar el liston 

―¡Abi sí! ―

Tristán abre la caja y saca una camisa que le hice y sonríe ― Amo estar casado contigo, no me tengo que preocupar por ropa ― comenta y yo sonrío ― gracias mi amor, no sólo por esto, por todo y por siempre traerme muy bien vestido.―

―De nada, hay más ¿sabes? ―

Luz mete la mano y saca otras dos camisas iguales y luego una cobija blanca que yace hasta el fondo ― Ohhhhhh― dice. 

―Una cobija para Luz ― dice Tristán y la envuelve con ella cubriéndola ― para que duerma calentita― 

Pero al ver lo último que está en la caja y al tomarlo con la mano lo observa atento. Guardo silencio mientras veo la escena y momentos expresa y sonríe ―¡no! ― murmura y se pone de pie ―¡No! ― y de pronto todo cambia y ese aire de tristeza desaparece. 

La veo a los ojos y le sonrío ―¿estás embarazada? ― me pregunta. 

Asiento con la cabeza y luego toma la mano de Luz y comienza a bailar con ella ― ¡Tu mami tendrá un bebé! ¡Bebé! ¡Bebé! ― y la niña ríe a carcajadas ―¿Cuándo lo supiste? ― me pregunta. 

―Hace días atrás, justo cuando te enteraste lo de Lucha. Te lo iba a decir pero estabas tan triste que decidí esperar el momento indicado.. tu cumpleaños.― 

―¡Ay mi Mena! Cualquier momento es perfecto para que me des esta noticia ¡No lo puedo creer! ― me dice feliz mientras me abraza aún con la prueba entre sus dedos y la niña entre sus brazos.

―¿En verdad no lo puedes creer? ― bromeo, ya que básicamente toda la luna de miel lo comentó. 

―No puedo creer que haya sido tan rápido, pensé que pasaría tiempo pero… no me quejo.―

―Parece que donde pones el ojo, pones la bala ¿eh? ― y él se ríe.

Tristán me besa tiernamente sobre los labios, se queda ahí por unos momentos mientras Luz juega con mi cabello ― disculpa si estos días he estado de un humor horrible, mi amor, pero es que… no sé como sobrellevarlo. Es algo que está fuera de mi ¿sabes? No sé como actuar en estos momentos y por mi culpa tuviste que esconder esta noticia que me hace increíblemente feliz. ―

―Te entiendo ― murmuro. 

―Este debería ser un momento feliz, es un momento feliz… y ahora me siento terrible porque hasta te dije que pararía lo de la búsqueda de la casa y todo eso.―

―Nos la arreglaremos, ya te dije.―

Él vuelve a ponerse triste y acaricia mi vientre aún no tan crecido ― ¿Será Manuel? ¿Será Julia? ― me pregunta. 

―¿O gemelos? ― bromeo. 

―¿Podrían ser gemelos? ― comenta asustado y sólo ver su rostro me hace reír. 

―Pues Lucha y mi mamá son gemelas, así que cabe la posibilidad de que yo también pueda tener gemelos o mellizos… o que mi hermano sea el de la suerte.―

―No veo a tu hermano con gemelos. Si a veces con Luz no puede ― se ríe Tristán  y me alegra que ese comentario le haya levantado un poco más el ánimo ― No sé que haría con dos al mismo tiempo, así que ruego que sea uno, niña o niño pero uno…aunque si son gemelos… ― y suspira. 

Le tomo la mano y se la beso ―deseas tanto que sea niño que sé que lo será… pero, aún no le pongamos nombre, vayamos despacio, sin prisa, disfrutando todas las etapas como lo hicimos con Luz.―

―Y esta vez juro que nacerá en un hospital, porque si hago bien los cálculos, de nuevo nacerá en septiembre y no pienso volver a sentirme así de desesperado como cuando nació la pequeña― y me envuelve entre sus brazos y comienza a pasar su mano por mi espalda. Besa mi frente con ternura y suspira ― Es el mejor cumpleaños de mi vida, y pensar que estuve a punto de arruinarlo mi amor… lo siento, en verdad.― 

―Y yo a punto de irme enojada.―

―Pero lo arreglamos y ahora, soy feliz porque seremos cuatro… y te prometo que a partir de este momento dejaré mi actitud pesimista y me enfocaré en este bebé y en esta hermosa nena que cada día aprende más.―

―¡Mas! ― le dice Luz. 

―Si mi amor.. serás hermanita mayor… ¿estás feliz? ―

―No ― contesta. 

Tristán y yo nos reímos ― creo que tendremos que trabajar en eso ― le comento. 

―Creo que necesitaremos una casa más grande ― me murmura ― y la empezaré a buscar y nos mudaremos y todo estará bien…te prometo que todo estará bien.― 

―¿Vamos a darle la noticia a Lucha? ― comento. 

―No, este es nuestro momento feliz, y por ahora lo quiero compartir contigo, con ustedes dos. Se lo decimos mañana, hoy comeremos pastel y veremos “Buscando a Nemo” por décima vez en este día― bromea.

―Con nosotros cuatro― le digo mientras pongo la mano mi vientre ―y Solovino.―

―Con los cuatro… mi familia. Ahora continuemos con la fiesta ¿quieres?―Y Tristán se aleja con Luz bailando hacia la sala para comer pastel mientras vemos la película. 

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