Alegra
La separación de Tristán afectó mucho a David, aunque él se encargó de no decírmelo. Le afectó tanto, al grado de que jamás lo había visto así, deprimido, triste y frío, tan frío que pensé que incluso estaba enojado conmigo. Fue como si hubiese habido un cambio radical e inesperado en él, uno que en cierta forma me dolió y me hizo temerle un poco.
Yo no sé, honestamente, que es perder un amigo, uno tan cercano como Tristán, porque jamás lo he tenido. Antes, solo hablaba levemente con mis compañeros de trabajo, y con Pedro, pero nada como la amistad que ambos tenían; eso iba más allá de lo insuperable.
Sin embargo, con esta ruptura, conocí otra parte de mi marido, que honestamente me tomó por sorpresa y que tuve que aprender a manejar. Ya no era el hombre de negocios, ni el hombre amoroso, si no uno muy diferente. El que en este momento estaba a mi lado, era un David antiguo, de otra época, uno herido que se escondía en el fondo y que resurgía cuando el abandono llegaba, los malos recuerdos y posiblemente la traición.
Así que los días después del acontecimiento, fueron bastante extraños. Como esos que vienen después de la muerte de un ser querido, pero, que aún te niegas a aceptar lo que pasó. No sé por qué, esto me afectó tanto, cuando Tristán y yo no éramos tan cercanos. Sin embargo, supongo que las contadas pláticas que teníamos me llegaron al corazón o, tal vez, fue la melancolía que emanaba en su mirada y sus palabras, o posiblemente porque yo soy más sensible. David me tiene a mí, y Tristán se quedó solo; la soledad puede ser mala amiga en la mente incorrecta.
En cambio, David, se concentró en el trabajo tratando de olvidar todo. Se hundió en jornadas tan largas que apenas podía dormir y en viajes que duraban días. Cuando menos nos dimos cuenta, ya había pasado un mes de la pelea y no se hablaba nada, absolutamente nada y, al parecer, se quedaría así.
David con esto me enseñó que el olvido era posible cuando uno lo callaba y lo enterraba con pensamientos o acciones mejores. Que si dolía, se podía arreglar bastante fácil. No era la primera vez que lo hacía. Cuando murió su madre lo enterró bajo una pila de estrategias para apoderarse de la empresa de su padre. Cuando murió su padre, lo olvidó quitando a sus primos del paso y tomando posesión de las empresas Canarias, no me puedo imaginar lo que haría al sentir un dolor más grande, tal vez conquiste el mundo.
[…]
-Tiempo después-
⏤¿Alegra?, ¿eres tú? ⏤ escucho su voz al entrar al piso, para después verlo aparecer en el umbral de la puerta, vestido con unos vaqueros y una camisa de color azul.
⏤¡Amor!, ¡qué haces aquí! ⏤ expreso emocionada y me lanzo a sus brazos para comenzar a besarlo.
Tenía semanas que no lo veía, ya que, había viajado a Francia, Portugal y Alemania por motivos de trabajo. Ahora, regresaba de sorpresa a mi piso, haciéndome sentir la mujer más feliz del mundo.
⏤Te extrañé mucho ⏤ me murmura para luego besar mis labios.
Por unos segundos nuestras bocas no se separan, y saboreo ese beso como si fuera el primero que nos damos en nuestra vida. David se separa y viéndome a los ojos, me dice.
⏤¿Todo bien?
⏤Todo perfecto, solo algo cansada por la universidad, pero, nada que no se arregle con un buen descanso ⏤ le aseguro.
⏤Entonces llegué a tiempo para consentirte ⏤ habla, dándome una sonrisa.
⏤Llegaste a tiempo para muchas cosas ⏤ le corrijo.
Recojo mi bolsa del suelo y la pongo sobre la mesa para, después, caminar hacia la habitación donde yace una botella de champán enfriándose en una hielera de plata. Al parecer la etapa triste y de frialdad se ha superado y es momento de continuar sin hablar ni una sola palabra, ¿será prudente preguntarle cómo se siente?, ¿debería retomar el tema o ya no es el momento?
⏤¿Qué es esto?, ¿el champán es por…? ⏤ pregunto curiosa.
⏤Traigo buenas noticias y quiero festejarlas contigo ⏤ me indica. Él toma la botella y comienza a abrirla.
⏤¿Buenas noticias? ⏤ inquiero curiosa.
⏤Sí, unas que sé te causaran alegría después de tantos días de mi ausencia.
⏤Bueno, entonces yo te daré las mías también.
Él voltea a verme y me sonríe ⏤ ¿Ah, sí, señora Canarias?… tienes buenas nuevas.
