TAZARTE
-Concierto para niños en la Casa de la música-
8 horas para el evento de inauguración oficial.
Ha llegado el día. Después de un inicio de verano bastante agitado, lleno de trabajo y con una orquesta que no solo necesitaba un buen director, sino también un buen empujón de autoestima, verlos ahora con una sonrisa mientras muestran a sus padres el trabajo que han logrado en tan poco tiempo me reafirma que esta es mi vocación. No hay imposibles cuando se trata de la música, cuando se la trata con cariño y dedicación.
Sin embargo, personalmente, no la he pasado bien. Mi último encuentro con Daniel me dejó más triste de lo que imaginé. Y por alguna razón, que aún no logro comprender, lo extraño profundamente. Nunca pensé que, de nuevo, el amor y la compañía de un hombre me pegarían de esta manera. Me siento igual, o incluso peor que cuando perdí a Alexander. Creo que peor, porque al menos Alexander sé que ya no lo puedo ver ni escuchar. Yo escucho a Daniel todos los días, y esa constante presencia, aunque a distancia, me consume.
Ayer, durante la entrevista, lo veía y no podía creer lo que había sucedido. Pensé que había encontrado al hombre ideal, al hombre perfecto para mí. Y solo encontré a un niño rico, que hace y deshace a su antojo, sin importar a quién lastime en el proceso. Supongo que he perdido un poco el tacto para encontrar a alguien que realmente me valore. Mi juicio ha estado nublado.
¿Regresar al ruedo? No lo sé. Creo que ya pasaron los días de sexo de una sola noche, solo para después desconocer al otro. Después de Alexander, mi vida personal ya no es la misma. Ya no busco amores pasajeros, ya no puedo ni quiero. Y mucho menos, porque tengo a Aria. Ella se merece estabilidad, después de años de seguir a su padre por todos lados, adaptándose a su caos, a sus decisiones erráticas.
Por eso es que dejé de pintar su mural en la habitación. Por eso trato de alejarme de cualquier cosa que le pueda causar daño. He tomado la decisión de que, después de la inauguración, me olvidaré completamente de Daniel. Solo trataré con Karl en caso de que haya algo importante relacionado con la Casa de la música. Después, cuando se cumpla el año, buscaré un piso más pequeño y barato, y me mudaré allí con mi hija. Empezaré de nuevo, aunque eso me parta el corazón. Porque aunque me duela profundamente, no pienso estar en un lugar que me trae tan buenos recuerdos con Daniel.
Quizá lo que me duele no sea el tener que comenzar de nuevo, sino darme cuenta de lo que perdí en el camino. Pero ya me he levantado una vez y podré hacerlo de nuevo; ya me sé el camino a la cima después de haber caído tantas veces.
Aria me jala suavemente la manga del saco, queriendo llamar mi atención. La miro y sonrió levemente, sabiendo que ella también necesita un respiro en medio de todo esto.
⎯Dime ⎯le pregunto, haciendo la seña para que me hable.
Aria mueve las manos rápidamente, hablando con la emoción que siempre la caracteriza.
⎯¿Te gustó? ⎯le pregunto, sonriendo al ver que le había encantado el concierto.
⎯La casa de música es muy bonita ⎯gesticula, su rostro lleno de felicidad.
⎯Es bonita, ¿no es cierto? ⎯respondo, intentando sonreír. Le explico⎯: Después podrás venir aquí a pintar y hacer tu tarea en los jardines. Hay un área de descanso afuera. La piscina la convirtieron en una gran fuente.
⎯¿Tarea? ⎯pregunta Aria, haciendo un gesto de que no le gusta mucho la idea.
⎯Tienes que hacer la tarea, Aria. Todos los pintores hacen tarea.
⎯Eso no es cierto ⎯mueve las manos con firmeza, claramente contrariada.
⎯Lo es… ⎯respondo, divirtiéndome un poco con su actitud.
En ese momento, escucho una voz familiar.
⎯¿Tío Taz? ⎯dice Fátima, y al voltear, veo a su manada detrás de ella.
Aria, con una sonrisa, da un paso hacia adelante y me toma de la mano, como si quisiera mostrar su alegría por el encuentro.
⎯Dime ⎯le digo, al ver que está preguntando.
⎯¿Ella es tu hija? ⎯pregunta Fátima, con curiosidad.
⎯Sí, ella es Aria ⎯la presento, con una sonrisa.
⎯¡Hola Aria! ⎯saluda Fátima, mostrando su alegría⎯. Ellos son mis primos y hermanos.
⎯Y yo soy Alegrita ⎯se presenta la hija de Karl.
Aria, como siempre, me mira pidiendo que le interprete, y me siento feliz de que ya no haya barreras entre ella y los demás.
⎯Niños, Aria es sorda ⎯les explico, mientras interpreto la situación para que Aria sea parte de la conversación⎯. Solo habla a señas.
⎯¿Sorda? ⎯pregunta Maël, desconcertado.
⎯Sí, sorda ⎯respondo, y continúo interpretando para que Aria se sienta incluida⎯. Ella solo se comunica a través de señas.
⎯¿A señas? ⎯pregunta Sirena, que acaba de salir desde la multitud⎯. Es como mi amigo Keanu, ¿se acuerdan? Él tampoco escucha. ⎯Sirena, con una sonrisa, hace un par de señas, y Aria, encantada, responde con una gran sonrisa.
⎯¿Qué le dijiste? ⎯pregunta Mena, curiosa.
⎯Le dije que era bonita ⎯comenta Sirena con seguridad.
⎯Pero se lo dijo en inglés ⎯corrijo, sonriendo⎯. Afortunadamente, Aria también sabe inglés en señas, ya que vivió muchos años en Estados Unidos.
⎯¡Ohhhhhh! ⎯responden los niños, sorprendidos.
⎯¿Cómo se dice si le gustan los bebés? ⎯pregunta Alegrita, cargando a uno de los niños en sus brazos.
Aria asiente con entusiasmo.
⎯Dice que sí ⎯le traduzco⎯. Aria lee los labios si le hablan despacio.
⎯Bebés ⎯pronuncia Alegrita, y luego le pasa el bebé a Aria⎯. Ese se llama Bonifacio, pero le decimos Boni.
⎯¡Guau! ⎯exclamo, divertido, y luego me río bajito.
⎯Tío Taz ⎯me interrumpe Fátima, con tono amable.
⎯Dime ⎯respondo.
⎯¿Puede ir a jugar al jardín? ⎯pregunta, señalando a Aria.
Volteo a ver a Aria y le interpreto la pregunta.
⎯¿Quieres ir a jugar con Fátima y sus primos? ⎯gesticulo.
⎯¿Todos ellos son sus primos? ⎯pregunta Aria, sorprendida.
⎯No, cómo crees. Faltan algunos y también parte de sus hermanos ⎯le respondo.
Mi hija sonríe, contenta con la idea de unirse a los demás.
⎯¿Puedo ir a jugar? ⎯me pregunta, con su típica curiosidad.
⎯Con cuidado ⎯respondo, aún un poco preocupado.
⎯¿Qué seña es esa, tío Taz? ⎯me pregunta Fátima, curiosa.
⎯Cuidado ⎯le enseño la seña, sonriendo suavemente.
⎯Cuidado… ⎯repiten los demás niños, imitándome.
⎯¡Es como un lenguaje secreto! ⎯exclama Mena, sorprendida.
⎯No te preocupes, tío Taz ⎯habla Sirena, mientras toma la mano de Aria⎯. Yo cuido a Aria.
Sirena la toma de la mano y le dice en inglés.
⎯Vamos… ⎯y Aria, sonriente, se va con ellos.
Me quedo solo por un instante, observando cómo mi hija se integra con la familia que yo estoy intentando evitar. La verdad, parece que eso no será posible. Mi corazón se siente pesado, no solo por el distanciamiento con Daniel, sino por el amor no correspondido, por lo que tal vez nunca será.
“¡Excelente trabajo, maestro!” escucho la voz de Jo, que irrumpe en el momento, como siempre, inesperadamente.
⎯Gracias ⎯respondo con calma, sin girarme aún.
⎯¿Puedo hablar contigo? ⎯me pregunta, y esta vez hay algo en su tono que me hace mirar hacia ella. Es serio, vulnerable incluso, algo que rara vez muestra.
⎯Jo… ⎯suspiro, sintiendo que no tengo ni fuerzas ni ganas de una conversación profunda ahora.
⎯Te lo pido ⎯contesta con un tono que ya no tiene la seguridad que usualmente la caracteriza.