⏤Sí, pero tú primero.
⏤¿Segura?
⏤Sí, tú primero ⏤ insisto.
David sirve una copa, luego otra para mí y dejando la botella de nuevo en la hielera me dice. ⏤Oficialmente las empresas Canarias han salido de la banca rota y ya no tendremos de que preocuparnos, amor mío, ¡lo logré!, ¡salvé al empresa!
⏤¿Eso es verdad? ⏤pregunto emocionada, ya que después de tanto trabajo ese día llegó.
David se acerca a mí y me da mi copa ⏤lo es, me costó, pero, sabes que nací para esto y ahora, podemos regocijarnos de todo, mi corazón, ¡alégrate!, ¡qué el mundo es nuestro!
Sonrío y lo tomo del rostro para reflejarme en sus hermosos y soñadores ojos ⏤nunca dudé que lo harías, nunca. Eres increíble David Canarias, no tienes idea de lo mucho que te admiro y te amo.
⏤Sabes que esto no se habría hecho sin tí, sin tu paciencia, tu amor, tus ideas, eres maravillosa Alegra, y juntos compartiremos este éxito. ⏤Él me da un beso sobre los labios ⏤ te tengo un regalo.
⏤¿Un regalo?, Da…
⏤Ya sé ⏤me interrumpe ⏤ me dirás que los regalos no son importantes, pero… lo vi y no pude resistirme.
David se pone de pie y me trae una caja de color azul y la pone entre mis manos ⏤¿Qué es? ⏤ pregunto.
⏤Ábrelo.
Entonces abro la caja y enseguida veo un precioso collar de perlas. ⏤¡Dios mío! ⏤ expreso en verdad sorprendida ⏤¿son de verdad?
⏤Perlas de verdad ⏤ me dice David mientras las toma en sus manos y me las muestra ⏤ las vi en una joyería y pensé en ti.
Al ver el regalo me quedo sin palabras. La verdad es que cada regalo que David me da supera el anterior. Él levanta mi cabello rizado para después poner en mi cuello el precioso collar.
⏤Mucho tiempo quise hacer esto, consentir a mi esposa, darle las joyas más bonitas y muchos besos. Quiero que lo uses y siempre recuerdes lo mucho que te amo, Alegra de Canarias.
⏤No necesito las perlas para recordar eso ⏤ le respondo ⏤, pero, aun así, gracias… prometo que las llevaré siempre conmigo, siempre.
⏤No hay nada que agradecer. Además, mañana quiero que las uses en la cena que tendremos con los Lafuente.
⏤¿Así que quieres que Sarahí muera de envidia? ⏤ bromeo y él se ríe.
David me besa el cabello ⏤ todas ya mueren de envidia y más porque eres la mujer más guapa, inteligente y gentil que existe en el universo ⏤ me dice mientras acaricia mis hombros como si me hiciera un masaje.
Los labios de David comienzan a besar mi cuello y sus manos a bajar hacia mis pechos, El deseo ha regresado, David es de nuevo él y la frialdad pasó, supongo que no vale la pena discutir el punto de Tristán.
⏤¿No quieres saber mi noticia? ⏤ le pregunto entre gemidos que empiezan a salir de mis labios.
⏤Dímela…
Entonces me alejo de él, me levanto del sofá y voy hacia una de las cajoneras de la habitación para sacar una pequeña foto. Regreso y en frente de él le digo ⏤ David, ha llegado nuestro regalo de bodas ⏤ le comento. ⏤Estoy embarazada.
Le doy la fotografía que en realidad es una ecografía y ahí, claramente, se ve ese pequeño punto de vida que meses después se convertirá en un precioso bebé.
⏤¿Esto es verdad? ⏤ ahora me dice él, y sin poder evitarlo, se pone de pie para darme un abrazo ⏤ no lo puedo creer, ¡vamos a ser papás!, ¿cuándo te enteraste?
⏤Hace una semana, mientras estabas en Alemania con Lafuente. Quería decírtelo de otra forma, pero, ahora que trajiste el tema de las buenas noticias, supongo que debo darte las mías.
⏤¡Y son las mejores! ⏤ admite y comienza a besarme el rostro ⏤ me haces muy feliz, no puedo esperar a que crezca tu vientre.
⏤Y yo a sentirlo dentro de mí ⏤ le digo y me limpio las lágrimas.
⏤Ves, ¿cómo nuestra unión es bendecida? ⏤ me pregunta ⏤ ves como todo son buenas noticias. Todo estará bien ⏤me recita para después darme un beso en los labios lleno de felicidad.
Solo espero que así sea…