Asiento con la cabeza, resignado. Ambos nos alejamos del bullicio del evento y entramos al salón de partituras que también funciona como mi oficina. El aire aquí es distinto, más calmado, pero también más pesado. Me recargo sobre el escritorio, cruzo los brazos y me preparo para lo que venga.
⎯Te escucho ⎯le contesto, sabiendo que esta conversación puede no ser lo que espero.
⎯No vengo a decirte que perdones a mi primo… ⎯comienza, y su voz es suave pero firme, como si ya estuviera esperando que lo interrumpa.
⎯¿Es todo? Bien. Porque no lo haré ⎯respondo rápidamente, sin darle oportunidad a que continúe.
Jo suspira a profundidad, el tipo de suspiros que llegan cuando alguien ya ha sopesado demasiado las palabras antes de decirlas. Se cruza de brazos, mirándome con esa mezcla de desafío y comprensión que tanto la caracteriza.
⎯Sé que lo que Daniel hizo te hirió profundamente, y tienes todo el derecho de estar enojado, Taz. Créeme, te entiendo ⎯me dice, sin dejar de mirarme a los ojos. ⎯Pero quiero que pienses en algo: Daniel no es un villano, Taz. Lo que hizo fue un error, pero no porque no te quiera, sino porque no sabe cómo amar de la manera en la que tú lo mereces.
La última frase de Jo me golpea, y aunque quiero rechazarla, algo en su tono me hace escucharla.
⎯A veces el amor no es algo natural, Taz. Es como un instrumento. Al principio, tocas las notas equivocadas, y suena desafinado. Pero el amor no es diferente, es algo que se ensaya. Daniel no ha tenido mucho tiempo para ensayar, ni ha tenido la oportunidad de aprender lo que es un amor verdadero. Lo que tú has experimentado, lo que tú eres, es diferente. Daniel no ha tenido esa suerte ⎯continúa, con una calma que casi me desconcierta.
Me quedo en silencio, procesando lo que acaba de decirme, y no puedo evitar que sus palabras resuenen dentro de mí.
⎯No estoy excusando lo que hizo, Taz. No te estoy pidiendo que lo perdones de inmediato. Lo que te estoy diciendo es que, por primera vez en su vida, Daniel tiene amor, pero no sabe cómo gestionarlo. Lo que tiene dentro es enorme, pero no sabe cómo canalizarlo. Y lo último que quiero es que pierdas la oportunidad de tener lo que ambos necesitan. Daniel no es perfecto, ni tú, ni yo. Pero créeme, lo que siente por ti es real.
Su sinceridad, esa creencia inquebrantable en Daniel, me deja sin palabras, aunque sigo luchando con lo que siento.
⎯Sé que estás asustado, lo entiendo ⎯agrega con una suavidad que casi me hace flaquear⎯. Pero también sé que tú, Taz, eres un hombre de corazón grande. Has dado amor, y aunque te cueste verlo, lo que Daniel necesita ahora es tu amor. No más juicios. No más dudas. Solo comprensión. Y sí, él va a fallar, pero también aprenderá. Si le das la oportunidad, lo va a hacer bien. Lo juro.
Me toma unos segundos para responder, y cuando lo hago, mi voz es más suave de lo que esperaba.
⎯Lo sé… pero no sé si pueda volver a confiar.
Jo me mira con la misma paciencia que antes, sin apuro.
⎯El amor no siempre es fácil, Taz. Pero cuando es verdadero, no hay nada que lo detenga. Y lo que te puedo asegurar, con toda mi certeza, es que Daniel te ama. Con todo lo que tiene. Solo que a veces, el miedo y la inseguridad lo nublan. Sólo te pido que recuerdes una cosa: él también confío en ti.
Esas palabras me golpean más fuerte de lo que esperaba, y el silencio entre nosotros se extiende.
⎯Te pido que pienses en esto, Taz ⎯termina ella, su tono suave pero firme⎯. No te estoy diciendo que actúes ahora. Solo te pido que dejes que el tiempo haga su trabajo. Si él no te demuestra lo que siente, entonces ya será suficiente para decidir, pero… dame la oportunidad de que él lo intente. Porque sé que lo intentará.
La habitación se queda en silencio mientras asimilo lo que Jo acaba de decir. Sus palabras calan profundamente en mí, y aunque mis dudas siguen allí, por primera vez en mucho tiempo, me encuentro dispuesto a considerar la posibilidad de perdonar y confiar en Daniel.
⎯Jo… ⎯pronuncio su nombre⎯. Eres una mujer fantastic.
⎯Tal vez ⎯responde Jo, su tono más suave de lo que suelo escuchar⎯. Yo digo que solo he aprendido a ver las cosas como son.
Se acerca a mí, y con una suavidad inesperada, toma mis manos entre las suyas. En sus ojos, veo algo que no había notado antes, una vulnerabilidad que normalmente oculta bajo su seguridad.
⎯A veces, parece que soy dura, lo sé ⎯dice, mirando mis manos en las suyas, como si pensara cuidadosamente en cada palabra⎯. Pero lo que pasa es que, al observar tanto a las personas, me doy cuenta de que hay muchos ángulos en cada historia, y que, para entender las cosas realmente, uno tiene que ver todo, no solo lo que está frente a sus ojos.
Levanta la vista, sus ojos fijos en los míos con una sinceridad que no puedo ignorar.
⎯Y, Taz, no quiero que pienses que lo hago solo por ti o por tu relación con Daniel. Es solo que te estimo mucho, y lo que más me importa es que estés bien. No solo porque eres alguien importante para Daniel, sino porque para mí también eres parte de la familia. No quiero perderte ni como amigo ni como alguien que siempre ha estado allí, compartiendo tantas cosas. Pero, si decides no perdonarlo y apartarte, te deseo que encuentres un amor como el que tú esperas, que seas feliz y sigas haciendo música. Te deseo lo mejor.
⎯Gracias… ⎯pronuncio, mi voz cargada de melancolía, el nudo en mi garganta apretando más con cada palabra. En realidad, me duele pensar que podría perder a alguien tan fantástico como Jo.
⎯Te dejo ⎯contesta Jo, con tono suave, aunque en sus ojos se refleja una mezcla de tristeza y comprensión, como si también supiera lo que esto me está costando.
Jo me da un abrazo fuerte, como si quisiera transmitir todo lo que no ha dicho, y luego me besa en la mejilla antes de marcharse. El gesto es cálido, pero la sensación que deja es fría, un vacío profundo que se queda en el aire, más grande con cada segundo que pasa.
Me quedo solo en la sala, mirando hacia la puerta por donde se ha ido. El peso de sus palabras calan hondo en mi pecho, llenándolo de incertidumbre. El corazón sigue latiendo, pero siento que ya no me pertenece. En realidad, está en manos de Daniel. Y aunque esa idea me atormenta, la otra voz en mi cabeza ⎯la de la rubia de ojos azules⎯ resuena con fuerza: Te recuerdo que él también confió en ti…
Supongo que la clave está en esa palabra: confianza. Pero, ¿seré capaz de hacerlo? ¿Seré capaz de perdonar lo que me hizo, de dejar que el miedo y la desconfianza se desvanezcan? ¿Podré dar un paso hacia lo que podría ser, o tal vez no?
Solo queda esperar el siguiente movimiento de Daniel… y espero que lo haga. Que sea él quien dé ese paso, quien me demuestre que no todo está perdido. Que no todo es tan irreversible. Porque, por dentro, sigo deseando que aún haya algo que salvar.
Ay mí Taz la paciencia es la virtud de las almas nobles y a ti te sobra la nobleza!!!
Jo siendo muy fantastic, que belleza. Que linda la interaccion de los niños con Aria. Y yo tambien espero que lo que haga Dan sea majestuoso para recuperar a Taz. Que capitulo mas emotivo.
Fantastic Jo al rescate. La verdad q fueron muy sabias palabras y claro q Dan dará el primer paso solo debes ser paciente y esperar
🥹 hay Taz.. la profundidad de las palabras de Jo fueron necesarias para que consideres que en este caso, aunque te sientas herido, ambis hirieron la confianza del otro. Sólo ruego porque Daniel haga algo muy Canarias para que puedan estar juntos de nuevo. Pero, como dijo Jo: Si decides algo distinto para ti y tu vida. Espero que encuentres el amor que mereces.🫂
Esta es la clave mi Taz, que lo que es pa uno ni aunque se quite y lo que no ni aunque lo amarre
Taz si ahora tu le dices a Dani que fallo pero yu lo hiciste desde l principio… Dale el beneficio de pelear por ti…